- Investigaciones De Los Fenómenos de Espiritualismo. Parte 5

Investigación de los fenómenos de espiritualismo moderno

Fuerza Psíquica y Espiritualismo Moderno

 - William Crookes -

- Publicado primero en el Quarterly Journal of Science, enero 1874 -
Respuesta a "Quarterly Review"

E
n la presentación de este artículo al público, déjeme la oportunidad de explicar mi posición exacta que tengo con respecto al tema de Fuerza Psíquica y el Espiritismo moderno. He deseado examinar los fenómenos desde el punto de vista estrictamente físico dentro de lo que su naturaleza permitía. Deseo averiguar las leyes que gobiernan el aspecto de estos fenómenos tan notables, que actualmente ocurren en un nivel casi increíble. Una forma de fuerza hasta ahora desconocida ( si esta se llama fuerza psíquica o fuerza X poco importa) está implicada en este tema, no es una cuestión de opinión, pero si de conocimiento absoluto; pero la naturaleza de esta fuerza o la causa que insufle su actividad, forma parte de un tema el cual me siento competente para dar una opinión. Deseo, por lo menos que se me considere como el electricista Valentia, que examina con instrumentos apropiados para  pruebas de ciertas corrientes eléctricas y pulsos que pasan por los cables en mitad del Atlántico; intentará saber que pasa sin importarle si es por defecto del alumbrado defectuosos, si es producido por las corrientes en tierra, si es por falta de aislamiento o si están producidas por alguna inteligencia que está al final de la línea.

 William Crookes. Londres, diciembre de 1871.
La The Quarterly Review  de octubre, llevaba un artículo bajo el título “ el  Espiritualismo y los cambios en los últimos años” (Spiritualism and its Recent Converts) En el cual mis investigaciones y los comentarios de aquellos hombres científicos, son manejados con severidad, llevan un estilo antiguo rencoroso que antes caracterizó a la publicación, y que pensé que al final había desaparecido. Esto ha vuelto de manera injustificada por el verdadero carácter de los individuos. El escritor se contentó con una justa crítica, no obstante está se resolvió agudamente, no tenía que haber hecho ninguna respuesta pública hacia él, pero la resolví de la mejor manera que se podía. Referente a las declaraciones, éstas han desviado lejos el objetivo y  la naturaleza de mis investigaciones. Por lo que escribió de mí, parecía que  tuviera mucha confianza conmigo, que me conocía desde la niñez y supiera todas las cosas de mi carrera educativa y científica, de modo que me sentí obligado a protestar contra esa injusticia e incapacidad manifiesta de ocuparse del tema y de mi relación con ello. Aunque incluyen en la acusación otros investigadores como el Dr. Huggins, Serjeant Cox, Mr. Varley y Lord Lindsay inocentes de esta situación, por que él no tiene ninguna delicadeza , “ puede ser que haya pensado de otra forma, un hombre que tiene su carrera hecha de manera que sus oportunidades han sido muy limitadas”, ”los otros delincuentes quienes también atacan, bien pueden tener cuidado de ellos mismos; déjeme ahora justificarme”.
Era mi buena o mala fortuna, según estas circunstancias, el tener una conversación de una hora, si puede llamarse así, porque la conversación estaba toda en una parte, en el ( el Revisor Trimestral)  Quarterly Reviewer  , cuando  tuve la oportunidad de observar el talante curiosamente dogmático de su mente y de estimar su incapacidad para tratar con cualquier persona que estaba en desacuerdo con sus prejuicios y presuposiciones. En la última reunión  de la Asociación Británica, en Edinburgo, fuimos presentados, él como un fisiólogo que había investigado en la materia hace quince o veinte años; y yo como investigador científico de una parte del tema. Aquí está un bosquejo de nuestra conversación, exacta en esencia, sino casi idéntica.
“¡Ah!, Sr. Crookes, -dijo él- estoy contento de tener la oportunidad de hablar sobre el Espiritualismo que usted ha estado describiendo. Usted está perdiendo el tiempo. Dediqué muchos años al hipnotismo, la clarividencia, la electro-biología, el movimiento de las mesas, y todo el resto de cosas, y encontré que allí no pasaba nada. Lo expliqué todo en mi artículo que escribí en Quarterly Reviewer. Me  apena que haya escrito algo sobre el tema antes de que leyera con detenimiento mis escritos y mis opiniones sobre el tema, pero se ha agotado”
“ Pero señor – interrumpí- permítame decirle que se confunde, si...”
 “¡No, no!-interrumpió él- no me confundo, se lo que usted me diría. Pero es tan evidente lo que acaba de comentar, que permitió ser engañado por esta gente cuando usted no conocía nada en absoluto de la perseverancia con la cual yo y otros hombres competentes, sumamente calificados para tratar problemas más difíciles, habíamos investigados estos fenómenos. Usted debería haber sabido que todo lo que ha visto se explica por “la actividad cerebral inconsciente”, y la “acción muscular inconsciente”, y si usted hubiera tenido una idea clara en su mente del significado exacto de estas dos frases, vería que ellas son suficientes para resolverlo todo.”
“Pero señor... “

