Poltergeist voluntario
English text at the end of the article.
El espiritismo se hizo popular en Occidente en la década de
1850, como ya se ha mencionado. La forma más común fueron las sesiones de
“mesas giratorias” o “mesas parlantes”, fue un pasatiempo generalizado en todas
las clases sociales. Se hacía de esta manera: en un cuarto oscuro o medio
oscuro, la familia, amigos, conocidos se sentaba alrededor de la mesa, poniendo
ligeramente sus dedos en ella, esperando que algo particular sucediera.
Como regla general, la primera aparición solía ser un golpe,
luego la mesa comenzaba a moverse, sobre una o dos patas y la mesa se
balanceaba de una a otra pata, o se quedaba inclinada de una pata o a veces
podía incluso a levitar en el aire. En otros casos podían producirse algunos
fenómenos más extraños.
En comparación con los poltergeist espontáneos, estos
fenómenos artificiales representados en las “mesas giratorias” de manera
natural podríamos llamarlos “poltergeist voluntarios”.
Por lo general, se realizaban durante una o dos horas,
incluso más tiempo para que la mesa se moviera en una familia sin que
participara ningún médium. Además, no se garantizaba que los fenómenos
aparecieran, a veces era la espera en vano. Sin embargo, ignorando o evitando
el fenómeno de la mesa giratoria que estaba fuera de toda cuestión, habían
participado en ellas muchas personas, otras tantas lo habían presenciado o
habían oído hablar de ellas, incluyendo personas de la alta sociedad y
científicos. Por lo tanto algunas personas comenzaron a intentar “explicar” los
fenómenos de manera natural.
W.B. Carperter, un fisiólogo que trabajó en la Universidad
de Londres, Reino Unido, fue uno de los primeros en adelantarse a una
explicación mediante “la acción muscular casi involuntaria”. Michael Faraday,
el gran físico, sostuvo la misma opinión. Pero la explicación en la acción
muscular en las mesas giratorias no era satisfactoria, porque cada participante
ponía ligeramente el dedo sobre la mesa y el poder psíquico jugaba el papel más
importante en el proceso. Lo que es más, la aparición de la inclinación de la
mesa, sus giros, deslizamiento o incluso la levitación en la cual la acción
muscular no jugaba ningún papel. La gente se volvió más y más impaciente por
hacer sesiones y esperar que algo pasara que no se sabía si pasaría. Con el
tiempo, la radiodifusión y el cine hicieron que las sesiones se redujeran ya
que a partir de 1920 había otros entretenimientos. De esta manera el
espiritismo salió de las vidas poco a poco. Sin embargo, algunos investigadores
no se habían olvidado de las “mesas giratorias. Kenneth Batcheldor (1921-1988),
un psicólogo Inglés, revivió las viejas sesiones victorianas de espiritismo con
sus amigos, desde 1964.
En el Diario de la Sociedad para la Investigación Psíquica
(septiembre de 1966) K.J. Batcheldor describió cómo había construido un aparato
capaz de proporcionar una verificación independiente de los movimientos de la
mesa durante el experimento de una sesión de mesa giratoria, con luces,
timbres, pintura luminosa, máquinas de pesaje, cámaras y otros dispositivos. Se
llevaron a cabo 200 sesiones, setenta de las cuales se obtuvieron
manifestaciones de psicoquinesis de varios tipos. Las mesas pesaban alrededor
de entre dos a cuarenta libras, y se comportaron como las mesas victorianas,
con actividad de golpes y temblores antes de comenzar a deslizarse e inclinarse
y a veces a levitar.
Aunque las levitaciones reales ocurrieron en oscuridad, era
posible ver los movimientos de la mesa a través de la aplicación de pinturas
luminosas y el sistema de monitoreo, revelando así que no había ninguna presión
física sobre la mesa. “No hay duda alguna de que la levitación de la mesa se
producía”, comentó Batcheldor, “la acción muscular inconsciente es obviamente
algo que hay que descartar y la alucinación se elimina por los registros del
sonido del timbre”. Él creyó que era el estado psique de todos los participantes
los que producía los fenómenos, pero no entidades desencarnadas que causaran
los movimientos en las “mesas giratorias”. Batcheldor continuó con sus
experimentos e investigaciones durante el resto de su vida.
Varios
años antes de su muerte, prestó especial atención a la investigación de las
materializaciones haciendo uso de la luz ultra violeta. Además también se
interesó en los aportes. Fue una lástima que sus resultados no se publicaran.
El vídeo tiene subtítulos en español, si no salen directamente conéctelos, a la derecha abajo en el vídeo.
