Psicología y Parapsicología: el caso de Freud
Las relaciones entre la psicología, generalmente considerada
como algo “serio”, y la parapsicología son bastantes complicadas. Tal vez Carl
Gustav Jung no constituya un buen ejemplo ya que su afición por el ocultismo es
muy conocida, así como su apego a la noción de “alma”. Pero el caso de Freud
reviste un interés particular. En sus Nueve conferencias sobre el psicoanálisis
aborda expresamente este tema: “sueño y ocultismo” (segunda conferencia). Y ,
aunque prudente, da pruebas de una gran apertura de espíritu. ¿Quién sabe, dice
en esencia, si el ocultismo no nos ofrece “nuevos datos” que tengan un
auténtico interés científico? La telepatía,
sobre todo, llama su atención. Es cierto que Freud sabe que conviene mostrarse
crítico, y que, por lo tanto, hay que seleccionar los “hechos”. Pero afirma que
existen buenas razones para considerar posible la transmisión del pensamiento: “
Incluso diría que el psicoanálisis nos ha
preparado para admitir fenómenos como la telepatía, insertando el inconsciente
entre lo físico y lo que hasta ahora se ha llamado los psíquico.” El biógrafo
de Freud, Ernest Jones, trata ampliamente este tema: no solamente el propio
Freud vivió experiencias de tipo telepático, sino que por ejemplo, escribió un
artículo sobre “psicoanálisis y telepatía” (Ver el capítulo consagrado a el “ocultismo”
en la biografía de E. Jones, Tomo III, págs.. 425-460). Las citas de este tipo
podrían multiplicarse. Freud, en las Nuevas conferencias, explica que se puede
considerar la telepatía como “una contrapartida psíquica de la telegrafía sin
hilos”…
El camino es estrecho. Se puede correr el riesgo de dejar de
lado un “hecho” interesante al mostrarse demasiado escéptico o crítico. O bien
se puede correr el riesgo de aceptar crédulamente unos seudohechos
completamente desprovistos de existencia objetiva. Para estar seguros de evitar errores de bulto, lo más sencillo es
rechazar a priori todo lo que parezca
inverosímil. Pero Freud era muy consciente de la insuficiencia de esta actitud.
Incluso los sabios más eminentes no saben de forma absolutamente segura y
precisa por dónde pasa la frontera entre lo real y lo irreal; desde hace mucho
tiempo se sabe que lo verdadero, a veces, reviste la apariencia de lo
inverosímil… Estas observaciones, evidentemente no están destinadas a justificar
el gusto por la superstición. Pero, como dice el propio Freud, hay que evitar la hipercrítica sistemática: “La historia de la ciencia
abunda en ejemplos que pueden ponernos en guardia contra una condena demasiado
apresurada.”
Por supuesto, no parece que la telepatía haya abierto a la
ciencia unos caminos muy fecundos. Pero Pierre Janet y muchos otros autores
tenían razón al considerar que los textos obtenidos mediante escritura
automática eran como “documentos extremadamente importantes para comprender el
espíritu humano”. “Persistimos en creer, escribía Janet en 1892, que los
espíritus son los primeros que han llamado la atención sobre los movimientos
subconsciente y las manifestaciones tan extraordinarias de la disgregación
mental”.
Pierre Thuillier – De Arquímedes a Einstein.
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También puede oír la conferencia en el siguiente vídeo:
Una duración de 60 minutos.