       “Sí, sí, mis explicaciones quitarían todas las dificultades con las que usted se ha encontrado. Yo vi a muchos hipnotizadores y clarividentes, y esto es lo que hacían todos ‘la actividad cerebral inconsciente’ mientras que en cuanto al movimiento de la mesa, todos conocen como Faraday explicó esto. Es un conocimiento que usted no conocía, el hermoso indicador de Faraday; pero desde luego, una persona que no conocía nada de mis escritos, no conocería como él mostró que la acción inconsciente muscular era suficiente para explicar todos esto movimientos.”
“Perdóneme” – interrumpí- “ pero el mismo Faraday me lo mostró...” – Pero esto fue dicho en vano, y volvió otra vez a la corriente del egocentrismo inconsciente.
“Si, desde luego; lo que quise decir es que si hubiera estado enterado del indicador Faraday y lo hubiera usado con el Sr. Home, él no habría sido capaz de realizar el fenómeno.”
“ Pero como – busque la forma de preguntarle- podría el indicador haber servido, si en aquel momento el Sr. Home ni siquiera tocó el ...”
      “ Justamente es esto. Usted claramente no conoce nada del indicador. No ha leído mis artículos y explicaciones de todo lo que vio, y no conoce nada en absoluto de la historia del anterior sujeto. ¿ No piensa que ha comprometido a la Real Sociedad? Es una gran amabilidad que le permitan reanimar temas que dejé hace diez años recogidos en mis artículos, y no deberían permitirle enviar cosas a los periódicos. Sin embargo, le permiten tratar con ellos.” En este punto estaba apretando para aguantar el silencio. Mientras tanto, mi interlocutor infatigable siguió:
“Bien Sr. Crookes, estoy muy contento de haber tenido la oportunidad de oír sus explicaciones. Uno aprende tanto de una conversación de éstas, y usted me ha confirmado varios puntos de los que dudaba antes. Ahora, después de que ha tenido la ventaja de oír todo de sus propios labios, estoy más satisfecho de saber que alguna vez he tenido siempre la razón,  que no hay nada más que la actividad cerebral inconsciente y la acción muscular.”
En ese momento algún buen Samaritano desvió el torrente de palabras sobre él; con agradecimiento me escapé dando un suspiro de alivio, y mi memoria recordó mi primera entrevista con Faraday, cuando hablemos de la mesa giratoria, y su invención para descubrir la parte que jugaba el esfuerzo muscular involuntario en la producción de aquel fenómeno. ¡ Fue bastante diferente en cortesía, amabilidad y sincero comportamiento hacia mí, pese a que la forma de conocerlo fue en circunstancias parecidas al del Quarterly Reviewer!
Ahora, déjeme preguntar, ¿qué autoridad tiene el Revisor para designarme un reciente convertido  al Espiritualismo? Nada de lo que alguna vez he escrito justifica tal suposición. De verdad, estoy bastante descontento. Los espiritualistas han recibido mis artículos, y claramente me consideran indigno de unirme a su fraternidad. En mi primer artículo publicado están las siguientes oraciones:
“Hasta ahora no he visto nada para convencerme de que la teoría “espiritual” es verdadera. En tal pregunta el intelecto exige que la prueba espiritual no se explique de manera tan indirecta; esta debe ser tan sorprendente y convincentemente verdadera que nadie pueda atreverse a negarla.”
“Exactitud y conocimiento es el principal detalle de los grandes objetivos de los modernos hombres de ciencia. Ninguna observación es aprovechada al que estudia la ciencia a no ser que sea verdadera y haya sido hecha bajo ciertas condiciones impuestas, y aquí es donde falla el estudio del espiritualismo. ...En este aspecto, quizás, más que cualquier otro se produce la mañosidad y el engaño, las precauciones contra el fraude deben estar, en la mayoría de los casos”
“ Confieso que el razonamiento de algunos espiritualistas,  casi parece justificar la severa declaración de Faraday, - que muchos perros tiene el poder de llegar a las conclusiones de manera más lógica. Sus conjeturas no hacen ni caso de las teorías de las fuerzas, que es la misma que el movimiento molecular, y ellos hablan de la Fuerza, Materia y el Espíritu como tres entidades distintas.”
En un papel subsiguiente, dije que mis experimentos parecían establecer la existencia de una nueva fuerza conectada de alguna manera desconocida, con la organización humana; pero esto era arriesgado formular la hipótesis vaga sobre la causa de los fenómenos, la naturaleza de esta fuerza y la correlación que existía entre ella y las otras fuerzas de la naturaleza. “De verdad” – dije yo- “ esto debe de imponerse, enriquecer, y abstenerse totalmente de adornar las teorías hasta que no se haya acumulado un número suficiente de hechos para formar una base sustancial sobre lo que se ha de decir”. Las nuevas fuerzas deben ser encontradas, o la humanidad debe permanecer tristemente ignorante de los misterios de la naturaleza. No contamos con un número suficiente de fuerzas para trabajar en el universo.
En una tercera carta, presenté muchos resultados experimentales realizados, mostré que ellos no se atribuyen a fenómenos de Espiritismo. Entonces dije que el Psíco era el nombre que había escogido para tal suceso. “ porque estaba deseoso de evitar las conclusiones implícitas en la antigua denominación de estos fenómenos, que tenía un título que lo relacionaba con la zona del más allá, en vez de con los experimentos y el razonamiento.”
¿Estas declaraciones se parecen al Espiritualismo? La base del pensamiento que utiliza el Revisor es la cita: “La lección producida por el verdadero método científico seguido por este gran amo de la filosofía experimental (Faraday)...no se debe perder por los que dicen ser sus discípulos ¿Pero se ha desatendido por completo... por los hombres, de quienes cosas mejor podrían haberse esperado”.
He dedicado mi investigación completamente a aquellos fenómenos físicos en los que debido a la circunstancia del caso, la acción inconsciente muscular, el engaño o el fraude incluso de manera voluntaria han estado inoperantes. He investigado en condiciones en las que estaba controlado el lugar, la persona, la luz, la posición, y la observación, donde el contacto era físicamente imposible o podría ocurrir solo en circunstancias puntuales que el movimiento inconsciente o voluntario de las manos se produjera, pero no podían alterar el experimento. Los experimentos han sido realizados en mi propia casa; la suposición de que las invenciones mecánicas estaban planificadas para ayudar al “médium” son inadmisibles.
 La cosa más curiosa en cuanto a este artículo en el Quarterly, consiste en que el escritor mismo cree en una nueva fuerza, y con arrogancia intenta dejar cualquier tentativa de presentarla a otro. Él modifica las hipótesis –las del Sr. William Hamilton ”el pensamiento latente” , el  Dr. Laycock “ la acción refleja del cerebro” y “el principio ideo motor” de Carpenter “. El Revisor adopta sin vacilación, la hipótesis de Carpenter como algo verdadero y universal para explicar los fenómenos en cuestión, a pesar de que esta hipótesis sea rechazada por los fisiólogos más competentes.
La temática del artículo son las numerosas referencias a varios fenómenos “espirituales”, y el relato de algunas experiencias propias del Revisor, muestran que él sabe poco o nada de cualquiera de tales fenómenos como los que comencé a investigar. Él se refiere al hipnotismo, a la influencia curativa, a la escritura del planchete, a la inclinación de la mesa, el giro de la mesa y a los mensajes obtenidos por el médium. Cuando él no imputa que es fraude, entonces explica los movimientos físicos según la hipótesis “ de la acción muscular inconsciente” y la inteligencia que a veces controla estos movimientos, y entrega de mensajes, etc, por “ la actividad cerebral inconsciente” o “la acción ideo motor”.
Ahora, estas explicaciones son posiblemente suficientes para considerar lo mucho que se ha venido a bajo la consagración del Revisor. Pero seré justo y creeré, como afirma, realmente tomó cada oportunidad dentro de su alcance para atestiguar los fenómenos más altos del “Espiritualismo” y que en varias ocasiones se encontró con resultados que eran completamente insatisfactorios. El error en el que cae, es que : como no vio nada, pensó que no se produce, por lo tanto es imposible alguien tenga más suerte. Como él y sus amigos científicos trabajaron en el asunto durante una docena de años, por lo tanto mis propios amigos y yo merecemos una reprobación por perseguir las respuestas durante tantos meses.
Según este razonamiento la ciencia procedería muy lentamente. Cómo se haga, a menudo, encontraremos casos de investigación abandonados y retomado por otros más afortunados con mejores oportunidades, y llegan a un avance acertado.
El Revisor no tiene ningún argumento para afirmar esto:
“Él  (Sr. Crookes) no hace caso en absoluto de las investigaciones cuidadosas y bien dirigidas que habían realizado los más altos eminentes hombres científicos, al rechazar incondicionalmente todos aquellos fenómenos más importantes del hipnotismo, que ahora son presentados bajo otros nombres como los de “espiritual” o “psíquica”.
Ahora, estoy bastante familiarizado con estas investigaciones y con varias explicaciones que ellos tan minuciosamente han jugado y han puesto delante al Dr. Carpenter y otros. No les hice ninguna referencia simplemente porque los fenómenos que atendí son completamente diferentes a los fenómenos que han examinado. Durante mis experiencias he visto muchos casos de escritura en plancheta, movimiento de mesas, inclinación de mesas, y he recibido innumerables mensajes, pero no he intentado investigarlos, principalmente por dos motivos: primero, porque no tuve valor por la enorme dificultad y la cantidad de tiempo que gastaría para realizar unas pruebas fisiológicas más que físicas; y en segundo lugar, porque pocos casos de avisos de mensajes o inclinaciones de mesas tuve para poder considerarlos.
El Revisor se opone al intento del acordeón en la jaula bajo la mesa. Mi objetivo fácilmente es explicado. Debo usar mis propios métodos de experimentación. Los consideré buenos para las circunstancias dadas, y si el Revisor hubiera visto el experimento antes de quejarse habría sido un verdadero científico. Pero la jaula no es algo esencial, aunque , en el experimento se hizo para controlar, era una precaución adicional. En varias ocasiones posteriores, el acordeón se ha movido sobre la mesa, y en otras partes de mi habitación lejos de la mesa, donde se ha producido el movimiento de sus llaves y se ha producido la acción continua del fuelle. Un acordeón fue seleccionado porque es absolutamente imposible hacer ningún truco sosteniéndolo de la manera indicada. Rotundamente niego que , sosteniendo por la parte que no están la llaves, “con una mano pueda hacerse un truco como si fuera malabares  que se hacen a menudo en las ferias del país” a no ser que haya algún mecanismo que lo truque. ¿Alguna vez el Revisor o alguien más ha visto este fenómeno en alguna feria o en otro sitio? La declaración que hizo es igualada en absurdez con el argumento de otro reciente escritor, quien para demostrar que los objetos de los experimentos que levitan con el Sr. Home no podían ser verdad, dice “ una malabarista indio podría meterse debajo de la silla  (de Home) y luego despacio y regularmente elevaría en el aire a una altura de cinco o seis pies los objetos y después despacio bajarlos. “ la curiosa lógica de esto, es para argumentar que un cierto fenómeno es imposible que sea producido por el Sr. Home porque un campesino o un malabarista indio podía hacerlo”.
El experimento en la mesa y la balanza romana dice el Revisor que “ el experimento entero estaba viciado por la ausencia de cualquier determinación de la presión real hacia debajo de los dedos del Sr. Home”.
Mantengo que esta determinación es tan innecesaria como una determinación de “su presión hacia abajo” en la silla en la que se sentaba, o sobre las suelas de sus zapatos. En referencia a este punto dije:
“ El Sr. Home colocó las puntas de sus dedos ligeramente sobre el extremo final de la tabla de caoba que descansaba sobre el apoyo.”
 Para ver si era posible reproducir el efecto sobre la balanza romana presionando en algún sitio que el Sr. Home hubiera puesto sus dedos, entonces me subí a la mesa, me puse de pie  en el extremo de la tabla. El Dr. Huggins, observó el índice de la balanza y dijo que el peso de mi cuerpo entero ( que era de 140 libras) tan solo aplicaba un desplazamiento de 1’5 –2 libras. Cuando el resorte iba de arriba abajo, el Sr. Home estaba sentado en una butaca baja, y no podía por tanto, hacer ni siquiera esto, no pudo ejercer ninguna influencia material sobre estos resultados. Tengo que agregar que sus pies, así como sus manos fueron estrechamente vigilados por los presentes.
“Hice, ahora en la madera una marca a 1’5 pulgadas, el soporte de la tabla era amplio, descansaba sobre una mesa, es evidente que ninguna cantidad de presión ejercida dentro de ese espacio de 1’5 pulgadas podía producir cualquier acción en la balanza”.

