- W. H. Salter, Sra. : Telepatía

Telepatía

- Sra. W. H. Salter-

La palabra telepatía fue acuñada hace aproximadamente 50 años, cuando la gente empezó a hacer un estudio científico de los fenómenos psíquicos, describir las comunicaciones de cualquier clase de una mente a otra independientemente de nuestros sentidos ordinarios. Comenzaré por dar una ejemplo simple de que es probablemente un caso de telepatía, la clase de cosas que mucha gente se ha encontrado  de manera personal, con su propia experiencia: una señora americana, Sra. D., se dirigía a un amigo suyo con el que había pasado el invierno en su rancho, y ella le preguntó si había tenido alguna experiencia alarmante. “Sí” dijo su amigo,” maté a una serpiente grande de cascabel, y usted nunca adivinará con que lo hice”, “una plancha de hierro” fue la respuesta inmediata de ella, y estaba en lo cierto.
Aquí hay otro ejemplo, un tipo bastante diferente: un cierto domingo por la tarde un hombre se encontraba que le venían al pensamiento constantemente dos amigos, el Sr. y la Sra. G. en cuya casa había vivido durante 12 meses hace 40 años, hasta hacia un año. Él no había visto a estos amigos desde hacía 28 años, ni había tenido ninguna correspondencia. Unos días más tarde él leyó en un periódico que esa misma señora C. había muerto la mañana del domingo porque se le prendió con fuego el camisón.
Otro ejemplo es el caso de una impresión telepática que tomó forma de sueño: durante la noche entre el 22 al 23 de enero de 1904, la Sra. Mann, de Cambridge, tuvo un sueño vivo, en el que su viejo amigo y doctor X, quien ella no había visto desde hacía 10 años, estaba sentado al lado de ella, preguntando por qué ella no había ido a verle. Ella estaba muy impresionada por la viveza del sueño y se lo contó durante el desayuno a su marido. Ella no tenía ninguna razón para pensar en el Doctor X, pero unos días más tarde oyó que él había muerto recientemente, en la mañana del 23 de enero.
¿La mayoría de la gente convendría que estos casos son producidos por lo que podemos esperar de la casualidad?, pero ¿van más allá de la posibilidad de coincidencia? Quizás no estemos de acuerdo todos, en cuando a las grandes dificultades que nos encontramos en la investigación de la telepatía: es imposible determinar con certeza si dos personas que tienen el mismo pensamiento al mismo tiempo es por casualidad,  por habito, o por intercambio, cuando una persona debió pensar en el otro en algún momento de su vida, durante un acontecimiento importante de su vida. Obviamente tenemos que hacer una concesión grande para el caso del hábito, ya que es común ciertos pensamientos dentro de cada uno. Todos hemos tenido la experiencia de que alguien comenzaba ha hablar sobre un tema tal como nosotros pensábamos, sin que la otra persona supiera que es lo que opinábamos. Esto podría ser telepatía, pero no lo es. Nosotros podríamos haber estado escuchando algo del asunto antes y por lo tanto nuestra mente podría haber estado trabajando a lo largo de esa línea. Además, en algunos casos, como dice el Sr. Besterman, tenemos que contar con la hiperestesia, cuando la gente puede oír y ver más que cualquier persona de manera normal, de manera que sus ojos u oídos podrían haberle dado la información de manera inconsciente.
Así queremos llegar a una solución acertada de los problemas, debemos recoger ejemplos para ver las experiencias y saber si podría ser telepatía; debemos compararlos y clasificarlos, y considerar que otra explicación posible podrían tener. Esto ha sido lo que han hecho durante muchos años por la gente que lleva a cabo estudios especiales sobre fenómenos psíquicos, y los resultados está dispuestos en los 40 volúmenes de Proceedings de la Sociedad para la Investigación Psíquica, y en muchos otros libros. La conclusión general parece ser que casi seguro que la telepatía se produce, pero tenemos todavía mucho que aprender en cuanto, como y por qué.
Los casos que he citado hasta ahora son ejemplos bastante buenos de esta clase, pero si nosotros no tuviéramos nada más para contar, algunos todavía podrían pensar si esto no sería un asunto de posibilidad. Citaré otro ejemplo de esta clase que es mucho más impresionante, una experiencia que nos da un poco más la evidencia de la telepatía, ésta pertenece a la clase llamada “apariciones en el momento de la muerte”. “ el 4 de abril, una señora inglesa, Mary Paterson, de Knutsford, caminaba por su casa, una tarde después de anochecer, cuando de repente vio hacia el cielo una visión ( como una imagen que se proyecta en una pantalla) a su hermano, que estaba en Australia, y parecía que moría. Ella no tenía ninguna razón para desear eso, pero unos días más tarde ella oyó que él había muerto de repente de un golpe.
