FÍSICA TRASCENDENTAL
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CAPÍTULO PRIMERO
UN ESPACIO DE CUATRO DIMENSIONES.*
LA TEORIA DE GAUSS Y KANT DEL ESPACIO – EL USO PRÁCTICO DE LA TEORÍA EN EXPERIMENTOS CON HENRY SLADE – VERDADEROS NUDOS PRODUCIDOS SOBRE UNA CUERDA CON LOS EXTREMOS A LA VISTA, SELLADOS JUNTOS.
En el primer tratado, el autor muestra que tanto Newton como Faraday eran los defensores de la teoría de acción directa a distancia
“Este primer capítulo trata de un artículo que apareció en Quarterly Journal of Science, abril de 1878. Y es reimpreso aquí, según el permiso de William Crookes, F.R.S. los hechos son del ‘"Wissenschaftliche Ahhandlungen von Carl Friedrich Zöllner, Catedrático de Astrofísica de la Universidad de Leipzig. Erster Band, Leipzig: L. Staackmann, 1878. (Con retratos y facsímiles de Newton, Kant y Faraday. 8vo, 732 páginas.) "
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CONTENIDO.
1.- Sobre la Acción a Distancia.
2.- Emil du Bois Reymond y los Límites del Conocimiento Natural.
3.- La Ley Gravitacional de Newton y su Derivación en los Efectos Estáticos de Electricidad.
4.- Ley de la Fricción y su Deducción de los Efectos Dinámicos de la Electricidad.
5.- En Cuanto a la Existencia de Partículas Eléctricas en Todos los Cuerpos.
6.- Adhesión y Cohesión como deducción de la Dinámica de Fuerzas Eléctricas.
7,8,9. – La Mecánica, El Magnetismo y los Efectos Eléctricos de la Luz y el Calor Radiante.
10.- Investigaciones Radiométricas.
11,12.- Sobre la Teoría de Emisión Eléctrica y su Aplicación Cósmica.
13.- Demonios de Thomson y Fantasmas de Platón.
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en el vacío, en oposición de las opiniones de muchos hombres científicos modernos. En el último tratado, que es del más alto interés, el autor describe los experimentos que hizo en Leipzic, en diciembre de 1877, con el Sr. Henry Slade, americano. Estos experimentos fueron usados como práctica de la teoría de Gauss y el espacio de Kant, aquellos dos eminentes hombres que imaginaron que había más de tres dimensiones espaciales. El autor intentará dar a los lectores del Quarterly Journal of Science una idea de esta teoría, aunque él desde luego se referirá al trabajo en si mismo para dar una explicación más amplia de ello.
Conforme a Kant, Schopenhauer, y Helmholtz, el autor considera el uso de la ley de la causalidad como una función del intelecto humano dada para acudir a priori, esto es, antes de toda experiencia. La totalidad de toda experiencia empírica es comunicada al intelecto por los sentidos, esto es, por los órganos que comunican a la mente todas las impresiones sensuales que son recibidas en la superficie de nuestros cuerpos. Estas impresiones son una realidad para nosotros, y su esfera está en dos dimensiones, no actuando en todo nuestro cuerpo, sino solo en la superficie de éste.
Sólo hemos logrado la concepción de un mundo de objetos con tres dimensiones por un proceso intelectual ¿Qué circunstancia podemos preguntar? ¿Hemos obligado a nuestro intelecto a intervenir en este resultado? Si un niño contempla su mano, este será consciente de su existencia de manera doble, - en primer lugar por su tangibilidad, y en segundo lugar por su imagen en la retina del ojo. De la misma manera al andar a tientas y al toque un niño sabe por la experiencia que su mano le transmite la forma y la extensión por todas las variaciones de distancia y posiciones bajo las que esto es “observado”, no obstante la forma y la extensión de la imagen sobre la retina constantemente cambia con una posición diferente y la distancia de la mano con respecto al ojo. El problema así es puesto al entendimiento del niño: como reconciliar para su comprensión los hechos al parecer contradictorios del invariante del objeto, junto con la variabilidad de su aspecto. Esto sólo es posible dentro del espacio de tres dimensiones, en el cual, debido a las distorsiones de la perspectiva
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, los cambios, estas variaciones de proyección pueden ser reconciliadas con la constancia de la forma del cuerpo.