       Pero como esta objeción había sido hecha por varias personas, inventé ciertos experimentos para eliminar completamente el contacto mecánico, y estos fueron descritos completamente en las pasadas cartas.
Para mostrar la inexactitud singular del Revisor, en sus declaraciones e inferencias, pongo abajo, en columnas paralelas los artículos de Quarterly Review, para marcar el contraste entre lo que dijo y lo que él dice que digo en Journal of Science.

Quarterly Review, Oct., 1871
Quarterly Journal of Science July, 1870

“Él admitió que no había empleado las pruebas que los hombres de ciencia tenían el deber de realizar antes de dar crédito a la autenticidad de aquellos fenómenos.”

“Mi educación ha sido enteramente científica durante una larga trayectoria de exactitud de observación y deseo que sea claramente entendido que es una fuerte convicción (de la autenticidad de ciertos fenómenos) que es el resultado de la investigación más cuidadosa.”


“Él intentó resolver su pregunta, la cual hace públicamente ahora los resultados, con una conclusión que renuncia su propósito”.

“En este caso prefiero no entrar sobre la pregunta sin las nociones preconcebidas en absoluto referente a lo que puede o no puede ser.”...”Al principio, creí que el tema entero era una superstición. O al menos un truco inexplicado”...” Debo de sentir una gran satisfacción si pudiera publicar y sacar a la luz cualquier avance en alguna dirección, y seguramente puedo decir que no me preocupo en que dirección.”...” Actualmente, no puedo arriesgarme ha plantear la hipótesis más vaga en cuanto a la causa de los fenómenos.”


“Esto obviamente priva su ‘convicción de la realidad objetiva’, de manera que si su testimonio hubiera sido imparcial podría haberle dado un pequeño valor científico en su medida.”

“Hay visiones y opiniones sobre el tema que no finjo entender.”...“El empleo creciente de métodos científicos proveerá de exactitud y el mayor amor a la verdad entre los investigadores, producirá una raza de observadores que conducirán  los residuos sin valor del Espiritualismo al desconocido limbo de la magia y la necromancia.”




En la página 351  el Revisor insinúa sobre mi temprana educación científica y lo deficiente de mis compañeros de trabajo. Por mi parte, puedo decir que mi educación científica bien no podía haber comenzado antes de lo que lo hizo. Un tiempo antes de que tuviera 16 años ya había ocupado un trabajo experimental en un laboratorio privado de física. Entonces entré en el Real Colegio de Química, bajo la tutela del Dr. Hoffmann, donde me quedé 6 años. Mi primera investigación original, sobre un complicado  y difícil tema, fue publicado cuando tenía 19 años; y desde entonces hasta ahora, mi educación científica ha sido un camino de exactitud en las observaciones.
          
Los siguientes comentarios en paralelo muestran que el Revisor y yo nos diferenciamos, en las estimaciones y en la calidad requerida para la investigación científica.

Quarterly Journal of Science July, 1870
Quarterly Review, Oct., 1871

“La parte al menos de esta predisposición” (hacia el Espiritualismo) “depende de la deficiencia de su temprana educación científica. Tal educación debería incluir:

1.      La adquisición de hábitos de la correcta observación de los fenómenos diarios que ocurren alrededor de nosotros.

2.      La cultivación del poder de razonamiento sobre estos fenómenos, para llegar a principios generales por medio del proceso inductivo.

