Capítulo 7
Experimento
audio
La mediumnidad en todas sus formas, es un recurso
grosero que tenemos que usar hasta que nuestros
ingenieros perfeccionen un mecanismo que se pueda
utilizar
automáticamente.
Esto es posible y sin duda será
el próximo paso después de la televisión.
Os encontráis a breve distancia entre dos extremos:
La aniquilación o la iluminación.
Si el tiempo y el dinero que ahora utilizáis en
desarrollar
algunos dispositivos militares los empleaseis para
tratar
de reuniros con nosotros, pronto estaríais en
disposición de ofrecernos
un instrumento para comunicar con vosotros.
WILLIAN
BRANDON (a través de un médium) en el 1935.
Los
espíritus guía pidieron al grupo crear una fundación, conocida como New
Spiritual Science Foundation, para estudiar la «ciencia espiritual», o bien «la
ciencia de la vida y del más allá». Este nuevo campo de investigación ampliaba
los parámetros de lo que ordinariamente entendemos por ciencia. Después del
nacimiento de la Fundación
que tuvo lugar hacia mediados de 1994, y la publicación del primer número de Spiritual Scientist, el grupo se dio
cuenta muy pronto de que en el decenio anterior se había dado en todo el mundo
un notable ascenso del número de experimentos en el campo de la «comunicación
transdimensional». La fundación fue contactada por numerosos investigadores y
por organizaciones que trabajaban en este campo. Al parecer, algunos de ellos
recibían regularmente transmisiones.
La
comunicación transdimensional incluye muchos tipos distintos de fenómenos
electrónicos, posibles en estos últimos años por el desarrollo de la tecnología
electrónica no sólo en este mundo, sino también en el espiritual, más allá de
la notable contribución ofrecida por la llegada de los microchips. Las
principales formas de comunicación que actualmente se reciben son: fenómenos
vocales electrónicos o metafonía (EVP), imágenes sobre la pantalla del
televisor (TPP), mensajes a través del ordenador, radio, fax y llamadas
telefónicas por parte de comunicantes fallecidos.
Aunque,
hasta comienzos de la experiencia de Scole, los miembros del grupo podían decir
que tenían escasos conocimientos de las últimas cinco de estas seis formas anteriores
de comunicación, Robin Foy podía presumir de una experiencia de casi veinte
años en la investigación de la metafonía, cuando salió el primer número de Spiritual Scientist en el invierno de
1994. Había recibido varios miles de ejemplos de mensajes vocales en una serie
de simples magnetófonos —desde palabras sueltas a frases largas, muchas de las
cuales eran respuestas directas a las preguntas que él había formulado a los comunicantes—.
La
metafonía fue descubierta por primera vez en 1959 por Friedrich Jurgenson
—artista sueco, cantante lírico y productor de documentales—. Después, su
trabajo fue desarrollado por el profesor alemán Hans Bender, de la universidad
de Friburgo. El psicólogo y filósofo letón Konstantin Raudive escribió luego un
libro sobre este tema, titulado Voces del
más allá. Tuvo tal éxito, que a Raudive se le asoció con estos fenómenos
hasta el punto de que, durante un breve período de tiempo, se habló de este
fenómeno como de las «voces de Raudive».
En el
pasado, Robin tuvo muchos seminarios sobre la metafonía, ayudando a otros a
afianzarse en esta técnica. El procedimiento requiere un mínimo de utensilios,
además de paciencia y dedicación, y las voces aparecen como «extra» en las
cintas grabadas. Las palabras son frecuentemente más rápidas que las de los
seres humanos, aunque el estilo y el timbre varían de forma notable. A menudo
se manifiestan con un ritmo especial en la cinta, y para aquellos que no tienen
familiaridad con este fenómeno, al principio puede ser difícil de captar. Sin
embargo, cuando se llegan a oír claramente las voces, en ocasiones después de
haber repasado varias veces la cinta, resultan mucho más sencillas de reconocer
y de comprender.
Existen
informes de fenómenos similares de hace ya muchos años. Tom Sawyer, un
visitante de Scole, contó que estaba convencido de que la BBC había interrumpido las
transmisiones en la frecuencia de veintiún megaciclos/segundo porque se podían
oír las voces de los espíritus cuando eran grabadas las transmisiones radiofónicas.
Robin
siguió contándonos de forma más detallada otro progreso observado en el
interior del grupo: una comunicación recíproca y audible entre las dimensiones,
utilizando un equipo moderno. Ésta se había llamado «transdimensional» o CTD,
por sugerencia de los guías. Utilizando esta técnica, el grupo fue capaz de
llevar a cabo conversaciones con seres de otras dimensiones y de grabar en un
simple y económico magnetofón alimentado por baterías.
El día
de san Valentín de 1996, desde el magnetofón que utilizaba normalmente el grupo
para difundir la música de fondo durante una sesión experimental, comenzaron a
salir chirridos y ruidos extraños. Al principio creyeron que el magnetófono se
estaba estropeando. Pero una de las guías les dijo que, en realidad, aquella
era una nueva forma de comunicación que estaban experimentando. A Robin le
pidieron que bajara completamente el volumen para eliminar la música, pero lo
interesante es que «los ruidos extraños» no
disminuyeron de volumen. Los miembros del grupo se dieron cuenta
gradualmente de que estaban oyendo palabras, aunque parcialmente imperceptibles
en esta primera ocasión.
Algunos
meses después, la técnica fue desarrollada durante uno de los seminarios del
grupo. Los guías habían pedido que llevasen un simple magnetofón de baterías
del que se había extraído el micrófono. Después de alguna crepitación y
silbidos, una voz murmuró: «Hola» a
través del amplificador. Alentada por los miembros del grupo, la voz se hizo
gradualmente más seguida. Continuó entonces una breve conversación. La
comunicante se dirigió por el nombre a uno de los presentes y siguió hablando
de las múltiples posibilidades de esta forma de comunicación. El grupo fue
informado luego de que el microcircuito integrado al silicio en el magnetófono
era el «punto de ingreso» para este contacto.
