El Sueño de la Muerte y el Despertar en la Gran Vida
- Charles Daryton
Thomas -
La muerte ha sido un misterio. El cuerpo sin vida de un
amigo tiene el aspecto de dormir profundamente. Pero esto pasa rápido, sufre
los cambios químicos que al final lo destruye. La jaula queda vacía, su
arrendatario ha escapado a otra parte.
“¿Cómo le enterramos?”, preguntó su amigo, cuando Sócrates
estuvo a punto de beber la cicuta. “Como se os ocurra, si es que lográis
apoderaros de mí y no me escapo de vuestras manos.” Dijo Sócrates, “Cuando haya
bebido el veneno más permaneceré con vosotros, pero me iré a algún estado
bendito de felicidad.”
Un superior de Sócrates aseguró a sus discípulos que cuando
él fuera crucificado, pasaría a otro estado de vida. Sus reapariciones
posteriores crearon en los que lo amaron un invencible entusiasmo, vieron que
la muerte era un paso hacia arriba, hacia una gran vida.
Algunos de los que han experimentado las primeras etapas de
la muerte, y luego han sido reanimados, se han dado cuenta de lo que ,en su
momento parecía ser sus últimos instantes en la tierra. Su historia es
tranquilizadora y alentadora.
Pero aprendemos mucho más de los que, finalmente habiendo
atravesado, son capaces de volver a describir su sueño y despertar después en
el más allá de la muerte corporal.
Mi padre una vez dijo:
“Me gustaría que pudieras venir aquí una semana y después
volver a la tierra. Pero hay una consciencia subconsciente, incluso con los que
no han oído nada acerca de la vida en nuestro lado, pero están haciendo todo lo
posible, a pesar de su ausencia de conocimiento.
Estoy seguro que cuando ellos llegan al final de su vida
física y tienen algún indicio de lo que les espera aquí, esto les da un
conocimiento más maravilloso de lo que habían soñado, incluso si se trata de
unos pocos segundos antes de la transición. Es algo así como acercarse a un
puente entre la espesa niebla y de repente la niebla se levanta y deja ver el
otro lado de manera clara. Se han conocido casos en los que habiendo casi
pasado los moribundos al otro lado, exclamar: “Yo puedo ver, así, así”. Me
parece lamentable que tan a menudo no haya fuerza física para que cuenten lo
que ven, pero creo que lo dan a entender.
C.D.T.: “¿Se vio solo al pasar?”
Padre: (Dio la respuesta con insólita solemnidad y énfasis).
Yo pasé. Sentí no una presencia, sino varias. En el momento que uno tiene
conocimiento de ello, y puede ser capaz de preguntarse por qué así, y poder
darse cuenta de que: “Ellos están aquí”.
Hablando de su conocimiento inicial justo después de la
muerte, mi padre comentó su sorpresa sobre la visión de árboles, flores y
pájaros. No hay que olvidar que su muerte fue repentina e inesperada. Debido a
lo que parecía un contratiempo pasajero había pasado el día en la cama. El
doctor no vio gravedad en su estado, y fue capaz de recetarle algo. Hacia el
final de la tarde, mi madre lo dejó solo por un tiempo y al regresar lo
encontró en el acto de expirar.
Me cuenta que después de su sorpresa de la vista de árboles
y flores al despertar, tuvo un recuerdo nebuloso de la ausencia de casa. Se le
ocurrió que habría hecho un viaje y había comenzado a visitar, tenía la
sensación como si estuviera en su habitación, pero en ella no se hubieran visto
ni árboles ni flores. En ese momento se elevó entre los árboles. A lo lejos
observó una casa que está en la colina con mucha hierba. Mientras se preguntaba
sobre su paradero se unió alguien que en una conversación amistosa le hizo
comprender lo que había ocurrido.
No mucho tiempo
después le permitieron volver a ver su casa terrenal. Pudo ver las habitaciones
familiares y comprender el dolor que sentíamos. Tuvo muchas ganas de ser capaz
de demostrarnos que él era consciente – a saber, que todavía vivía y que su
amor por nosotros estaba inalterado. Catorce años más tarde tuvo la oportunidad
que había estado esperando: comencé el camino de la investigación psíquica.
Mi hermana murió poco
después de una seria operación. Siendo consciente de su próxima transición,
habló de ello con calma conmigo durante nuestra última conversación. En cierta
medida había compartido mis estudios psíquicos, ella sabía que sería capaz de
comunicarse conmigo, y este conocimiento suavizó el dolor de la partida.
Algunos meses más tarde, ella me describió su despertar en
la nueva vida más allá de la muerte, en esencia fue así:
“Desde donde estaba acostada miró a una puerta abierta y vio
un jardín de flores y comprendió que ella estaba en la casa que había sido
descrita por su padre en sus comunicaciones. Mirando fijamente hacia fuera vio
la escena llena de belleza y luz, se dio cuenta que su padre estaba cera. Ellos
inmediatamente hablaron unas palabras, pero le pareció que era de pensamiento a
pensamiento, como un intercambio de ideas sin utilizar las palabras. Cuando, en
ese momento, él habló con ella encontró encantador escuchar de nuevo su voz y
fue capaz de contestar del viejo modo familiar.
Ella añadió, que encontrándose allí no le parecía tan
extraño como podría haberse esperado. Los recuerdos de haber estado antes allí
le llegaron; el lugar no le era totalmente desconocido. Más tarde, aprendió que
de vez en cuando, durante su sueño, su alma lo había visitado y se había
acostumbrado al lugar; aunque, al despertar del sueño, no tenía ningún
conocimiento de que su alma hubiera disfrutado. Su cerebro físico no había sido
capaz de transmitir las experiencias de su alma.”
