FENÓMENOS DE CONTACTO
- W. J. Crawford-
Ahora voy a describir en primer lugar algunos experimentos en los que los fenómenos son de “contacto”, estos son aquellos que las manos de los asistentes están en contacto con la mesa durante toda la sesión. Hasta ahora, como el lector es consciente, he relatado los fenómenos sin ningún contacto en absoluto entre la mesa y el médium o los asistentes.
Los fenómenos de contacto son bastante comunes. Casi cada familia tiene al menos algún miembro que es capaz de producirlos. Algunas personas, esto es cierto, pueden producirlos más rápido y violentos que otros. Todo lo que es necesario es que unas personas se sienten alrededor de una mesa de madera y coloquen sus manos ligeramente sobre la superficie. Si el requisito del médium físico está presente ( y si el médium físico está en buena forma) la mesa tarde o temprano se sacudirá, trasladará, se inclinará arriba y abajo, y hará varios otros movimientos que no son debidos a la presión muscular ejercida por los asistentes. Miles de personas han tenido experiencias de esta clase.
Estos movimientos de las mesas en contacto con las manos evidentemente pueden ser producidos de tres modos:
1.- La mesa deliberadamente puede ser movida por la presión muscular de los asistentes.
2.- La mesa inconscientemente puede ser movida mediante la presión muscular de los asistentes.
3.- La mesa puede ser movida sin la ayuda de ninguna acción muscular.
Las primeras pruebas que realicé tenían como objetivo saber si 3.- era cierto, esto es, ver si a veces los movimientos de la mesa con el contacto de las manos se movían realmente sin la acción muscular ejercida por los dedos sobre su superficie. La persona que está interesado en fenómenos espiritualistas reconocerá inmediatamente que esto es un asunto sumamente importante. Ya que si se puede demostrar que tales movimientos de la mesa pueden ser obtenidos sin la ayuda directa de la acción muscular, entonces los mensajes recibidos vía la mesa, deben ser enviados por otra cosa diferente al proceso simple de la acción de la mente sobre los músculos y de los músculos sobre la mesa. De manera que habría un proceso inusual e insólito que por lo menos sería digno de investigación.
Las siguientes pruebas no fueron realizadas con el Circulo Goligher, pero con otros amigos, uno quien pasó a ser un médium muy fuerte de la clase “contacto”. Las reuniones fueron realizadas en mi propia casa en un pequeño laboratorio, el que he adaptado para el objetivo de la investigación psíquica.
EXPERIMENTO: Ver si los movimientos de la mesa pudieran ser obtenidos sin la intervención de la presión muscular, y hacer otras observaciones sobre el fenómeno de “contacto”.
El aparato empleado será entendido gracias a la inspección de las figuras 27 y 28, que son fotografías de la posición de la mesa.
Cuatro pedazos rectangulares de madera sujetas con bisagras a otro trozo de madera rectangular, atornillado al centro de la mesa. Los cuatro asistentes colocan sus manos sobre los pedazos de tablas-bisagra, bajo cada uno de las cuales hay un par de contacto metálico conectado a una campana eléctrica. Cada par de contacto normalmente es mantenido levemente separado por un pedazo del resorte espiral fijado a la tabla. Una línea de tiza es dibujada a través de cada trozo de madera de la bisagra a tres cuartos de distancia del exterior. las manos de los asistentes se mantienen más allá de la línea de tiza. La presión sobre cada trozo de madera produce un efecto en la campana eléctrica y fácilmente puede ser ajustada la presión a una onza o una libra más o menos. Desde cada esquina de la mesa una cuerda procede a la lectura de una balanza romana circular de 50 libras, estando el otro resorte atado a una biga. Las cuerdas normalmente son ajustadas para que la mesa se separe del suelo una seis pulgadas más o menos.
El peso de la mesa con el aparato era de 3 ½ libras, como indicaba la balanza romana.