Poco
tiempo después, el experimento fue repetido durante un seminario en el que
participaba una delegación alemana. Esta vez la voz femenina que salía del
amplificador saludó a todos en voz alta y clara con un «Guten Abend». Los guías dijeron que la comunicante transdimensional
era una fräulein (señorita) alemana.
Dijo su nombre y pronunció varias frases en aquella lengua. Según los delgados
alemanes presentes no había rastro de acento extranjero en las palabras
pronunciadas. Estaban bastante convencidos de que esta comunicante era realmente
de origen alemán.
Durante
un seminario realizado a finales de verano de 1997, el énfasis se puso
nuevamente en esta nueva forma de comunicación. Uno de los delegados invitados,
Tom Sawyer, accionó el magnetofón y se oyó rápidamente una voz. Se bajó la
música para que todos pudieran oír mejor la voz. El comunicante preguntó: «¿Eres tú, Tom?». Reconociendo la voz de
su suegro, muerto menos de un año antes, Tom respondió rápidamente. Durante
algunos minutos, tuvieron los dos una conversación privada.
El
dispositivo de recepción al germanio
La
comunicación transpersonal se ha logrado utilizando un simple magnetófono. Sin
embargo, se le pidió muy pronto al grupo construir otro instrumento, un
«dispositivo de recepción al germanio» para utilizarlo junto con el magnetofón.
El dispositivo estaba dotado de una sustancia cristalina conocida como
germanio. Además de ser un semiconductor, esta sustancia está también
clasificada como metal semi-raro. El dispositivo es conectado al enchufe de
ingreso del micrófono del magnetofón.
Al
principio, los espíritus guía tuvieron varios problemas para lograr una
comunicación satisfactoria, pero dijeron: «Cuando
os deis cuenta de los resultados, creemos que no podréis por menos que admitir
que hemos hecho progresos espectaculares». Con sorpresa, notaron los miembros
del grupo que la utilización del dispositivo de recepción conectado al
magnetofón, permitía una comunicación clara con una serie de «personalidades»
de las que se pensaba que estaban en dimensiones lejanas, o bien que no
procedían del mundo espiritual tal como nosotros lo entendemos. Los guías
explicaron al grupo que algunas dimensiones estaban tan alejadas de la nuestra,
que jamás se había previsto, ni siquiera por parte de muchas almas evolucionadas
del mundo espiritual, que sería posible una forma cualquiera de comunicación directa.
Vimos
por primera vez el dispositivo de recepción al germanio en Lyng. A todos los
presentes se les pidió reunirse en torno a la mesa que se encontraba en la sala
en que se desarrollaba el seminario. En la mesa estaba apoyada una caja de
cristal rectangular con la base de madera.
(Foto
añadida por esta web, no pertenece al libro)
(Foto
añadida por esta web, no pertenece al libro – En esta época los cilindros
laterales no estaban en el montaje, se añadirían después)
«Esta
caja la llamábamos la pecera», explicó Alan. «Durante los experimentos muchos
huéspedes han visto a las luces atravesar
sus paredes de cristal». Dentro de la caja, colocado sobre una base de
madera estaba el dispositivo de recepción. Alan nos explicó que durante los experimentos
no se quedaba en la pecera, sino que ésta servía sólo para protegerlo cuando no
se utilizaba. «¡Parece un chisme raro, pero os aseguro que funciona!», se rió.
Nos
enteramos de que, durante los primeros experimentos con este dispositivo,
científicos e investigadores habían trabajado en estrecha relación con el
grupo. En las fases iniciales del experimento los guías pidieron al grupo que
comprobaba que los cristales de la brújula que se encontraba sobre la mesa,
estuvieran dirigidos hacia los cuatro puntos cardinales. El grupo oyó muchas
veces a los espíritus técnicos moverse en torno a la mesa donde se encontraban
el dispositivo de recepción y la grabadora; regulaban los aparatos y
realineaban los cristales magnetizados continuamente. Esto movió al grupo a
creer que los cristales desarrollaban una parte muy importante en el fenómeno
de la
Comunicación Transdimensional (CTD), un hecho que luego fue
confirmado por los espíritus guía.
A
medida que progresaban los experimentos, el grupo comenzó a recibir señales muy
raras utilizando el dispositivo de recepción al germanio. Fueron informados de
que estas señales contenían una enorme cantidad de noticias que resultarían útiles
para la humanidad. Las señales recordaban un poco el ruido que hace un módem
del ordenador cuando se descargan los datos. Durante el seminario, los miembros
del grupo dijeron que esperaban instrucciones de los comunicantes sobre cómo
decodificar las señales.
El
grupo explicó que los espíritus guía hacían retroceder constantemente las barreras de la ciencia
espiritual con el trabajo pionero de comunicación transdimensional. Nos dijeron
que se había decidido una red de comunicaciones entre las innumerables
dimensiones, incluida la nuestra. Una vez establecida, la red, daría a la
humanidad un acceso permanente a las «lejanas dimensiones del otro lado del
mundo espiritual».
Esto no
significaba, sin embargo, que construyendo simplemente un dispositivo de
recepción al germanio cualquiera pudiera obtener rápidamente una comunicación
transdimensional. El proceso parecía implicar la creación de condiciones
adecuadas dentro de un grupo experimental y la colaboración con guías
espirituales. Para otros grupos podría implicar el empleo de aparatos distintos
de los utilizados en Scole, o hasta una tecnología completamente distinta. El
GES no decidió conscientemente adoptar este tipo de experimentación. La
motivación vino de los guías espirituales.