3.       El estudio del método para probar la validez de tales inducciones por experimentación.

4.       El uso deductivo de los principios así adquiridos para la predicción de los fenómenos que pueden ser verificados por la observación.”


“Esto se aclarará si ilustro los modos de corrientes del pensamiento entre los que investigan ciencia, y dicen que tipo de ciencia y que pruebas experimentales tiene derecho de exigir una admisión, antes de que haya un departamento nuevo sobre el tema. No debemos mezclar lo exacto y lo inexacto. La supremacía de la exactitud debe ser absoluta”

 “El primer requisito para estar seguro de los hechos; es averiguar las condiciones después, las leyes. La exactitud y el conocimiento son el detalle del principal soporte entre  los objetivos de los modernos científicos. Las observaciones son de gran interés para el estudiante de ciencia a no ser que no sean verdaderas y hechas bajo condiciones de prueba.

”...” En las investigaciones donde  aparece la completa confusión, un observador ordinario tiene desventaja frente a un cuidadoso hombre de ciencia. Ya que ha seguido la ciencia desde el principio, por una larga línea del estudio y del conocer, por lo tanto, sabe en que dirección se produce, los peligros e implicaciones que lleva consigo, las incertidumbre, y la certeza casi absoluta en 1/3 : él ve cierto punto más adelante. Pero, donde cada paso es maravilloso e inesperado, las precauciones y las  pruebas deberían aumentarse en vez de disminuirlas”


Los investigadores deben trabajar; aunque su trabajo parezca poca cantidad por la compensación intrínseca que lleve el reconocimiento de ello.”



La revisión está llena de declaraciones falsas, perversas, parciales, e injustificadas, tantas que es imposible tomar nota de todas. Pasando por alto un gran número de ellas, marqué unas para su reprobación, debo frenarme en poner ejemplos en algunas de ellas.

El Revisor dice que en mi carta de 1870, la conclusión fue  “basada en la evidencia de alguien científicamente incompleto”. Ahora, en aquel escrito no di ninguna evidencia en absoluto experimental. Después de la testificación energética en cuanto a la autenticidad de los fenómenos, y di también un esbozo de ciertas pruebas que en mi opinión debería hacerse, y en una nota a pie de página,  dije que mis pruebas preliminares en este estudio habían sido satisfactorias ¿esto supone que yo no había empleado tales pruebas? ¿Es justo decir que mis resultados estuvieron “basados en la evidencia de alguien científicamente incompleto?

En la página 346, refiriéndose a los resultados obtenidos en la tabla y la balanza, el Revisor, dice algo que parece que a mí nunca se me hubiera ocurrido “el probar si los mismos resultados podían ser reproducido por el contacto de alguna vibración rítmica como un ¡gran esfuerzo producido por la acción muscular!” Aún espera que esto sea creído,  en la Pág. 344 cuenta con mis propias palabras la tentativa de un experimento idéntico de la Pág. 486 de Quarterly Journal of Science ,  y si él hubiera hecho el esfuerzo de mandarme una copia, habría visto que se hubiera probado igualmente con el aparato al que alude. ¿El Revisor ha aprendido a soplar tanto caliente como frío? ¿Su memoria se ha deshecho? ¿O la falta de admitir la verdad en sus largas investigaciones han estropeado su carácter?

“El hecho” del que habla en la Pág. 347, lo que mis amigos y yo atribuimos a lo psíquico cuando se ondulaba la superficie del agua en cuenco fue realmente producido por el temblor de un tren de ferrocarril que pasaba, esto es uno de los muchos “hechos” del Revisor, completamente infundados; ¿Pero como tiene el valor de decirnos que en este caso particular un  “el hecho” no  una invención?¿ cual es su modelo de creencia de un “testigo altamente inteligente”?. Ninguna de tales ocurrencias ocurrió; ni un tren produjo las ondulaciones en la superficie del agua del cuenco. Invito al “testigo altamente inteligente” a que verifique el hecho.
En la página 348, sobre lo que expone el Sr. Varley, el Revisor dice que sus “logros científicos son estimados baratos al juicio aquellos que se califican los mejores de todos, por eso no han sido admitidos en la Real Sociedad”. Parece natural que él debiera seguir los pasos del Sr. Varley que ya es un miembro de la Real Sociedad; lo eligieron el junio pasado. Estoy seguro en decir exactamente lo mismo pero en sentido contrario a lo que dice el Revisor.
Para no cansar al lector, daré solo tres declaraciones falsas más, seleccionadas, donde el Revisor dice que está perfectamente seguro de sus afirmaciones.  En estos tres casos, el Revisor comienza su ataque sobre mí, con palabras siniestras, “hablamos con conocimiento de causa”. Si esta expresión tiene cualquier significado, esto implica que el escritor está bastante seguro de las declaraciones que introduce, de manera considerada y cuidadosa. Ahora bien, también hablo con “conocimiento de causa” cuando afirmo,  con la prueba a mi alcance, que dos  si no las tres acusaciones fulminantes contra mí, son malas con intención y hechas a propósito.

La primera carga dice así:
“Ahora hablamos con conocimiento de causa cuando decimos que el Sr. Crookes no conocía nada en absoluto de la perseverancia con la cual yo y otros hombres competentes, sumamente calificados para tratar problemas más difíciles, habíamos investigados estos fenómenos”.
Esta declaración es rencorosa y completamente falsa. Creo que hay pocas personas más que yo, en este país que hayan examinado con cuidado, y hayan tenido la intención de aprender de la literatura de estos temas , que hayan leído más número de libros de Espiritualismo, demología, brujería, magnetismo animal y psicología médica, en ingles, francés y latín. En esta lista incluso se incluye el artículo del Dr. Carpenter sobre Electro-biología, y el Mesmerianismo de Quarterly Review, 1853.
La segunda carga que hemos considerado continúa así:
“También hablamos con conocimiento de causa cuando decimos que el Sr. Crookes era completamente ignorante ante la historia del tema en cuestión, y hasta ni conocía el modo en el que el Profesor Faraday había demostrado la verdadera naturaleza de los movimientos de las mesas.”
En cuanto a mi ignorancia total sobre la historia del tema anterior, pienso que puede verse que es totalmente falso con el siguiente párrafo.
En 1853 empecé de manera particular con Robert Murray, en aquel tiempo el gerente era el Sr. Newman, su filosofía era fabricar instrumentos, en la calle Regent. Yo fui a su tienda varias veces a la semana, en mayo y junio de ese año, Murray y yo tuvimos muchas conversaciones a propósito de las mesas que se mueven. Bien recuerdo una conversación que tuvimos un día en el que el profesor Faraday le dio el diseño de un aparato no probado todavía por el cual intentaba explicar el movimiento de las mesas debido a la acción muscular inconsciente. Un día o dos después, me mostró cual era el instrumento que iba a enviar al profesor Faraday.
En aquel tiempo, raras veces no fui invitado por el Rev. J. Barlow, Sec. R.I. a su casa en la calle Berkeley, y en una de estas ocasiones que entré en la habitación, me abordó de la siguiente manera: “Sr. Crookes, estoy contento de que haya venido, intentemos que la mesa se moviera y además hemos probado en invento nuevo de Faraday. El está aquí, déjeme que se lo presente.” El profesor Faraday, de manera amable y cordial, me explicó totalmente el funcionamiento de su instrumento, y en vez de desdeñar los comentarios de un simple muchacho ( ya que tenía 21 años) escuchó mi objeción de que su instrumento estaba basado en la suposición del caso en el que las manos tuvieran que pasar por los rodillos de cristal y contestó que había pensado en eso, había conseguido salvar la dificultad atando dos tableros juntos para haceros rígidos, cuando se colocó en la mesa, esta también se movió tanto  con  el instrumento  tanto como sin él. Desde entonces he empleado con frecuencia este dispositivo como indicador de gran precisión para amplificar los movimientos minúsculos. Quizás el Revisor no está enterado de que es un dispositivo de los más comunes en un laboratorio de física, y se empleaba frecuentemente antes de que cualquiera de esta generación hubiera nacido. Lo he utilizado desde 1853 hasta la actualidad. En mis primeros experimentos me serví del dispositivo del profesor Faraday, pero recientemente cuando con frecuencia realizaba una prueba en al que no había contacto (sine qua non) ni con la mesa, ni con ninguna parte del instrumento, como en los experimentos  III, IV, VI [1] esto dejaría perplejo al Revisor cuando hubiera querido utilizar el instrumento de Faraday y no hubiera podido. En tales casos utilizo un índice conocido y excepcionalmente delicado, un rayo de luz.