El aparato eléctrico fue ajustado de manera que era imposible para cualquiera de las cuatro tablas de madera que al presionarse hacia abajo con una fuerza mayor de 1 libra no se conectara. De manera que se produciría el sonido. La presión máxima que podría ser aplicada sobre la mesa sin que sonara la campana por tanto era de 2 libras. Incluso si las hojas de madera fueran presionadas más allá de la línea de tiza dibujada con una presión de ½, la campana sonaría , pero los asistentes tenían sus dedos siempre bien separados de la línea de tiza.
El aparato eléctrico fue ajustado de manera que era imposible para cualquiera de las cuatro tablas de madera que al presionarse hacia abajo con una fuerza mayor de 1 libra no se conectara. De manera que se produciría el sonido. La presión máxima que podría ser aplicada sobre la mesa sin que sonara la campana por tanto era de 2 libras. Incluso si las hojas de madera fueran presionadas más allá de la línea de tiza dibujada con una presión de ½, la campana sonaría , pero los asistentes tenían sus dedos siempre bien separados de la línea de tiza.
Sesión I – Asistentes : Sr. X. (medium), Miss A., Mrs B., Mrs C.
La mesa fue colocada primero sobre el suelo (estando las cuerdas de suspensión desatadas)
En aproximadamente diez minutos después de la apertura de la sesión, la mesa comenzó a moverse arrastrando las patas por el suelo, y en poco tiempo se levantó dos veces en el extremo de la Sra. B (el Sr. X. se sentó en frente de la Sra. B) la campana no sonó.
En aproximadamente a la media hora los movimientos se hicieron más fuertes. Entonces colgué la mesa de la balanza en la biga del techo.
Pedí a los operadores (a la fuerza extraña) que aumentara el peso de la mesa.
En total media docena de veces el indicador de la balanza romana llegó alrededor de las 26 libras. Sin que sonara la campana. El peso de la mesa era de 13 ½ libras. Y el máximo hacia abajo según las condiciones mencionadas era de 2 libras el aumento que se le podría hacer a la mesa sin que sonara la campana, entonces la mesa aumentó de peso 26 - 15 ½ = 10 ½ libras. Por medio diferente a la presión muscular normal.
Más tarde el indicador sobre la balanza romana se movió despacio hasta 32 libras, y luego dos veces hasta 34 libras, y finalmente cerca de acabar la sesión llegó hasta 41 libras. Este último dato equivale a hacer una fuerza aplicada hacia abajo en la mesa de 41 - 15 ½ = 25 ½ libras.
El peso aumentado no fue puesto sobre la mesa de improviso o al azar, sino solo cuando se hizo la petición clara a los operadores. Además, el aumento de peso era un proceso gradual, que llevaba de tres a cinco segundos antes de llegar al valor máximo, A veces los operadores no estaban acertados en el alcance del valor esperado, y en estas ocasiones el peso fue quitado de la mesa y se realizaba otros esfuerzos, como fue evidenciado por el indicador, que otra vez se movía gradualmente el indicador de la balanza romana. Los dedos de los asistentes ligeramente tocaban las hojas de madera en el lugar apropiado, y muchas prueba de control mostraron que era bastante imposible hacer presión de manera ordinaria con una fuerza total que excediera de un par de libras sin hacer que sonara la campana.
Es significativo que, como en fenómenos de no-contacto, los resultados más poderosos a menudo eran obtenidos hacia el final de la sesión.
Como una remota prueba preguntaron a los operadores si podían quitar algo de peso de la mesa. La petición fue hecha, y el indicador de equilibrio comenzó a moverse hacia detrás , hacia el cero de la balanza. Varias veces la mesa fue aligerada cerca de 7 libras, y en una ocasión el indicador llegó hasta el cero, mostrando que todo el peso de la mesa había desaparecido. Con los dedos de los experimentadores sobre el aparato como he descrito, es innecesario decir que era bastante imposible lograr esta hazaña por la presión consciente o inconsciente de las manos o de los dedos.
