El capítulo 7: En su Cuerpo los Autografos de Gente Invisible - Nandor Fodor


El capítulo 7: En su Cuerpo los Autografos de Gente Invisible

Historia de Charles  Foster

- Nandor Fodor-

¡L
os visitantes que no dejan sus nombres impresos en tarjetas, pero si los dejan en el relieve de trazos rojos sobre el cuerpo de su anfitrión! ¿Algún novelista le ha pasado alguna vez por su mente tal fantasía?
Un individuo hastiado, quien rechaza admitir su aturdimiento, hay que añadir que los visitantes eran seres invisibles; que no cometieron ningún ultraje, el fenómeno, era un rasgo principal del médiumnismo de Charles Foster, esto es reconocido por la investigación psíquica bajo el término de dermografía (escritura en la piel).

Charles Foster era un médium americano. Su currículo tiene registrado un extraño carácter inestable, pero su extrañeza no es nada comparado con sus asombrosos fenómenos.
Su especialidad era la escritura en la piel. En el brazo o en su pecho. Antes de que el amigo muerto apareciera su nombre se señalaba en su piel.
El incidente  le hizo tomar fama eterna, el núcleo de la historia está contada por un testimonio directo Jeorge C. Bartlett, su biógrafo.

Según lo dicho, en El Vidente de Salem (The Salem Seer), cierto Sr. Adams fue a visitar a Foster. El médium le dio descripciones de sus parientes muertos y le entregó muchos mensajes. El Sr. Adams al parecer arrastró detrás de él a una nube de muertos. Foster vio la habitación llena de ellos y el visitante se fue enormemente impresionado.
A las dos de la mañana Foster despertó a Bartlett. Él no podía dormir. La habitación estaba llega de familiares de Adams. Se quejó que escribían sus nombres en él.
Bartlett impresionado y asombrado, contaron once nombres distintos sobre el cuerpo de Foster. Uno fue escrito en su frente, otros en los brazos y varios en su trasero. Él fue garabateado por todas partes, como un bloc de papel para escribir.
Otra historia graciosa es de dos escépticos quien groseramente agarraron el brazo de Foster. Ellos exigieron ver “el truco” mientras le sostenían su mano. Ellos querían que pusiera sus nombres. Un minuto más tarde se marcharon alicaídos. Apareció con caracteres grandes y redondos en el brazo de Foster “deletreando”:  “¡ Dos tontos! (Two fools)

Pero no se puede esperar que las anécdotas nos lleven a la convicción. La piel de cierta gente neurótica es tan sensible que un rasguño con un instrumento puntiagudo, con la uña o con un papel puede aparecer señales en unos minutos. Muchos médiums utilizaron sus demostraciones de la escritura en la piel con la lectura de pelotillas de papel. Se escribía  la pregunta o un nombre, de manera que frotando el brazo  o la frente con cenizas aparecía. Tal artificio siempre se tendría que haber  preparado antes, para sacarlo como un mensaje de los muertos.
En recientes años, sin embargo, el fenómeno ha sido clasificado de genuino, más allá de la sombra de la duda. En el Instituto de Metafísica Internacional de Paris, la Sra. Olga Kahl, produjo sobre su piel palabras mentalmente comunicadas e imágenes. En Kraft-Ebbing hay registros de pacientes con histeria que escribiendo trazas estando anestesiados, en el lado derecho, escritura invertida hacia la izquierda.

Fenómenos similares han sido clasificados en la clase de estigmas. Para dar una inlustración Malcolmo Bird, por entonces ayudante de la redacción del Scientific American de Nueva York, escribió su experiencia en Berlín:
“Frau Vollhardt, de repente dio un chillido muy realista de dolor y ofreció su mano para que la vieran todos. En el dorso de la mano había una gran cantidad de señales rojas, unas en realidad sangraban... un puñado de tenedores no podían haber sido sostenidos de manera que se hubiera infligido estas heridas. Ningún instrumento que haya visto yo  habría podido producir esas heridas como truco, a no ser que hubiera utilizado un rallador de nuez moscada . los agujeros eran pequeños, redondos ,y bastantes profundos; después de diez o quince minutos todavía se veían claramente.”

Eleonore Zugun, una muchacha campesina fue “mordida por Draku “( el diablo), en su cara y en la frente. Señales en su brazo derecho fueron fotografiadas en el Laboratorio Nacional para la Investigación Psíquica (1).
(1). Proceedings, Vol. 1, 1927-29, of the National Laboratory for Psychical Research.

Si tales heridas eran causadas por uno mismo, el entendimiento del fenómeno de “telekinesis” eventualmente proporciona la clave. Por el hecho de que la escritura sobre la piel puede ser demostrada por el contacto a distancia en la piel y  fue atestiguada pronto en 1869, ante el Comité Dialéctico de Londres (Dialectical Committee) , que llevó a cabo una investigación de espiritualismo. Manuel Eyre declaró la siguiente experiencia con la Sra. Seymour, en Waukeegan, cerca de Chicago:
“Durante el trance, ella ofreció su brazo y con el índice de la otra mano hizo un movimiento rápido como si escribiera, el movimiento del dedo en el aire estaba separada un pie del brazo; unos minutos después de esto, ella se levantó su manga y en su brazo, claramente escrito se podía leer en la habitación, era la firma peculiar de un espíritu de la comunicación.”
Las dedicatorias sobre la piel de Foster, o sobre otras no eran duraderas. Por lo general estaban unos minutos. Pero duraban suficiente tiempo antes de desaparecer para tener constancia sin duda de su naturaleza fenomenal. En Inglaterra, el Dr. Ashburner, uno de los médicos reales, los examinó bajo una poderosa lupa. Y  observó que estaban en relieve y que el material colorante estaba debajo de la piel. El color desaparecía después de 2 o 3 minutos.
La  elite de la época tomo un enorme interés en Foster. Lork Lytton lo invitó a su casa en Knebworth. ¡Dickens, Thackeray, Tennyson, Robert Chambers y William Howitt tenían frecuentes sesiones con él, no únicamente para ver el libro de dedicatorias vivo! También muchas cosas, igualmente misteriosas y aún más impresionantes pasaron en la presencia del extraño americano. Los muebles se movían cuando estaba en la casa. Se movieron por la noche y hasta a la luz del día en la habitación contigua donde no había nadie presente. Esto es lo que el Dr. Ashburner atestigüó (1):
“El Sr. Foster , que posee una voz fina, se  le acompañaba mientras que cantaba. Ambos pies estaban sobre los pedales, cuando la plataforma se elevó en el aire y con gracia se balanceaba de un lado a otro durante al menos cinco o seis minutos. Durante este tiempo la base estaba a un pie de altura de la alfombra.”

