Ed y Lorraine Warren y el "Demonio" de Enfield
Tom Ruffles
El Poltergeist de Enfiel fue famoso por el libro de Guy Lyon
Playfair, “Esta casa está encantada”
y recientemente ha sido objeto de una serie de televisión de Sky, El Encantamiento de Enfield, y además
está la noticia del próximo lanzamiento de una importante película, El Conjuro 2 (El título ha ido cambiando
desde El Conjuro 2: El Poltergeist de
Enfield) a diferencia de “Esta casa
está encantada” y El Encantamiento de
Enfield, en El Conjuro 2 no se
centra en la investigación llevada a cabo por la Sociedad para la Investigación
Psíquica para la cual Playfair y Maurice Grosse investigaron sino en los
demonologistas estadounidenses Ed y Lorraine Warren. Ha habido cierta confusión
acerca de la implicación de los Warren en Enfield, lo que podría suponer que
fue considerable teniendo en cuenta que la película está basada en sus
informaciones. Sin embargo, Playfair fue recientemente entrevistado en una
radio (‘Darkness Radio’) diciendo que los Warrens quizás visitaron
la casa de Enfield una vez, cuando Ed le habló sobre todo del dinero que
podrían conseguir, a Playfair esa actitud no le impresionó.
Entonces, ¿cuál fue
la participación de los Warren en Enfield? Alguna indicación se puede obtener
de los papeles de Grosse en poder de la Sociedad para la Investigación
Psíquica. Afortunadamente, Playfair tenía generalmente informado a Grosse de
todas las actividades llevadas a cabo, de esta manera se muestra de una manera
bastante fiable la situación de los dos principales investigadores.
La primera sorpresa es el tiempo que los Warren estuvieron
allí. Teniendo en cuenta los hechos, llegaron en agosto de 1977, Lorraine
Warren no apareció en escena hasta el 8 de mayo de 1978. Ella escribió una
carta a mano a Grosse, a través de Delta Airlines, la carta decía que a pesar
de que ella no había estado nunca en Enfield, se había mantenido informada de
la evolución gracias a un amigo muto, Carlos Moisés de la Psychic Research
Associates de California, que visitó la casa. Ella había planeado volar a echar
un vistazo por sí misma y ver cómo “ayudar”. Por una variedad de razones no fue
capaz de viajar, pero ella y Ed esperaron hasta junio para llegar a Inglaterra
con la esperanza de reunirse con Maurice, y a través de él llegar a conocer a
la “familia Enfield” (lo que sugiere que en ese momento no dieron sus nombres
reales) o visitar cualquier otro caso actual que pudieran necesitar su “ayuda”.
Entonces de repente la letra cambia de tono: “Sr. Grosse, ¿es consciente de que
el trabajo especializado de Ed es el área de la “demología?” ¿Cuáles son sus
sentimientos respecto a este campo en particular?¿Cree que puede haber algo
fuerte (evidencia) en el caso de Enfield?” Ella se despide tras asegurar que
Grosse y ellos tienen objetivos comunes, y una vez más dice que van a ser
capaces de “ayudar” a Grosse.
Parecería que Grosse no se dejó engañar por este enfoque. Él respondió cortésmente
el 18 de mayo de 1978 diciendo que sentía que Lorraine no pudiera viajar pero
que tenía interés en conocerla a ella y a Ed cuando estuvieran en condiciones
de hacerlo. Indicó que el caso fue significativo por el número variado de
fenómeno, la duración y la profundidad de la investigación (que puede
interpretarse como una forma de superioridad sobre ella). Probablemente estaba
desconcertado por la referencia a la demonología, él reconoció que tenía una “mente
bastante abierta sobre el tema” a pesar de no haber visto signos de las “fuerzas
del mal” en el trabajo. De hecho, concluye que no ha encontrado todavía una teoría
que explique satisfactoriamente la variedad de fenómenos.