Las pruebas antedichas demuestra, al igual que suficientemente evidente que estos fenómenos familiares, que son el movimiento de la mesa cuando hay acción psíquica verdadera, no son debidos a la presión muscular ( de cualquier sentido ordinario),y que su causa se debe buscar en otra parte.
Otros incidentes
Otros incidentes
Durante el tiempo que la mesa estuvo de pie sobre el suelo, y antes de que esta fuera suspendida del techo, estuve al lado de ella y la levanté un poco. En ese tiempo la acción psíquica era fuerte, y me sorprendió encontrar que parecía que había unas barras más o menos rígidas que unían la parte de abajo de las piernas del médium. La clase de rigidez era exactamente en el mismo sentido que la rigidez experimentada en el círculo Goligher con los fenómenos de no contacto. La mesa se resiste a ser girada en el plano horizontal, también a ser empujada o tirar horizontalmente. Pero si tira o empuja con demasiada fuerza el eslabón psíquico ( toda su naturaleza) termina cediendo y tuve que esperar durante algunos minutos antes de que volviera a ser establecido la acción psíquica otra vez. Muchas veces en esta y las subsecuentes sesiones, con mi sentido muscular, he intentado localizar este eslabón psíquico, y me he llevado una sorpresa, siempre claramente lo sentí cuando la acción psíquica estaba en su estado más fuerte. Con mis años de experiencia en el círculo Goligher no podía permitirme tener errores. El tipo de eslabón de unión, en sus características principales, era el mismo que para el fenómeno de no contacto. En el círculo de contacto estuvieron de acuerdo que fueran asistentes completamente diferentes y de ciudades separadas más de 50 millas de Belfast, posteriormente encontré que estas barras psíquicas también estaban presente, y que ellas parecían extenderse desde la parte baja de la pata de la mesa, hasta el tobillo del médium, quien en este caso dijo que sintió durante toda la sesión una fría sensación en la piel cerca de uno de sus tobillos, este peculiar sentimiento que se extiende sobre una superficie del tamaño de una moneda de media corona. Él dijo el punto exacto de la piel que lo sentía, tal como si hubiera sido frotado con el mentol. La sensación se marchó en cuanto la sesión terminó.
Por lo tanto, parece que “el contacto” y los fenómenos de la mesa de “no contacto” no son tan distintos en sus principales procesos como se podría haber supuesto.
Los operadores claramente encontraron más fácil aumentar el peso de la mesa que disminuirlo; ellos parecían capaces de lograr la petición inmediatamente una vez que la sesión estaba en marcha, pero ellos no estaban siempre acertados con esto, y parecía que sólo tenía éxito después de un fallo considerable.
A veces, cuando el indicador del equilibrio satisfactoriamente se había movido alrededor de 30 libras, sin que sonara la campana, este permaneció algunos segundos, y luego gradualmente volvió a su posición normal de 13 ½ libras. La campana sonó cuando estaba en la mitad del recorrido hacia atrás. Esto pasaba a menudo. La campana no sonó cuando la presión se hacía sino cuando aflojaba, pero es extraño, a veces daba toques cortos agudos mientras que la presión era quitada-
A veces, mientras nosotros no hacíamos nada en particular, la campana comenzó a sonar con largos toques continuos, y también con toques cortos agudos. Todos los asistentes declararon que ellos no lo tocaban. Pregunté a los operadores si ellos eran los responsables, cuando inmediatamente sonó un toque largo y repetidamente como si fuera una afirmación. También, se empleó un código habitual: tres toques para el “Si”, uno para el “No” y dos para “Dudoso”. Desde luego no había ninguna prueba directa de que los operadores realmente tocaran la campana como ellos afirmaban, porque un leve empuje de cualquiera de los asistentes bastaría para hacer esto. Los asistentes, sin embargo, declararon de manera enérgica que ellos no lo habrían hecho ( si es que lo hicieron ) deliberadamente.
Sesión II – Asistentes : Sr. X. (medium), Miss A., Mrs C, Mr F.