Siete meses después de su partida otra vez aludió a esta
experiencia:
“Es difícil comprender que he estado aquí un tiempo tan
largo, parece que fueran unas semanas; hay tanto que hacer, ver y aprender. Me
alegro de haber conocido antes alguna idea sobre esta vida y las posibilidades
de comunicación con usted. Antes de la salida final de la tierra pareció que
soñaba, pero no era totalmente un sueño. Pareció como si yo hubiera llegado
antes de la separación final de mi cuerpo físico. Tuve sólo una parte de
consciencia en el cuerpo, mi alma se había liberado. Tampoco me pareció
totalmente extraño cuando me encontré aquí. Con frecuencia debo de haber venido
aquí en sueños; ya que ahora puedo recordar que yo estuve aquí antes.”
El siguiente relato de la muerte y el despertar fue dado por
alguien quien conocí desde hacía muchos
años, y que había pasado sus últimas horas en inconsciencia. Los que la miraban
les parecía como si su cuerpo y mente
estuvieran en una incomodidad extrema y sólo unas oraciones aisladas eran
pronunciadas entre el confuso delirio, insinuando la experiencia que el alma
estaba disfrutando. Me dijo que estas insinuaciones – referencias a la visión
de sus padres – durante la primera comunicación conmigo, en sus últimas horas
en la tierra eran referidas a que había visto a sus amigos que había partido
antes. Ella comentó:
“Usted pregunta si vi a alguien antes de mi partida. Pareció
que fuera levantada hacia arriba, tuve un sueño o una visión, no sé cómo
llamarlo. Pareció en aquel momento que era una visión maravillosa, feliz y
tranquila, en la cual yo estaba con, no sólo con los que había pasado
recientemente, también con mi padre y madre y muchas otras relaciones que no
había visto desde hacía mucho tiempo. Ahora usted pregunta: ¿Los vi yo? Sí, yo
los vi, aunque no con la visión física, pero los vi. Ellos estaban satisfechos
conmigo, eran tan claros y distinguibles como cualquier cosa que yo hubiera visto
de manera normal en la tierra.
Yo no era consciente de ningún cambio ni nada abrupto, pero
aquel sueño feliz pareció transformarse
en un sueño pacífico, y creo que de ahí surgió un estado más o menos
consciente, de vez en cuando, porque sentía que había cerca de mí gente que
cuidaba de mí, y yo estaba contenta de que estuvieran ahí.
Me enteré que dormí durante tres o cuatro días. Pero cuando
desperté completamente consciente me sentí refrescada, y tanto más joven y en
mejor forma que desde hacía muchos años había sentido…
Ya ahora, aquí estamos todos juntos otra vez, toda la gente
que solía conocer y gustarme, todos aquí en lo mejor, el mejor momento, la
mejor salud, mejor de todo…”
Conseguí una visón desde un ángulo ligeramente diferente con
las experiencias de G.M. quien había sido amigo de toda la vida de mi padre y
quien fue recibido por él en su partida. Mi padre y hermana describen su
despertar:
“Él más bien ha estado sorprendido de encontrar que todos
los que están aquí es sumamente natural este estado. Al principio apenas podía
comprenderlo, pero en general ha sido un gran alivio para él. Es sumamente interesante
dar la bienvenida a gente como G.M, siente placer de que nosotros estemos con
él, hay un interés extraordinario de observar su sorpresa al despertar. Ellos siempre
muestran un alivio al encontrase en un mundo tangible. Muchas personas temen a
la muerte debido a la idea de que ellos cambiarán de lo tangible a lo
intangible. Este no es el miedo de que se encuentren en un lugar malo más bien
al temor a un lugar desconocido. En este caso G. M. estuvo particularmente contento
de encontrar cosa tangibles y gente alrededor de él, y el alcance de una
actividad.”
Unas semanas más tarde se habla otra vez de G.M.:
“G.M. hace progresos notables de manera rápida y eficaz
adaptándose a las nuevas condiciones. Está interesado en todo. Ahora ha dejado
de preguntarse sobre la realidad de todo lo que le rodea. Al principio estaba
inclinado a decir ‘Bueno, todo lo que veo no puede ser verdad’, pero después de
un rato tuvo que admitir que tantas cosas diferentes no podían existir
simplemente en su imaginación y que el sueño tan vivo no podía durar tanto
tiempo. Él nos dice ahora que está abandonando esa actitud mental y se siente
contento y entusiasmado con todo, e insaciable en su deseo de ver y conocer
más. Él dice que no deja de preguntarse ¿Por qué no sabemos nosotros esto en la
tierra?”.
Expresado de manera concisa y omitiendo detalles personas,
el testimonio habitual de los que se comunican aluden su partida de la
siguiente manera:
“En el despertar de la conciencia me sentí sin dolor, bastante
fuerte y lleno de alegría. Era un gran alivio saber que la muerte quedó atrás. Mi
reciente felicidad descubierta fue aumentada por la vista de viejos amigos que
se juntaron alrededor de mí para darme la bienvenida. Entonces deseé volver a ver
aquellos que quedaron atrás, y después de un breve lapso de tiempo fui capaz de
hacer esto.”
El testimonio colectivo de aquellos que hablan de la
siguiente vida es notablemente constante. Con frecuencia entremezclado con
convincentes pruebas de identidad del orador; por tanto estoy tentado sin duda
a creer que estas descripciones representan, dentro de lo que el lenguaje hace
posible, la experiencia real de la muerte.
"Life
Beyond Death with Evidence. Part 1" by Charles Drayton Thomas
(London: Psychic Book Club, 1928).
Artículo original en inglés