Durante
los primeros experimentos con la
CTD , el grupo había continuado, con el único método que
conocía, en la misma línea que Robin Foy había seguido durante muchos años.
Después, el 14 de septiembre de 1996, durante la duodécima sesión con los
investigadores científicos, el espíritu científico Joseph se manifestó y
preguntó al grupo si podría conseguir germanio. El profesor Ellison estaba
presente y explicó a todos que el germanio era un semiconductor utilizado en
los «microprocesadores integrados» antes de la llegada del silicio. Joseph
preguntó pues si era posible conseguir una pequeña cantidad. Arthur Ellison
respondió que lo intentaría.
(Foto añadida por
esta web, no pertenece al libro- Germanio)
Mas tarde, durante la misma
sesión, después de una exhibición de luces, preguntó Joseph de improviso: ¿Alguien ha hablado del revelador?
Nadie lo había hecho. ¿De qué se
trataba? El profesor Ellison explicó al grupo que el dispositivo había sido inventado
por Sir Oliver Lodge y utilizado en los aparatos radiofónicos, antes de
cristales como el germanio y el silicio, pero con el mismo fin, o también como
semiconductor. El profesor dijo también que un revelador era utilizado en
conexión con las ondas (electromagnéticas) de radio. Cuando las ondas
atraviesan el revelador, partes de este último se unen, conducen y corrigen.
Joseph continuó el tema del
germanio, explicando que era suficiente, con lo que bastaba para cubrir una
uña. Esto dio lugar a un dialogo interesante que llevaría a una nueva fase de
experimentación en la comunicación transdimensional.
Arthur:
«Si
conseguís hacer cosas con un cristal de germanio, la producción de voz
electrónica podría ser posible».
Joseph:
«Exacto,
podría ser así».
Arthur:
«¿Es
tal vez esto el producto final?»
Señora
Bradshaw: «No
eches por tierra la sorpresa, Arthur. Deja a un lado la lógica. Espera y
verás».
Joseph:
«Es muy interesante ver cómo las cosas tienen
correspondencia en otras dimensiones. Lo que vosotros definís "campos
eléctricos", "energías eléctricas", "energía
magnética", tienen correspondencias en otra dimensiones...».
Arthur:
«Si
conseguís apartar un trocito de germanio y comprimirlo en cierto modo, podréis
producir descargas eléctricas que podrían ser utilizadas para hablar, una vez
amplificadas y filtradas por un altavoz».
Joseph:«Sí, lo sabemos. (risas) ¡Lo hemos hecho!».
En la siguiente sesión, 9 de
Noviembre de 1996, el profesor Ellison llevó una pequeña cantidad de germanio
que fue puesta en un plato y colocada encima de la mesa de la bodega. Se ocupó
de ella un espíritu científico, diciendo, sin embargo, que estaba transmitiendo
mensajes más que hablar por conocimientos adquiridos. En respuesta a la
pregunta del profesor Ellison, de si el silicio habría podido sustituir al
germanio, el espíritu científico respondió enseguida que no, explicando que el
germanio tenía propiedades especiales adecuadas para intensificar la comunicación.
Sin embargo, subrayó que la naturaleza de esta comunicación sería completamente
distinta: «Un tipo de comunicación que
pensamos que nunca se ha intentado ni realizado hasta ahora, voces de otras
zonas o dimensiones de la vida... pero no necesariamente del más allá como
vosotros lo entendéis»..
Los miembros del grupo de Scole
encontraron fascinante esta conversación, en cuanto que se relacionaba con
algunas sesiones anteriores en las que una entidad, manifestándose hacía poco a
través de un médium en trance, había explicado que no estaba familiarizada con
el ambiente físico de la tierra. Era bastante claro que el comunicante no había
vivido nunca en nuestro planeta. Comúnmente, la mayor parte de los comunicantes
se sentía bastante «en su salsa» cuando se comunicaba con el grupo. Sin
embargo, este «ser» especial parecía tener dificultad para comprender el
tiempo, la luz y los colores. También parecía confundir la fisiología humana. El grupo subrayó que usaba el pronombre «el»
de forma inexacta porque el sexo era incierto. Este comunicante había dicho que
dimensiones «lejanas» trataban de comunicar con el grupo. El grupo se emocionó
por eso muchísimo cuando los guías comenzaron a dar instrucciones sobre como
construir el aparato que permitiría la realización de la prometida comunicación
transdimensional.
Aparentemente,
estas comunicaciones crearon «conexiones transdimensionales» o puentes,
permitiendo establecer «cadenas». Estas últimas permanecieron luego in situ para permitir que las usaran
otros comunicantes. El espíritu científico dijo que esperaban poder transmitir
los mensajes a través del germanio «utilizándolo como punto focal, pero no sólo
de este modo». Los experimentadores aprendieron por los guías que no tendrían
que actuar con las ondas electromagnéticas, sino más bien con puras vibraciones
espirituales. En otras palabras, quedó explicado de forma muy clara que el
grupo y los investigadores no debían pensar en términos de ondas de radio, las
cuales, naturalmente, forman parte del espectro electromagnético.
Después de haber confirmado que
la recepción por radio no sería el medio de comunicación, el espíritu científico
continuó hablando —refiriéndose aparentemente a otro comunicante— del dispositivo
para recibir las «vibraciones espirituales».
Espíritu
científico:
«Alguno ya se ha ofrecido a construir pequeños dispositivos... será necesario
encontrar algo que contenga el germanio».
Robin:
«De
acuerdo».
Espíritu
científico: «Si he
comprendido bien le ha hecho referencia a un efecto piezo, [del griego: premere]».
Arthur:
«Sí».