En la Sesión I, la mesa con su aparato de contacto eléctrico fue suspendido de la balanza romana atada a una biga del techo. Los asistentes se sentaron alrededor de ella, y descansaron sus dedos sobre las hojas de bisagra, fuera de las líneas de tiza. Una fuerza total de 2 libras hacia abajo era suficiente para causar contacto eléctrico y que sonara la campana.
Coloqué una maquina de pesar al lado de la mesa. Puse un tablero encima, y encima de éste una silla, en la cual se sentó el Sr. X. y con los otros asistentes pusieron sus dedos ligeramente sobre el aparato de contacto.
El peso del Sr. X. + la silla + el tablero = 11 st. con 9 libras.
Moví el jinete de la maquina de pesar hasta que la máquina estuviera otra vez en equilibrio, y esto fuen en el peso 11 con 1 ½ libras.
Pedí a los operadores que aumentaran el peso de la mesa de manera habitual.
Miré la balanza circular romana que sujetaba a la mesa, y encontré que esta registraba 26 libras (la campana no había sonado), y la palanca de la máquina de pesar antes estaba había estado en la parte superior de manera fija, y entonces había pasado a la parte inferior dando el peso anteriormente indicado, cuando la equilibré por segunda vez. El peso. El peso de la mesa había aumentado al menos 26 - 15 ½ = 10 ½ libras y el peso del Sr. X. se había reducido 11 st. 9 libras. - 11 st. 1 ½ libras. = 7 ½ libras.
Otros experimentos similares mostraron de manera concluyente que cada vez que el peso de la mesa aumentaba se reduce el peso del médium, pero no parecía que hubiera un relación fija entre el aumento del peso de la mesa y la reducción de peso del médium.
Otros experimentos similares mostraron de manera concluyente que cada vez que el peso de la mesa aumentaba se reduce el peso del médium, pero no parecía que hubiera un relación fija entre el aumento del peso de la mesa y la reducción de peso del médium.
Movimientos de No-contacto
Yo sabía que todo el tiempo el Sr. X. era el médium principal, pero había también tuve la impresión que la Sra. B. suministró un poco de mediumnismo físico. Aquel Sr. X. era el médium principal, sin embargo, de manera concluyente se demostró en esta sesión, que los movimientos de no-contacto ocurrieron debidos a él. Hacia el final de la sesión, él colocó los dedos de una mano aproximadamente a dos pulgadas por encima de la tabla de madera de bisagra, y por petición de los operadores tocaron la campana fácilmente y a menudo. El destello eléctrico entre los contactos de la hoja de madera-bisagra del Sr. X. y el sonido de la campana establecieron el hecho de que había una relación entre el fenómeno de no contacto y el Sr. X, pese a que éste no tocaba en ningún momento la tabla. Me pareció una prolongación psíquica de sus dedos que serían en este caso los responsables del fenómeno.
Sesión III - Asistentes: Sr. X. (medium), Miss A., Mrs B., Mrs C.
La mesa fue suspendida del techo por cuerdas y el aparato de contacto eléctrico fue usado como antes. El Sr. X. se sentó sobre la plataforma de peso. Pedí a los operadores que aumentaran el peso de la mesa. En el principio de la sesión ellos parecieron experimentar la da dificultad de hacerlo, pero hacia el final de ésta, lo lograron de manera fácil, sin que la campana sonara.
Había alguna cierta dificultad en ver si la disminución del peso del Sr. X. correspondía con el aumento de la mesa, no parecía que hubiera ninguna relación entre los dos. Pero sin embargo se puede decir que el peso del Sr. X. siempre disminuyó cuando el peso de la mesa aumentó, según la siguiente tabla de datos, estas son algunas lecturas:
Pérdida de peso de Sr. X.
|
Peso Aumentado de mesa.
|
4 libras
|
8 libras.
|
7 libras.
|
12 libras.
|
7 libras.
|
11 libras.
|
Los dos últimos datos casi coinciden, ya que puse el señalizador en cierta parte del medidor de la plataforma, de manera que el indicador del aparato al moverse mueve entonces el señalizador hasta el equilibrio, de manera que deja el señalizador fijo cuando el indicador se va ha cero al dejar de hacer peso.
