Naum Kreiman
Argentina, y llegó a la capital con sus padres a los seis años. Estudió
en el colegio Carlos Pellegrini y luego dejó interrumpida su carrera
de Ciencias Económicas.
En 1943 ingresó en la logia Mercurio de la Sociedad
Teosófica, y luego de dos años se asoció a la sociedad espiritista
Víctor Hugo, en donde realizó sus primeros experimentos de telepatía
y psicokinesis. En 1955 fue designado director de la revista La Idea,
órgano oficial de la Confederación Espiritista Argentina (CEA).
Durante los dos años que duró su cargo, publicó numerosos artículos
y propuestas instando a los espiritistas a investigar los fenómenos que
eran denunciados durante las sesiones.
En 1956 se asoció al recién fundado Instituto Argentino de
Parapsicología (IAP) y dos años más tarde fue elegido miembro del
Consejo Directivo en lugar del fallecido Orlando Canavesio. Desde
esta institución comenzó a forjar su posición definitiva con respecto a
la parapsicología: sería el mejor intérprete local de la escuela fundada
tres décadas antes por Joseph B. Rhine, que priorizaba el trabajo de
laboratorio con personas comunes, para demostrar tanto la existencia
como el proceso de funcionamiento del fenómeno psi, mediante el
uso de cálculos estadísticos.
Si bien dictó innumerables cursos y conferencias, su
actividad central sería la experimentación. Ya en 1956 evalúa un
experimento de telepatía realizado en el IAP con 257 alumnos de
escuela primaria (1). Desde entonces no dejó de experimentar,
completando más de cien protocolos, la mayoría de ellos editados en
tres volúmenes (2) que constituyen un legado imprescindible para
quienes quieran aprender a investigar en parapsicología.
Su obra experimental fue buscando distintos caminos, desde
los primeros ensayos con cartas Zener para los fenómenos subjetivos
o con dados para los fenómenos de PK, hasta el último experimento
de visión remota llevado a cabo entre Argentina y Brasil en el año
2003 (3), aprovechando las posibilidades que le ofrecía Internet. En
1996 realizó un experimento ganzfeld de clarividencia, el primero
llevado a cabo en Iberoamérica. Sus diseños se distinguieron por la
sencillez y originalidad, algunos de los cuales fueron replicados por
importantes investigadores del exterior, como Debra Weiner, y J.
Haight (4) o Gertrude Schmeidler (5) para su experimento sobre ESP
y Memoria. Esta última investigadora continuó con él una fructífera
amistad, que quedó plasmada en numerosas cartas intercambiadas.
En 1963 Kreiman editó el primer número de su revista
Cuadernos de Parapsicología, que sólo finalizaría en 2003 con
la muerte de su fundador, siendo hasta ahora la revista de mayor
permanencia en el país. Uno de los secretos de su duración fue lo
económico de su formato, que permitió seguir publicándose incluso
en períodos de graves crisis económicas. Acompañado por su esposa
Dora Ivnisky, con quien se había casado en 1952, pudo publicar no
sólo sus experimentos sino artículos de los principales parapsicólogos
del mundo, traducidos al español. También aprovechó para bregar
por el reconocimiento de la parapsicología a nivel universitario, lo
que logró en parte ocupando una de las cátedras que se abrieron en
la década del 60’, reemplazando a Harold Horwitz en la Universidad
del Museo Social Argentino, de Buenos Aires.
En 1972 fundó el Instituto de Parapsicología, que aún
permanece en actividad, desde donde realizó innumerables cursos
y conferencias. Su figura se fue agigantando, convirtiéndose en un
ejemplo de desinterés y probidad, al igual que un consultor ineludible
para cualquier colega que planeara la realización de un experimento.
En 1974 fue elegido presidente del IAP, imprimiéndole un sesgo
experimental que le había faltado en los últimos años, publicando una
serie de monografías, transcripciones e informes breves, uno de los
más interesantes el enviado desde Córdoba por Julio Di Liscia, donde
varios médicos intentaron establecer la veracidad de la influencia
de Jaime Press, un conocido curandero de esa provincia, en el
tratamiento de diversas enfermedades (6).
En 1990 participó en la fundación del Centro Argentino
de Investigación y Refutación de la Pseudociencia (CAIRP) cuyos
objetivos eran promover una actitud crítica y reflexiva ante la ola de
charlatanismo que acosaba desde los medios de comunicación. Allí
dictó algunas conferencias junto a su primer presidente, Ladislao
Márquez, quien se había iniciado en el Instituto de Parapsicología;
pero pronto debió abandonar su apoyo ya que los refutadores
decidieron incluir a la parapsicología científica entre las demás
pseudociencias, igualándola con las distintas mancias, la astrología y
la ovnilogía.
