Prueba de libros
English text lower down
Experimentos diseñados para excluir la opción de la telepatía en las comunicaciones mediúmnicas. En respuesta a las preguntas o por razones de interés personal el comunicador espiritual indica un cierto libro, en una estantería de cierta casa de una de las personas presentes y en cierta página de uno de los libros está la respuesta a la pregunta de manera acertada. Estos experimentos son mucho más exitosos que si se hiciera la búsqueda por azar. Los libros seleccionados son por lo general aquellos que el comunicador amaba en vida, y que ahora utilizaría para sugerir su identidad personal. Muchas excelentes pruebas se publicaron en los libros de Lady Glenconner, The Earthen Vessel y en in Some New Evidence for Human Survival, 1922 del Rev. Drayton Thomas. Sir William Barrett en su prefacio a este libro cita la comunicación de quien pretendía ser Myers hacia él. “Hubo algunos libros en el lado derecho de la habitación de arriba en su casa en Devonshire, en la posición del segundo estante, a cuatro pies del suelo, el cuarto libro contando desde la izquierda, en la parte superior de la página 78 hay unas palabras las cuales debe tomar como respuesta directa hacia él (Myers) quien gran parte del trabajo ha estado haciendo desde su paso”. Cuando se le preguntó si el nombre del libro podría ser dado, la respuesta fue: “No”, pero transmitió la sensación de que en la portada del libro había un sentido de “progresión”. “Dos o tres libros en este libro de prueba estaban relacionados con asuntos que Sir William solía estar muy interesado en su juventud, pero no en los últimos años. Está conectado con sus estudios de juventud.”
El profesor Barrett recalcó que la médium Sra. Leonard, la
médium de la comunicación nunca visitó su casa. No tenía ni idea sobre estos
libros, pero al volver a casa, Barrett encontró los libros en la posición
exactamente indicada, el libro del ensayo de George Eliot, Middlemarch. En la primera línea de la parte
superior de la página 78 estaban las palabras “Ay, ay, lo recuerdo - verá como
lo recuerdo todo”, una cita singularmente apropiada, como parte del trabajo del
Sr. Myers después de su paso y su constante preocupación por la cuestión de la
supervivencia después de la muerte y si los recuerdos de sus amigos
desencarnados continuaban después de la muerte.
Pero la parte más notable de la prueba fue que: Al quitar el
polvo de las estantería por la criada, desconocido para el profesor, había
sustituido las dos novelas de George Eliot por dos volúmenes del Dr. Tyndall,
El Calor y El Sonido, que fueron encontradas en la posición indicada. En su
juventud, el profesor Barrett fue ayudante de Tyndall y uno de esos libros fue
escrito mientras que los dos estaban juntos.
¿Cuál era el proceso por el cual un libro que está cerrado puede ser leído? El comunicador contestó que “él sintió como si su espíritu estuviera favorable y pasó por las páginas que lo componen. “ Después de 18 meses él pareció adquirir el poder de vez en cuando ver las palabras mediante algún tipo de clarividencia. El dar la página era una de las mayores dificultades. El operador parecía contar las páginas desde el comienzo hasta donde estaba el texto conveniente. El comenzaba a pasar páginas y cuando el flujo de pensamiento paraba, esto le indicaba que la página indicada se había pasado. Por lo general el flujo de pensamiento pasaba por toda la página desde arriba hasta abajo y después continuaba por la parte superior de la siguiente. De esta manera, dicen, se contaba el número de páginas desde el principio hasta el texto de la prueba. Al verificar, uno suele contar desde el inicio de la imprenta, sin tener en cuenta las hojas iniciales blancas y utiliza la numeración de la impresión.
Los experimentos fueron muy exitosos cuando un libro sellado, depositado por un amigo en la casa del Rev. Drayton Thomas, colocado en un estante de manera secreta, en un paquete que un librero había envasado al azar con algunos libros que no habían sido abiertos, y los libros colocados en la oscuridad, dentro de una caja de hierro. Si los resultados de la tesis han de ser explicados por “poderes sobrenaturales” de la médium, ella tiene que estar dotada, como señala el Rev. Drayton Thomas con un grado de clarividencia que le permita observar lugares distantes y tener en la memoria cosas que no han sido vistas, con la capacidad de extraer el significado general de las páginas abiertas de libros que no han sido abiertos en ningún momento, obteniendo el conocimiento también de los acontecimientos en la casa del experimentador y de su vida privada tanto del presente como del pasado lejano, de sus recuerdos y que además con inteligencia son seleccionados de entre nuestra gran cantidad de recuerdos los elementos adecuados para la asociación con el pasaje del libro o por el contrario, encontrar un pasaje adecuado para el recuerdo particular capturado del fondo de nuestra mente. Su propia conclusión fue que las prueba de libros fueron obtenidas por un espíritu de deducía mediante impresiones psicométricas la información y obtenía la visión exacta de vez en cuando por clarividencia.