Los Warren, efectivamente llegaron a la casa al mes siguiente porque Grosse
escribió un informe con fecha del 4 de julio de 1978 que envió a la secretaria
del S.P.R. Los Warren visitaron la casa el 16 de junio con un compañero y Grosse y en presencia del entrevistador de Peggy Hodgson, Janet y Margaret, el hermano de Peggy, John Burcombe. Según Grosse, los
visitantes dijeron que estaban impresionados por las evidencias. Esa noche
Grosse y los miembros de la familia Hodgson participaron en una discusión
telefónica transatlántica desde la casa de John Burcombe para un programa sin
especificar producido por un miembro del Cuerpo de Prensa del presidente
Carter. Lorraine le dijo a Grosse más tarde que el programa había sido bien
recibido. Después de la emisión, la señora Warren entró en la casa de los
Hodgson y entró en estado de trance registrando pensamientos relacionados con el
ex marido de la Sra. Hodgson, Grosse relató que Lorraine Warren no tenía ningún
conocimiento personal con el Sr. Hodgson (las impresiones reales no se
incluyeron en el informe). El Sr. Warren y su compañero se quedaron en la casa
por su cuenta y llevaron a cabo un ritual que no describieron a Grosse, a pesar
de ello, dijeron que no había tenido ningún éxito. Los tres visitantes se
fueron justo después de la media noche y avisaron a Grosse, el 27 de junio
hicieron su viaje de regreso a EEUU. Le dijeron a Grosse que había habido mucho
interés en la emisión de un programa de televisión. Grosse concluye el informe:
“Yo personalmente estaba muy impresionado con nuestros visitantes conocedores
de lo oculto y de la manera que llevaron a cabo su limitada investigación”. La
referencia a la “investigación limitada” es un aguijón en referencia a lo
oculto, posiblemente una forma encubierta de decir que él no estaba de acuerdo
con su punto de vista.
Así que los Warren pasaron en la casa un día. Ellos regresaron sin embargo como indica una carta con fecha del 12 de julio de 1980, y obviamente enviado por Gerald Brittle el editor ejecutivo del Souvenir Press. Playfair estaba en proceso de preparación “Esta casa está encantada”. Brittle estaba escribiendo su propio libro, El Demonólogo: La extraordinaria carrera de Ed y Lorraine Warren, publicado el mismo año. Su carta ofrece más fechas de las supuestas visitas de los Warren a la casa. Es posible, si es de extrañar que Playfair y Grosse fueron conscientes de esta visita en el mismo momento y se organizaron en privado con los Hodgson. Según Brittle los Warren estuvieron del 6 al 9 de agosto de 1979 en la casa, pero la carta se centra principalmente en el contenido de “Esta casa está encantada” cuyo manuscrito Brittle había visto. Dijo que los Warren había investigado Enfield al mismo tiempo con Playfair y Grosse (tal vez a él le pareció que fue extenso, pero no está claro), sino los había incluido en el libro.
Así que los Warren pasaron en la casa un día. Ellos regresaron sin embargo como indica una carta con fecha del 12 de julio de 1980, y obviamente enviado por Gerald Brittle el editor ejecutivo del Souvenir Press. Playfair estaba en proceso de preparación “Esta casa está encantada”. Brittle estaba escribiendo su propio libro, El Demonólogo: La extraordinaria carrera de Ed y Lorraine Warren, publicado el mismo año. Su carta ofrece más fechas de las supuestas visitas de los Warren a la casa. Es posible, si es de extrañar que Playfair y Grosse fueron conscientes de esta visita en el mismo momento y se organizaron en privado con los Hodgson. Según Brittle los Warren estuvieron del 6 al 9 de agosto de 1979 en la casa, pero la carta se centra principalmente en el contenido de “Esta casa está encantada” cuyo manuscrito Brittle había visto. Dijo que los Warren había investigado Enfield al mismo tiempo con Playfair y Grosse (tal vez a él le pareció que fue extenso, pero no está claro), sino los había incluido en el libro.
