El capítulo 1: Equitación en el Aire, Nandor Fodor


El capítulo 1: Equitación en el Aire
-       Nandor Fodor-

E
l imposible de ayer, es ahora un hecho aceptado.
El progreso científico ha hecho esto, ha arrastrado nuestra resistencia natural a los nuevos descubrimientos.
Nos hemos acostumbrado a lo fantástico. En la  reciente experiencia nos ha enseñado a no llamar a ninguna cosa imposible en el reino de la ciencia física.
Todos creemos en milagros – cuando son milagros materiales: los descubrimientos y logros científicos.

Pero cuando son aplicaciones de los resultados psicológicos, los descubrimientos de la mente, las energías latentes del alma humana, nos ponemos a la defensiva, la mayoría de nosotros somos verdaderos escépticos.

Una extraña paradoja. Mientras que nuestra edad científica apenas tiene un pasado de cien años, los poderes del alma eran conocidos en días de la Biblia y han dejado un rastro de luz bajo el pasillo del tiempo.

¿Habrá una ciencia del alma? Una pregunta trascendental.

Si hay un solo grano de verdad en todas las maravillas atribuidas a las misteriosas facultades psíquicas, estamos sobre el umbral de un nuevo mundo.

Y parece como si la ciencia ortodoxa estuvo a punto de admitir la existencia de un enorme mar inexplorado, aunque conllevaría una formidable revisión a la hora de hacerle frente a las preguntas que se planteen.


EL MILAGRO DEL ABISMO

Piense en la demanda asombrosa del turbulento libro del Dr. Cannon, la Influencia Invisible, (The Invisible Influence), no sacado de su imaginación.
El culto doctor apenas ha evitado que lo vetaran de Colney Hatch Mental Home y the London County Council debido a éste asombrosa experiencia sucedida en el Tibet.
Nos explica una nueva forma de locomoción: Levitación sobre un abismo cortado, un abismo de 50 pies de ancho con un río que pasa en el fondo a 300 pies de profundidad.
Leemos que un misteriosos caballero comandante con traje escarlata que brillaba con intensidad. Estaba parado al otro lado del acantilado y daba las instrucciones de cuando se debía cruzar el abismo gracias a la levitación.
“Dentro de un rango de algunas horas “dice el Dr. Cannon, “habíamos hecho nuestro ajuste corporal en un estado que nos permitía realizar este gran fenómeno milagroso, el transporte ocurría por el puro esfuerzo mental; y en otro momento, aterrizamos con seguridad al otro lado”.
El relato de las extrañas experiencias del Dr. Cannon recibió el inesperado apoyo del Sr. Ernest Wallis Budge. El gran Egiptólogo. Declaró en una entrevista a un periódico (1):
(1). “Daily Express” 17 de enero 1934.
“Yo conocí a un africano y a un indio que podrían desaparecer en el aire como usted contó, los tocaron . . . esto no era ninguna prueba de hipnosis ya que anduve por el lugar donde estuvieron antes”.
“De la misma manera ellos reaparecieron y se solidificaron en un lugar lejano”.
Sin calificarlo de locura ¿Podemos esperar creer en tales milagros?
Podemos contestar solamente con otra pregunta.
¿Tales situaciones siempre se han producido en el Oeste? ¿Quiénes había de testigos? ¿Cuáles eran las condiciones?
Si tuviéramos una respuesta satisfactoria para cada una de esas preguntas, seríamos unos sabios, pero de momento dejémoslo.

En el Tercer Congreso Internacional de Investigación Psíquica en Paris, (Third International Congress of Psychical Research) en 1927, el Barón Von Schrenck-Notzing, un notable científico alemán, describió el caso de un joven, quien haciendo ejercicios de respiración, hizo levantar su propio cuerpo 27 veces.
El joven era un estudiante de Yoga, de una escuela hindú, para el entrenamiento psíquico.
 Los ejercicios de respiración parecen tener un curioso efecto sobre el peso del cuerpo humano. Ellos forman parte del plan de estudios del Yoga.
El investigador Occidental, sin embargo, exigirá más a la hora de probarlo. Una inmersión en la literatura psíquica proporciona la suficiente materia para pensar.