          [1] Quarterly Journal of Science, octubre de 1871, p. 487 et seq.

        El The Quarterly, se empeña en utilizar el experimento de Faraday sobre las mesas que se mueven, olvidando completamente que Faraday no llegó a una conclusión similar a la del Revisor. Esto se puso de manera confusa, si no del todo. Faraday se, que nunca habló del poder latente dentro de nosotros, que de manera inconsciente se traduce en movimientos de nuestros músculos y que culminan en forma de conversación o escritura automática a través de los movimientos de la mesa. Faraday  hubiera considerado que esto era una gran sorpresa, el dar las conclusiones antes de experimentar, como hizo el  Quarterly. Creo que Faraday experimentó con fenómenos cuestionables.
La tercera carga por parte del Revisor, dice “con conocimiento de causa” explica así:
“Por este descubrimiento [el Talio] la Real Sociedad le recompensó con una beca; pero hablo con conocimiento de causa cuando decimos que la distinción fue concebida con considerables vacilaciones.”


Mi Estimado Señor:
Estaría contento de ver su nombre en la lista de Compañeros de la Real Sociedad, si usted no tiene ninguna objeción hacia esto, y me hiciera el honor de aceptar la propuesta  para la elección de la Sociedad. Podría gastar un cuarto de hora el lunes por la tarde para discutir sobre el asunto conmigo en el Colegio de la Universidad, se lo pido.
Cordiales saludos.
Alex W. Williamson.”
Esta amabilidad fue enteramente expresada de manera natural, la cual era la más agradable. En la entrevista, mi certificado fue completado parcialmente en la parte de arriba, a la izquierda de mano del profesor Williamson con el fin de obtener las firmas necesarias. Después de esta reunión con el profesor Williamson no requirió ninguna medida más y no habló nada más del tema; pero a su debido tiempo el profesor Williamson escribió que mi certificado fue recibido en la Real Sociedad y leído en la reunión añadiendo:
“Ahora hay por parte de los químicos en el consejo un sincero aprecio sobre sus expectativas.
Posteriormente, el mismo buen amigo escribió:
“Tengo gran placer en felicitarle y a nosotros mismos por ser usted uno de los quince seleccionados por el consejo de la Real Sociedad.
Me eligieron formalmente el 4 de junio de 1863
Ese rumor sobrevino cuando mi nombre apareció antes de que el consejo lo propusiera como asunto ordinario. Cuando solamente quince  son elegidos de cincuenta candidatos, se espera que las demandas de cada uno sean estudiadas a fondo; Pero lo que el Revisor anónimo puede decir “con conocimiento de causa” sobre el tema, el resto de los hechos, es que fui elegido en primera instancia, un honor casi inaudito para un hombre tan joven. Considerando que la mayoría de los eminentes candidatos cuya elección era propuesta de un año para otro (a veces hasta pasaban 10 años), no hay ninguna razón por que mi elección no debería haber sido reservada durante al menos un año, pero no fue así, así que la declaración de  considerable “vacilación”  realizada por el Revisor mostraba todo lo contrario a la distinción que se me otorgó.
La aceptación en conjunto hizo que la Real Sociedad me admitiera, aunque mis investigaciones tenían solamente un mérito puramente técnico, es más asombroso cuando los méritos se consideran de manera general por los miembros. Debo considerarlos a casi todos como trabajadores puramente técnicos en ciencia, cuando han trabajado en todos los campos; pero la curiosidad es muy  grande cuando encontramos una investigación que es puramente técnica. Claramente es una cuestión del apartado ¿cuando se comienza una investigación me tengo que esforzar  en estar dentro de los sucesos generales, tangibles y fácilmente demostrables en los límites, dentro del sentido común que tendría un investigador? ¿Una investigación sería de calidad si estuviera dentro del sentido común del investigador?¿Una investigación sería considerada digna de confianza como la que condujo por un químico soñador que podría haber encaminado una teoría en una hora, y cubrir los papeles con símbolos químicos, que un laboratorio sería incapaz de realizar el análisis más simple o aumentaría el poder del aparato de medida?, déjelo, sin embargo, supone que me he distraído con los trabajos filosóficos de Hoffmann, Williamson y otro del campo de la sabiduría Química. Pero referente a esta investigación, seguramente esta debería ser conducida por “alguien que sepa llevar una investigación con conocimientos técnicos para una acertada conducta.”
El Revisor asume que el fenómeno de la suspensión de cuerpos pesados en el aire, el movimiento de arriba, debajo de una mesa de madera y los registros obtenidos en la tensión de una balanza romana es psíquico no físico; y  afirma que tales resultados son normales que se produzcan, pero no vistos con ojos de alguien que no debe ser tomado en serio, en tal caso, “creyendo cualquier cosa se ve.”

