El capítulo
2: Compitiendo con el Gato Cheshire
Historia de Señora
Elizabeth d'Esperance
- Nandor Fodor-
E
|
l Gato Cheshire siguió
apareciendo y desapareciendo tan de repente y de manera mareante en Alicia en
el País de las Maravillas. Éste desaparecía bastante despacio, comenzando por
la cola y terminando con una sonrisa burlona, que permanecía después de que el
resto del cuerpo se hubiera ido.
Para
contar la historia de una mujer que tuvo que rivalizar con ese logro y hablar
de la gente que cree en ella es proponer la respuesta que daba el gato:
“Estamos todos locos. Estoy yo loco. Usted
está loco.”
Esta
historia usted probablemente la llamará una historia loca.
Un lirio
dorado de siete pies de alto con Yolanda, misteriosamente producido del aire
durante una sesión con la Sra. d’Esperance, el cual apareció al lado de ella
cuando estaba de pie.
¿Ayudaría a decir que esto fue
atestiguado por quince eminentes testigos, entre ellos profesores de
Universidades suecas, cuyo testimonio fue recogido por Alexander Aksakof, Concejal
Imperial del Zar de Rusia y que fue publicado como una contribución a la
ciencia bajo el título: Un Caso de Desmaterialización Parcial, en 1898 (A Case of Partial Dematerialization)?
Esto pasó en Helsingfors el 11 de
diciembre de 1895, durante una sesión dada por la Sra. d’Esperance.
Los asistentes en realidad vieron
el cuerpo de la médium de cintura para abajo que desaparecía. Su falda puesta encima
completamente de la silla y su tronco
parecía suspendido en el aire por encima del asiento.
Este estado asombroso continuó
durante aproximadamente quince minutos.
La luz era suficiente para ver a
la Sra. d’Esperance que estaba bastante consciente durante todo el
procedimiento.
Ella permitió a cinco personas
verificar el fenómeno pasando sus manos por debajo del hueco que había dejado.
Dando la sensación que la Sra.
d’Esperance estaba sobre la silla.
Aquí están sus propias palabras,
citadas de Shadowland, su
autobiografía:
“Relajé mis músculos, dejando
caer mis manos sobre el regazo, después me di cuenta que en vez de caer en mis
rodillas, descansaron tocando la silla donde estaba sentada”.
“Esta sensación me molestó
enormemente y me pregunté si estaría soñando”.
“Acaricié mi falda con cuidado
por todas partes. La tentativa fue de tocar mi parte inferior del cuerpo, pero
mientras que la parte superior (brazos, hombros, pecho, etc) estaba en su forma
natural, toda la parte inferior había desaparecido completamente.”
“Puse mi mano donde deberían
haber estado mis rodillas, pero nada había allí, solo mi vestido y falda”.
“Sin embargo, me sentí de manera
habitual (mejor que de costumbre, de hecho; si no me hubieran llamado la
atención, probablemente no me hubieran dado cuenta del suceso”.
“Me incliné hacia delante para
ver si mis pies estaba en el lugar apropiado y casi pierdo el equilibrio. Esto
me asustó muchísimo y sentí que era absolutamente necesario asegurarme si
estaba soñando o era víctima de una alucinación”.
“Al final, cogí y tomé la mano
del profesor Seiling, preguntándole, para que me dijera si realmente estaba
separada de la silla”.
“Esperé su respuesta con suspense
y agonía. Sentí su mano como si tocara mis rodillas, pero me dijo: ’No hay nada
aquí, nada más que su falda’”.
“Esto me dio todavía más miedo.
Presioné mi mano que me quedaba libre contra mi pecho y sentí que mi corazón
latía salvajemente”.
El
fenómeno, o si le gusta más, el milagro, quizás pudiera usted pensar que era un
truco, que duró quince minutos.
Entonces
su falda se llenó con sus miembros inferiores, apareciendo a la vista de los
asistentes.
La
Sra. d’Esperance aguantó profundamente la angustia durante aquella experiencia.
Después estuvo durante tres meses enferma.
¿Quién
era esa mujer tan misteriosa?
D’Esperance
es un nombre francés significa Esperanza. Ella era Elizabeth Hope mujer del Sr.
Reed, de Newcastle, en Tyne.
Ella
murió hace quince años, después de vivir la mayor parte de su vida en el
extranjero.
Se
ganó un lugar honrado en los anales de la investigación psíquica, también la
estima y la amistad de muchos grandes científicos de su época.