HOMBRE EN EL AIRE
En 1886, en el Cementerio de San Germain de Paris, descansa los restos de un Escocés, quien fue uno de los hombres más notables del pasado siglo. Su nombre es Daniel Dunglas Home.
Su padre, como se decía, era un hijo natural de un conde. Si la historia es cierta no fue un privilegio ser nieto de un conde. Para el Sr. William Crookes, quien fue un distinguido testigo dijo que “Hay al menos cien casos registrados del Sr. Home elevándose del suelo, en presencia de muchas personas diferentesy he tenido noticias de los labios de los tres testigos presenciales del acontecimiento más asombroso de esta clase- Earl of Dunraven, Lord Lindsay, and Captain C. Wynne- cuentan de manera minuciosa todo lo ocurrido”.
“Rechazar la evidencia registrada en este tema, es rechazar todos los testimonios humanos, además ningún hecho de la historia sagrada o profana ha sido apoyado por un arsenal tan amplio de pruebas como éste”.
El asombroso acontecimiento ocurrió el 13 de diciembre de 1868, en Ashley House, Victoria Street, Londres. Estando en trance el Sr. Home, flotando salió por una ventana third-story y entró a la otra habitación.
Los tres testigos se enteraron que el Sr. Home iba a entrar en la siguiente habitación, oyeron abrirse la ventana y en ese momento el Sr. Home apareció recto a través de la ventana. El pasó por la ventana y anduvo con bastante serenidad.
Lord Adare y después Dunraven, entraron en otra habitación para cerrar la ventana y encontraron que no se había levantado ningún pistillo, no se podía pensar como el Sr. Home lo había logrado.
 El Sr. Home dijo: “Vengan a ver”.
“Fui con él” dijo Lord Adare. “, me dijo que abriera la ventana como estaba antes. Lo hice así. Y que me pusiera a una pequeña distancia”.
“Él entonces pasó a través del espacio abierto, los pies primero, bastante rápido, su cuerpo estaba casi horizontal y parecía rígido”.
“Él pasó otra vez y fuimos a la otra habitación”.
“Estaba tan oscura que no pude ver claramente como se apoyó al bajar”.
“Él no parecía que se agarrase o apoyase sobre la balaustrada, más bien se balanceaba de dentro a fuera”.
Un incidente realmente notable y digno de la violenta controversia que surgió años posteriores.
A Lord Lindsay debemos dos relatos. Uno en 1869 y otro en 1871.
En éste habla de una luna que brilla en la habitación. Esto fue una seria discrepancia, porque el almanaque náutico reveló que había luna nueva ese día. La luna por tanto, no podía haber alumbrado la habitación.
Pero el relato contemporáneo del Sr. Adare, casi es la primera versión del Sr. Linsay, que no nombra a la luna. ¿Cuál es la correcta?
El Dr. W. B. Carpenter, vicepresidente de la Sociedad Real, insinuó que el capitán Wynne nunca atestiguó el ver al Sr. Home flotando fuera de la habitación. Esto debe ser descartado ya que en una carta de explicación de Wynne al Sr. Home:
“El hecho de que pasara hacia fuera por la ventana y saliera por el otro lado lo puedo jurar”.
Otros escritores atacaron los testimonios por la pobre visibilidad. Pero  Andrew Lang comentó que en aquel sitio la gente en la habitación vio hasta una niebla, donde un hombre entró por la ventana y salió por el otro lado, con el cuerpo rígido.
El relato de esta levitación es demasiado notable y demasiado bien atestiguada para tratarla a la ligera. Ésta se diferencia de la hazaña del Dr. Cannon, en que el Sr. Home no tenía ningún recuerdo de lo sucedido.
Encontramos este caso en casi todas las levitaciones médiumnisticas y en otros casos de viajes astrales.
EL MARQUÉS DESAPARECIDO
Pero tampoco tales registros extraordinarios son asuntos de la historia pasada. Hay un caso reciente, quizás el mejor registrado por todo.
La escena sucedió en el castillo medieval de Millesimo en Italia; del Marques Centurione Scotto; un ex- M. P. y descendiente de la más vieja nobleza italiana con título de Príncipe del Sacro Imperio Romano.
En  1926 perdió a su hijo en un accidente de avión. La pena fue soportada, esforzándose en encontrar el apoyo en el Espiritualismo  descubrió que poseía notables poderes.
El 29 de julio de 1928, en el curso de una sesión, el Marqués que era médium, gritó, con voz de susto:
“¡No tengo ninguna sensación en mis piernas!”
El gramófono fue parado. Un intervalo de total silencio siguió.
El médium fue atendido, no se oía, se sentía que había parado. Fueron a donde estaba pero su sitio estaba vacío.
Encendieron la luz de color rojo. La puerta todavía estaba cerrada con la llave por seguridad, pero en el interior, el médium había desaparecido.
Todas las habitaciones del castillo fueron registradas sin resultado.
Dos horas y media después de lo ocurrido los asistentes estaban ansiosos de conocer más información por la escritura automática. La Sra. Gwendolyn Kelley Hack, una autora americana, hizo la tentativa. Su mano escribió:
“No sean ansiosos, estamos mirando y guardando . . . el médium está dormido”.
Pero los miembros del grupo, entre ellos Ernesto Bozzano, decano de los investigadores psíquicos de Italia, no estaban de acuerdo con tranquilizarse. La información finalmente exacta llegó:
“Vaya a la derecha. Entonces en la pared hay una puerta que da al exterior. Allí está. Heno, heno. En un lugar suave”.
El lugar que indicó era un granero que estaba a una yarda de distancia. La gran puerta de la entrada estaba bloqueada; la llave no estaba en la cerradura.