El estaba inconsciente en el momento de su visión (1)
[1] Proceedings of the Society for Psychical Research, xxxiii, 243.

La posibilidad no es una explicación probable en tal caso, y quiero acentuar una particularidad sobre ello: la experiencia era insólita, no sólo porque esto coincidió con algo que en realidad pasó al mismo tiempo y en un lugar muy lejano, además a ese personaje. La gente ordinaria de buena salud no tiene a menudo visiones, pero en muchos de los casos de telepatía tienen a menudo estas visiones, como las llaman; la persona que recibe la impresión (receptor) ve a su amigo distante, con su apariencia de siempre y oye la voz de su amigo. Lo que parece pasar es que la impresión telepática “golpea” primero en la mente del subconsciente del receptor, y produce una perturbación, que causa la alucinación provocando la atención del consciente. Estas alucinaciones telepáticas permiten una analogía interesante con las alucinaciones hipnóticas. Si dicen a un sujeto hipnotizado que cuando despierte verá un perro grande negro que está delante del fuego, su mente que está en trance, el subconsciente actuará sobre esta sugerencia, creará la alucinación del perro negro, y él en realidad verá con su mente normal consciente el perro cuando salga del trance. Este poder de la mente subconsciente para formar los pensamientos está bien establecido y el hecho de que las alucinaciones son un acompañamiento frecuente de las impresiones telepáticas, es uno de los motivos por los cuales tenemos que pensar que estas impresiones son recibidas en primer lugar por la mente subconsciente.
Los ejemplos de telepatía que hemos dado hasta ahora has sido todos espontáneos, ellos han sido “completamente inesperados”, y son muchas evidencias asombrosas las de la telepatía de esta clase, la espontánea. Pero los hombres científicos miran con recelo los fenómenos espontáneos, porque estos no pueden ser previstos ni controlados. El hombre científico dice: “déjenos experimentar, déjenos producir estos fenómenos bajo condiciones controladas de laboratorio, y luego conoceremos todo sobre ellos”. Hay mucho que decir sobre este punto de vista, ya que la mente subconsciente es una criatura tímida, bastante perversa, que no está de acuerdo mucho con el punto de vista científico”. No quiero sugerir que el experimento sea imposible – muchos trabajos interesantes se han hecho en este campo – pero la experiencia muestra que es poco probable conseguir buenos resultados a no ser que nosotros experimentemos con un receptor quien tiene insólitos poderes telepáticos. Hace unos años un experimento de telepatía a gran escala fue realizado con la colaboración entre la BBC y la Society for Psychical Research (Sociedad para la Investigación Psíquica). Más de 24.000 personas participaron en este experimento, y merecía la pera realizarlo, porque nos dio algunas insinuaciones interesantes en cuanto a ciertos mecanismos de cómo trabajan las mentes. Pero los resultados telepáticos no se produjeron, y casi lo mismo se puede decir del reciente experimento realizado por el Sr. S. G. Soal, en el que aproximadamente 700 personas participaron. La conclusión que se extrajo de tales resultados no estaba relacionada con la telepatía, pero en una gran mayoría de la gente no se produce ninguna manifestación de esto y no podemos estudiarlo.
Por qué algunas personas están mejor dotadas para la telepatía que otras es una cosa que no está clara actualmente; esto tiene probablemente que ver con el modo en que sus mentes se unen, ellas están inclinados a escaparse por las aperturas, así se comunican, de manera que lo tienen más fácil para que sus ideas subconscientes puedan tomar consciencia. Es un error el suponer que la telepatía indica cualquier idea especial de compasión entre la gente que está preocupada; esto puede ocurrir entre gente que apenas conoce, o hasta entre personas totalmente desconocidas.
Aunque sea difícil de obtener la evidencia de la telepatía en condiciones de prueba en laboratorio, no es cierto decir que esto nunca se ha hecho. Por ejemplo, hace una docena de años, dos distinguidos psicólogos holandeses realizaron un experimento asombroso en el Psychological Laboratory  (Laboratorio Psicológico) de la Universidad de Groningen. Ellos tenían un sujeto quien, como se suponía, era capaz de conseguir captar las ideas de los otros. En consecuencia este hombre fue colocado en una especie de caja en una habitación, mientras los investigadores entraron en una habitación del piso de arriba y miraron a través de una ventana de cristal del piso. De manera que era imposible que viese o se enterase de lo que sucedía arriba. En estas condiciones los investigadores pensaron en varias cartas y figuras, y el hombre abajo tuvo que decir que es lo que ellos habían pensado. Aunque un gran números de experimentos fueron realizados el número de cartas y figuras fueron limitadas a 48, para que si hubiera casualidad solo tuviera la probabilidad de acertar una entre cuarenta y ocho opciones. En realidad él tuvo razón aproximadamente 15 aciertos más que la probabilidad normal, pero todo esto está en la región de la mera conjetura.