Fue
“extraña” durante su niñez. Veía “la sombra de la gente” donde solo había una
habitación vacía. Más tarde, en la oscuridad, podía ver una nube luminosa
asumir formas humanas. Tomaba un lápiz y escribía unas formas que nadie había
visto antes. Así vino un extraño descubrimiento.
Los esbozos o dibujos fueron reconocidos como los retratos de personas difuntas.
Un periodo de gran entusiasmo siguió. La Sra. d’Esperance estudió durante unos meses la manera de mejorar su talento natural de los esbozos. Pero su poder empezó a disminuir. Cada tentativa fue seguida de un violento dolor de cabeza.
Los esbozos o dibujos fueron reconocidos como los retratos de personas difuntas.
Un periodo de gran entusiasmo siguió. La Sra. d’Esperance estudió durante unos meses la manera de mejorar su talento natural de los esbozos. Pero su poder empezó a disminuir. Cada tentativa fue seguida de un violento dolor de cabeza.
T.
P. Barkas, un regidor de Newcastle, inició una investigación científica de sus
extraños poderes. Como un conferenciante de ciencia popular estuvo
profundamente interesado en esta muchacha con una limitada educación, pero que
con la escritura automática demostró que toda su ciencia se equivocaba.
Una
personalidad definida parecía estar detrás de las escrituras. Ella dijo que era
Hummur Stafford, un filósofo muerto hace tiempo.
Para
el tiempo que llevaba muerto él estaba al día. Muy minuciosamente describió un
instrumento, que, según el regidor Barkas, más tarde demostró ser un teléfono y
también otro por el cual los mensajes serían transmitidos a una gran distancia
con una letra original.
La
re-educación notable del regidor Barkas, palideció por los insignificantes
acontecimientos que sucedían.
Sentada
en un gabinete oscuro, la Sra. d’Esperance tomó consciencia de una curiosa
perturbación. El aire parecía agitado, como si un pájaro revoloteara y sintió
como si unos hilos finos salieran de los poros de su piel.
Los
asistentes delante del gabinete se pusieron nerviosos. Por encima de la cortina
vieron una cara con ojos alegres, riéndose, pero sin cuerpo.
Materialización.
Aquel era el misterio de misterios . . .
el nacimiento evidente y el crecimiento de formas humanas de aquella sustancia
corporal y peculiar que llamaron ectoplasma. Un milagro biológico, que la
ciencia está obligada a esclarecer.
El
comentario de Charles Richet, el famoso y mundial fisiólogo de Sorbonne, que en
ningún caso es espiritualista escribe en sus treinta años de Investigación
Psíquica (Thirty Years of Psychical
Research):
“No gastaré el tiempo en declaraciones sobre si el fenómeno tiene cosas absurdas, o su imposibilidad desde el punto de vista fisiológico. Una criatura viva o viviendo de la materia, se forma delante de nuestros ojos, tiene un calor interno, una circulación de la sangre y una respiración fisiológica, también una especie de personalidad psíquica, teniendo una voluntad distinta a la del médium, en una palabra, un ser distinto. Esto es seguramente el punto de vista culminante de las maravillas. Sin embargo, esto es un hecho”.
“No gastaré el tiempo en declaraciones sobre si el fenómeno tiene cosas absurdas, o su imposibilidad desde el punto de vista fisiológico. Una criatura viva o viviendo de la materia, se forma delante de nuestros ojos, tiene un calor interno, una circulación de la sangre y una respiración fisiológica, también una especie de personalidad psíquica, teniendo una voluntad distinta a la del médium, en una palabra, un ser distinto. Esto es seguramente el punto de vista culminante de las maravillas. Sin embargo, esto es un hecho”.
Durante
los años de la vida de la Sra. d’Esperance, cuando sucedía los fenómenos, pocas
personas aparecieron para desafiar su enormidad.
Era
muy fácil pillar a un médium que engañaba o tenía un cómplice. Tantos otros
tomaron el toro por los cuernos en otras situaciones. Tenían acometidas,
gritos, un espíritu que en la lucha fue encontrado, numerosas veces era el
médium.
Si
esto hubiera sido todo el problema, la materialización, había sido resuelta
hace tiempo.
Pero
hay más que lo que simple ojo percibe.
Las
severas experiencias han enseñado una terrible lección, que los fantasmas aun
cuando aparecen separados del médium son parte de su carne y sangre.
Esto
es lo que pasó en las propias palabras de la Sra. d’Esperance, cuando Yolanda,
una compañera fantasma, una joven árabe, de pronto fue sujetada:
“Todo
lo que recuerdo es una sensación horrible, insoportable entre retorcimiento y
como si me exprimieran, los dos juntos, puede parecerse a coger una muñeca de trapo, como
si violentamente fuera abrazada por un bebé”.