Así, de la misma manera, en el estereoscopio, la representación de la corporeidad, esto es la tercera dimensión, aparece en nuestra mente cuando la tarea es presentada a nuestro intelecto por mandar inmediatamente dos cuadros diferentes, sin la contradicción, de un solo objeto.
Por consiguiente, nuestra contemplación de un espacio de tres dimensiones a sido desarrollado mediante la ley de la causalidad, que ha sido implantada en nosotros a priori, y hemos tenido la idea de la tercera dimensión para vencer la inconsciencia evidente de los hechos, de la existencia que la experimentación a diario nos convence.
En el momento que observamos los hechos en tres dimensiones espaciales contradictoriamente, esto es, los hechos que nos obligarían a atribuir a un cuerpo con dos atributos o cualidades que hasta ahora nosotros pensábamos que no podía existir juntas, - el momento, digo, en el que nosotros deberíamos observar tales hechos contradictorios en un cuerpo de tres dimensiones, inmediatamente obligaría a nuestra razón a reconciliar estas contradicciones.
Habría tal contradicción, por ejemplo, si nosotros atribuyéramos a un mismo objeto a la vez, la inmutabilidad y la mutabilidad, el atributo más universal de un cuerpo que es la cantidad de su materia ponderable. Conforme a nuestra experiencia presente consideramos este atributo inalterable. Tan pronto, sin embargo, como los fenómenos ocurren demostrando que puede ser alterable, nos obligará a generalizar nuestra representación de la idealidad del cuerpo para dirigir el cambio observado de cantidad de materia conforme a lo imaginado hasta ahora, lo inmutable.
En la página 235 del libro del famoso autor matemático Riemann, quien dice con su trabajo Concerning the Hypotheses upon which Geometry is founded : -
“La explicación de estos hechos sólo puede ser encontrada comenzando a partir de las teorías reales del aspecto de todos los fenómenos que confirma la experiencia, y de los que, Newton fundó esta posición. Impulsado adelante por hechos, los que no podemos explicar por nuestras teorías hasta ahora concebidas, despacio, remodelamos nuestros conceptos. Si los fenómenos ocurren, según
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a nuestros concepto, debería ser esperado con probabilidad, confirmar nuestras teorías, y nuestra confianza en ellos es fundada en la confirmación de la experiencia. Sin embargo, si algo ocurre sin esperarlo, que según nuestra teoría es improbable o imposible, la tarea que nos impone es remodelar nuestra teoría, para hacer que los hechos observados dejen de estar en contradicción con nuestra mejorada teoría. La terminación de nuestro sistema de ideas forma la explicación de la observación inesperada. Nuestro concepto de la naturaleza crece despacio, para llegar a ser más completo y justo, al mismo tiempo esto irá cada vez más allá de las apariciones superficiales.”
Ahora me propongo aplicar el concepto más avanzado de espacio en la teoría de torcer una cuerda perfectamente flexible. Déjenos pensar en tal cuerda, viene representada por a, b, mostrada, y estirada, un desarrollo del espacio en una dimensión.
Si la cuerda es doblada para que durante esta acción sus partes siempre estén en el mismo plano, es un desarrollo en dos dimensiones y requiere esta operación. Y puede dar la siguiente figura de la cuerda:
y hemos considerado todas sus partes como infinitamente delgadas, para considerar que todas sus partes están siempre en el mismo plano, en el espacio de dos dimensiones. Si la cuerda es flexible, no se rompe, y dará una vuelta como en la figura número dos, si se vuelve a dar la vuelta en sentidos contrario tendremos la línea recta, de la figura uno. Durante esta operación todas las partes están en el mismo plano, y puede efectuar el movimiento descrito, de manera que al final tendremos una cuerda con una figura en forma de círculo, de 360º.
Los seres con percepción en solo dos dimensiones, estas operaciones con la cuerda corresponderían en la nuestra si tuvieran una percepción tridimensional a lo que llamaríamos un nudo en la cuerda. Ahora un ser,
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limitado, debido a su organización corporal al concepto de sólo dos dimensiones del espacio poseído, la capacidad de ejecución de sus operaciones a voluntad con esta cuerda pueden ser posibles en un espacio de tres dimensiones, de manera que un ser sería capaz de deshacer este nudo de dos dimensiones de un modo mucho más simple. Simplemente el vuelco de una parte de la cuerda sería requerido, para que después de la operación, cuando todas las partes otra vez estén en el mismo plano, la cuerda habría pasado por las siguientes posiciones:
De una forma parecida, pero en sentido inverso, se haría otra vez la formación de un nudo, sin necesitar que el proceso circunstancial, durante el cual todas las partes del hilo permanezcan en el espacio de dos dimensiones de la percepción.