La Sra. B. entonces se sentó sobre la plataforma y el Sr. X. tomó su lugar ( que estaba justamente en frente), equilibré su peso y luego puse el señalizador en la palanca. En una parte se recogió la lectura del señalizador de la palanca y también el punto exacto de la lectura de la balanza romana al mismo tiempo. Se obtuvo la siguiente lectura:
Pérdida de peso de Sra B.
|
Peso Aumentado sobre mesa.
|
31 libras.
|
8 libras.
|
Había sin embargo, una diferencia en esta sesión entre los resultado de la Sra. B y del Sr. X. el indicador de la balanza romana a menudo iba casi por completo hacia atrás, pero su peso no se recuperaba: es decir, aunque la mesa aumentaba su peso, y después volvía a su peso original, el peso de la Sra. B seguía sin ser el inicial, aunque la mesa se quitara. Además, la cantidad de reducción de su peso parecía variable.
En una ocasión, sin la petición de esto, el indicador de la balanza romana fue hacia atrás, y el peso de la mesa se redujo la cantidad exacta al aumento del peso de ella.
Muchas veces cuando el peso fue aumentado unas 16 libras, la mesa temblaba violentamente. En estas ocasiones el indicador de la balanza romana oscilaba alrededor de unos valores cercanos.
Sesión IV. - Asistentes: Sr. X. (medium), Miss A., Mrs B., Mrs C.
Se dispuso la mesa como en la anterior sesión. El Sr. X. sentado en la plataforma. Nuevas pruebas de medidas del peso fueron hechas, y se obtuvo lo siguiente:
El peso del Sr. X. siempre disminuía cuando el peso de la mesa aumentaba, y también el peso de él disminuía cuando el peso de la mesa disminuyó, esto es lo que se experimentó, una reducción de peso en ambos casos. Además, a veces cuando no había al parecer ninguna acción en absoluto sobre la mesa, temporalmente se redujo el peso de él algunas libras.
En una ocasión, el peso de él disminuyó 1 libra, y en otra ocasión ½ libras, cuando el peso de la mesa disminuyó 4 o 5 libras. Para el caso del aumento del peso de la mesa entre 3 o 4 libras, el peso del Sr. X. disminuyó en 1 ½ libras. Y si la mesa aumentaba entre 8 y 10 libras de peso entonces el Sr. X. disminuía su peso entre 4 o 5 libras.
Parece que hay menos disminución en el peso del médium cuando la mesa disminuye de peso que cuando aumenta de peso.
Cerca del final de la sesión la campana sonó una vez cuando nadie estaba en la mesa. También cuando los asistentes se sentaron alrededor de la mesa sin que nadie la tocara. La mesa varias veces osciló, sin que se hubiera puesto el contacto psíquico.
La Sra. B. puso sus manos en sus rodillas y los tres restantes asistentes tenía sus manos sobre el aparato de contacto. Esta situación inmediatamente parecía aumentar la magnitud de la fuerza psíquica sobre la mesa.
En esas ocasiones, la mesa fue movida hacia abajo ( su peso aumentó), y movida hacia arriba ( su peso disminuyó), el tirón y el empuje parecía estar aplicado en el centro de la mesa, porque no había ningún movimiento de giro en ella. el resultado del tirón y del empuje, por lo tanto, debe de haber sido aplicado por igual en el centro de la mesa.
Varias veces después de que el peso de la mesa hubiera aumentado de 8 a 12 libras, y cuando el indicador de la balanza romana había vuelto a su posición normal ( es decir cuando no había ninguna presión sobre la mesa), el peso del Sr. X. simultáneamente no volvía imnediatamente al peso normal, sino que le faltaban varias libras, su peso permanecía reducido durante un tiempo considerable.