En sus últimos años, observando las limitaciones del método
estadístico al que había dedicado toda su vida, valientemente abrió
nuevas posibilidades para que las experiencias espontáneas y los
grandes fenómenos volvieran a ocupar un lugar junto a los trabajos
clásicos de laboratorio, como escribió en uno de sus últimos trabajos,
a modo de legado: “Los parapsicólogos tenemos que adoptar una
actitud experimental distinta para con el fenómeno espontáneo.
En primer lugar no debemos esperar que se nos informe sobre los
mismos sino ir a buscarlos -se animaba a proclamar, y por si fuera
poco recalcaba:- Nos hemos desinteresado de los grandes fenómenos
de psicoquinesia, macro-PK, ectoplasmia y materializaciones de que
nos habla la literatura de fines del siglo XIX y principios del XX. Si
pudiésemos producirlos, la tecnología electrónica nos sería de gran
utilidad para su investigación” (7).
Cuando aún hoy no hay acuerdo sobre el lugar de la
parapsicología dentro de la historia del conocimiento, queda su
concepto claro para ayudar a resolver el problema: “Es posible que
la parapsicología sea una ciencia prematura. En la historia de la
ciencia hubo descubrimientos que podríamos llamar prematuros,
que tardaron en incorporarse al conocimiento científico general.
Prematuro quiere decir, según G. S. Stent refiriéndose a la
parapsicología, que sus implicaciones no pueden ser concretadas
por una serie de pasos lógicos sencillos, al conocimiento canónico
aceptado, o que aún no se han encontrado los argumentos que los
conecten e incorporen a la generalidad del conocimiento de su época
(…). La ciencia prematura es, como dice Edge, sólo eso: una ciencia
prematura, se la atienda o no” (8).
Referencias
1. Boletín Informativo del IAP. N° 4, mayo de 1957
2. Kreiman, Naum. Investigaciones Experimentales en Parapsicología.
Buenos Aires. Ediciones Cuadernos de Parapsicología. Tomo I 1999; Tomo
II 2000; Tomo III 2003.
3. Brelaz de Castro, Jalmir F. & Kreiman, Naum. Experimento de Visión
Remota entre Brasil y Argentina, utilizando los sentidos corporales.
Comunicaciones de Parapsicología. N° 2, junio 2004. También en: http://
www.naumkreiman.com.ar/evr_argentina_brasil.html.
4. Weiner, D y Haight, J. Psi within a test of memory: a partial replication.
En Roll, W. (Ed.) Research in Parapsychology. Metuchen, N J: Scarecrow
Press. 1980. Pp. 52-53.
5. Schmeidler, G. ESP and memoy. Support for Kreiman’s summary
hypothesis. En Roll, W. y Beloff, J. (Eds.) Research in Parapsychology.
Metuchen, N J: Scarecrow Press, 1981. Pp. 118-120.
6. Di Liscia, Julio. Curaciones psíquicas, un intento de investigación.
IAP. Comunicación N° 2. Enero 1977. También en Comunicaciones de
Parapsicología, 33, marzo de 2012, pp. 17-28.
7. Kreiman, Naum. Estadística y parapsicología. Cuadernos de
Parapsicología. Año 36, N° 3, septiembre de 2003, pp. 14-15.
8. Kreiman, Naum. Ciencia y parapsicología. Cuadernos de Parapsicología.
Año 30, N° 2, junio de 1997, pp. 7-8.
Bibliografía ampliatoria
Kreiman, Naum. Curso de Parapsicología. Buenos Aires: Kier, 1994.
Kreiman, Naum e Ivnisky, Dora. Manual de procedimientos experimentales
y estadísticos en parapsicología. Buenos Aires: Editorial Texto Plus, 1994.
También en: http://www.naumkreiman.com.ar/manual.html.
Kreiman, Naum. Ganzfeld: experimento y metanálisis. Castelar: Editorial
Cuadernos de Parapsicología, 2004.
http://www.naumkreiman.com.ar/index.html.
Ivnisky, Dora y Gimeno, Juan. Naum Kreiman, la parapsicología y la
ciencia. Buenos Aires: Edición de los autores, 2008.
(Publicado en Comunicaciones de Parapsicología, 37, marzo de
2013, pp. 46-49)