Si esta consideración, por vía de la analogía, es transferida a un nudo en el espacio de tres dimensiones, esto fácilmente se vería que la atadura así como la inatadura de tal nudo sólo puede efectuarse por operaciones, durante las cuales las partes de la cuerda describe una línea curvándose doblemente, como se muestra en la siguiente figura:
Nosotros, seres tridimensionales, sólo podemos atar y desatar un nudo moviendo el final de la curva unos 360 grados en el plano que se inclina respeto a otro plano que contiene la parte de dos dimensiones del nudo. Pero si hubiera seres entre nosotros, quienes fueran capaces de producir según su voluntad los movimientos de sustancias materiales en cuatro dimensiones, podrían atar y desatar tales nudos de una manera mucho más simple que la operación análoga que se ha descrito en relación con el nudo de dos dimensiones.
Esto no es en ningún caso necesario – más bien, no es hasta probable – que tales seres debieran tener un conocimiento contemplativo de esas acciones a su voluntad. Para todos nuestros conceptos, en relación con
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el movimiento de nuestros miembros, y a aquellos producidos por en medio de otros cuerpos han sido adquiridos por nosotros únicamente por la vía de la experiencia. Habiendo observado de niñez. Que un movimiento voluntario de nuestros miembros, siempre esté conectado con un cambio correspondiente de nuestras impresiones visuales, acompañando la acción de nuestra voluntad, es sólo de ese modo que somos capaces de percibir y unir los movimientos de nuestro cuerpo o de otros objetos con la concepción de unirnos a la acción nuestra.
Berkeley demostró esta aserción en el año 1709, en su Essay Toward s a new Theory of Vision and in his Principles of Human Knowledge. En el último tratado comenta, sobre la relación de nuestras percepciones visuales y las sensaciones del tacto:- “Para que la verdad estricta de las ideas de la vista, cuando estamos a una distancia, y las cosas que están colocadas allí, nos sugieren o nos delimitan la realidad de las cosas, pero solo nos lo asegura la idea del tacto que imprime en nuestras mentes el objeto que está a una distancia y en un tiempo, a consecuencia de tal o tales operaciones.” Berkeley, Principles of Human Knowledge (Fraser's Edition, vol. i., p. 177.)
Litchenberg, en 1799, se expresó de la misma manera cuando dice:-
“Percibir algo fuera de nosotros es una contradicción; percibimos sólo dentro de nosotros; esto será una simple modificación de nosotros mismos, por lo tanto, dentro de nosotros. Como estas modificaciones son independientes de nosotros, buscamos su causa en otras cosas que están fuera, y dicen que hay cosas más allá de nosotros. Nosotros deberíamos decir 'praeter nos; pero el “praeter (dentro)” sustituiremos por la preposición “extra”, que es algo bastante diferente, esto es, nos imaginamos estas cosas en el exterior espacial de nosotros mismos. Esto claramente no es la percepción, pero parece ser algo firmemente entretejido con la naturaleza de nuestros poderes sensuales perspicaces; esto es la forma bajo la que nos dan el concepto de “Praeter nos”- de la forma sensual.”
El carecer de estos sentidos, necesariamente sería notado por nosotros, si en algunos individuos, y solo en algunas ocasiones captara
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SOBRE EL ESPACIO DE CUATRO DIMENSIONES
Por lo que conozco, Gauss fue el primero en dirigir su atención, el punto de vista de la "Geometría Situs," a la teoría de los torcimientos de cuerdas flexibles. En sus manuscritos olvidados, (Gauss' Werke, vol. v., p. 605) encontramos los siguientes comentarios:-
Sobre la Geometría Situs, la que primeramente lanzó Leibnitz, y después otros matemáticos nombraron por encima (Euler y Vandermonde), hasta nosotros, después de un lapso de 150 años, de saber y no poseer nada. Uno de los problemas principales sobre el límite de la Geometría Situs y la Geometría Magnitudinus deberá utilizarse para calcular el número de torceduras de dos cuerdas cerradas e infinitas.”