Espíritu
científico: «Quiere
que coloquéis el germanio y que apliquéis un cierto grado de presión, una
presión constante entre dos vástagos roscados. Estos pueden ser utilizados como
terminaciones».
Arthur:
«Está
bien. ¿Las extremidades que tocan el germanio deben ser puntiagudas o
aplastadas?».
Espíritu
científico: «Una
aplastada y otra puntiaguda».
Arthur:
«¿Como
un aparato de radio de cristales?».
Espíritu
científico: «Hay
una cierta polaridad implicada».
Arthur:
«Sí,
cuando las ondas de radio la golpean son rectificadas, por tanto se pueden
oír».
Espíritu
científico: «Bien, no sé
si podemos rectificar algo, porque de momento no veo la necesidad».
Arthur:
«Rectificar
significa sacar, excluir una parte de la onda; no significa poner algo en su sitio».
Espíritu
científico: «Muy
bien. Robin, quisiera pedirte... si puedes montar el cristal, como se ha sugerido».
Robin:
«Sí,
lo haré».
Después el espíritu científico
pidió que llevaran a la bodega un aparato para amplificar la transmisión.
Arthur:
«¿Con un micrófono o un altavoz?».
Espíritu
científico: «No, no
creo. No, no un micrófono, basta una entrada de audio, pero con una impedancia
relativamente alta».
Arthur:
«Sí,
he comprendido».
Espíritu
científico: «El
beneficio no debe ser significativo».
Arthur:
«El
beneficio es la relación en el tiempo entre las frecuencias en salida y en
entrada».
Espíritu
científico: «...
las dos terminaciones sobre el germanio serán utilizadas como una entrada».
Arthur:
«Sí,
he comprendido».
Espíritu
científico: «Esperamos
que las frecuencias en salida se lleguen a oír».
Arthur:
«Será
un pequeño altavoz».
Espíritu
científico: «Sí,
ahora estamos hablando de voltaje. Tenemos alguna perplejidad en relación a la
cantidad de electricidad. ¿Es posible tener un voltaje bajo?».
Arthur:
«Creo
que no hay problema».
Espíritu
científico: «...
desgraciadamente no podréis utilizar ningún otro aparato eléctrico».
Robin:
«De
acuerdo».
El profesor Ellison concluyó que
a los guías les era necesaria una amplificación que operase sobre un voltaje
extremadamente bajo, milivoltios para ser precisos. Un diálogo posterior en
relación a los aspectos técnicos del experimento dejó perplejo al profesor
Ellison cuando consideró los aparatos y las técnicas sugeridas «completamente
obsoletas». Como el profesor Fontana
asistía a una sesión especial dos días después (el 11 de noviembre), Ellison le
pidió plantear la cuestión.
Durante la siguiente sesión, el
profesor Fontana habló de la perplejidad de Ellison, preguntando si era posible
sustituir el rectificador al germanio con un diodo al silicio. Joseph fue
inflexible sobre el hecho de que no se trataba de un rectificador y que no
debía entenderse en absoluto en ese sentido. Él y otros guías espirituales
destacaron que el germanio era necesario porque tenía cualidades espirituales y
curativas. Explicaron también que el dispositivo propuesto no era fundamental
para los efectos deseados, sino útil, más o menos como la función de la cúpula
de vidrio sobre la mesa. El profesor Fontana se refirió al problema de la
fragilidad del germanio y preguntó si era necesaria la presión a partir de un
tornillo puntiagudo. Joseph respondió que no debía ser demasiado puntiagudo y
subrayó que no debían pensar en términos de «bigote de gato» o de transformadores.
Los investigadores pensaron que
el nivel de conocimientos técnicos demostrado por los guías espirituales durante
las conversaciones, en relación al dispositivo de recepción al germanio, no
podía reducirse a las normales nociones de los miembros del grupo. En el informe se observa que, después de las
peticiones espontáneas planteadas por un profesor de ingeniería electrónica, a
través de los médium se habían dado respuestas inmediatas y pormenorizadas de
carácter técnico.
Después de haber recibido las
informaciones del doctor Fontana, el doctor Ellison dio consejos al GES para
construir el dispositivo al germanio. Sugirió utilizar un conductor puntiagudo
para apoyarlo ligeramente sobre el metal, en torno al cual se puso una pequeña
estructura aislante, con hilos de cobre, para crear las conexiones en la parte
inferior del germanio, mientras el tornillo de acero puntiagudo se apoyaba
sobre la parte superior. Ellison estaba preocupado de que el tornillo
puntiagudo pudiera romper el germanio al atornillarlo. Para superar este problema,
había pensado hacer apoyar el extremo del tornillo en la extremidad de un
trocito de hilo retorcido para aumentar la elasticidad. En aquel punto se dio
cuenta que estaba reinventando un revelador en cristales, utilizado en los
albores de la radiofonía, y proyectando un transformador, que permite a la
corriente entrar en una sola dirección. Preguntó a los comunicantes si no sería
mejor un moderno diodo al silicio, más flexible. Los guías le informaron de que
el dispositivo no debía utilizarse como un diodo, y que debía hacerse
exactamente según lo descrito. Debajo del germanio fue colocado por tanto un
trozo de goma para dotarlo de la necesaria elasticidad.
A pesar
de las continuas reservas del profesor Ellison en relación a la validez del
dispositivo al germanio como instrumento de comunicación, el aparato estuvo a
punto para la sesión del 3 de Enero de 1997, una vez construido por el grupo bajo
su supervisión. En esta ocasión el profesor Ellison llevó una caja que contenía
un amplificador con una grabadora incorporada —aparato construido por uno de
sus estudiantes— Conectó esta caja con el dispositivo al germanio, que fue
denominado «dispositivo de recepción por el germanio».