Hay también en Proceedings de la Sociedad para la Investigación Psíquica varios informes de experimentos realizados en condiciones menor rigurosas que estos holandeses, pero bastantes estrictas de manera que es poco probable otra explicación diferente a la telepatía. Es importante observar que en todos los experimentos telepáticos el emisor y el receptor deberían estar en habitaciones diferentes, al menos, lo más alejados para excluir la posibilidad de hiperestesia, a la que ya me he referido.
Hay una cosa que se deduce claramente de todos los informes experimentales realizados con buenas condiciones: hasta con los mejores receptores el poder telepático es muy incierto, y no puede ser dicho mucho sobre el modo de entrenar a los receptores con los conocimientos actuales en cuanto al funcionamiento de los fenómenos telepáticos. La gente en cierta medida, puede entrenarse en los estados de ánimo que les posibilite la mejor posibilidad de coger una impresión aceptada y de igual forma los emisores en cierta medida pueden entrenarse en el arte de la transmisión; pero aunque se haga en los dos, el fracaso probablemente va a ocurrir con bastante frecuencia; es por lo tanto probable que los ejecutantes públicos, quienes consiguen tener éxito del cien por cien, o cercano, tenga algún tipo de código para echarse una mano.
Esto debería ser admitido, la dificultad de obtener resultados telepáticos en condiciones experimentales buenas, es una desventaja seria del estudio de este fenómeno. Sin embargo muchos pueden ser hechos por la experimentación cuidadosa con buenos receptores. Incluso en el caso de fenómenos espontáneos algunas objeciones más serias de este tipo pueden ser evitadas manteniendo los registros cuidadosamente; es muy importante que cualquier conocimiento que una persona cree que puede ser una impresión telepática lo que tiene, lo registre inmediatamente, para tener un registro atestiguado, antes de que realizar cualquier verificación sobre ese conocimiento.
Esto debe ser claramente entendido, que aunque sea conveniente dividir la telepatía en casos espontáneos y preparados, no hay ninguna línea clara y definida entre las dos clases, porque para unos es un caso de espontaneidad pero para otro es un caso experimental. Por ejemplo, es un caso, en que el emisor es experimental. Un cierto Sr. Kirk, había estado haciendo algunos experimentos de telepatía con una señora que conocía, él se imaginaba repetidamente algo para ver si podía él aparecer en su casa que estaba a una distancia. Lo que sintió la señora es que estaba cansada aquella tarde, y se sentó en el sillón, durmiéndose. Al cabo de un rato se despertó, y vio la figura de su amigo, el Sr. Kirk, que estaba de pie, cerca de ella; él parecía que iba andando hacia la puerta, y luego de repente desapareció, como en el caso de la Srta. Paterson, quien vio la visión de su hermano que estaba en Australia.
Seleccioné este caso, el de Australia, de entre muchos de su misma clase, por una razón especial: esto nos muestra que la distancia entre el emisor y el receptor, no es un obstáculo, que es el argumento de algunos, lo que sugiere es una conclusión interesante e importante. La telepatía no es algo que podamos contar, un proceso físico en absoluto; no sigue ninguna ley conocida de la física, tampoco parece ser una función de una parte determinada del cuerpo. Algunas personas hablan vagamente de rayos, y comparan la telepatía con la radio, pero los que han estudiado las evidencias a fondo están de acuerdo en que estas comparaciones no nos ayudan en absoluto ¿cómo, por ejemplo, podemos explicar por tal medio que una persona en Australia debería de ser capaz de enviar un mensaje a un individuo en particular que está en Inglaterra, para que el receptor vea inmediatamente la escena que emisor quiere transmitir?¿dónde está el aparato en el cuerpo?¿dónde está la energía del hombre que muere? Para muchos casos de telepatía se decantan por creer que son apariciones de los muertos. Pensemos en una fabrica mecánica, que necesitara enviar y recibir señales de televisión, entonces la imagen tendría que convertirla en impulsos eléctrico y estos otra vez en ondas de luz, entonces comprenderemos que hay inmensas dificultades para explicar la telepatía de esta forma.

La telepatía realmente parece ser lo llamé en el principio de este artículo, una comunicación entre una mente y otra, y por esta razón se puede lanzar alguna luz sobre el problema de si la comunicación con los muertos es posible. No voy ha hablar de ese problema aquí, sólo quiero sugerir que si los muertos son capaces de comunicarse con nosotros, como se pretende hacer en las sesiones con los médiums en trance, como la Sra. de Osborne Leonard, el método de comunicación es probablemente el telepático, es decir comunicación directa de una mente a otra, ya que sabemos que nuestros órganos corporales no sobreviven a la muerte.
