- La Personalidad Humana. Prefacio

LA PERSONALIDAD HUMANA
F. W. H. Myers



0.  Prefacio 


1.  Introducción

2.  Las desintegraciones de la personalidad

3.  El genio

4.  El sueño

5.  El hipnotismo

6.  Automatismo sensorial


8.  El automatismo motor

9.  Posesión, arrebato, éxtasis

10.  Conclusiones





LA PERSONALIDAD HUMANA

-Prefacio -

El libro que me decido por fin a publicar, no es más que una exposición parcial de un tema de pleno desarrollo, y que yo había, durante largo tiempo, esperado poder tratar de un modo más perfecto. Pero a medida que el conocimiento se completa, la vida se va y yo he preferido aprovechar los años que me quedan para suministrar, con este manual tan imperfecto, mi contribución a un reino de investigaciones cuya novedad y extrañeza exigen absolutamente una sistematización provisional, con la esperanza de que , al sugerir nuevas investigaciones, y con la acumulación de nuevos datos, pronto será reemplazada y superada. Pocos críticos de este libro, se darán mejor cuenta que yo de sus defectos y de sus lagunas, pero son pocos también los que , hasta ahora, se han dado cuenta de toda la importancia de los hechos en que se apoya este libro.

Un gran número de estos hechos ha sido ya publicados en Phantasms of the Living; un número aún mayor en “Comptes Rendus de la Société de Recherches Psychiques”, pero estos hechos están muy lejos de haber adquirido derecho de ciudadanía en la conciencia científica moderna. Estoy convencido de que un día será asombroso que la promulgación de estos hechos haya sido abandonada a un escritor que dispone de tan poco tiempo, y con una bagaje científico tan incompleto.

Si este libro tiene algún valor, lo debe en gran parte a otros espíritus que el de su autor. Su existencia, en primer lugar, depende de la de los amigos fieles e inapreciables colaboradores, a cuya memoria lo dedico.

La parte que corresponde a estos llorados colegas, Henry Sidgurick y Edmond Gurney, aún formando por su naturaleza y cantidad, el elemento esencial de este libro, no puede ser definida de un modo exacto y completo, en vista de los cambios que han tenido lugar desde su muerte. Es, desde luego, posible medir hasta un ciero punto , el grado de su colaboración, en lo concerniente a la revisión de mis trabajos anteriores, las experiencias en común, y los pensamientos y descubrimientos originales. Las largas citas tomadas expresamente de Edmond Gurney tienen por objeto mostrar el grado de intimidad que, hasta su muerte, nos unía en el trabajo. Pero el beneficio que yo he obtenido de esta asociación tiene aún un carácter más profundo. El fin que nos ha guiado en este estudio, era hacer resaltar la necesidad, de un apoyo moral íntimo. Un aislado, un excéntrico, o un hombre que vive rodeado de individuos de inteligencia inferior a la suya, hallará quizá, que es fácil trabajar con seguridad en una obra que sabe por anticipado, que va a ser despreciada o ignorada por la masa de sus contemporáneos. Pero la obra es más difícil para un hombre que se siente unido pro numerosos lazos a sus semejantes, y que desea vivir con espíritus iguales o superiores al suyo. Un hombre así no puede desdeñar la reprobación , explícita o implícita, del importante grupo de personas, cuyas opiniones concernientes a otros temas había aprendido a estimar.

No necesito decir que la actitud del mundo científico, y del mundo intelectual en general, era en aquella época , más conciencia del escaso valor que se da generalmente a los estudios que yo realizo. Hoy en día , un libro acerca del tema que yo trato, debe esperar el provocar críticas no sólo legítimas y justificadas sino también el desdén y el resentimiento que excitan naturalmente toda novedad y toda heterodoxia. Pero yo no me propongo erigir en acto de valor, una empresa en la cual la generación siguiente verá, quizá la cosa más natural del mundo. “Nihil ausi nisi vana contemnere” éste será , seguramente, el cumplido más halagador que será dirigido a lo que nos parece nuestra independencia temeraria. Pero el reconocimiento me obliga a decir  que , aún habiendo podido pensar, en mi fuero interno, “dar prueba de valor despreciando las cosas vanas”, no me habría atrevido jamás a aplicar mis conocimientos de aficionado a una publicación de esta envergadura, si mi respeto por los juicios de mis dos amigos, no hubieran aumentado algo la confianza en mí mismo. Su favor y su amistad que han convertido en placer la parte que yo he realizado en este trabajo , hacen que yo considere un verdadero deber la publicación de este libro.

Me queda aún que dar las gracias a otro colega desaparecido, el Dr. A. T. Myers, que me ha ayudado durante años en todas las cuestiones médicas tratadas durante el curso del libro.

Debo un gran reconocimiento a los corresponsales  que me han suministrado los relatos originales y a la “Soiété de Recherches psychiques” que me ha autorizado a utilizarlas. Pero debo dejar al libro en sí, cuidado de indicar con más detalles, todo cuanto debo a tantos hombres y mujeres , y cuál es la extensión del trabajo y el interés de lo expuesto y presentado en este libro.

Este libro es, en efecto, más una exposición que una demostración. Mis  humildes fuerzas no me habrían permitido resumir la masa de datos ya reunidos en los dieciséis volúmenes de “Comptes rendues”, en los nueve volúmenes del “Journal” en “Phantasms of the Living” y en otros libros y colecciones manuscritas. Esta rama del conocimiento exige, como todas las demás, el ser estudiada con cuidado por los que desean comprenderla y hacerla avanzar.

Lo que yo me he propuesto aquí, es hacer este conocimiento más asimilable coordenándolo mediante una forma tan clara e inteligible como lo permitan mis limitados recursos personales, y la misma naturaleza de los hechos.

                                                                                                                               F. W. H. Myers