La luz y los médiums
English text lower down
La luz tiene un
efecto destructivo sobre los fenómenos psíquicos, las razones no se conocen
plenamente pero las analogías lo hacen admisible. La luz es la vibración más
rápida del “éter” y las ondas de luz visible varía con longitud de onda entre
0, 000 000 77 a 0, 000 000 392 metros. La práctica de la radiodifusión
demuestra que las vibraciones rápidas tienden a anular las vibraciones más
lentas en las que se basa la radio. Cuando los días son largos y la luz de sol
intensa la recepción inalámbrica cae. Con la llegada de la noche mejora de
nuevo. Las ondas cortas que vibran más rápidamente son mejores para la
recepción. Es probable que las vibraciones psíquicas estén en la misma
posición. La vibración de luz más lenta es la roja y sabemos que su efecto es
destructivo, pero mucho menor. El filtrado de la luz del día por los vidrios de
diversos colores es poco diferente. La luz fría desprovista de rayos actínicos,
es la menos perjudicial. “He tenido muchas oportunidades”, escribió Sir William
Crookes, “de probar la acción de la luz de diferentes fuentes y colores como la
luz solar, la luz diurna difusa, la luz de la luna, de gas, la lámpara y la luz
de las velas, la luz eléctrica de un tubo de vacío homogéneo, la luz amarilla,
etcétera. Los rayos interferentes parecen ser aquellos de los extremos del
espectro”. Él encontró la luz de la luna ideal. También se ha probado con sulfuro de zinc o pantallas de calcio.
Tienen la desventaja de que su iluminación es pobre, a menos que sean
extremadamente grandes, pero la intensidad de su fosforescencia disminuye
rápidamente. Geley experimento con luz biológica. No afectó a los fenómenos.
Sin embargo, los cultivos de microbios fotogénico son inestables. En Brasil los
insectos luminosos fueron probados con éxito.
Sabemos que la luz
ha marcado las propiedades físicas, químicas y eléctricas de muchas de las
formas de vida inferiores que se destruyen con los rayos ultravioleta, el
crecimiento vegetal tiene lugar principalmente
por la noche, la función de la clorofila parece ser la protección de los
delicados tejidos contra la luz, que la vida misma comienza en la oscuridad, la
objeción de que los médiums genuinos deban poder producir sus manifestaciones
con buena luz por lo tanto no parece ser absolutamente razonable. Alguno de los
poderosos siempre fueron capaces de hacerlo. Desde D.D. Home que rara vez se
sentaba en la oscuridad. Eusapia Palladino una vez levanto la mesa bajo el sol
ardiente y Maxwell probablemente tiene razón al decir que la acción de la luz
no es un obstáculo insuperable para producir movimientos telequinéticos.
Siempre que los
fenómenos son intensos en la oscuridad debemos ser capaces de obtener otros más
débiles de la misma clase con luz pero el propio Maxwell señala que la mesa
parece desempeñar el papel de condensador para acumular la energía nerviosa. ¿No podría ser
que la luz actúe como ciertos rayos de origen catódico que descargan los condensadores electrificados colocados en
sus proximidades?
En Psychic Research, Enero, 1930, en esta tesis se registra un curioso accidente
que puede confirmar la especulación de Maxwell. Según una comunicación del Mr. Irving
Gaertner de St. Louis, Mo con Eveling Burnside y Myrtle Larsen en Camp
Chesterfield, Indiana, un rayo
de luz debido a un giro del interruptor penetró a través de una grieta, entró
por el borde inferior de la puerta y el suelo de la sala de sesiones.