        ¡Para demostrar mi incapacidad para averiguar el peso de un trozo de madera, me acusa de ser ignorante en la filosofía de la Química! Sin embargo él hace en su altura Olímpica, sin mucha gana admite sobre mi capacidad técnica, que he hecho un empleo loable en mis ocasiones muy limitadas e insinúa que esto no me da confianza a la hora de cualquier investigación que requiere una conducta técnica acertada ¿ahora,  que quiere decir todo esto? Yo siempre pensaba que estos comentarios que con desprecio son concedidos hacia mi son los que más valor tienen en este país ¿que principalmente ha colocado a Inglaterra en su posición industrial, que está sostenida por la ciencia técnica e investigaciones especiales?
¡Pero mi mayor crimen parece ser que soy “un especialista de especialistas!”. ¡Yo un especialista de especialistas!  Esto es de verdad una noticia nueva para mí, que me he limitado a un solo tema en especial. ¿El Revisor dirá cual es el significado de esto? ¿Se refiere a la química en general, que he sido cronista de las Noticias Químicas desde 1859? ¿Es por el Talio, que la gente ha oído probablemente hablar mucho sobre el tema?¿Es el análisis químico, donde en mis “métodos selectos recientemente publicados” que son el resultado del trabajo de doce años?¿Es el trabajo de desinfección, prevención y curación de la peste  en el ganado, en el informe donde se popularizó el ácido fénico (Carbolic)?¿ Es el esbozo de la teoría y la práctica sobre mis numerosos escritos?¿Es la metalurgia del oro y de la plata, en la cual, mi descubrimiento de la aplicación del sodio en el proceso de amalgamación es utilizado ahora por gran parte de Australia, California y Suramérica? Es por el tema de la Óptica Física, en el departamento tengo un lugar para trabajar y escribir sobre algunos fenómenos de luz polarizada, publicado antes de tener 21 años; sobre mi detallada descripción en Espectroscopia y trabajos con ese instrumento cuando esto era casi desconocido en Inglaterra?; por mis publicaciones sobre Espectros solares y terrestres; mi estudio sobre fenómenos ópticos de ópalos y construcción del microscopio de espectro o sobre mi publicación sobre la medida de la intensidad luminosa de la luz; ¿y mi descripción del fotómetro de polarización? ¿O por mi especialidad en la Astronomía y la Meteorología,  puesto que estuve durante 12 meses en el Observatorio de Radcliffe, en Oxford, donde además de estar principalmente arreglando el departamento meteorológico, dividí mi tiempo entre Homer y las matemáticas de Magdalen Hall, planetario y la aparición del Sr. Pogson, ahora es jefe del observatorio de Madras, consiguiendo  una fotografía magnífica con un heliómetro puesto en el Observatorio? Y mis fotografías de la Luna, tomada en 1855, en el Observatorio del Sr. Hartnup, en Liverpool, que fueron durante años las mejores que había, y fui honrado con una subvención de dinero por la Real Sociedad para realizar un trabajo en conexión con ellos. Estos hechos, juntos con un viaje a Oran, el año pasado por el expediente del eclipse, con la reciente invitación para visitar Ceilán con el mismo objetivo, casi parecían mostrar que la Astronomía era mi especialidad. De verdad, pocos hombres científicos pueden no sentirse ofendidos por ser un “especialista de especialistas”.
 Mientras el escepticismo del Revisor con respecto a la credibilidad de los eminentes testigos, quienes dan sus nombres y declaraciones detalladas de hechos bien definidos, excede todos los límites razonables, su credulidad en no creer en las declaraciones de otros, o dar crédito a todas las historias absurdas de su propia experiencia, está manifestando su simplicidad. El da cinco relatos separados de ciertas sesiones, donde vio ocurrir algo, pero con pocos detalles; con una excepción, no da ni nombres ni pruebas, tampoco hay una sola pista de que sus declaraciones sean exactas para verificarlas. El único caso en el que da un nombre y dice algo con un poco de detalle es la visita del Sr. Foster. Entre otras cosas extrañas que registró, pero en ningún caso lo consideró satisfactorio nuestro Revisor, explica lo siguiente:
“No le preguntemos cual era su nombre, y no pensamos que podría haber tenido alguna oportunidad de conocernos. Sin embargo, el no solo contestó una variedad de diversas preguntas de la fecha y la causa de la muerte de varios amigos difuntos y parientes cuyos nombres los habíamos escrito sobre un papel que estaba plegado y arrugado en pelotitas antes de colocarlos en su mano; pero él dijo los nombres y las fechas correctamente en letras grandes rojas en su brazo limpio, producidas por la turgencia de diminutos vasos de la piel, y desapareciendo minutos después como si fuera un rubor.”
Las explicaciones  exactas a las preguntas del Revisor, como se supone, que era la “acción inconsciente la ideo-motor” que con la “actividad cerebral” inconsciente” debe explicar todos los fenómenos, en el presente y en el futuro. Respecto al último fenómeno, él dice: “el truco que hizo que apareciesen las letras rojas fue descubierto en las investigaciones de nuestros amigos médicos.” ¿Si el Revisor no cree en mi simple declaración de los hechos sin duda apoyada por eminentes testigos, como espera que sus lectores crean esas declaraciones sobre algo basado en un anónimo? Su gran muestra de “credulidad”, basada en palabras contundentes pero sin expresar nada, basada en su creencia implícita en lo que ha conocido del Robert Houdini conocido por realizar con su hijo algunos trucos.


          Es curioso observar que es lo que hace el Dr. Carpenter para impregnar Quarterly Review. El Revisor en todas partes del artículo de manera inconsciente manifiesta su implícita convicción en el Dr. Carpenter que debe ser admirado como la suprema autoridad en referencia a las sutiles preguntas psicológicas relacionadas con los supuestos fenómenos de Espiritualismo. Las teorías de los profundos psicólogos de Alemania, sin que conocieran nada de nuestros compatriotas, son subsidiarias de las hipótesis del Dr. William Carpenter. Una incondicional creencia y encaprichada en lo que dice el Dr. Carpenter acerca nuestro tema han conducido totalmente al Revisor a la conclusión de que estas conjeturas de los hechos no son aceptadas por las mejores mentes del campo de la psicología. No pienso en faltarle al respeto al Sr. Carpenter, quien, en ciertos departamentos, ha hecho algún excelente trabajo científico, quizás, no siempre, con un espíritu simple e indogmático, “cuando habló con conocimiento de causa” de que sus creencias de la mente tienen un carácter importante, esa generalización, no encajarían para desenredar los intrincados problemas que la mentira ocultó en la estructura del cerebro humano.
Ahora al final, debo poner esta justificación. La referencia que he hecho, de manera obligada a él, es para mi, excesivamente desagradable. Me abstengo de caracterizar con términos apropiados el espíritu de este ataque hecho sobre un trabajador de la ciencia; es clara y probada que en diez casos distintos el Revisor me ha calumniado deliberadamente. Es una pesada carga, porque proviene las personas que ocupan una posición de Revisor de hombres de ciencia.
No puedo refrenarme para citar Birmingham Morning News la siguiente crítica mordaz de la pluma de un eminente químico (un incrédulo del Espiritualismo). Esto servirá como ejemplo entre muchos, la demostración de sentimientos de repugnancia que el artículo de Quarterly Review ha excitado entre los hombres científicos, sobre todas sus opiniones. Después de unos comentarios preliminares, el escritor continúa diciendo:
“La nueva y más extraordinaria fuerza natural ha sido descubierta, o algunos eminentes hombres entrenados en la rígida investigación física han sido víctimas de los más maravillosas ilusiones sin precedentes e inexplicable funcionamiento. Digo sin precedentes porque, aunque tenemos los registros de muchas ilusiones populares de similar clase e igual magnitud, y también ilusiones especulativas entre lo que se cree, no puedo citar ningún caso de expertos y hábiles experimentadores notorios que hayan sido engañados repetidamente por la acción mecánica de un aparato experimental además construido y usado por ellos.”
“Pues el interés en el tema está creciendo rápidamente más ancho y profundo pues una conversación muy intensa está pendiente, y en el futuro aparecerán más revelaciones experimentales y más extraordinarias que está en reserva, mis lectores darán probablemente la bienvenida a un comentario sobre este tema que generalmente no es más largo que lo que publican al respecto.”