El
dispositivo final, en realidad, era más bien pequeño —unos 6 cm por 3— con un cable que
lo conectaba con la entrada del amplificador (ver figura 2 del Apéndice 2). El
amplificador tenía incorporada una grabadora que permitía establecer las
grabaciones directamente desde la fuente (el germanio). Como no había ningún
micrófono conectado sería grabada sólo la comunicación, no las voces de los que
estaban presentes en el experimento. Sin embargo, había una salida para un altavoz,
de modo que cualquier sonido de salida pudiera ser oído. Toda la sesión,
naturalmente, fue grabada en un magnetófono separado, que permitió obtener
informaciones importantes para relacionarlas con la comunicación
transdimensional obtenida mediante el dispositivo de recepción al germanio.
(Foto añadida por esta web, no pertenece al libro)
La tarde del 3 de enero, se unió
al grupo el profesor Bernard Carr, un astrofísico, y otros investigadores de la
S.P.R. Cuando fue activado el dispositivo, con el mando del volumen al máximo,
como estaba previsto, no se oyó sonido alguno. Sin embargo, cuando los
espíritus científicos comenzaron el experimento, de los altavoces llegaron crepitaciones
y golpes, algo así como descargas eléctricas. Se produjo también un sonido
similar al de un tren de vapor que acelera en una estación, y finalmente el
sonido violento parecido al ruido blanco. Al preguntarle, el profesor Ellison
explicó al grupo que este ruido blanco era el sonido que se puede oír a veces
entre una estación radiofónica y otra. Ellison y Carr se quedaron especialmente
fascinados por la fuente del ruido, manteniendo que no había una explicación
normal que pudiese justificarla. El profesor Fontana y otros de los presentes,
contaron haber oído también «murmullos».
En aquél punto intervino Edwin.
Destacó el hecho de que los espíritus guía estaban todavía en una fase exploratoria,
pero estaban seguros de que la combinación amplificador/germanio daría pronto
resultados positivos, es decir, una comunicación clara. Edwin sostiene también
que al final sería posible comunicar exclusivamente mediante la tecnología sin
la utilización de médium humanos. Son muy pocas las personas que muestran un
interés o una disposición para la mediumnidad, por tanto esto significaría que
muchas más personas podrían recibir comunicaciones transdimensionales.
En esta fase estaba claro que los
intentos de comunicar de los guías eran más bien difíciles. Aunque hubo
murmullos, silbidos, e incluso algunas notas musicales, los comunicantes
llegaron a la conclusión de que debía haber algo que no funcionaba en el
amplificador. Edwin anunció que llegaría muy pronto un mensaje relacionado con
esta dificultad. De forma más bien intrigante, dijo que el mensaje podría tomar
la forma de un dibujo grabado en una de las películas que se utilizase en la
siguiente sesión del 11 de enero.
Durante esta sesión estaba
presente Ingrid Slack, psicóloga de la Open University.
Había dos películas (Kodacrome 200 35nn, 36 fotos), y dos cajas de seguridad.
La primera fue denominada «la caja de Alan», porque había sido hecha por el
médium del grupo. Los investigadores pensaron que esta caja podría sacarse,
dado que estaban a la vista los frentes de los broches. Para superar este problema
potencial, los investigadores pidieron al grupo sellar los frentes con un barniz.
Estaban convencidos de que el barniz se rompería en caso que se intentara abrir
la caja, sacando el portacandado para levantar la tapa. Se actuó de acuerdo con
lo sugerido y el resultado se consideró satisfactorio por los investigadores.
El segundo contenedor de seguridad fue denominado caja de «Keen» dado que había
sido construido bajo la dirección de Montague Keen y no presentaba broches a la
vista.
Antes del experimento el profesor
Fontana e Ingrid Slack sacaron dos películas de la preparación y colocaron los
cartuchos negros cerrados, con las películas, en las cajas de Alan y Keen. Sin
que nadie lo supiera, habían puesto contraseñas en los cartuchos. Los
investigadores cerraron luego las tapas, mientras Montague Keen cerró el
candado de las dos cajas. El profesor Fontana guardó la caja de Alan, que tenía
una cerradura de números combinados; Ingrid Slack la de Keen, que estaba
cerrada con un candado. Solo Montague Keen conocía el número de la combinación
de la caja de Alan, y conservó también las llaves de la otra caja. Las cajas
fueron llevadas después a la bodega por el profesor Fontana y por Engrid Slack
y colocadas encima de la mesa redonda junto al lugar donde se sentaron.
Inmediatamente después de la
sesión, Montague Keen abrió las dos cajas. El profesor Fontana e Ingrid Slack
controlaron las contraseñas sobre los estuches, que luego pusieron en dos
sobres separados. Ingrid puso contraseña exterior en el sobre que contenía «su»
cartucho, para distinguirlo del de la caja guardada por el profesor Fontana.
Selló cada uno de los sobres con lacre, sobre el cual imprimió la señal de su
anillo. Repitió la operación del lacre en una hoja de papel separado, de modo
que la persona que abriera los sobres pudiera darse cuenta de que los sellos no
habían sido rotos y que la marca del anillo sobre el lacre se correspondía a la
de la hoja de papel.
A la mañana siguiente Montague
Keen envió un mensaje, vía fax, a Ralf Noyes entonces secretario honorario de
la S.P.R., para tener una confirmación fechada de los
hechos arriba mencionados, y sobre todo de las previsiones hechas por los
comunicantes. La parte más importante dice:
Los comunicantes han expresado claramente su intención de conectar
el mensaje de las películas con los acontecimientos de aquella tarde, y específicamente
con los problemas del dispositivo electrónico, incluyendo posiblemente un diagrama,
un mensaje o una petición dirigida al profesor Ellison, o que lo habría
implicado. Esta había sido la respuesta a mi petición, hecha en una sesión
anterior, de tener una conexión fidedigna.