Ellos fueron corriendo a buscarlo, entraron, encontrando que había una pequeña puerta que antes se les había pasado por alto. Esta puerta también estaba cerrada, la llave estaba en la cerradura pero por la parte del exterior.
Ellos la abrieron con precaución. Sobre un montón de heno y avena estaba cómodamente el médium sumergido en un profundo sueño.
Cuando recobró el conocimiento por primera vez y se encontró en el establo tuvo miedo de que hubiera salido de su mente y se echó a llorar.
LOS DOS MUCHACHOS PANSINI

El caso de los muchachos Pansini, en el cual el Dr. Joseph Lapponi, médico militar de los papas Leo XVII y Pio X,  realizó una especial investigación, en cierto modo unica.
Esto concierne a Alfred y Paul, diez y ocho años respectivamente, los hijos de un contratista de Ruvo. Apulia.
La vieja casa donde ellos vivieron fue escenario de extrañas visitas. Había fenómenos poltergeist: Lanzamiento y rotura de objetos de la vajilla por manos invisibles.
El muchacho mayor, entonces con solo siete años, cayó en un trance, habló, recitando en francés, latín y griego.
Entonces fue enviado a un seminario y los fenómenos cesaron.
A su vuelta en 1904 el terror estalló de nuevo.
En el espacio de media hora, por algún extraño poder desconocido, tanto él como su hermano fueron transportados de Ruvo a Molfetta, a una distancia de nueve millas.
En otra situación se encontraron en la mar, en un barco, no teniendo idea de cómo llegaron allí.
Una vez que desaparecieron de la plaza de Rovo, descubrieron diez minutos más tarde, que estaban en la casa de su tío en Trani, a una buena distancia.
Ellos fueron enviados al Ovispo de Bitonto. Mientras que la madre expresaba su miedo que fuera el Diablo el que produjera los sucesos y por eso fueron enviados a un hombre santo, ambos muchachos desaparecieron de la habitación.
Durante un momento estaban allí y al momento siguiente desaparecieron sin rastro, las ventanas y puertas estaban cerradas ya que era una precaución que había tomado la madre. No había ninguna salida de la habitación, excepto para un ratón.
No se dio ninguna explicación sobre aquel misterio. Los científicos italianos hablaron del “automatismo diambulatorio”; movimiento en un estado secundario de consciencia, olvidando y recobrando el conocimiento.
Pero ¿Y cuándo estaban encerrados?
¿Y como podían dos muchachos recorrer nueve millas en media hora sin que nadie los viera por el camino?

UN ESPIRITU FAMILIAR QUE ESTABA LEJOS
Un caso extraordinario de transporte ocurrió en Londres el 3 de junio de 1871. Esto le pasó a la Sra. de Samuel Guppy, una médium famosa de la época, con quien el doctor Alfred Russell Wallace, co-descubridor con Darwin del principio de la selección natura tuvo sesiones durante años.
Desde  la casa de Highbury, había algún poder invisibley ella fue transportada a distancia, hasta la casa de Charles William, otro médium, que estaba en el 61 de Lamb's Conduit Street, una distancia de más de tres millas.
Ella cayó encima, a lo largo de la mesa, como si tuviera una tapa y se abriera, durante este momento había una sesión con diez personas.
Ellos tenían una charla amable con “Katie King”, la famosa espíritu que apareció al Sr. William Crookes con quien fue fotografiada cogido de su brazo.
Alguien le pidió a “Katie King” traer algo. Otro presente de broma le dijo:
“Deseo que traiga a la Sra. Guppy”.
Un tercer presente protestó:
“Es gracioso, pero espero que no ¡Ella es una de las mujeres más grandes de Londres!”.
“Katie King” dijo gritando en la oscuridad:
“Lo haré, lo haré, lo haré”.
Apenas tres  minutos habían pasado cuando alguien gritó:
“Por Dios, allí hay algo sobre mi cabeza”.
Hubo un ruido grave. Uno o dos gritos. Entonces se encendió un fósforo.
La Sra. Guppy estaba sobre la mesa.
 Estaba perfectamente inmóvil, en estado de trance.
Entonces fue cogida y arreglada, con una bata ancha, de una manera más o menos arreglada y se le colocó unas zapatillas de dormitorio.
Con un brazo rígido se le tapó los ojos y el otro estaba colgando en el lado, sosteniendo una pluma mojada en tinta.
Tuvimos bastante miedo por lo que le pudiera suceder a su salud. Pero recuperó el sentido, después de la sacudida del choque y se sentó bien.
Del techo  cayeron botines, sombreros y ropas, trozo a trozo, también muchas flores.
Las flores fue su propia contribución psíquica. Ya que ella podía producir montones de flores del vacío, incluso girasoles de bastante tamaño con pedazos de tierra pegada a su raíces.
Las investigaciones el la casa de la Sra. Guppy revelaron que a la hora de su transporte ella estaba escribiendo. Y su compañero estaba cerca del fuego haciendo unas cuentas.
Repentinamente, miró hacia arriba y se dio cuenta que la Sra. Guppy había desaparecido. Ella percibió como una leve neblina en el techo. Eso fue todo.
La prensa de Londres la trató de payasada. Pero no se dijo nada más sobre como refutar el testimonio de diez testigos, la mayoría de ellos gente bien conocida con una gran reputación y situación social.



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