Fotografía psíquica en Polaroid
Todo sucede en casa de John Matkowsky. John empezó a
quejarse que oía regularmente un sonido de pasos en el techo, la residencia
eventualmente es conocida por ser lugar de travesuras de las entidades que
trataban de comunicarse sobre las películas de Polaroid. En una ocasión
apareció en una foto (el negativo fue sacado de un paquete nuevo sellado por la
marca) fue tomada en la casa y apareció la frase en latín “genius loci”.
Otra persona amiga, John Augustyn recordó que en la fiesta
de Halloween de 1994 en la casa de Matkowsky hubo diferentes personas que
habían llevado sus cámaras y todos fueron obsequiados con fantasmas. En una
foto, un hombre vestido como una parca es visto con forma ectoplasmática. En
otra imagen, un asistente a la fiesta
vestido de Charlie Brown aparece cubierto de garabatos fantasmales cerca de su
cuello. En una foto tomada con cámara diferente muestra las mismas formas
inexplicables que rodean a los dos hombres.
Se ha intentado reproducir esas fotos de manera fraudulenta
por dos métodos, el primero por pre-exposición de la película a una plantilla y
la otra fotografiar el mensaje escrito en plexiglás. Los dos métodos no dieron
versiones realistas de las imágenes fantasmas, la escritura realmente aparecer
como respuesta a las preguntas.
Todo comenzó cuando dos residentes de la vieja casa en los
Ángeles comenzaron a recibir mensajes fantasmales a través de las fotografías
Polaroid. El joven empezó a tomar fotos dentro de la casa y obtener textos de
la supuesta entidad de la casa.
Los hombres hicieron una gran colección, y obtenían
fotografías muchas de las personas que iban. El Instituto de Brooks de
California ha sugerido una explicación pero su proceso requiere un largo actuación
y puesta a punto de horas en el laboratorio.
El fantasma o espíritu se hace llamar “Wright”. Él muestra
signos de realizar instrucciones y de inteligencia, escribe muchos mensajes en
inglés. Como se ha dicho al principio, Matkowsky oyó los golpes, la puerta se
abrió misteriosamente y tomó una serie de fotos, y al revelarlas vio sombras
oscuras con ojos y boca.
La primera respuesta que se obtuvo fue a la pregunta de si
estaba ahí en ese momento. La foto que apareció con la palabra “yes” entre
formas blancas y nubladas. Poco a poco las fotos fueron dando una escritura más
legible.
Al principio los investigadores se mostraron escépticos,
sospechando de extrañas bromas por parte del fabricante o del distribuidor de
la película fotográfica o algún truco tecnológico, como proyecciones de
hologramas o cremas de afeitar echadas sobre celofán. Se hicieron
reproducciones con esas propuestas pero nada dio tanta calidad como las
fotografías originales.
Las fotos también respondían a los psíquicos (a algunos) que
visitaban la casa de manera independiente. La Corporación Polaroid examinó las
fotografías y no pudo encontrar ninguna evidencia física de manipulación. La
única explicación era que la escritura estaba hecha por alguna forma de radiación
por un campo de alta energía.
El psíquico Peter James fue a la casa y encontró una especie
de “vórtice espiritual”, dice que ahí hay una fuerte vibración, sentía un
hormigueo y las piernas le temblaban. Entonces se echó varias fotos y
aparecieron las extrañas formas que parecían rodearle.