Montague Keen actuó de tal manera
que las dos películas fueran rápidamente reveladas en los laboratorios Kodak de
Wimbledon, donde el director de la película, David Cobb, inspeccionó los sellos
y comprobó que no habían sido rotos ni manipulados. Comprobó también que se
correspondían con los impresos en la hoja de papel, por eso firmó el documento
de autenticidad. Antes de que Montague Keen volviera a retirar los resultados,
Ingrid Slack telefoneó al señor Cobb para saber si había algo en las películas.
Esta fue una precaución ulterior, acordada anteriormente, para garantizar que
Montague Keen no pudiera ser acusado de haber sustituido la película original
por una falsificada.(Da la impresión de que los investigadores se controlaban
recíprocamente).
En una de las películas, en la
sección central de rollo de 1
metro de largo, había un diagrama eléctrico (ver fotos
36 y 37 de la serie), junto a un mensaje escrito de forma clara, bajo el cual
aparecían iniciales que podrían ser «FOX». El mensaje se refería al diagrama, y
presentaba una palabra breve sobre la que había sido trazada una línea (que
aquí indicamos como «xxx»).
Foto
36
Foto
37
A
representa el germanio, B y C las bobinas de alta resistencia.
Siendo el total, xxx encerrado en
la caja.
Esto podría ayudar [¿la recepción?] de modo notable.
Sobre el extremo derecho de la
película había otras iniciales: «TAE».
Durante la misma sesión, aquella
en que fue recibida esta película, los experimentos con el dispositivo al germanio
continuaron y los guías aportaron muchos cambios durante la tarde.
Después de continuos intentos de
comunicar mediante el dispositivo, estuvo claro que los guías estaban tratando
de mejorar la recepción y de eliminar los defectos. Edwin explicó que se había
establecido un contacto, y pidió a Robin, que tenía la mano sobre el
amplificador —para regular el volumen según se lo pidieran— oprimir la tecla
para la grabación. Robin lo hizo pero, a pesar de los estímulos y el sonido de
una voz, Edwin tuvo que informar a la entidad comunicante —cuyo nombre era tal
vez Thomas y que, al parecer estaba dentro
del dispositivo de comunicación transpersonal— que ninguno en la bodega lograba oírlo bien.
Robin elevó el volumen, la señora
Bradshaw anunció entonces que Thomas haría otro intento. Sin embargo cada vez
que Robin oprimía la tecla de grabación, ésta saltaba hacia atrás. Edwin, que
parecía dispuesto a oír a Thomas y sus problemas de modo claro, le aseguró que
su mensaje había sido recibido por aquellos que se encontraban en el reino
espiritual, y que tendríamos algo escrito en la película por el profesor
Ellison.
Los miembros del grupo de Scole
hicieron este comentario:
Según lo previsto, recibimos
realmente importantes informaciones sobre la película y durante la misma sesión
hubo un extraño intento de comunicación por parte de «Thomas». De lo que los
guías habían dicho, parecía que él estaba dentro
del dispositivo. Estábamos fascinados con la idea de que Thomas estuviera
tratando de crear una conexión en una cadena de comunicación, y que no procedía
del mismo «lugar» de nuestros comunicantes normales, como la señora Bradshaw y
Edwin. Ellos lograban oírlo, pero nosotros no, y este fue el motivo de todas
las modificaciones e instrucciones en la película. En un segundo tiempo se nos
ocurrió pensar que el Thomas en el dispositivo fuese el TAE de la película. Durante
su vida en la tierra, había sido un famoso científico e inventor.
La película mostraba el
dispositivo al germanio y las conexiones con el amplificador, pero más allá de
esto, al circuito se le habían añadido dos bobinas. El texto explicaba cómo se
conectaban las bobinas y su disposición respecto al germanio. Una vez más el
GES se sirvió de la colaboración del profesor Ellison, que le ayudó a encontrar
los componentes necesarios.
Durante la siguiente sesión, los
guías explicaron que había habido una interacción o «efecto» entre el cristal
de germanio y las bobinas. La relativa cercanía de las bobinas y su polaridad
eran factores importantes en la recepción de las comunicaciones. Una bobina
produce en torno a sí un campo electromagnético; este campo tiene una dirección
y también una polaridad, o bien los polos norte y sur (ver figura 3 del
Apéndice 2).
(Foto añadida por esta web, no pertenece al libro – Campo magnético
generado por una bobina)
El grupo explicó el concepto de
una manera más profunda:
Justo para confundir las ideas,
se recuerda que en este caso no estamos hablando de campos electromagnéticos
sino de campos o modelos energéticos.
Esto obviamente puede dar lugar a alguna incomprensión sobre la naturaleza de
la comunicación, porque trasciende nuestros actuales conocimientos. Sabíamos
muy poco de la tecnología de la nueva ciencia espiritual, por tanto habíamos
tratado de estar abiertos a las nuevas ideas. En consecuencia estábamos
dispuestos a ser guiados, paso a paso, por los guías.
Ellos
nos explicaron que estos campos energéticos, asociados a las bobinas, actuaban
más o menos como sus contrapartidas electromagnéticas, en cuanto se refiere a
la dirección y a la polaridad. Se forma un vacío en el punto en que los dos campos
en torno a las bobinas se rechazan recíprocamente. Probablemente, todos
recuerdan los intentos, durante las lecciones de física en el colegio, para
atraer dos imanes donde dos polos negativo y positivo se rechazaban. Este vacío
se nos describió como «espacio de energías en movimiento». Es en este vacío
donde se encuentra el germanio, en otras palabras, exactamente en la
intersección de los campos opuestos (ver figura 2 del Apéndice 2), donde puede
reemplazarse y absorber las
fluctuaciones de la energía. Estas variaciones determinan la interacción o
efecto que viene sobre el cristal de germanio, y es esto lo que abre la
conexión hacia dimensiones lejanas. Podemos por tanto imaginar el vacío como un
paso que lleva a otras dimensiones de existencia, y el germanio es la clave que
abre esta puerta.