Se oyeron sonidos
de gruñidos (presumiblemente de la médium agonizante, señora Larsen) y una de las 2 trompetas que había sido levitadas
para crear la voz cayó de inmediato a los pies del Señor Nelson. La señal de
una ampolla en uno de sus dedos se asemejaba a una producida por una quemadura
en la piel. Todos los asistentes testificaron haber sentido la descarga
eléctrica en la región del plexo solar, la espalda y la frente. La señora
Larsen fue descubierta postrada en el suelo, su corazón no latía, su cuerpo estaba
rígido. Se necesitaron esfuerzos considerables para reanimarla. La señora Burnside, la otra médium sufrió un shock durante
varios días después de la sesión. Frederick Bligh Bond, editor de Psychic
Research ofrece una especulación diferente de la idea
de Maxwell para la comprensión de la descarga eléctrica. Pregunta: “¿Es la luz
la que en este caso provoca la perturbación violenta de las condiciones o es la
luz como una avenida de conductividad uniendo el circuito psíquico a la
corriente de los alambres de una lámpara del el vestíbulo?
Los peligros del
choque de un rayo de menor intensidad inesperado está indicado de una manera
interesante en el informe de J. Hewat McKenzie sobre Miss Ada Besinnet y su mediumnidad. Psychic Science, abril,
1922. La chispa roja más pequeña
era suficiente para evitar que la médium entrara en trance. En otra ocasión al
sacar el enchufe eléctrico de la toma de la pared detrás de un mueble y a unos
8 pies de la médium, una pequeña chispa cerca de 1/16 pulgadas de largo, que
por lo general acompañaba a la retirada del enchufe, fue suficiente para crear
un choque psíquico sobre la médium que inmediatamente cayó hacia delante sobre
la mesa en un estado cataléptico.
Que las estructuras psíquicas pueden existir
objetivamente más allá de la gama de nuestras capacidades ópticas se demostró
con la fotografía de la lente de cuarzo. La lente de cuarzo transmite rayos
ultravioletas, es decir, hace que en la placa fotográfica se vean cosas de las
que nuestros ojos no son conscientes. Mrs. J. H. McKenzie y el Major Mowbray realizaron importantes experimentos en este
campo con los médiums J. Lynn and Lewis. La lente de cuarzo no sólo reveló luces fluorescentes, vibratorias, sustancias hiladas y varas
psíquicas, también la desmaterialización de una mano del médium.
Resultados
similares fueron logrados por el Dr. Daniel Frost Comstock en sesiones con Margery de Boston. Varias de sus placas expuestas mostraban
curiosas e indefinibles manchas blancas, una de las cuales era bastante
reconocible como un rostro humano, aunque no podía identificarse. El avance más
importante en este campo de investigación se registró en el Institut
Metapsychique en Paris con el
médium Rudi Schneider 1931.
Enciclopedia de Ciencias Psíquicas, Nandor Fodor
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LIGHT has a
destructive effect upon physical phenomena. The reasons are not fully known,
but analogies help to make it admissible. Light is the fastest vibration of the
ether. (The visible light waves are from 3900 A.U. to 7700 A.U.-i.e., the wave
lengths range from 0.00000077 to 0.00000039 metres). Broadcasting practice
demonstrates that the fast vibrations tend to nullify the slower vibrations on
which wireless is based. When the days are long and the sunlight intense,
wireless reception drops down. With the oncoming of night it improves again.
With short waves which vibrate faster reception is better. It is probable that
psychic vibrations are in the same position. The slowest light vibration is red
and we know that its destructive effect is far less. Filtering of daylight by
glasses of various colours makes little difference. Cold light, devoid of
actinic rays is the least injurious. "I have had many opportunities,"
wrote Sir William Crookes, "of testing the action of light of different
sources and colours, such as sunlight, diffused daylight, moonlight, gas, lamp
and candle light, electric light from a vacuum tube, homogeneous yellow light,
etc. The interfering rays appear to be those at the extreme end of the
spectrum." He found moonlight ideal. Sulphide of zinc or calcium screens
have been also tried. They have the disadvantage that their illumination is
poor, unless they are extremely large and the intensity of their
phosphorescence rapidly diminishes. Geley experimented with biologic light. It
did not affect the phenomena. However, the cultures of photogenic microbes are
very unstable. In Brazil luminous insects were tried with success.