Brittle dice que durante la visita de los Warren y sus
dos amigos experimentados en fenómenos espirituales había grabado 13 horas de
audio de “entidades” de la casa, habían fotografiado objetos levitando,
apariciones de excrementos y la desaparición “espontánea” de una pantalla de
concina, testigos de materializaciones de rocas y desmaterialización de una
botella de agua bendita, y entrevistaron a la familia y añade: “El 6 de agosto
del 79, los Warren también hicieron una emisión en directo por radio (teléfono)
desde la casa del Sr. Burcombe (pariente cercano de Hodgson) en la que se
afirmó que la actividad se producía en el mismo momento de la emisión” No está
claro si la visita de los Warren fue la del 16 de junio de 1978 cuando se produjo
la entrevista en directo por teléfono desde la casa de Burcombe (como señala el
informe de Grosse del 4 de julio de 1978) o si hubo una segunda emisión.
Sin embargo, además de esbozar las conclusiones de los
Warren, Brittle intentan reclamar algún tipo de prioridad de la corta
investigación de los Warren, afirma en su carta las “pertinentes discrepancias
del hecho” de que entre los dos libros el de Playfair podría tener problemas. Una era el
caso la fecha del final del caso, según Playfair el final fue en abril de 1979
(obviamente eso podría dar problemas a los Warren porque fueron a experimentar
en agosto), por lo tanto cuentan que Playfair está “en desacuerdo con los
hechos”. Además, aunque Grosse y Playfair hablan de “poltergeist”, lo que los
Hodgson experimentaban era un “espíritu inhumano” (es decir, un demonio) y
además Playfair y Grosse no “permitieron” un exorcismo, a pesar de haber sido
informados en numerosas ocasiones de que era necesario, aunque ahora la Sra.
Hodgson no hubo pedido ningún exorcismo a Warren.
Había más discrepancias, continúa Brittle, pero estas
fueron las más importantes, y cualquier comparación de los dos libros, sugiere,
mostraría que la obra de Playfair sería desfavorable. Lo peor de todo para
ellos fue que los Warren no fueron mencionados ninguna vez en “Esta casa está encantada” e incluso afirman
que su título fue dicho por uno de los espíritus que el Sr. Warren investigó en
1979: 'Esta casa está embrujada. Mata a los fantasmas."
Por lo tanto, teniendo en cuenta las deficiencias
manifiestas en “Esta casa está encantada”
y en comparación con “El Demónologo”,
¿qué podría hacer Playfair para corregir este lamentable estado de las cosas?
Brittle tiene una sugerencia: “quizás un epílogo podría ser añadido a futuras
ediciones, que refleje el estado real de la actividad, el efecto y el
reconocimiento de los Warren ya que tuvieron prioridad sobre Grosse y Playfair”.
Brittle confía en que los Warren permitieran que sus nombres fueran utilizados
para tal fin. Concluye ofreciendo algunas observaciones para mejorar el final
del libro de Playfair, examinando sus referencias sobre el síndrome de Tourette,
una conexión que Brittle argumenta como dolorosa para los “teólogos académicos
de Estados Unidos y posiblemente llevara a los Hodgson a demandar a Playfair
por “calumnias” (presumiblemente se refiere a difamación). Uno tiene que
admirar el descaro de Brittle (el
síndrome de Tourette se quedó en el libro).
Playfair y Grosse recibieron la carta y ambos
respondieron en términos despectivos, Playfair el 22 de julio de 1980 y Grosse
dos días más tarde. El primero señaló que el subtítulo de su libro era: “Una
investigación del poltergeist de Enfield”, indicó que se trataba de una
investigación de Grosse y no de los Warrens (por cierto, me doy cuenta que la
edición del 2007 el libro ha cambiado el subtítulo por “La investigación del
poltergeist de Enfield”, así que quizás Playfair prestó atención a los Warren,
después de todo, pero no de la forma que ellos habría querido). Playfair añade
que el libro había sido enviado a los editores mucho tiempo antes de agosto de
1979, así que difícilmente habría sido posible incorporar la visita de los
Warren en ese mes. En cuanto al final del caso, afirmó de manera categórica que
sólo puede ser terminado cuando el poltergeist desaparece, ambos enunciados son
verdaderos. ¿El exorcismo? “Cuando haya tenido tiempo de leer el libro,
Brittle, vería que la Sra. Hodgson dijo específicamente que no quería. ¿El
título? Fue una observación hecha por la Sra. Hodgson. Finalmente Playfair
confirma que conoció a Ed Warren una sóla vez en Enfield mientras él lo
encontró “amable” añade que en la reciente entrevista que fue concedida para
discutir El Conjuro 2, Ed pasó la
mayor parte del tiempo hablando de dinero.