(Foto añadida por esta web, no pertenece al libro – Campo magnético
generado por dos bobinas, los campos magnéticos se anulan, pero es necesario
que la corriente circule en sentidos opuestos por las bobinas, y en el montaje
de Scole no sucede así, así que esto es una idea de lo que podría suceder con
esa extraña energía a la que se refiere. Aunque en el negativo fotográfico parece intuirse que es como pienso, que los cables de las bobinas van cruzadas y en los planos del final de esta entrada verán como no se muestran cruzadas, posiblemente sea para que el dibujo quede más claro pero intuyo que no es como se conectó verdaderamente los cables)
Aunque
los investigadores temieron que las indicaciones contenidas en la película,
probablemente habrían atenuado (debilitado con la distancia) más que reforzado
cualquier señal —se valían de las leyes normales de la física— sin embargo, el
profesor Ellison cambió el dispositivo de recepción al germanio en base a las
instrucciones contenidas en la película, añadiendo las bobinas.
Fue
durante el fin de semana del 18/19 de enero de 1997 cuando Walter y Karin Schittger
visitaron el grupo de Scole. Walter que, como tal vez recordareis, es un
ingeniero, explicó al grupo cómo unir de manera correcta los hilos. Una vez
cambiado el dispositivo de recepción al germanio y superadas algunas
dificultades menores con el amplificador, todos estuvieron preparados para
continuar los experimentos. No tuvieron que esperar mucho para un resultado
espectacular.
En la
sesión del 21 de enero se oyeron los primeros ruidos ya familiares:
crepitaciones, chasquidos y ruido blanco. Los miembros del grupo afinaron al
máximo el oído, arriesgando hasta codearse el uno con el otro para acercarse lo
más posible al altavoz. Luego, de improviso, se oyó una voz débil que decía:
«hola».
«Podéis imaginar la excitación a
medida que la voz se hacía más clara», contaron los miembros del grupo: «Era la
voz de un hombre. Estaba claro que trataba de hacerse oír. Seguía repitiendo: "Hola, ¿conseguís
oírme? Hola, ¿conseguís oírme?"».
Al fin lo consiguió:
Continuaré esta transmisión con la
esperanza de que consigáis oírme de forma clara. Comprenderéis muy bien, amigos
míos, que tenemos algunas dificultades, pero estamos seguros de que lograremos
superarlas. Sin embargo, tenemos la impresión de haber hecho notables progresos
respecto al último intento de comunicación con vosotros. Trabajamos en un
sistema de comunicación experimental desde hace algún tiempo, y es este sistema
el que estamos utilizando en estos momentos. Os deseamos que en el futuro el
sistema nos permita comunicar con dimensiones lejanas, y si todo discurre según
lo planeado, formareis parte vosotros de estos experimentos. Repetiré lo que he
dicho y espero que consigáis oír esta comunicación.
Seguiremos
aquí todavía un poco, por tanto estad atentos.
La comunicación se interrumpe
durante algunos segundos, después continua haciéndose más clara:
En
el próximo futuro se harán muchos intentos de comunicar con vosotros de esta
manera. Aquí hay muchas personas que, como yo, tienen la sensación de que este
trabajo es de la máxima importancia para el género humano, y en consecuencia
están dispuestos a poner el máximo en estos experimentos.
Gracias,
queridos amigos, gracias por haber colaborado con nosotros y habernos regalado
este momento de vuestro tiempo.
Que
la paz esté con vosotros.
Que
Dios os bendiga.
En este
punto termina la comunicación, después de durar cerca de 20 minutos. Todo había
sido grabado en la cinta. Una piedra fundamental en la comunicación transdimensional.
Siguieron ulteriores debates con
los comunicantes sobre el tema de las conexiones interdimensionales. Una
conversación muy interesante se refirió al uso de los semiconductores por parte
del hombre. (Como sabemos, el germanio y el silicio son semiconductores). La
discusión permitió profundizar en lo relacionado con el uso de otros materiales
en el futuro, como el carburo. Los guías dijeron al grupo que las posibilidades
eran casi ilimitadas, en las circunstancias adecuadas. Explicaron como mejor
pudieron por qué los semiconductores desempeñarían un papel importante en los futuros
experimentos, y cómo se realizarían algunas conexiones entre las dimensiones.
Por sugerencias de los guías, el
grupo realizó numerosos experimentos sin el dispositivo al germanio conectado
al amplificador. Este cambio permitía aparentemente algunas comunicaciones,
pero sólo con dimensiones «cercanas». Miembros de la Society for Psychical
Research fueron testigos de algunas comunicaciones recíprocas desarrolladas en
experimentos sin el germanio, y que fueron grabadas en cinta.
Los guías explicaron que las
dimensiones «más cercanas», como el mundo espiritual vinculado a la tierra, no
tenían las mismas dificultades de comunicación. Sin embargo, algunos de los
comunicantes de dimensiones lejanas conseguían hablar sólo mediante el
dispositivo al germanio, en cuanto que les proporcionaba un canal más claro
respecto a los otros métodos. Les ayudaba también a hacerse entender, dado que
se daba una especie de traducción. Elemento este fundamental, desde el momento
en que algunas de estas entidades no tenían familiaridad con el lenguaje.
