CAPITULO V
ORGANIZACIÓN
REGULAR DE LAS SESIONES
Una
Apología o Explicación- Maravillosas Manifestaciones – Test Aplicados- Chicos
flotando en el Aire – Un Llamativo Test – Marcha de la Vajilla Familiar –
Agitación por un Espectro- La Hazaña de un Balancín – “George Brown”- La
Historia del Asesinato de un Hombre- Un Chico Llevado Fuera por un Fantasma.
Compraron una
gran mesa, como fue narrado en el capítulo anterior, donde se crearon una serie
de nuevas manifestaciones. Los amigos de Mr. Baldwin, el comerciante de
muebles, quien curiosamente vio la maravillosa y audaz sesión en la casa de los
Davenport, que estaba llena, día y noche, con ilusionantes preguntas. Era
repugnate para el Mr. Davenport recibir dinero o gratificaciones por ver las
curiosidades y ellos rehusaban
firmemente a muchos dólares. En una época sus negocios fueron afectados y la
familia tuvo muchos gastos. Ellos solamente cuando dejaron la casa pudieron
ganar algo de dinero y los chicos con sus viajes consentían recibir algunas
compensaciones. Tuvieron necesariamente que fijar un precio exclusivamente para
los holgazanes y para la muchedumbre dañina que de otra forma no asegurarían su
admisión
No se puede
saber si tenían alguna necesidad de esto o era por una apología. Los autores,
poetas, estadistas y ministerios de la religión, todos viven y todos reciben
dinero por su trabajo. El que se sirve de un altar está unido al altar. Si la
labor es honesta se puede contratar. Cada trabajo – cada uno que rinde un
servicio – cada uno que tiene su ocupación, puede pedir un digno pago, a menos
que se pidiera dinero con falsas pretensiones. Lo fraudulento, no tiene por que
reclamar nada.
No se recibe
dinero por una presunción de fraude, ya que es algo contrario. Siempre se
presumió que el hombre quiere y desea tener un dinero a cambio de algo
equivalente. Esto no es asumible de manera rápida por algunos hombres – por
muchos menos hombres sin manchas en su reputación – impostores y sinvergüenzas.
Las nuevas sesiones empezaron de manera regular, las
manifestaciones ya descritas reaparecieron. Fuertes golpes fueron dados, la
mesa respondía a las cuestiones; formas espectrales se veían con la luz del
destello de la pistola, luces aparecían por el aire por todas partes de la
habitación, moviéndose por el aire, por encima de las cabezas de los asistente.
Había bastantes expectativas en la
supuesta naturaleza humana de todas estas cosas presenciales que simplemente se
confiaba y se admitía con credulidad. Se decía bastante que era un truco y sería
descubierto. Probablemente nueve de diez decían que ocurriría, declarando que todo era
una patraña y que sería detectado y expuesto. Consecuentemente, hubo una
estrecha vigilancia siguiendo de cerca a los Davenport. Las personas señalaban
y los retenían. Todos los acompañantes cogían y retenía sus manos dentro de la
habitación en oscuridad, y con fuerza los sujetaban.
En una ocasión, cuatro personas fueron seleccionadas a
propósito para ayudar a los dos chicos, otros cuatro aseguraron a Mr. y Mrs.
Davenport; e igual a la pequeña Elizabeth,
que fue vigilada por otros dos. Se tomó toda precaución posible.
Todo esto fue bien organizado, Ira fue levantado
corporalmente en el aire, hasta una altura por encima de las cabezas de todos los
ayudantes, y flotaba fuera cerca del techo. Entre los dos chicos, Ira y
William, colocados encima de la mesa, y el Mr. Plympton, bien conocido
subastador de Buffalo, quien solicitó tener firmemente sujetos los pies. Sujetó
bien sus tobillos, entonces Ira se levantó en el aire, seguido por William. Fue
sucesiva la participación de los dos, lo siguiente que probó el joven, fue que
por el aumento del peso, fue también aumentada hacia arriba la fuerza tanto que su cabeza rompió el techo de escayola. El Mr. Plympton sujetó al chico con todas sus fuerzas, pero le
dejó ir, impedido por la atracción desconocida, el chico de repente liberado,
fue arriba – por atracción lunar , eso dijo, o por repulsión terrestre – con el
resultado en su cráneo y en el estado del techo. La gente que vio al chico
después del golpe pensaron que había sido asesinado, y encendieron la luz pero
lo encontraron bastante ileso. Aquí no lo entendieron bien, ya que sin embargo,
más o menos agujereó el techo.