Grosse fue igualmente breve, reivindicando la
prioridad como miembro del SPR siendo el principal investigador en un caso
difícil que duró muchos meses. Con senatez señaló que las declaraciones
definitivas acerca de la causa de los fenómenos no podrían darse con seguridad,
pues todavía no hay consenso sobre las causas del poltergeist.
La conclusión de Ed Warren fue por tanto sólo su
opinión. El mismo Grosse no estuvo “al tanto” de los fenómenos descritos en la
carta de Brittle en agosto de 1979, por lo tanto no era capaz de comentar. Él
dijo que le preguntó a John Burcombe sobre la emisión desde su casa, y el Sr.
Burcombe le dijo que cree recordar que no hubo ninguna “actividad” durante el
mismo, contrariamente a la afirmación contenida en la vaga carta. Brittle
respondió el 5 de agosto de 1980. Ya había respondido Playfair, dijo que lamentablemente esa carta
no está entre los papeles de Grosse. Todo lo que tenía que añadir a Grosse era
que no se sorprendió de las “declaraciones políticas” que recibió, obviamente por
la mala manera de esforzarse por que los Warren salieran en “Esta casa está encantada”. Señaló el Sr.
Brittle que había aprendido de diferentes fuentes, no sólo de los Warren, sino
también de exorcistas, “profesores de la iglesia católica”, y de los propios
testigos de los poltergeist suele ser la realidad de un espíritu demoniaco”.
Esto parece poner fin a la discusión entre Brittle con Playfair y Grosse.
De la elaboración del informe de Grosse y de la carta
de Brittle parece que los Warren estuvieron presentes en la casa de los Hodgson
durante un máximo de cuatro días, suponiendo que las vagas fechas sean
correctas, es poco probable que hayan sido más tiempo porque los Warren se lo
habrían dicho a Brittle, pero no hay ninguna visita adicional. La brevedad está
marcada por el contraste de la larga investigación llevada a cabo por Grosse y
Playfari y uno no puede entender que la
pareja, siendo condescendiente (aún demasiado caballeroso) insultara, los
Warren habían estado unos días allí y crudamente trataron de imponer su
reducida interpretación que estaba en desacuerdo con las experiencias de Grosse
y de Playfair, manteniéndolo todo el tiempo (si la carta original de Brittle
refleja sus puntos de vista) afirmando que el libro “Esta casa está encantada” era incorrecto en alguna medida, siendo
una vaga condescendencia.
Huelga decir que el epílogo sugerido no se adjuntó en ninguna edición de “Esta casa está encantada”. Y no se hace referencia a los Warren tampoco. Playfair no obstante tiene en cuenta los vagos comentarios sobre el síndrome de Tourette, aunque sin nombrarlo, en el epílogo de la edición del 2007 señaló que “algunos críticos pensaron que yo hice una conclusión prematura sobre cuando sugerí que el síndrome en el poltergeist podría ser una variedad del síndrome de Tourette …”, antes de pasar a analizar las similitudes y diferencias entre los dos. Los Warren no son mencionados en absoluto y en “El Demonólogo” no está en las recomendaciones de lecturas, a pesar de que contiene un capítulo sobre las Voces de Enfield”.
Huelga decir que el epílogo sugerido no se adjuntó en ninguna edición de “Esta casa está encantada”. Y no se hace referencia a los Warren tampoco. Playfair no obstante tiene en cuenta los vagos comentarios sobre el síndrome de Tourette, aunque sin nombrarlo, en el epílogo de la edición del 2007 señaló que “algunos críticos pensaron que yo hice una conclusión prematura sobre cuando sugerí que el síndrome en el poltergeist podría ser una variedad del síndrome de Tourette …”, antes de pasar a analizar las similitudes y diferencias entre los dos. Los Warren no son mencionados en absoluto y en “El Demonólogo” no está en las recomendaciones de lecturas, a pesar de que contiene un capítulo sobre las Voces de Enfield”.