Colin Brookes-Smith, un ingeniero británico, fue otro hombre
que contribuyó mucho a la investigación sobre la “mesas inclinadas”, el
poltergeist voluntario en tiempos modernos. Hizo una visita a Batcherdor
después de su jubilación. Desde entonces se había dedicado a la investigación
de la “mesa inclinada” y obtuvo algunos resultados experimentales, que fueron
descritos en artículos y publicados.
Colin Brookes-Smith's table designed for the detection of UMA (unconscious muscular action)
Como ya se ha mencionado, Batcheldor sostuvo la opinión de
que el estado psique de todos los participantes eran los causantes de los
fenómenos en vez de personas desencarnadas. Parecía que los experimentos
realizados por algunos investigadores canadienses de la década de 1970 podrían
probar la hipótesis de Batcheldor. Un poltergeist artificial creado como
experimento por parapsicólogos canadienses durante la década de 1970. Su éxito
demostró cómo los espíritus “reales” podían ser productos de la voluntad
humana, su expectativa e imaginación.
El experimento fue realizado por ocho miembros de la
Sociedad para la Investigación Psíquica de Toronto, bajo la dirección de los
parapsicólogos A.R.G. Owen e Iris M. Owen. Ninguno estaba dotado psíquicamente.
Su propósito era tratar de crear a través de concentraciones intensas y
prolongadas un “espíritu”.
En primer lugar el grupo fabricó una identidad ficticia, su
aspecto físico y su historia personal, “Philip Aylesford”, nació en 1624, era
inglés y se alistó al ejército de joven. A la edad de 16 años fue nombrado
caballero. Tuvo un papel ilustre en la Guerra Civil, luchó para la realeza. Se
convirtió en un amigo personal del Príncipe Carlos (más tarde Carlos II) y
trabajó para él como agente secreto. Pero Philip provocó su propia ruina al
tener un romance con una chica gitana. Cuando su esposa se enteró, ella acusó a
la chica de brujería y fue quemada en la hoguera.
Desesperado Philip se suicidó en 1654 a los 30 años. El
grupo Owen comenzó a realizar el intento de contacto con Philip en septiembre
de 1972. Ellos meditaban, lo visualizaban y discutían los detalles de su vida.
En aquellos momentos no aparecía, había ciertas ocasiones
que algunos de los asistentes sintieron como una presencia en la habitación.
Algunos también experimentaron imágenes metales vivas de “Philip”. Después de
meses sin comunicación, el grupo trató de hacer sesiones con la mesa giratoria,
consiste en sentarse alrededor de la mesa y colocar las puntas de los dedos
ligeramente sobre la superficie. Los espíritus supuestamente moverían e
inclinarían la mesa; pero en la teoría moderna, propuesta por el parapsicólogo
británico K.J. Batcheldor, sostiene que los efectos se ven alterados por las
expectativas retardadas. Después de que el grupo Owen llevara a cabo varias
sesiones, la mesa comenzó a vibrar, resonando con golpes y crujidos y mucho
más, aparentemente tenía voluntad. Philip comenzó a comunicarse mediante raps,
transmitiendo las respuestas. Philip respondió a las preguntas coherentes con
su historia ficticia, pero no podía responder a nada más allá de lo que el
grupo había concebido. Philip también dio otra información histórica exacta de
hechos y personas reales.
El grupo Owen teorizó que este material provenía de su
propia colección inconsciente. Las sesiones con Philip continuaron durante
varios años. La levitación de la mesa y otros movimientos se registraron en
película de vídeo en 1974. Los esfuerzos por capturar la voz de Philip en cinta
no fueron concluyentes. Los miembros del grupo pensaban susurros que esperaban
ser respondidas por Philip, especialmente realizadas por Iris Owen, quien
parecía tener una relación especial con él.
El experimento de Philip animó a otros grupos de Toronto y
Quebec a intentar experimentos similares. Estos grupos crearon a “Lilith”, una
espía franco-canadiense de la Segunda Guerra Mundial; “Sebastián”, un
alquimista medieval, y a “Axel”, un hombre del futuro. Todas las personalidades
se comunicaban por sus propios raps. Animados por su éxito en la producción de
efectos de poltergeist, el “comité PK”, así lo llamaban ellos, el grupo Owen
trató de crear una “aparición visual”. Pero después de 1977, sin el menor
progreso, el interés decayó y finalmente el grupo se disolvió.
Es indudable que los experimentos llevados a cabo por estos
investigadores canadienses son de gran valor y significado, sin importar las
opiniones o conclusiones que puedan extraerse de los resultados experimentales.
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The Outline of Parapsychology
Escrito por Jesse Hong Xiong