Otra manifestación, redacto y describiré, este es el juicio:
en compañía, sentados alrededor de dos mesas, y en la habitación bastante
oscura. ¿Por qué no oscurecida? Se preguntará. ¿Por qué oscura? El poder se
manifestará enseguida. Esto es un misterio, no hay duda, pero todo el asunto es
igualmente extraño. En un momento cada persona en la habitación sentada a las
mesas, en oscuridad, las puertas de la despensa fueron abiertas lentamente, y
todo el surtido de la familia vajilla y cristalería tomados del estante y se
amontonaron en columna en las mesas. Yo diría “tomados” y “apilados”. Como yo
no sé como ellos lo hicieron, o quien lo llevó, es lo mejor, quizás decir
simplemente que todo el surtido fue encontrado amontonado encima de las mesas,
siendo colocado junto. Los dos chicos ascendieron hacia arriba a la vez que los
platos, y todas las sillas amontonadas sin que hubiera ninguna agencia o ningún
mortal que lo hiciera y fuera descubierto. Todo esto sucedió sin la rotura de
ningún objeto y en total oscuridad. La luz fue encendida y con un gran cuidado
los chicos y las sillas fueron traídos abajo. La luz otra vez fue apagada y
cada objeto fue repuesto en el sitio de la despensa, sin el más leve
contratiempo o accidente.
Yo estoy “libre de confesión”, si yo inventara los hechos, manifestaciones o
fenómenos hubiera elegido algo más decoroso que el desplazamiento y colocación
de la porcelana y vidrios; pero la escena siguió el día siguiente, a las dos de
la mañana, podría ser quizás más satisfactorio. La habitación no a obscuras,
sólo obscurecida levemente. Después de varios fenómenos exhibidos, los dos
chicos se elevaron desde sus sillas, llevados a otra parte de la habitación, y
soportados arriba con sus cabezas hacia abajo delante de la ventana. “Nosotros
lo vimos claramente” dijeron los testigos, “dos manos gigantes unidas
aproximadamente a tres quintos del monstruoso brazo; y las manos agarrando los
tobillos de los dos chicos, y así se sostuvieron del suelo, talones arriba y cabeza
abajo, delante de la ventana: ahora
levantados, ahora bajados, hasta sus cabezas puestas justo encima de la
alfombra del suelo”. Esto es curioso, pero seguramente no dignificante, la
exposición varias veces repetida, y fue claramente visto por muchas personas
presentes. Entre estas personas estaba el eminente físico, el Dr. Blanchard, de
Buffalo, ahora de Chicago, Illinois. En estas sesiones, en las sillas estaba
Elizabeth Davenport; y todos los presentes vieron un inmenso brazo,
aparentemente sin cuerpo sujetándola- creciente, hacia fuera del espacio –
planeando a lo largo, cerca del suelo, hasta estar cerca de la silla del Dr.
Blanchard, cuando la mano agarró cerca de la parte de detrás de la silla de
Elizabeth, levantándola desde el suelo, con la niña arriba, se balanceaba, y
elevada hasta el techo. La niña y la silla permanecieron en el aire, sin ningún
contacto con ninguna persona o cosa, por el espacio, durante un tiempo estimado
un minuto y entonces descendieron al suelo gradualmente al mismo sitio que
ocupaban al principio.
Entre una serie de similares manifestaciones, bastante
numerosas y muy parecidas con características generales, llegó una insólita y
alarmante naturaleza, como fue designado separadamente por la familia y al
comienzo los dos hermanos fueron llevados extraordinariamente viajando
alrededor de todo el mundo, tenía diez años llevados a los confines de Europa y
al centro de uno de la mayor parte poderoso reino.
