Los experimentos con Pasquale Erto
Por Harry
Price
PASQUALE ERTO es un médium napolitano, de 35 años de edad,
que saltó a la fama durante el examen de sus supuestos poderes por parte del difunto
Dr. Gustave Geley en 1921 y 1924. Después de treinta y ocho sesiones, el Dr.
Geley publicó un informe adverso (ver la Revue
Metapsychique de mayo-junio y julio-agosto de 1924 y Le Matin, 7 de abril de 1924), pero admitió que varias de las
manifestaciones lo desconcertaron. Erto exigió otra prueba y esta fue realizada
de forma independiente por la revista parisina L'Opinion, que formó un panel de eminentes científicos y químicos
franceses. Las sesiones se llevaron a cabo en el laboratorio de la Facultad de
Farmacia de la Sorbona. Nuevamente se emitió un informe completamente adverso,
y los investigadores publicaron el proces-verbaux completo (ver L'Opinion, París, del 23 y 30 de mayo de
1924).
Erto regresó a Nápoles y escuché poco acerca de este hombre
hasta que el Dr. Servadio publicó un artículo en Luce e Ombra (de septiembre de 1931) recordando los experimentos
anteriores y sugiriendo que el médium fuera examinado nuevamente en el
Laboratorio Nacional de Londres o en el Institut Metapsychique de París. Parece
que el profesor Dr. Emanuele Sorge, un distinguido cirujano de la Universidad
de Nápoles, había estado realizando algunos experimentos con Erto y quedó
bastante impresionado. El profesor Sorge me escribió y me dijo que el señor
Erto estaba dispuesto a hacerse la prueba en el Laboratorio Nacional, si
nuestro Consejo pagaba los gastos de la visita. El Consejo estuvo de acuerdo y
Erto llegó a Londres el viernes 4 de diciembre de 1931.
El fenómeno de Erto consiste en destellos de luz de varios colores, rayas luminosas, puntos de luz y manifestaciones similares. Otra facultad que se le atribuye es el poder de afectar la emulsión sensibilizada de las placas fotográficas selladas.
Las luces
Hay que recalcar que muchas de estas luces se pueden duplicar
exactamente por medio de una pequeña partícula de ferrocerio (los
"pedernales" que ponemos en nuestros encendedores de bolsillo) y un
fragmento de acero. No sería justo para los investigadores anteriores a menos
que dijera que tales partículas de ferrocerio y puntas de plumillas que se
encontraron en abundancia durante las pruebas de París en condiciones que
hicieron imposible que los científicos franceses llegaran a otra conclusión que
no fuera los objetos así encontrado los que había sido utilizado para la producción
normal de "fenómenos".
Además de los fenómenos luminosos, Erto está controlado por
al menos tres entidades, a saber, un poeta italiano llamado: "Nier",
cuya voz hace vibrar las ventanas; un "Dr. Pagel", un personaje
sosegado que brinda consultas notables, y una "Donna Anna", cuya voz
quejumbrosa y gorjeante a veces rompe en una canción. Hemos escuchado todas estas
voces en diferentes momentos.
El trance de Erto es la exhibición más asombrosa y angustiosa
(si bien genuina) que he experimentado. Comienza con luz blanca, que luego se
cambia por roja. El trance es autoinducido y no alcanza su clímax hasta que hay
oscuridad total. Entonces el Médium comienza a gemir, jadear, gruñir, golpea la
silla con mucha violencia, se golpea a sí mismo, ladra como un perro, se
atraganta como si se ahogara, murmura "ma-ma-ma-ma-ma-", etc. ,
grita, chilla, vocea, se retuerce en su silla, da gritos de angustia, se golpea
el pecho, se tambalea por la habitación como un borracho, agarra la cabeza, las
manos y el cuerpo de los presentes, los arrastra por la habitación y se
comporta generalmente como uno poseído.
Se dispuso que, para las dos primeras sesiones, Erto debería
usar su propia ropa, y el control se endureció después considerablemente. En la
primera sesión se presenció un destello. En el segundo experimento tuvimos una
exhibición brillante de destellos y luces que duró aproximadamente una hora. En
ambas sesiones se registraron sus ropas, pero como la producción normal de
estas luces podría haber sido lograda por dos pequeños objetos de unos 2 mm
cuadrados, es obvio que sería necesario un examen médico estricto para
revelarlos, si estuvieran ocultos en alguna parte de sus cavidades corporales.
En la tercera y posteriores sesiones, comenzamos a
controlarlo adecuadamente. Un reconocimiento médico por el Dr. Millauro,
compatriota; el uso de nuestra prenda especial y, especialmente, el control
adecuado de sus manos formaban parte de la rutina de control. Se pasó un imán
poderoso sobre su cuerpo.
Los fenómenos se detuvieron repentinamente. Durante las
sesiones 3-8, solo se observaron dos parches pálidos y luminosos (no vistos por
todos los asistentes) en una sola sesión y como su prenda especial fue arrojada
y depositada en el medio de la sala de sesiones durante el experimento, nuestro
control fue roto y las "luces" contadas – pero no eran controlado.
Sus manos han sido inmovilizadas por medio de guantes de
boxeo que eran totalmente cómodos. Pero como se quejaba de que no podía mover
los dedos, se sustituyeron los guantes por un par de cajas selladas de roble
claro. No se han producido fenómenos al llevar las cajas ni los guantes (que
consiguió destruir y tirar durante la sesión) y, de hecho, no se ha producido
fenómeno alguno cuando se han controlado correctamente las manos. Además,
aunque una placa fotográfica, en un sobre opaco sellado de rayos X, se colocó
cerca de él en cada sesión, nunca se vio afectada. Pero obtuvimos un excelente
registro fotográfico de algunos de los "destellos" altamente
actínicos que presenciamos en la segunda sesión.
Erto regresó a Nápoles sin haber producido un solo fenómeno
bajo un buen control.
light_v52_n2662_jan_15_1932
http://iapsop.com/archive/materials/light/light_v52_n2662_jan_15_1932.pdf