Volviendo al Conjuro 2, En la
entrevista a la radio Darkness
Radio, Payflair fue objeto de un artículo de Greg Newkirk en la web Week
in Weird , (Evocando la Verdad: El
Poltergeist de Enfield, el investigador dice que ni Ed ni Lorraine Warren
investigaron nunca el caso – 7 de enero del 2016) en el que considera la
cuestión de por qué la secuela del El Conjuro usa como base de Enfield
los aportes de los Warren que fueron una mínima actuación. La razón, concluye,
se debería a que los Warren probablemente no poseen los derechos de autor de
muchos de sus casos, habiéndolos vendido, así que la Warner Bros, el estudio que
hizo El Conjuro, tuvo que extraer del vago libro la información en el que brevemente aparece Enfield (al igual
que pasó con escisión de Anabelle). La situación legal es muy compleja, pero si
arroja algo de luz sobre la próxima película elegida para Enfield, un caso
asociado a la SPR en vez de a los Warren, y también sugiere que tal vez haya
una dejadez por la franquicia de los productores por raspar el fondo del barril
y por afirma de lejos que el material proviene de “hechos reales”. Por lo menos
la familia Hodgson debe de ganar financiación con el proyecto aunque tenga que
luchar por el reconocimiento de sus contenidos.
La poca información que hay sobre El Conjuro 2,
vale la pena hacer un breve examen. El tráiler comienza con el título: “Enfield,
Londres, 1977” y la voz en off de Lorraine diciendo algunas preguntas a
Janet, una serie de preguntas principales que tendrán los investigadores serios
serviles con incredulidad. Obviamente la fecha de 1977 está mal porque los
Warren no visitaron la casa hasta 1978. Retrasar la fecha implica la
participación de los Warren “cubriendo” el mismo periodo que estuvieron Grosse
y Playfair, y eso es falso (vamos a dejar de lado el hecho de la apertura en el
jardín otoñal con las hojas por todas partes siendo la visita de los Warren en
junio y agosto). El grueso del tráiler parece filmado a través del agua sucia
de un estanque, tiene a la actriz Janet que lleva el camisón rojo con ribetes
blancos que tan popular se hizo por las fotografías de Graham Morris, los
posters pop tan prominentes en las fotografías de Enfield se han sustituido por
cruces por todas las paredes. Estas giran al revés después “Janet” se encuentra
a sí misma clavada en el techo y para rematar es amenazada por un ser
sobrenatural que parece ser sacado del primer Conjuro. Al final proclama “Una nueva historia real de los casos de
Ed y Lorraine Warren”, pero sin que Lorraine Warren tenga ninguna prueba
documentada que apoye tales ocurrencias extravagantes al contrario que los
testigos filmados por Playfair en Enfield que demostraban que estaban de
acuerdo con el contenido de “Esta casa
está encantada”.
Gregory fue muy crítica con el caso Enfield atribuyendo los fenómenos a actos de niños traviesos, presumiblemente ella podrá aparecer en El Conjuro 2, así ridiculizar a los parapsicólogos que no han aprendido todavía la lección de Tobe Hooper en Poltergeist, en un intento de una explicación mundana con actividad demoniaca, obviamente es estúpido y terminará mal. Playfair (vivo) no aparece en el elenco del Conjuro 2. Al menos habrá un guiño a la investigación de Grosse en la película, pero será interesante ver la representación de los Warren. James Wan dijo que uno de los casos paranormales más documentados en el mundo. Eso es verdad, mucho más documentado que lo de los Warren. La película está prevista que se estrene este verano (retrasada desde la versión del 2015).
Artículo original en inglés
Ver también el artículo: ¿Un demonio en Enfield?
Guy Lyon Fairplay
Maurice Grosse
Ed y Lorraine Warren