Un día, en una sesión
privada con el Mr. Davenport había invitado a varios de sus amigos y personas
que conocía, se anunció un mensaje, la mesa, con golpecitos y raps, mandó un
mensaje dado por “George Brown” quien dijo ser un granjero de Canadá, residente
en Waterloo, W. c. donde su familia había vivido y había sido atracado y
asesinado, en el lugar descrito , por miembros de un grupo notorio de
atracadores, en ambos lados de la frontera
conocidos como el grupo Townsend. Esta particularidad fue dada por los
chicos, hablando en estado cataléptico en estado de trance, al que llego,
aparentemente, apoderándose “George Brown”. Es nombrado su dinero - cincuenta y dos dólares, el precio del yugo
del buey que intentaba comprar. Él, que era un chico, el portavoz, fue
contrario a la investigación por los abogados que había presentes, pero se
interesaron por su historia, entregando el nombre y residencia de su mujer, el
número de hijos, y otras particularidades. El Mr. Davenport fue muy
impresionado por su historia, y fue con sus amigos a través del Rio Niagra,
hasta Waterloo al siguiente día, después de la investigación, hallaron que un
hombre “George Brown” vivió allí. Había unos pillos llamados Townsend, pero no
había indicaciones de que fuera un granjero atracado y asesinado.
Preguntado sobre su capilla, se suponía, que lo encontraría
el sheriff del condado, y preguntaron algún recuerdo de George Brown, de
Waterloo.
“Sí”, dijo el oficiar, “Pero no en Waterloo; un George Brown
estuvo vivo en otro Waterloo, sesenta millas afuera. Si no creo recordar mal,
el desapareció algunos años después, según se supuso fue robado y asesinado por
el grupo Townsend. Yo conozco bien a su mujer y familia.”
Las circunstancias relatadas por el Sheriff fue le
convencieron perfectamente con lo contado por el chico en trance.
En la vuelta de la delegación a Canadá, y antes de los
actos, el joven Ira en el interior del “estado”, se le presentó un fantasma en
el papel de George Brown, un hombre muerto, y relató todo lo que había sucedido
a ellos, incluida la conversación con el Sheriff.
Intensa fue la sensación que provocó sobre el Mr. Davenport,
pero no superaba su escepticismo natural y su temor al ridículo bastante en
Waterloo, hallando que la viuda del pobre Brown, con una nueva investigación,
sin embargo varias personas se ofrecieron para darle dinero para su expensas. El
eludió la responsabilidad.
“George Brown” todavía presente a Ira, o una verdadera
representación y portavoz en la mesa, o de otra manera, no parecía estar
contento, aunque tenían una pequeña confianza, y de esta manera su deseo fue
abandonar, y anunciar que él deseaba que Ira aceptara ir al escenario donde estuvo
muerto. Sin mucha atención Ira se
ofreció a considerarlo, pero el chico algunas tardes después, en un momento
ocupado en su tarea de repartidor de los periódicos, primero sintió algo
“extraño”, entonces perdido su conocimiento, y descubrió que estaba de pie en
la nieve, no era una senda cercana, le mostró como lo había llegado allí, a un
lugar solitario, a una milla de su casa en el campo, a la derecha la rivera del
Rio Niagara. “George Brown” le visitó después, declarando que lo había llevado
a la rivera, a una milla de lejos, y le llevaría allí de nuevo, justo como un
experimento, el chico inconscientemente todo el tiempo se descubrió en la
orilla, mientras que su familia se alarmó por su ausencia y nadie vio llevarlo
a la rivera. Fue solamente el testimonio de “George Brown” sobre el tema, quien
no fue complacido por no creer en la suficiente colaboración.
En el preceder, no se puede demostrar lo contrario. Si el
chico se hubo transportado a través de la habitación, hasta la calle, ¿Por qué no
hasta la rivera del Niagra? – una hazaña más allá de Blondin, sería confesado.
Si setenta pies, ¿por qué no más millas?¿Quién le iba a llevar a un lugar tan
alejado? Yo creo que simplemente que Mr. Ira, como dijo, en cierta manera tuvo
la convicción, y se descubrió él mismo
en la nieve al lado del Niagara, sin complicidad de cómo llegar así. Donde “sacaría una conclusión”, Yo propuse sacar una
conclusión de aquí. “George Brown”, puede desear sacar lo máximo o él deseó,
podría ser, de dar una descripción de su asesinato de una forma diferente.
En cualquier caso, yo creo que Mr. Davenport, debería
haber ido a Waterloo, y habría sido importante, la pena es que no pudo ser.
(La imagen no pertenece al libro)