PRECAUCIONES EN LOS
EXPERIMENTOS
-
Hans Driesch-
Al hablar de los métodos de precaución necesarios en la
observación de anticipación que serán necesarios mencionar en el experimento
parasíquico, de modo que hay poco que añadir. Todas las precauciones que se
aplican a la mera observación de anticipación son las naturales que se puede
aplicar a cualquier otro experimento, en los cuales, ellos pueden ser más
estrictos.
Para el experimento, en este contexto, significa tanto para
el emisor y el perceptor deliberadamente deben hacer la tentativa en un momento
dado de enviar y recibir algo específico. Así ambos participantes son ‘activos’
, y aún deliberadamente activos, aunque sea sólo el perceptor quien quiere
recibir. Así la telepatía y la lectura de pensamiento se hacen.
Relativamente pocos de estos experimentos se han llevado a
cabo, pero esos pocos son buenos, los experimentos de Tischner, Wasielewski, Upton Sinclair, y otros, pertenecen a
este tipo, por no hablar de las diversas series conocidas del S.P.R.
El
pequeño número de estos experimentos, sin duda es debido al hecho de la
telepatía voluntaria, y que simplemente no funciona en la mayoría de las
personas. Como ya hemos visto, es con toda probabilidad, el subconsciente el
que produce los fenómenos parapsíquicos, por lo que la voluntad consciente no
es mas que un indicio de las
capacidades subconscientes. Y, de hecho, las pocas personas que poseen
las capacidades subconscientes sobrenaturales ellos pueden “trasladarlas” a la
conciencia.
La diferencia que separa al emisor de un médium en los
experimentos buenos es en sí mismo una medida de precaución adecuada en la
comunicación aparentemente sobrenatural, pero realmente normal por medio del
empleo de símbolos de una u otra clase. La misma realidad es la hiperestesia y
la ‘captador’. La distancia también excluye la posibilidad de que cierto médium
obtenga la información privada. Los errores de la memoria no entran en tela de
juicio por ningún lado, ya que el concepto de transmisión es uno real, una
excepción se presenta, en unos pocos casos el perceptor (receptor) hace una
declaración equivocada de lo representado, como el emisor después explica, la
idea de éste era la del principio y había querido transmitir y de la cual, él
tenía la imagen en su conciencia.
El criterio importante de coincidencia en los detalles, o
por lo menos en lo intuitivo el “esquema” general, está presente en lo que
llamamos casos buenos. Naturalmente si se recibe un “pescado” en vez de la
“imagen de Cristo” que fue transmitida, no puede llamar a esto un buen caso,
aun cuando el pescado es , sin duda, un símbolo cristiano. Tales interpretaciones no son permisibles.
Nuestro lema debe ser “cuanto más estricta, mejor será”, o más bien “sólo es
bueno, cuando es estricto”. No niego que la noción subconsciente reciba la
información del emisor y pueda darle una asociación, y que esta asociación es
sólo la que se puede llevar a la conciencia, pero la vaguedad de la llamada
“ley de la asociación por semejanza y contraste” nos obliga a ser mucho más
cuidadosos en su aplicación a nuestro trabajo. Es mejor admitir, demasiado
poco, que demasiado mucho.
No es necesario decir que sería muy deseable disponer de un
gran número de buenos casos parasíquicos de una especie genuinamente
experimental. Sólo que no se debería pensar que los experimentos parapsíquicos
han sido hechos y que el resto no son
posibles cuando un fenómeno que tiene apariencia de transmisión de pensamientos
se ha realizado en un laboratorio por medios normales. Muchas personas buenas
han cometido este error, han asumido que han ‘resuelto’ la investigación
psíquica cuando han llevado a cabo experimentos con resultados muy valiosos
para el control del fenómeno genuino parapsíquico. Al hacerlo, han “arreglado”
nada en absoluto, ya que los fenómenos considerados genuinos necesitan
condiciones muy diferentes, pero sin embargo, adecuadamente controlados.
Hemos descrito las
precauciones que se deben tomar en el campo de los fenómenos parapsíquicos
antes de que estos fenómenos puedan ser considerados como absolutamente
auténticos. El énfasis aquí está en la palabra ‘absoluto’.
Es precisamente el objeto de la investigación descubrir si
hay algo sobrenatural que tengamos ante todos nosotros, si ha algo que no se
puede explicar en las líneas conocidas y normales. Pero todavía no hemos
entrado en lo que podemos llamar problemas mayores, a saber, la cuestión de si
existen diferentes clases de fenómenos sobrenaturales o si todos pertenecen a
un mismo tipo de fenómeno. Aún no hemos averiguado, en otras palabras, si es
posible reducir a una sola clase lo que a primera vista parecen ser diferentes
clases de hechos. De ahí que aún no
sabemos el rango de los fenómenos
fundamentales, en el sentido de Goether, y si hay varios fenómenos
fundamentales o sólo uno.
Pero antes de entrar en estas investigaciones superiores es
necesario añadir dos secciones a nuestra investigación de las precauciones
necesarias para el establecimiento genuino de los fenómenos paranormales:
expresamente tenemos que depreciar precauciones tanto inadecuadas como
exageradas.
Artículo original en inglés