“Tal extensión es exigida para que sea un artículo del periódico y del lugar donde hasta ahora, en la mayor parte, siguiendo los comentarios de Quarterly Review, un tema entero absurdo, embrollado y ridículo como la posición del Sr. Crookes y otros. En primer lugar, todos estos escritores que sigue el Quarterly omiten cualquier mención o alusión al papel que desempeño el Sr. Crookes en la carta de julio 1870, es importante afirma que tiene que ver con el asunto, por como expone el objeto con sus investigaciones.
 “El Sr. Crookes, indica esto: ‘Hace algunas semanas fui contratado en la investigación del Espiritualismo, desde que se inició hasta el momento actual [1]: A consecuencia de muchas comunicaciones que he recibido desde entonces pienso que es deseable decir un poco acerca de la investigación que he comenzado. Hay visiones y opiniones sobre el tema que no finjo entender. Considero el deber de los hombres científicos, quienes han aprendido los modos exactos del funcionamiento de examinar los fenómenos que atraen al público, para confirmar su autenticidad y explicar, si es posible, las “ilusiones” de los honestos y descubrir los trucos de los farsantes’ Entonces procede a indicar el caso de la ciencia contra Espiritualista así: ‘El Espiritualista cuenta con cuerpos que pesan 50 ó 100 libras. Siendo levantados en el aire sin la intervención de alguna fuerza conocida;
pero un químico científico que está acostumbrado a utilizar una balanza que sea sensible para pesos tan pequeños como 1/10.000 gramos de precisión, podría saber la energía que produce el ser inteligente cuando eleva un cuerpo pesado hasta el techo, para eso utilizaría una balanza con un delicado contrapeso en un extremo para en el otro se aplicara esa extraña fuerza, y hacerlo así en condiciones de laboratorio.’ El Espiritualista cuenta que las habitaciones y las casas se mueven, hasta romperlas, por un poder sobrehumano. El hombre de ciencia simplemente pide un péndulo para comprobar que puesto en una vitrina cerrada y solidamente apoyada recoge alguna vibración.’ El Espiritualista cuenta los objetos pesados como muebles se mueven de un lado al otro de la habitación sin que ninguna persona humana los toque. Pero el hombre de ciencia ha hecho instrumentos que dividen una pulgada en un millón de partes, y lo justifica el dudar de la exactitud de las observaciones anteriores, si la misma fuerza es capaz de mover objetos pesados también será capaz de mover el índice de un aparato un simple.’ El Espiritualista dice que flores con fresco rocío aparecen sobre ellos, también fruta y objetos vivos, estando las ventanas cerradas y las paredes sólidas de ladrillo. El investigador científico naturalmente si un peso adicional (que sea de 1/1000 pares de un gramo) sea depositado en una plato de un peso en equilibrio cuando está cerrado y el químico pide ello 1000 partes de un gramo de arsénico para sellar el tubo de cristal, tapando  la balanza y está cerrada herméticamente y cubierta con agua pura.’
“Estas y otras exigencias son declaradas por el Sr. Crookes, junto con la remota exposición de los principios de la investigación inductiva como debería haber ser aplicado a tal pregunta. Un año después de esto, publicó una serie de experimentos que describió en una antigua carta, y agregó a su propio testimonio el del eminente físico y astrónomo el Dr. Huggins y el de Serjeant Cox, esto está en el pasado número de Quarterly Journal of Science donde publica detalles de otra serie de experimentos.”
 “Ahora no entraré en detalles de éstos, sino que indicaré simplemente que  las conclusiones del Sr. Crookes no son opuestas directamente a los Espiritualistas. Él de manera rotunda, niega en distintas ocasiones  toda creencia de los supuestos espíritus o de cualquier otra fuente sobrenatural, y atribuye los fenómenos que atestiguó a un origen enteramente diverso, viz, a la fuente directa del médium. El supone que la fuerza análoga a la que los nervios transportan por los ganglios: los centros de los músculos que producen la contracción muscular, pueden, por un esfuerzo de la voluntad, ser transmitido a la materia externa inanimada de manera que puede influir en cierto grado en la energía de gravitación y al movimiento vibratorio que produce. El lo llama fuerza psíquica.”
“Ahora, esto es una posición directa e inequívoca de anti-Espiritualista. Estableciendo una teoría en oposición a las hipótesis sobrenaturales de los Espiritistas, y la posición del Sr. Crookes en referencia al Espiritualismo es con gran precisión análoga a la de Faraday en referencia al movimiento de las mesas. Con precisión, los mismos motivos que he citado, el gran maestro de la investigación experimental examinó los fenómenos de las mesas movibles, concluyendo que estos estuvieron provocados por la fuerza muscular, y el Sr. Crookes concluye diciendo que los fenómenos más complejos que ha examinado se deben a la fuerza psíquica.
 “Oratoria de las teoría de los Espiritualistas, el Sr. Crookes en su primera carta (julio de 1870) dice:
El Espiritualista pseudo-científico profesa que todo lo sabe: ningún cálculo preocupa a su serenidad, ningún experimento es duro, ningún estudio es largo y laborioso, ninguna tentativa de aclarar las palabras que se dicen que alegran el corazón y elevan la mente del cansado. Él habla fácilmente de todas las ciencias y las artes, de forma aplastante al investigador con térmicos como “electro-biología”, “psychologize”, “magnetismo animal”, etc. un mero juego de palabras, demostrando la ignorancia más que demostrar el entendimiento.
“Y más lejos añade:”
“Confieso que el razonamiento de algunos espiritistas casi parece justificar la severa declaración de Faraday, - que muchos perros tiene el poder de llegar a las conclusiones de manera más lógica.”

          “ Ya me he referido a la declaración confundida y falsa de la posición del Sr. Crookes, gracias a los escritores del periódico, quien casi unánimemente le describen, y al Dr. Huggins como dos distinguidos hombres científicos quien recientemente se han convertido al Espiritualismo. “Las citas antedichas, si se me permite el espacio, puedo agregar otra docena de la primera, segunda o tercera carta del Sr. Crookes, en las cuales él de manera positiva y segura insufla los sueños de los Espiritualistas, denotando cómo notoriamente ha engañado a estos escritores. Han confiado de manera natural en la respetabilidad establecida en Quarterly Review  y los han engañado, y también a sus lectores. En vista de la maravillosa gama de temas que estos escritores tienen que tratar, y los acres con los que se encuentran de un tema que no suelen tocar, pero la ofensa del Revisor es que no se opone directamente. Este asume, el hecho, con cara seria cuando debería haber sido bien investigado.