En mi primer tratado, sobre la Acción a Distancia, hemos hablado detalladamente de la verdad, primero descubierta por Kant, más tarde por Gauss y los representantes de la geometría anti-Euclidea, viz... que nuestro concepto presente de espacio, familiar por el hábito, ha sido sacado de la experiencia, esto es, de hechos empíricos mediante “el principio causal que existe a priori en nuestro intelecto.” Esto en particular debe ser dicho de las tres dimensiones de nuestro concepto presente del espacio. Si nuestros fenómenos de niñez hubieran sido acontecimientos diarios, requiriendo un espacio de cuatro o más dimensiones para la explicación y liberarnos de la contradicción, esto es, unificara en una decisión, nosotros deberíamos ser capaces de formar un concepto de espacio de cuatro dimensiones o más. Se sigue que la existencia verdadera de un espacio de cuatro dimensiones solo puede ser decidida por la experiencia, esto es, por la observación de los hechos.
Un gran paso ha sido hecho por el reconocimiento de la posibilidad del desarrollo de la cuarta dimensión del espacio y que pueda ser entendida por nuestro intelecto, aunque, debido a motivos antes dados, ninguna imagen correspondiente de ello pueda ser concebida por la mente. (Dasselt moeglichkeit eines vierdimensionalen Raumgebietes begrifflich ohne Widerspruch denkbar, wenn auch nicht anschaulich vorstellbar ist.)
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Pero Kant va un paso más lejos. De la posibilidad lógicamente aprobada de la existencia del espacio más allá de las tres dimensiones, él deduce que “muy probablemente su existencia sea verdadera” cuando él verbalmente comenta:-
“Si es posible que sean los acontecimientos en otras dimensiones del espacio, es muy probable que haya también un Dios en algún sitio que los haya producido. Ya que Sus Trabajos tienen todo el esplendor y la variedad posible de ser comprendida.”
“En lo anterior he demostrado que varios mundos, han tomado en un sentido metafísico, la posibilidad de existir juntos, pero, al mismo tiempo, aquí está la condición, que, según mi creencia, es la única que lo hace probable, que varios mundos realmente existan.” (Kant's Works, vol. v., p.25.)
Yendo más lejos puedo citar las siguientes observaciones de Kant:
“Confieso que estoy bastante inclinado a afirmar la existencia de seres inmateriales en este mundo y clasificar mi alma en esa misma categoría de seres.”
“Podemos imaginarnos la posibilidad de la existencia de seres inmateriales sin el miedo de refutar, aunque al mismo tiempo, sin la esperanza de la capacidad de demostrar su existencia por la razón. Tales seres espirituales existirían en el espacio, y no obstante permanecería penetrable para seres materiales, porque su presencia implicaría un poder interpretador en el espacio, pero no un relleno de ello, esto es, una resistencia que causa la solidez.”
“Es, por tanto, tan bueno como demostrado, o fácilmente podría ser demostrado, nosotros debíamos afirmarlo a lo lejos; o mejor todavía, será demostrado en el futuro – no sé donde ni cuando- que también en esta vida el alma humana está delante en una comunión indisoluble con todos los seres inmateriales del mundo espiritual; y esto produce efectos en ellos, y en cambio recibe la impresión de ellos, sin embargo, haciéndose humanamente consciente si todos los soportes están bien.
“Esto sería una bendición si una constitución tan sistemática del mundo espiritual, como concebido por nosotros, simplemente no tuviera que ser deducida del – demasiado hipotético – concepto de la naturaleza espiritual
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[Página 39 – En Blanco]
[Página 40]
ILUSTRACIONES EXPERIMENTALES
Tengo ya en el susodicho tratado citado algunos fenómenos físicos, que deben ser posibles para tales seres de cuatro dimensiones, con tal que en ciertas circunstancias les permitan producir efectos en el mundo verdadero material visible, esto es, concebible a nosotros, seres tridimensionales. Como uno de estos efectos, hablé algunas líneas del ejemplo de una cuerda infinita. Si una cuerda tiene sus extremos atados juntos y sellados, un ser inteligente, teniendo la voluntad para producir dobleces en esta cuerda y moverla en un espacio de cuatro dimensiones debe ser capaz, sin soltar el sello de formar y deshacer nudos en esta cuerda infinita.