Los espíritus guía dijeron
también al grupo que en el futuro sería posible recibir mensajes a través del
ordenador, fax, teléfono y magnetófono. Al parecer, cualquier tipo de aparato
electrónico se presta a una posible interacción, incluso la televisión y las
videograbadoras. El grupo fue informado de que muy pronto recibirían una prueba
en apoyo de esta previsión pero, para llegar a este punto tendrían que trabajar
en sesiones cerradas —sólo ellos cuatro— en los experimentos de comunicación
transdimensional. Los guías explicaron que querían trabajar con el fin de
establecer conexiones con dimensiones lejanas, y era mejor que estuvieran
presentes sólo las cuatro energías familiares durante la que consideraban «la
serie de experimentos más difíciles que jamás hemos intentado hasta ahora».
El doctor Ernst Senkowski entró a
formar parte del experimento de Scole en 1995. Había estudiado física experimental
en la universidad de Hamburgo en 1946, y conseguido el doctorado en la universidad
de Mainz en 1958. Para la
UNESCO había trabajado como físico en el National Research
Centre de El Cairo, en Egipto, antes de obtener la cátedra de física y
electrónica en 1961. Hacia mediados de los años 70, inició sus propios
experimentos con las voces «paranormales» grabadas en cinta. Después de algunos
meses, los resultados «mostraron la realidad de contactos audibles con los
llamados "difuntos"». Después de haber logrado estos resultados
independientes, descubrió que otros como Jurgenson y Raudive, habían hecho
observaciones similares. Se jubiló en 1998.
A la luz de lo dicho, pensamos
que el doctor Senkowski fue una especie de testigo competente en relación al
experimento de Scole. En Noviembre de 1998, nos envió un resumen de su
experiencia, junto con otras importantes informaciones.
Opiniones – DOCTOR ERNST SENKOWSKI
Mi mujer y yo tuvimos la
oportunidad de asistir a dos sesiones del GES en 1995 y en 1996.
Mis observaciones, así como los
sucesivos informes de mis colegas, los Schnittger, me convencieron de lo genuino
de los fenómenos. Consideré una serie de estos fenómenos como anomalías físicas
que no podían someterse al actual paradigma científico. Sin embargo, es posible
integrar estos (y otros) fenómenos «paranormales» en más amplios sistemas que
nacen de los resultados de la moderna investigación sobre la conciencia, de
modo especial las interacciones entre mente y materia.
Las siguientes consideraciones se
fundan en mi experiencia de 20 años en el campo menos conocido de la
transcomunicación instrumental o TCS [el doctor Senkowski acuñó este término en
los años 70 para describir «contactos con otros niveles de conciencia humana,
comprendido el "más allá"», realizado con soportes electrónicos].
Dada la visión más amplia de la
naturaleza de las leyes que gobiernan el universo, los innumerables fenómenos
de Scole podrían ampliar nuestra perspectiva perennemente limitada de la vida y
tal vez, un día, ser considerados bastante normales.
En el curso de la historia, los
«médiums» en estado de «trance» han transmitido «transinformaciones» y llevado
a cabo «transcomunicaciones» a través del diálogo o la escritura automática. A
partir de los años 50, se han utilizado en este campo todo tipo de aparatos
electrónicos (grabadoras, videograbadoras, radio, teléfonos, televisiones, ordenadores).
Cada uno de estos aparatos constituye el anillo final de una hipotética cadena
de traducción. Han transmitido mensajes desde lugares desconocidos hasta
nuestra dimensión, y admitido diálogos con «transpartner virtuales», «transcompañeros virtuales» o
«comunicantes» de otra manera ocultos.
Contrariamente a los dispositivos
de telecomunicación que cualquiera es capaz de hacer funcionar, la transcomunicación
parece estar sujeta a las facultades psíquicas del operador (y tal vez a otros
factores menos obvios).
A pesar de las extraordinarias
observaciones recogidas por individuos aislados, —comprendido el GES— no se ha
llevado a cabo ninguna verificación científica «oficial» sobre la TCS en condiciones de
laboratorio. Quedan todavía pendientes muchas cuestiones. Sin embargo, los resultados
de la investigación actual podrían hacer que nos acercásemos a respuestas
significativas.
La experiencia de Scole se
presenta como una mezcla de transcomunicación mediúmnica e instrumental, unilateral
y reciproca. Otros fenómenos extraordinarios se han manifestado y han sido
documentados. Estos han producido informaciones menos directas, pero han
demostrado la posibilidad de sorprendentes interacciones entre mente y materia.
Creo que se debe hacer una
distinción clara entre hechos extraordinarios y su interpretación. Tendremos
que evitar también separar las actuales visiones que se excluyen recíprocamente
—la materialista y la espiritualista— y considerar por el contrario un cosmos
holístico.
La controversia entre
materialismo y espiritualismo parece ser una consecuencia de una ruptura
histórica en la manera de pensar. Esta ruptura podría superarse desde una nueva
perspectiva, como expresó el ilustre psicólogo Stanislaw Groff, quien dijo que
la comprensión y la clasificación de los fenómenos paranormales no es aún
posible a la luz de una visión del mundo todavía incompleta, en la que pueden
encontrarse misticismo, física moderna, neurofisiología, búsqueda de la
sabiduría, teoría de la información y teoría de los sistemas.
Por el modo en que se ha
expresado el doctor Senkowski parece que se esté desarrollando un vocabulario
completamente nuevo para describir estos fenómenos recientes, a la búsqueda de
una nueva comprensión de la relación entre mente (consciente e inconsciente),
cuerpo y espíritu.
A nosotros nos ha parecido que su
aproximación es coherente con muchas de las ideas contenidas en la nueva
ciencia espiritual, ciencia que, como dijeron los espíritus guía, será cada vez
más aceptada por los científicos y por la gente corriente.
Planos
de la radio de germanio (inglés)
Planos
de la radio de germanio (español)
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