William Crookes: “El título del artículo es “el Espiritualismo y sus recientes convertidos”, los convertidos recientes más relevantes es el prominente Sr. Crookes y el Dr. Huggins, también se nombra a Serjeant Cox, pero no como un reciente convertido, el Revisor lo describe como un antiguo desesperado y enamorado del Espiritualismo [1]. No conociendo mucho de Serjeant Cox, no puedo decir si las declaraciones del Revisor son fuertes, si son falsas o respetan la verdad ( si es realmente uno de los más crédulos de los crédulos), etc, aunque debo expresar mi detestación del abominable mal gusto que se exhibe en el ataque hacia este caballero. Pero el único pecado que le hizo estar en la cabeza del ataque es el de certificar la exactitud del Sr. Crookes en ciertos experimentos; y simplemente por hacer esto, el Revisor procede de acuerdo con las tácticas más bajas de la vieja defensa de Bailey, intimidar al testigo y publicar los detalles personales de lo que hizo hace 25 años para  que lo desacrediten.
[1] Debe indicarse que el Sr. Serjeant Cox , sobre que es un viejo espiritualista, pero él no había visto nada de Espiritualismo hasta que se unió al Comité de Investigación Dialéctica, al cual asistía para disipar las ilusiones o detectar engaños; pero por ese trabajo elaborado se sintió satisfecho ( como lo indica en su informe) de que muchos de los fenómenos estudiados por nosotros, son genuinos, pero no había una evidencia para apoyar la teoría del Espiritualismo; estaba convencido de que había visto que era una fuerza puramente psíquica, y de ninguna manera producida por espíritus de muertos. Es un opositor decidido de la teoría Espiritualista, y acaba de publicar un libro en el que detalla sus experimentos, “El Espiritualismo respondido por la Ciencia” ("Spiritualism answered by Science".) El que escribió el artículo en Quarterly Review, debería conocer  este hecho, ya que en realidad el Sr. Serjeant Cox expresa en una carta claramente su rechazo a la teoría del Espiritualismo.
“El Dr. Huggins, quien no ha tenido nada de relación con el tema, simplemente estuvo para declarar y atestiguar lo que el Sr. Crookes describió, y quien no se ha aventurado a dar ninguna explicación sobre los fenómenos es tratado con tal insolencia.”
“El Revisor va de un modo de informar al público sobre el Dr. Huggins, después de todo, sólo un cervecero, ingenioso como ‘El Sr. Whitbreat, Sr. Lassell y otros cerveceros podrían decir que el Dr. Huggins se unió principalmente al estudio de la Astronomía’. Entonces el Revisor se pone a mofarse,  ‘empieza a informar al público de que tales científicos aficionados trabajan por lo general bajo una grave desventaja de querer aplicar su cultura científica de la estrecha influencia, debido a su extrema especialidad. Además se pone a decir que no tiene ninguna razón para creer al Dr. Huggins sea una excepción de esa regla y más lejos llega a justificarse, diciendo que el D. Huggins es ignorante, ya que  solo ‘conoce un pequeño departamento de la ciencia, una subdivisión de una rama, a la que se ha dedicado de modo meritorio’. Remarco estas palabras ‘la pequeña subdivisión de una rama’, simplemente una ramita del árbol de la ciencia. Según el escritor más falso que hay, por  todo lo que el Doctor Huggins alguna vez ha estudiado.
“Si una reivindicación personal fuera el objetivo de esta carta, fácilmente podría mostrar que estas declaraciones respetando el presente tema, la educación científica y los conocimientos reales del Dr. Huggins son totalmente diferentes a las grandes y horrorosas mentiras que plantea, pero el Dr. Huggins no tiene ninguna necesidad de mi ayuda. Es suficientemente conocida su alta posición científica y sus amplios y profundos conocimientos generales sobre el mundo de la ciencia, a excepción del Revisor de Quarterly. Mi objetivo no es discutir la pregunta personal si la publicación de un libro y las cartas difundidas producen un mejor entrenamiento o peor, para la investigación experimental exactas y la perfección dedicado a la observación en un laboratorio preparado, pero protestar contra esta tentativa frena el progreso de la investigación, produciendo verdaderos daños a la ciencia y a la causa de la verdad, lanzando fango difamatorio a cualquiera y cada persona que camine en otras direcciones diferentes a la investigación ordinaria. El verdadero negocio de la ciencia es el descubrimiento de la verdad, buscando dondequiera que pueda ser encontrada, buscando a través de los desvíos y carretera, encontrándola para proclamarla simple y audazmente sin consideración hacia ninguna autoridad de defender o perjudicar. No obstante, si los medios influyentes tales como Quarterly Review deben ser convertidos en vehículos diferentes de ingeniosos esfuerzos y elaborados argumentos para minar la reputación científica de cualquier hombre que haga su deber científico, ha llegado la época para el discurso franco y la protesta vigorosa. Mis lectores estarán contentos de aprender que ésta es la sensación general de los principales hombres científicos metropolitanos; lo que él puede pensar de las investigaciones particulares del Sr. Crookes, son unánimes en expresar sus denuncias sobre el artículo del Revisor.”  



            El ataque sobre el Sr. Crookes es todavía más maligno que sobre el Doctor Huggins. Hablando del compañerismo del Sr. Crookes en la Real Sociedad, el Revisor dice: ‘hablamos con conocimiento de causa cuando decimos que esta distinción fue conferida sobre una considerable vacilación.’ Y va más lejos ‘ estamos seguros, sobre la autoridad más alta que él es considerado entre los químicos como un especialista de especialistas,  totalmente con pocos conocimientos de química y completamente de poca confianza en cuanto a cualquier pregunta que requiere más que un conocimiento técnico para una conducta acertada.’ Las letras en cursiva están puesta por mí, para marcar las declaraciones que en un término suave diré que son falsas.
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“Si tuviera más espacio, podría continuar citando una larga serie de falsas declaraciones sobre los asuntos que afirman la particular inveracidad. El escritor parece consciente de su carácter general, puesto que en medio de su narrativa coloca una nota a pie de página donde declara que  ‘Esto no es una invención nuestra, pero este hecho nos ha sido comunicado por un testigo sumamente inteligente, que fue admitido en una sesión del Sr. Crookes’. Me he tomado la libertad para acentuar la palabra apropiada en esta nota muy explicativa.
“Esta declaración está llena de injusticia hecha para empujar al adelantado Sr. Huggins y el Sr. Crookes como los ‘convertidos’ recientes al Espiritualismo, por lo expuesto anteriormente en los comentarios del Sr. Crookes, esto lo hace basándose en su propia definición de Espiritualismo, El Revisor dice que el principio fundamental de los Espiritualistas es la vieja doctrina de la comunicación entre los espíritus de un difunto con un alma viva; ésta definición del Revisor, y su conclusión lógica de que el Sr. Crookes es un espiritualista porque explícitamente no niega el principio fundamental de Espiritualismo, y el Dr. Huggins es espiritualista porque no dice nada en absoluto sobre ello.

          “Examinando los fenómenos sobre los que los espiritualistas construyen su ‘principio fundamental’, y la explicación de alguna otra cosa, constituye la conversión al Espiritualismo, entonces el Revisor es un más converso que el Sr. Crookes, quien sólo intenta explicar los fenómenos de la mente con sus propios experimentos.”