Ahora, este experimento satisfactoriamente ha sido hecho en una duración de unos minutos en Leipzig, el 17 de diciembre de 1877, a las 11 de la mañana, en presencia del Sr. Henry Slade, americano. El grabado que acompaño en la página 40, muestra la cuerda fuerte con 4 nudos (*) en ella, así como la posición de mis manos, y la mano izquierda del Sr. Slade fue unida a la mano de otro caballero. Mientras el sello siempre permanecía a nuestra vista sobre la mesa, la cuerda desanudada firmemente fue presionada por mis dos pulgares contra la superficie de la mesa, y el resto de la cuerda colgaba debajo de mi regazo. Yo había deseado atadura de un solo nudo, y se produjeron los cuatro nudos. – Minuciosamente representados en el dibujo- fueron formados, después de unos minutos en la cuerda.
La cuerda de cáñamo tenía un grosor aproximadamente de 1 milímetro, esta era fuerte y nueva, había sido comprada sola. Su longitud antes de la atadura de los nudos era aproximadamente de unos 148 centímetros, la longitud por tanto de la cuerda doble, cuando los extremos están emparejados es de unos 74 centímetros. Los extremos fueron fijados juntos con un nudo ordinario, luego – sobresaliendo del nudo unos 1’5 centímetros-
(*) Los dibujos ampliados de los nudos han sido representados por equivocación simétricos, pero ellos fueron atados todos en un solo lado, conforme a la figura pequeña del dibujo.
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fueron puestos sobre una hoja de papel y sellados al mismo tiempo con lacre ordinario, para que el nudo permaneciera justamente visible en la frontera del sello.
El borde del papel del sello fue cortado entonces, como muestra la ilustración.
El susodicho – montaje descrito con dos cuerdas semejantes, con mi propio sello, fue efectuado estando solo en mi apartamento, por la tarde, del 10 de diciembre de 1877, a las 9, bajo la mirada de varios de mis amigos y compañeros, y sin la presencia del Sr. Slade. Otras dos cuerdas más de la misma calidad y dimensiones fueron selladas por Wilhelm Weber con su sello, y en su propia habitación, la mañana del 17 de diciembre, a las 10.30 A.M. Con estas cuatro cuerdas fui a una vivienda vecina de uno de mis amigos, quien se ofreció al Sr. Henry Slade para hospedarle en su casa, acogiendolo exclusivamente para mí y poder disponer de él, durante el tiempo que estuvo retirado del público. La sesión en cuestión ocurrió en el salón de mi amigo, inmediatamente después de mi llegada. Yo mismo seleccioné una de las cuatro cuerdas selladas y, para no perderla de vista antes de que nosotros nos sentáramos en la mesa, la colgué alrededor de mi cuello, - el sello quedó siempre en frente de mi vista. Durante la sesión, como antes declarado, yo constantemente guardaba el sello- permaneciendo inalterado- y sobre la mesa delante de mí, las manos del Sr. Slade permanecieron todo el tiempo a la vista; con la izquierda, él a menudo se tocaba la frente, quejándose de sensaciones dolorosas. La parte de la cuerda que cuelga descansando sobre mi regazo,- a mi vista, esto es así – y las manos del Sr. Slade permanecían visibles. En particular noté que parecía totalmente pasivo, para que nosotros no pensáramos que había atado aquellos nudos de manera consciente, pero con esta circunstancia, fueron formados en su presencia sin el contacto visible, y en una habitación perfectamente iluminada con luz del día.
Según los informes hasta ahora publicados, el susodicho experimento parece también haber tenido éxito en Viena en presencia del Sr. Slade,
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OBJETIVO Y SUBJETIVO.
aunque bajo condiciones (*) menos rigurosas. Aquellos de mis lectores que deseen más información adicional sobre otros fenómenos físicos ocurridos en presencia del Sr. Slade, me referiré a estos libros. Me reservo para publicaciones posteriores, en mis tratados, la descripción de antiguos experimentos obtenidos por mí, en doce sesiones con el Sr. Slade, y como expresamente me autorizan a mencionar, por la presencia de mis amigos y compañeros, el Catedrático Fechner, el Catedrático Wilhelm Weber, el célebre electricista de Göttingen, y Herr Scheibner, Catedrático de Matemáticas de la Universidad de Leipzig, donde están perfectamente convencidos de la realidad de los hechos observados, excluyendo totalmente el engaño o la prestidigitación.