(1). "Notes and Studies in the Philosophy of Animal Magnetism and Spiritualism", Londres, 1867.

Él también tuvo algunas maravillosas experiencias de “materialización” con Foster.
“Una tarde “escribe” atestigüé la presencia de nueve manos que flotaban sobre la mesa del comedor.”
Las nueve manos debían pertenecer al menos a cinco persona ¿Pero que tipo de gente sería que solo se hacían visibles hasta las muñecas? ¿Qué poder está al mando?
Foster, a veces tuvo miedo de ellos. “en un caso “dice el Dr. Ashburner, “ él agarró mi mano derecha y suplicó que no me fuera de su lado ya que dijo que no sabía donde podían llevarle los espíritus.”
“Sostuve su mano y fue puesto a flote en el aire, hacia el techo. En ese momento la Sra. W. C. sintió una sustancia pesada en su cabeza y poniendo la manos encima de ella se descubrió en cima de la cabeza un par de botas.”
“Las acusaciones de fraude con frecuencia hacían referencia al equilibrio mental de Foster, se basaban en fenómenos menores, sobre todo en la lectura de pelotitas de papel, la manifestación psíquica más dudosa y ahora difundida.
Foster eran un gran artista de las pelotitas de papel. Su procedimiento habitual era, el pedir a los asistentes que escribieran el nombre de sus parientes difuntos sobre unas hojas de papel, mientras él estaba fuera de la habitación, los enrollaban y lo hacía pelotas, poniéndolas al lado de la mesa. A su vuelta, se oían golpes en la habitación. Ellos eran inteligentes y se paraban en ciertas posiciones donde estaban las cartas con el alfabeto, dando el nombre. Foster cogía la pelotilla que había sido escrita la habría después de que el difunto diera su nombre y coincidían. La descripción era la clarividencia del espíritu.
La parte de esta demostración podría ser realizada por cualquier prestidigitador. Muchos de ellos hasta podrían emular la hazaña de Foster. Sin duda, él a menudo recurría a métodos de los juegos de manos. La vida de un médium profesional no es siempre agradable. Él era presa de fuerzas que no tenía control. De vez en cuando, sin motivo, no podía manifestarse por ninguna razón conocida ni por mucho practicar. Esto requiere que una fortaleza moral, un coraje para producir los engaños, coraje pero de manera negativa.
En enero de 1862, a la invitación del Regidor Thomas P. Barkas, realizó cuatro sesiones en Newcastle-Tyne. En cada una participaron diez personas. Sus nombres fueron mantenidos en un libro privado y guardado del médium. Del total de cuarenta forasteros, los errores en los mensajes de clarividencia no excedieron de un error del tres por ciento, estos por lo general sucedían durante cierta confusión o controversia. Pero cuando se procedió a escribir los nombres de los espíritus de los difuntos, la ortografía mostro los mismos errores que estaban escritos en las pelotitas de papel. Tales errores desde luego, el médium no podía conocer. Pero el ser querido habría olvidado como escribir su nombre. Si el funcionamiento era genuino, la clarividencia era suficiente para explicar lo sucedido, sin tener que recurrir a los espíritus de los muertos.

La permanencia de Foster en Inglaterran no terminó de manera agradable. En 1863, la Revista Espiritual (The Spiritual Magazine) declaró que el redactor había recibido del juez Edmonds de Nueva York “Los detalles de su criminalidad enferma de manera que no deberían tocar más en esas páginas nada de su médiumnismo físico”. Es decir que no podíamos poner en publicación nada relacionado con su médiumnismo físico”


El boicot no era bastante eficaz para alcanzar los oídos de Napoleón III. Los médiums fueron bien recibidos en su tribunal y Foster, también disfrutó del privilegio, entreteniéndose con él.
Pero  no pudo dejar que su carrera cayera.
En Nueva York, en 1872, como leemos en Bottom Facts of Spiritualism , fue descubierto en el fenómeno de las pelotitas de papel y su lectura, que continuamente re-encendía su cigarro y el fósforo era mantenido en el hueco de su mano.
En sus posteriores años, se hizo adicto al alcohol y en 1888, a la edad de 50 años murió de tremendos delirios.
Su salida no fue la única. Algunos otros médiums han compartido el mismo destino. Hay alguna razón para suponer que esta producción de fenómenos “físicos” agotan el organismo hasta tal punto que se necesita un ansia de estimulantes para continuar. Si la fuerza del carácter del médium y la voluntad no es la necesaria, entonces puede sucumbir.        

Para una voluntad débil y el inmoral, hay peligros en el médiumnismo físico pudiendo producir fácilmente estragos en ellos, independientemente de que sean capaces de producir brillantes fenómenos supernormales.      




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