SESIÓN PRIMERA
Viernes 29 de noviembre de 1912
Hoy he logrado dormir completamente a la modelo Reina C. después
de haber hecho en la semana pasada una tentativa perseguida involuntariamente,
que me mostró la facilidad de hacerlo. Posee, sin duda, facultades
clarividentes, porque de pronto , al manifestar mi deseo, la joven ha logrado
"ver" una habitación del piso quinto, dándome detalles realmente
característicos sobre sus muebles… Le he pedido después envejecer un poco y que
me describiera su porvenir. Se ha visto entonces en un cuarto de dos
habitaciones – una alcoba y una especie de despacho – y una puerta cerrada que
no puede atravesar, que debe ser la puerta de la cocina … El cuarto se
encuentra en el barrio de Ternes, en una calleja, cerca de la calle de
Courcelles. Reina se ve allí con entera claridad. Está en su casa; hay un
sombrero colgado en la pared; ve a su marido (1) en la mesa, escribiendo y
tomando notas.
- Será feliz – dice -, pero no tan pronto, porque “hace falta
dinero”…
(1)
Reina, que parece una joven de quince años, tiene en realidad diez
y ocho, y está casada hace algunos meses con un joven, modesto empleado en un
Banco.
Reina en 1912