Dedicatoria al Autor

LA DEDICACIÓN AL AUTOR.

POR WILLIAM CROOKES, F.R.S.

Con un sentimiento de sincera gratitud, y el reconocimiento eterno de su merecido  en la fundación de una nueva ciencia, le dedico, a un compañero sumamente honrado, este Tercer Volumen de sus Tratados Científicos. Por una extraña conjunción, nuestros esfuerzos científicos se han encontrado sobre el mismo campo de luz, y de una nueva clase de fenómenos físicos que proclaman a la asombrada humanidad, sobre un tema dudoso como es la existencia de otro mundo material e inteligente. Como dos montañeros solitarios por altas montañas  se saludan alegremente uno al otro en su encuentro después de pasar la tormenta y las nubes velan la cumbre que aspiran, entonces me alegro de haberme encontrado con usted, el campeón no desalentado en esta provincia de la nueva ciencia. A usted, también la gratitud y el desprecio le han sido dados de los ciegos representantes de la moderna ciencia, y por la multitud de gente enseñada erróneamente. Puede ser consolado por el conocimiento que el esplendor eterno sobre nombres como Newton y Faraday han ilustrado en la historia de la gente inglesa y no pueden ser oscurecidos por nada, ni por la actitud política de esta gran Nación: aún así va su nombre a sobrevivir en la historia de la cultura, agregando un ornamento nuevo a aquellos con los que la nación inglesa ha dotado a la raza humana. Su coraje, su admirable agudeza en el experimento, y su perseverancia incomparable levantará  para usted

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un memorial en los corazones que posteriormente le será agradecido, tan indestructible como el mármol de las estatuas en Westminster. Acepte, entonces, este trabajo como una señal de gracia y la compasión que sale de un honesto corazón alemán. Si alguna vez el ideal de paz general sobre la tierra sea realizado, esto sin duda será el resultado no de discursos políticos y agitadores, en las que la vanidad humana siempre exige su tributo, sino de la línea de conocimiento ampliado y la información que avanza por la que tenemos que agradecer a tales héroes de la verdadera ciencia como Copérnico, Galileo, Keple, Newton, Faraday, Wilhem Weber y usted. *   *   *   *  *   *

En primer lugar es necesario que la verdad sea expuesta a todos, para encontrar la mentira y la tiranía, no importa bajo que forma ellos amenazan con impedir el progreso humano, con energía y efectividad. En este sentido pido que usted juzgue mi combate contra las ofensas científicas y morales, no sólo por mí, sino también por su país.

Cada polémico, hasta el más justo, tiene en ello algo de esperanza, como cuando se mira a una batalla o el campo sangriento dejada por ella. Por el presente, es un hombre recordado extraordinariamente por las imperfecciones y la falta de existencia terrenal. Y aún se unen las flores en su nombre en un corazón humano, en su devoción por no renunciar a su querida Patria, alrededor de las tumbas de los guerreros caídos. La poesía y la historia de todos los pueblos glorifican estas manchas saturadas por la sangre de su noble aliento, y la primavera que envuelve las cruces tejidas con rosas y con hiedra, donde un año antes de la batalla estalló. Así, en el futuro, este campo de batalla literario aparecerá a las nuevas generaciones. Ellos habrán entendido la necesidad moral de la lucha y por la mañana el esplendor de la nueva época de cultura humana habrán olvidado la repugnancia   (das Unsympathische) de la polémica.

Pero la unión de Inglaterra y Alemania, siempre puede recordarse en las palabras del gran físico, señor David Bewter, quien en su

* Donde sigue haciendo referencia a los temas de controversia extrajera al objetivo de esta traducción, y que ocupa la mayor parte de esto, en los volúmenes precedentes a los tratados.
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"Life of Newton,", nos recuerda la indestructibilidad y la inmortalidad de los trabajos de genio humano: - “Los logros de genio, que salen como de una fuente, son indestructible. Los actos de legislación y los hechos de guerra pueden conferir a una celebridad una altura, pero la reputación la que se adquiere es local y pasajera; mientras ellos son aclamados por la nación a la que benefician, ellos son reprochados por la gente a quien esclavizan y arruinan. Los trabajos de ciencia, al contrario, no llevan con ellos ningún mal por nadie. Ellos son los legados liberales de grandes mentes a cada individuo de su raza, y en cualquier parte de donde ellos venga son recibidos con bienvenida y honradez, ellos tienen el consuelo de su vida privada, el ornamento y el baluarte de la Mancomunidad Británica.”

Con estas palabras consoladoras de uno de los compatriotas famosos, acepte, mi honrado amigo, el trabajo presente como una señal de la estima que le tengo. Sinceramente el Autor.

William Crookes.
LEIPSIC, Octubre 1st, 1879.

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