Al final de mi primer tratado, ya terminando el manuscrito en el curso de agosto de 1877, llamé la atención a la circunstancia que un cierto número de fenómenos físicos, que por “conclusiones sintéticas a priori”, podrían ser explicados por el concepto generalizado de espacio y la hipótesis platónica de proyección, coincidiendo con los supuestos fenómenos espiritualistas. Cautelosamente, sin embargo, dije:
“A aquellos de mis lectores quienes estén inclinados a ver en los fenómenos espiritualistas una confirmación empírica de aquellos fenómenos anteriormente deducidos de la posibilidad teórica, pido la observación de que el punto de vista del idealismo, debe dar primeramente una definición exacta y crítica de la realidad objetiva. De verdad, si todo lo perceptible es un concepto producido en nosotros por causas desconocidas, la característica que distingue la realidad objetiva de la realidad subjetiva (fantasmas) no puede ser buscada en la naturaleza, sino sólo en los atributos accidentales de aquellos procesos que producen los conceptos. Si las causas desconocidas a nosotros producen simultáneamente en varios individuos el mismo concepto y sólo sujeto a aquellas distinciones que dependen de diferencias de la posición
(*) Mr. Slade's "Aufenhalt in Wien: Ein offener Brief an Meine Freunds." Wien: I.C. Fischer & Co., 1878. "Der Individualismus in Lichte der Biologie und Philosophie der Gegenwart von Lazar B. Hellenbach." Wien: Braumüller, 1878.
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del observador, mandamos tal concepto a un objeto verdadero fuera de nosotros; este concepto, no ocurre si mandamos esa concepción a causas dentro de nosotros y lo llamamos alucinación.
“Ahora, si los fenómenos espiritualistas pertenecen a la primera o a la segunda categoría de estos conceptos, no aventuro a decidirme, hasta ahora nunca habiendo atestiguado tales fenómenos. Por otra parte, yo poseo, con respecto a los Srs. Crookes, Wallace y otros, teniendo una opinión exaltada de mi propio intelecto, creo que yo en las mismas condiciones no habría tenido las mismas impresiones.” (Escrito en agosto de 1877)
Esta suposición escrita cuatro meses después de mi anotación de ello, tuve una confirmación llena por los experimentos antedichos con el americano, Sr. Henry Slade. En la realización de estos, yo estuve absorbido para tener un entero conocimiento de lo citado arriba, entre lo subjetivo de los fantasmas, y los hechos objetivos. Los cuatro nudos en la cuerda antedicha, con el sello intacto, que está todavía en mi posesión; puedo enviar esta cuerda a cualquier hombre para un examen; yo podría enviarla y que diera la vuelta por todas las sociedades ocultas del mundo, para convencerse de que los fantasmas no son subjetivos, pero esa no es la cuestión aquí, algo objetivo, y duradero es el efecto producido en el mundo material, que ninguna inteligencia humana, con conceptos de espacio hasta ahora corriente, es capaz de explicar.
Si, sin embargo, la realización de este hecho, deducido por mí sobre la razón de un concepto ampliado de espacio, sea negada, otra clase de explicación permanecería, proviniendo de un modo moral de consideración actual, esto es cierto, es bastante normal. Esta explicación consistiría en la presunción de que yo mismo y los honorables hombres y ciudadanos de Leipzig, en cuya presencia varias de estas cuerdas fueron selladas, eran impostores comunes, o no estaban en posesión de nuestros sentidos suficientemente sanos para percibir al mismo Sr. Slade antes de que las cuerdas fueran selladas los nudos fueron atados. La discusión, sin embargo, de tal hipótesis pertenecería al dominio de la ciencia, pero caería bajo la categoría de decencia social.
Unos otros experimentos todavía son más sorprendentes – preparados por mí
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SLADE Y SUS ACUSADORES.
con la idea de ir más lejos en las pruebas de la teoría del espacio – se ha logrado, aunque el Sr. Slade pensó que su éxito era imposible. La compasión y la inteligencia del lector serán capaces de entender mi placer causado por esto. El Sr. Slade produjo en mi y sobre mis amigos la impresión de ser, un caballero: la sentencia por impostura producida contra él en Londres, necesariamente excitó nuestra compasión moral, por los hechos físicos observados por nosotros en tan asombrosa variedad en nuestra presencia, negativamente cada acusación por la suposición de que él era un caso aislado refugiado en la impostura voluntariosa, y el Sr. Slade, estaba ante nuestros ojos, como un condenado inocentemente- fue victima de su acusador y del limitado conocimiento del juez.
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Portad Pref. Dedica. C-1 C-2 C-3 C-4 C-5 C-6 C-7 C-8 C-9 C-10 C-11 C-12 C-13 Apédices
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