Sesión V. - Asistentes: Sr. X. (medium), Miss A., Mrs B., Mrs C.
Toda la parte baja y las patas de la mesa fueron cubiertas de hollín de trementina, para ver cualquier señal que pudieran dejar en él las estructuras psíquicas que sujetaban a la mesa. Una de esas señales fue encontrada, pero esta requiere verificación. La sesión era notable para transmitir un mensaje laborioso que fue explicado detalladamente, la mesa daba la vuelta en el aire cuando la letra del alfabeto era correcta, y se recibió el siguiente mensaje:
“Mesa limpia; ate las manos y los pies de los asistentes a sus sillas, y sientense a nueve pulgadas atrás de la mesa.”
Sesión VI. - Asistentes: Sr. X. (medium), Miss A., Mrs B., Mrs C.
Até las piernas juntas de los asistentes con una cuerda a la altura de los tobillos. Al principio también até también las manos juntas de los asistentes, pero más tarde cambié este arreglo, y até la manos de cada asistente a su vecino del lado, pensando que este procedimiento daría mejor resultado. El círculo estaba sentado a una distancia de un pie de la mesa, que estaba suspendida del modo habitual. Así que nadie tocaba la mesa en ninguna parte, sin embargo, la mesa comenzó a torcerse, inclinarse y oscilar. Los movimientos no eran muy fuertes, pero eran movimientos verdaderamente genuinos psíquicos de la clase de no contacto. La mesa fue movida por tirones, no con deslizamientos suaves, como se podía esperar, sino que era como si se agarrara por alguna parte y se empujara, realmente era del tipo exacto a lo que sucedía en el circulo de Goligher, aunque a una escala mucho más pequeña.
Después de algún tiempo los asistentes colocaron sus manos sobre el aparato de contacto, cuando inmediatamente sus movimientos se hicieron más poderosos. El peso de la mesa disminuyó 10 libras y más tarde 20 libras sin que sonara la campana.
Los fenómenos sin-contacto parecían ser de la misma naturaleza que los de contacto, sólo, como he dicho, en una más pequeña escala. De esto, la colocación de las manos sobre la mesa simplemente hace que la producción de fenómenos sea más fácil, pero no cambia sus características principales.
General
Los puntos principales excepcionales en la conexión con estas pruebas sobre fenómenos de contacto son los siguientes:
1.- El aumento y la disminución de peso de la mesa no son producidos por la acción muscular del médium ni de los asistentes.
2.- El médium o médiums (allí puede haber más de uno ) pierden peso mientras que la mesa psíquicamente es afectada.
3.- La pérdida de peso del médium no dura solamente mientras que se está influyendo en la mesa, sino que puede durar algún tiempo después de que la acción psíquica haya cesado.
4.- hay una fuerte evidencia de que “un brazo psíquico o un eslabón, conecta las piernas del médium con las patas de la mesa. Las características de este brazo parecen ser similares al del brazo que hace levitar la mesa en los fenómenos de no-contacto del círculo de Goligher por ejemplo.
5.- Puesto que en el caso de los fenómenos de “contacto“ son similares a los del tipo de sin-contacto, pero más débiles, es razonable suponer que los dos tipos tienen características en un campo común.
6.- Para los movimientos grandes de la mesa el brazo psíquico parecía estar en la parte inferior de las piernas del médium; pero las prolongaciones psíquicas también pueden estar en los dedos, como atestigua el caso en el que la campana eléctrica sonó cuando el médium puso sus dedos varias pulgadas por encima del aparato de contacto. En realidad encuentro que estas estructuras psíquicas casi invariablemente puede salir de cuerpo del médium por los alrededores de las manos y pies. Esto es lo que parecía suceder con la Srta. Goligher y con el Sr. X.
Nota: el artículo apareció en : "Experiments in Psychical Science" by W. J. Crawford (1919, E. P. Dutton & Co, New York).
24 Preguntas y Respuestas de Experimentos en Ciencia de Psíquica
Fenómenos de Voz Directa
Artículo original en inglés