We know that light has marked
physical, chemical and electric properties, that many of the lower forms of
life are destroyed by ultra-violet rays, that vegetable growth takes place
mainly at night, that the function of chlorophyl seems to be the protection of
delicate tissues against light, that life itself begins in darkness, the
objection therefore does not appear to be quite reasonable that genuine mediums
should be able to produce their manifestations in good light. Some of the
powerful ones were always able to do so. D. D. Home seldom sat in darkness.
Eusapia Paladino once levitated a table in blazing sunshine and Maxwell is
probably right in saying that the action of light is not such as to constitute
an insurmountable obstacle to the production of telekinetic movements.
Whenever the phenomena are intense in
obscurity we ought to be able to obtain weaker ones of the same kind in light,
yet Maxwell himself points out that the table appears to play the role of
condensor for the accumulated nervous energy. May it not be that light acts as
certain rays of cathodic origin which discharge the electricised condensors
placed in their vicinity?
In Psychic Research, January,
1930, a curious accident is recorded which may bear out Maxwell's speculation.
According to a communication by Mr. Irving Gaertner of St. Louis, Mo., in a
sitting with Eveling Burnside and Myrtle Larsen in Camp Chesterfield, Indiana,
a ray of light, owing to the turning of a switch outside, penetrated through a
crack between the lower edge of the door and the floor into the seance room.
"Agonised groans were heard
(presumably from the entranced medium, Mrs. Larsen) and one of the two trumpets
which had been levitated for the voice immediately fell at the feet of Mr.
Nelson. At the same moment, Mrs. Nelson received an electric shock which formed
a blister on one of her fingers resembling one which would be produced by a
burning of the skin. All the sitters testified to having felt the electric
shock both in the region of the solar plexus, the back and the forehead."
Mrs. Larsen was discovered prostrate on the floor, her heart did not beat, the
body was rigid. It took considerable effort to restore her to consciousness.
Mrs. Burnside, the other medium, suffered from the shock for several days after
the sitting. Frederick Bligh Bond, editor of Psychic Research, offers a
speculation different from Maxwell's idea for the understanding of the electric
shock. He asks: "Is it the light, qua light, which in this case causes the
violent disturbance of conditions, or is it light as an avenue of conductivity,
linking the psychic circuit to the current on the wires of the lamp in the
hall? "
The dangers of the shock from the
slightest unexpected light ray are indicated in an interesting manner in J.
Hewat McKenzie's report on Miss Ada Besinnet's mediumship in Psychic Science,
April, 1922. The smallest red spark burning was sufficient to prevent the
medium from going into trance. "Upon another occasion, when drawing the
electric plug from the wall socket, behind a piece of furniture, and about 8
feet from the medium, the small spark, about 1/16 inch long, which usually
accompanies the withdrawal of a plug of this kind when the power is on, was
sufficient to create such a psychic shock that the medium immediately fell
forward on the table in a cataleptic state."
That psychic structures may
objectively exist beyond the range of our optical capacity was demonstrated by
quartz lens photography. The quartz lens transmits ultra violet rays, i.e., it
makes, on the photographic plate, things of which our eyes are not cognisant,
visible to us. Mrs. J. H. McKenzie and Major Mowbray conducted important
experiments in this field with the mediums J. Lynn and Lewis. The quartz lens
not only disclosed fluorescing lights, vibrating, spinning substances, and
psychic rods, but also the dematerialisation of the medium's hand when added
force had to be borrowed.
Similar results were achieved by Dr.
Daniel Frost Comstock in seances with Margery in Boston. Several of his exposed
plates showed curious, indefinable white patches one of which was fairly
recognisable as a human face, though it could not be identified. The most
important advance in this field of research was registered at the Institut
Metapsychique in Paris with the mediumship of Rudi Schneider in 1931.
Margery de Boston
Daniel Frost Comstock