La idea subyacente de las pruebas de libro se remonta a los experimentos de Sir William Crookes. La señora estaba escribiendo automáticamente con la plancheta y trató de idear si los médiums podían excluir la "percepción inconsciente". Le preguntó a la inteligencia invisible si podía ver el contenido de la habitación y al recibir la respuesta afirmativa, puso el dedo en una copia del periódico The Times, que estaba sobre la mesa detrás de él, sin mirarlo, pidió al comunicador que escribiera la palabra que estaba debajo de su dedo. La plancheta escribió la palabra "However". "Me volví y vi que esta era la palabra cubierta por la punta de mi dedo". Este experimento se publicó en enero de 1874 en el Quarterly Journal of Science.
Las primeras pruebas de libro fueron registradas por Stainton Moses. Escribí automáticamente, bajo el dictado de Rector: "Vaya al armario de los libros y tome el último libro pero del segundo estante, mire el último párrafo de la página 94, y encontrará esta oración ... ". La oración fue encontrada como se indicaba. El experimento se repitió varias veces.
Otro médium fue William Eglinton, quien particularmente tenía éxito con la escritura directa de las pruebas de libros. Muchos casos fueron escritos por John S. Farmer en su libro Twixt Two Worlds. La página y la línea fueron seleccionados lanzando monedas y leyendo los últimos números de la fecha. En algunos casos se complicaba todavía más al pre-escribir el uso de tiza coloreada en un orden establecido de las palabras. La reseña de un libro combinada con xenoglosia se describe en el libro Dahl's We Are Here, del juez Ludwig, publicado en 1931. El juez noruego escribe sobre la mediumnidad de su hija Ingeborg, y describe como sus dos hermanos (fallecidos) leían en voz alta pasajes de un libro todavía en los estantes, cuyo número de página era seleccionado por uno de los asistentes, la médium repetía o transmitía con éxito, leyendo en un idioma extranjero, y mucho más allá de su comprensión.
La Sra. Henry Sidgwick, en su estudio sobre las pruebas de libros en Proceedings S.P.R., abril de 1921, llegó a la conclusión: "En general, creo la evidencia. Pero no es conocido por nadie de los presentes, pero es conocido por alguien en alguna parte."
Enciclopedia de Ciencias Psíquicas - Nandor Fodor
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BOOK
TESTS,
experiments to exclude the working of telepathy in mediumistic communications.
In answer to questions or for reasons of personal relevance the communicator
indicates a certain book upon a certain shelf in the home of the sitter and
gives the text on a certain page. In such experiments far more successes were
registered than chance would justify. The books selected are usually those of
which the communicator was fond in his lifetime, thus offering another
suggestion of personal identity. Many excellent cases of book tests are
recorded in Lady Glenconner's The Earthen Vessel and in Some New
Evidence for Human Survival, 1922, by the Rev. Drayton Thomas. Sir William
Barrett, in his preface to this book, quotes the following communication which
purported to come from Myers to him: "There were some books on the
right-hand side of a room upstairs in your house in Devonshire Place. On the
second shelf, four feet from the ground, in the fourth book counting from the
left, at the top of page 78, are some words which you should take as direct
answer from him (Myers) to so much of the work you have been doing since he
passed over." Asked if the name of the book could be given, the reply was
- "No," but that whilst feeling on the cover of the book he got a
sense of "progression." Two or three books from this test book are
one or two books on matters in which Sir William used to be very interested,
but not of late years. It is connected with studies of his youth."
Professor Barrett remarks that Mrs.
Leonard, the medium of the communication, never visited his house. He had no
idea what books were referred to, but on returning home found that in the exact
position indicated, the test book was George Eliot's Middlemarch. On the
first line at the top of page 78 were the words .. "Ay, ay. I
remember-you'll see I've remembered 'em all" which quotation was
singularly appropriate, as much of his work since Mr. Myers passed over has
been concerned with the question of survival after death and whether the
memories of friends on earth continued with the discarnate. But the most
remarkable part of the test was yet to be discovered. In dusting the
bookshelves the maidservant, unknown to the Professor, had replaced two of
George Eliot's novels by two volumes of Dr. Tyndall's books, viz., his Heat
and Sound, which were found exactly in the position indicated. In his youth
Prof. Barrett was, for some years, assistant to Prof. Tyndall, and these books
were written whilst he was with him.