“El
sentido del terror y un dolor atormentante me vino, como si perdiera la vida y
me cayera en algún abismo temeroso, aún no sabía nada, no oía nada, excepto el
eco de un grito que percibí a lo lejos”.
“Sentí
que me hundía sin saber cómo”.
“Intenté
salvarme, agarrándome a algo, pero no encontré nada, entonces vino un espacio
en blanco, me desperté con horror y estremecida (me sentí como si hubiera sido
rescatada de la muerte)
¿Entonces
Yolanda era parte de la médium?
Sí,
era ella.
Además,
ella fue agarrada porque mostró, al principio, una semejanza desconcertante con
la médium.
¿Fue
la Sra. d’Esperance un fraude?
Los
defensores del Espiritualismo, con buena razón, dicen que el fantasma
materializado era parte del médium y otra parte que no.
Los
Espiritualistas también dijeron, con menos razón, que el agarrón actuó como un
choque paralizador, que producía la rápida desintegración del fantasma y el
ectoplasma producía la violenta precipitación del médium en el lugar donde
estaba el fantasma.
Una
creencia peligrosa, con casi ninguna justificación. Esto ofrece un
salvoconducto para granujas.
Hay
otra defensa que es la transfiguración. Esta es la reclamación de que cuando
“el poder” es leve, la cara del médium sirve como molde para el ectroplama, que
es creado encima de la cara y utilizaría el cuerpo del médium como soporte.
Los
amantes del misterio deberían mirar con el ceño fruncido ambas explicaciones.
Estas estropean el encanto de la historia.
La
Sra. d’Esperance nunca tuvo la intención de sentarse dentro del gabinete, para
exhibirse junto a los fantasmas.
Ella
guardó la fe. Los fantasmas iban por dentro y fuera. Esto preocupaba a los
escépticos científicos de la muerte.
La
Sra. d’Esperance fue envejeciendo, pero Yolanda seguía siendo joven y hermosa.
Tres veces que se agarró y tres veces que la médium estuvo al borde de la
muerte.
En
el pasado la mayor parte de las pruebas definitivas eran producir cortes.
En
el pasado la mayor parte de las pruebas definitivas eran desproporcionadas. En
Helsingfors, 1893, un asistente perdió la razón. Asaltó a la muchacha fantasma.
Tuvo consecuencias espantosas. El pelo de la médium se volvió blanco. Durante
dos años ella estuvo postrada en la cama.
En
la bibliografía de la Sra. d’Esperance nos dejó una conmovedora descripción de
su identidad psico-fisiológica con sus fantasmas. Esto se puede leer:
“Ahora
viene otra figura, más pequeña, más delgada con los brazos estirados”.
“Alguien
se levanta en un extremo lejano del círculo y viene adelante. Y las dos se
cogen de los brazos. Entonces se producen los gritos inarticulados de ‘Anna, oh, Anna, mi niña, mi cariño!’”
“Entonces
alguien se levanta y pone los brazos alrededor de la figura. Los sollozos, gritos
y bendiciones van creciendo”.
“Siento
mi cuerpo sacudido hacia delante y atrás, todo se vuelve oscuro ante mis ojos”.
“Siento
como si algo se desarmara dentro de mí, aunque siento que estoy en mi silla”.
“Siento
a alguien golpeando su corazón contra mi pecho. Siento que me está sucediendo
algo”.
“Nadie
está cerca de mí, excepto los dos niños”.
“Nadie
está atendiendo mi aviso. Todos los ojos y pensamientos están centrados en la
figura blanca y delgada que está parada allí en los brazos de dos mujeres con
ropa negra”.
“Debe
ser mi propio corazón que siento latir de manera irregular. Con todos esos
brazos alrededor. Nunca he sentido el tacto tan grande.”
“Comienzo
a preguntarme ¿Quién soy? ¿Soy la figura blanca o soy la que está en la silla?
“¿Son
mis manos las que están alrededor de la vieja señora, las de la figura, o están
abajo, en mi silla?”
“Ciertamente,
son mis labios los que están besando. Es mi cara que está mojada con la saliva
que estas buenas mujeres que están vertiendo tan abundante”.
“Aún,
¿Cómo puede ser? Es un sentimiento horrible, el aislamiento de la perdición de
la identidad. Durante un tiempo, desvalida, puesta en las manos de alguien que
no conozco y yo misma soy un sueño, ser Anna o ser yo, ¿Cómo se puede perder la
identidad de esta forma?”
Escritores
de películas de suspense ¿ustedes alguna vez han concebido un misterio mayor?