Me he referido al hecho que las impresiones telepáticas son por lo general, si no siempre, de origen subconsciente. Una de las maneras por la cual sacar cosas del subconsciente es mediante varias clases de automatismos, las escrituras o el dibujo automático, por ejemplo. Decimos que una persona escribe automáticamente si él no tiene una idea clara, consciente de lo que escribe; su estado de ánimo en ese momento puede variar de manera normal hasta ser completamente inconsciente.
Esto es sólo en casos raros que la escritura o dibujos automáticos alcanzan un alto grado artístico; uno de los pocos grandes artistas entre los automatistas fue William Blake. Muchos de los cuadros de Blake eran según su declaración visiones alucinatorias, en que medida el dibujo era automático es difícil decir – quizás Blake no habría querido decirlo. Él a veces escribía automáticamente, de eso no hay duda, ya que el escribió una carta a un amigo, un poema que le fue dictado ( por lo que el creía un espíritu ) como dijo ‘sin la premeditación y hasta contra mi voluntad ‘. Con la experiencia de Blake podemos comparar la de Coleridge, quien compuso su poema famoso Kubla Khan cuando estaba soñando y lo transcribió de la memoria cuando despertó.
Pero en la gran mayoría de los casos el interés de la producción artística es de carácter psicológico más que artístico. Los resultados, por ejemplo, logrados en el dibujo y la pintura automática siguen patrones algo monótonos y limitados, ciertos efectos de color (algunos de ellos obviamente simbólicos) que se repiten muchas veces. La habilidad técnica demostrada en ambos casos de dibujo y pintura puede, sin embargo estar más allá de cualquier automatismo normal. Un buen ejemplo interesante de escritura automática desde este punto de vista que puedo mencionar es 'The Case of Patience Worth, descrito por el Dr.  Walter Franklin Prince, sobre el automatismo de una mujer americana quien tenía poca educación.
De gran interés especial desde el punto de vista psíquico son los casos de escritura automática que muestran un conocimiento adquirido fuera del conocimiento normal del escritor. Aquí hay otro caso del cual probablemente una impresión telepática emergía en la escritura automática, esto ocurrió en una larga serie de experimentos telepáticos realizados por Rev. P. H. Newnham y su esposa. El Sr. Newnhan, sentado en una habitación anotó la siguiente pregunta: “¿cuál es el nombre cristiano de la hermana del Sr. S.?” la respuesta era desconocida para él, pero el Sr. S. estaba en la habitación por entonces. La Sra. Newnhan, sentada en otro sitio, sin saber cual había sido la pregunta, escribió automáticamente “Nina”; la cual era la respuesta correcta.
Este es un caso simple del que pueden decirse algunas palabras; algunos casos interesantes de escritura automática son largos y complicados para ser descritos en el espacio a mi disposición. Es imposible, por ejemplo, hablar aquí de las complicadas conexiones entre las escrituras automáticas y varios automatistas, lo que se ha nombrando como “Correspondencia Cruzada”. Los que deseen estudiar esta pregunta debería leer los registro publicados en Proceedings de la Society for Psychical Research.
Para concluir esto, puede ser interesante a mis lectores para aprender algo de la escritura automática desde el punto de vista de un automatista. Yo soy una de las personas que mencioné antes, teniendo más facilidad para escapar a las costuras de la mente, muchos años he practicado la escritura automática con objetivos experimentales. Nunca estuve en estado de inconciencia completa que es característica del trance profundo – si lo hubiera hecho tampoco tendría nada que contar ya que no me acordaría de nada – pero he estado en un estado que estoy apenas consciente de mi entorno y tengo pocos recuerdo después de lo que hubiera escrito. En ese estado, interiormente  soy conciente de un gran número de pensamiento que van a la deriva, algunos de ellos son pensamientos que intento coger. No siempre lo encuentro fácil coger los pensamientos correctos. Siento más bien como uno podría sentirse en un sueño que se conduce una manada innumerable de cerdos, de los que sabía sólo unos cuantos merecían encerrar. Al mismo tiempo tengo que realizar una especie de hazaña de equilibrio mental: si me caigo demasiado lejos hacia un lado, hacia la inconsciencia, entro en estado de “coma” y soy incapaz de hacer que mi mano escriba, y si pierdo terreno sobre el otro lado, puedo no conseguir el objetivo que quería realizar. La experiencia de esta clase ayuda a comprender las dificultades que son probablemente inevitables en todas las clases de preguntas psíquicas debido al estado de la frontera del conocimiento en el que ellos con frecuencia se producen.
Fuente: "Inquiry into the Unknown" edited by Theodore Besterman (London: Methuen & Co., 1934).


Artículo original en inglés