By what process is the discarnate
intelligence able to find a relevant passage in closed books? One of the
preliminary statements which the Rev. Drayton Thomas received from his father
was that he "sensed the appropriate spirit of the passage rather than the
letters composing it." After eighteen months he appeared to acquire a
power of occasionally seeing the words by some sort of clairvoyance. The giving
of the page is one of the greatest difficulties. The impression left on the
Rev. Drayton Thomas'mind was that when a page had been fixed upon as containing
a thought suitable for the test, the operator counted the pages between that
and the commencement. He usually starts where the flow of thought commences and
when it ceases and recommences higher up he concludes that he passed from the
bottom of one page to the top of another. In this way, they say, it is found
practicable to compute the number of pages between the commencement and the
passage fixed upon for the test. When verifying, one usually counts from the
commencement of the printed matter, disregarding fly-leaves and the printer's
numbering.
The experiments were just as
successful when a sealed book, deposited by a friend in the Rev. Drayton
Thomas' house, was used; with an unseen bookshelf; with a parcel in which an
antiquarian at random packed in some books and which was unopened; and with
books placed in the dark in an iron deed-box. If these results are to be
explained by the medium's supernormal powers, she has to be endowed, as the
Rev. Drayton Thomas points out, with such a degree of clairvoyance as would
permit the making of minute observations in distant places and retaining a
memory of things there seen, with ability to extract the general meaning from
printed pages in distant houses, despite the fact that the books concerned are
not open at the time, with ability to obtain knowledge of happenings in the
sitter's home and private life relating both to the present and to the distant
past and with an intelligence which knows how to select from among our host of
memories the suitable items for association with the book-passage, or
conversely, of finding a suitable passage for the particular memory fished from
the depths of our mind. His own conclusion was that the book tests were
obtained by a spirit who gleaned impressions psychometrically and obtained an
exact glimpse now and again by clairvoyance.
The underlying idea of book tests goes
back to the experiments of Sir William Crookes. A lady was writing
automatically with the planchette and he tried to devise a means for the
exclusion of "unconscious cerebration." He asked the invisible
intelligence if he could see the contents of the room, and on receiving an
affirmative answer he put his finger on a copy of The Times which was on
a table behind him, without looking at it, and asked that the communicator
should write down the word which was covered by his finger. The planchette
wrote the word "However." He turned round and saw that this was the
word covered by the tip of his finger. This experiment was first published in
January, 1874, in the Quarterly Yournal of Science.
The first plain book tests were
recorded by Stainton Moses. He wrote automatically, under the dictation of
Rector: "Go to the book case and take the last book but one on the second
shelf, look at the last paragraph on page 94, and you will find this sentence.
. . ." The sentence was found as indicated. The experiment was repeated a
number of times.
Of other mediums William Eglinton was
particularly successful in direct-writing book-tests. Many cases are described
in John S. Farmer's Twixt Two Worlds. The page and line were selected by
tossing coins and reading the last numbers of the dates. In some cases they
were still further complicated by prescribing the use of coloured chalk in a
set order of the words. Book tests combined with xenoglossis are described in
judge Ludwig Dahl's We Are Here, published in 1931. The Norwegian judge
writes of the mediumship of his daughter, Ingeborg, and describes how her two
(deceased) brothers "were represented as going into another room and
reading aloud passages from a book still on the shelves, the number of which
was selected by one of the sitters-the medium successfully repeating or
transmitting what they read in a foreign language and
far beyond her comprehension."
Mrs. Henry Sidgwick, in her study of
the problem of book tests in Proceedings S.P.R., April, 1921, arrives at
the conclusion: "On the whole, I think, the evidence before
us does constitute a reasonable prima facie case for belief in the
perception of external things not known to any one present, but known to
someone somewhere."
Sir William Fletcher Barrett
Frederic William Henry Myers
* William Barrett debía tener otra edición donde aparecen las palabras de Myers en la parte de arriba de la página 78
Rev. Drayton Thomas
Libro donde aparecen estas experiencias
Médium Sra. Leonard
Plancheta
Sir William Crookes
Stainton Moses, médium e investigador
Ingeborg
Médium William Eglinton
Eleanor ('Nora') Mildred Sidgwick