- El Mediumnismo




EL MEDIUMNISMO


Gustave Geley

Sabido es que Aksakof propone se comprenda bajo este nombre todo fenómeno llamado ordinariamente espirita.

Tal denominación tiene la ventaja de dejar enteramente en reserva la explicación de los fenómenos.

No me extenderé sobre las investigaciones tan numerosas y perfectamente concluyentes hechas al respecto por sabios o grupos de sabios de todos los países (la enumeración de estos sabios, de día en día más numerosos, figura en la mayor parte de las obras de documentación espírita. Sería fastidioso repetirla aquí).

Recordaré tan solo:

Que estos fenómenos no son ya negados sino por las personas que no conocen el asunto ni teórica ni experimentalmente. Que tienen cierta realidad objetiva fácilmente demostrable y no son en modo alguno explicables por el fraude, la ilusión o la alucinación. Que nada tiene de sobrenatural y pueden ser interpretados de manera absolutamente racional y satisfactoria.

El mediumnísmo comprende fenómenos físicos y fenómenos intelectuales.

Los fenómenos físicos son los siguientes:

Movimientos de objetos, con contacto o sin él – Raps o golpes.- Escritura automática del médium (la escritura y el lenguaje automáticos son producidos por los órganos mismos del médium) – Lenguaje automático; escritura directa, sin operador visible; sensaciones objetivas de contacto, de parte de los asistentes; visión de luminosidades y de formas orgánicas materializadas, que pueden dejar huellas físicas (impresiones, fotografías). Fenómenos de desorganización de la materia. Desmaterializaciones, aportes. No insisto en la descripción de esos fenómenos, hecha en gran parte en los capítulos precedentes.

Me extenderé únicamente sobre los fenómenos intelectuales:

Fenómenos intelectuales del mediumnísmo – personalidades mediumnicas – sábese que los fenómenos físicos del mediumnismo son dirigidos por una inteligencia diferente, en apariencia, de la del médium.

Se puede entrar en comunicación con esa inteligencia directora, sea por señales convenidas (movimientos de objetos, golpes, etc.), sea por la escritura o el lenguaje automático del sujeto; sea más rara vez, por la escritura o el lenguaje directos (la escritura y el lenguaje llamados directos son producidos fuera de los órganos del médium.)

Las manifestaciones intelectuales que se obtienen por estos diversos procedimientos son muy variables en importancia y valor. Son a veces elementales, poco precisas e incoherentes.

Las comunicaciones se forman de elementos disímbolos, recordando los de los ensueños ordinarios; o bien de nociones sugeridas, voluntariamente o no , por los asistentes, o de conocimientos venidos del médium mismo, aunque frecuentemente inesperados y saliendo de su campo de actividad psíquica habitual.

Poco más o menos, manifestaciones de este género son las que se obtienen, en lo general, por medio de la mesa, con contacto. Se sabe además, el papel posible en estos casos, de los movimientos inconscientes de los asistentes.

En otros casos, ya más complejos, se observa la manifestación de personalidades todavía elementales, pero ya provistas de cierto grado de autonomía, capaces de conocimientos y facultades supranormales rudimentarias; dotadas de memoria, de capacidades imaginativas e inventivas, etc.

No son personalidades completas, poseedoras de todas las capacidades y toda la autonomía que debe atribuirse a esta palabra; son semipersonalidades, subpersonalidades más o menos notables, pero que no tienen evidentemente más que una apariencia efímera de independencia y de realidad.

Por el contrario, las manifestaciones psíquicas importantes revelan verdaderas personalidades mediumnicas que importa estudiar con cuidado, sea cual fuere la idea que se forme de su origen.

Las principales caracteres de las personalidades mediumnicas son:

1-Autonomía e independencia aparentes.

2-Diferencia muy neta respecto de la personalidad normal del médium, en cuanto a facultades y conocimientos.

3-Pretensión, casi constante, de estas personalidades, de ser los “espíritus” de los muertos.

Veamos sucesivamente estos tres puntos.

1º Autonomía e independencia aparentes. Las personalidades mediumnicas son en apariencia independientes del médium.

En efecto:

a)Están absolutamente substraídas a la voluntad y al conocimientos del sujeto normal y no se manifiestan (salvo excepciones) sino por el obscurecimiento de esa voluntad y ese conocimiento, en el sueño mediumnico.

b)Tiene un carácter muy fijo y permanente – Sus elementos psíquicos constitutivos son tan permanentes como los de una personalidad viva. Son siempre idénticas en sus diversas manifestaciones cualquiera que sea el modo de comunicación. En algunos casos se manifiestan idénticas, con médiums diferentes y que no se conocen entre sí.

c)Son originales, como lo demostraré más lejos, por sus conocimientos y sus facultades. Lo son, luego, por el hecho de que dirigen a su antojo la producción de los fenómenos físicos. Los son aún, por la duración total de sus manifestaciones. Sucede, en efecto, que estas personalidades después de haber aparecido espontáneamente en cierto tiempo, desaparecen para siempre de súbito.

En tal caso, la duración de su acción es anunciada desde antes por ellas mismas.

En fin, personalidades muy diferentes pueden manifestarse por el mismo médium.

Así, pues, las personalidades mediumnicas son enteramente autónomas e independientes en apariencia del médium.

2º Carácter general. – Facultades y conocimientos de las personalidades mediumnicas.- las personalidades mediumnicas difieren de la normal del médium, de una manera las más veces muy clara.

Los rasgos comunes que con ella presentan son de poca importancia, cuando los hay y las desemejanzas muy notables.

Las diferencias se comprueban:

En el carácter general, en el conjunto psíquico, en las facultades y capacidades, en los conocimientos.

a)Diferencias en el carácter general.- Son inferiores o superiores a la capacidad normal del médium. Los sentimientos y las ideas de ellas son no pocas veces contrarios a los de él. Las manifestaciones pueden ser hostiles al médium o contrarias a su voluntad. Los diversos modos de expresión del pensamiento, la escritura, son diferentes de los del médium.

b)Diferencias en las facultades y capacidades- No hablo de las facultades de lucidez, de acción motriz u organizadora de la materia o de acción del pensamiento a pensamiento. Ya he dicho y repetido que estas facultades no pertenecían a la personalidad normal del médium.

Solo me ocuparé de las facultades y capacidades intelectuales de igual esencia que las del sujeto normal, pero de potencia y naturaleza diferentes (memoria, capacidades de operaciones psíquicas diversas, capacidades artísticas, científicas, profesionales, etc.).

Por ejemplo, se observa la producción mediumnímica de dibujos de carácter muy artístico, no teniendo el sujeto noción alguna de este arte, o bien la producción de obras literarias notables por un médium sin instrucción y de inteligencia mediocre (el médium es a veces un niño de poca edad o un infante en la lactancia).

c)Diferencias en los conocimientos.- En fin, las personalidades mediúmnicas dan pruebas de conocimientos absolutamente ignorados del médium.

Se trata a veces de conocimientos sencillos de un hecho o acontecimiento que el médium no haya podido saber por las vías sensoriales habituales.

Otras veces se trata de conocimientos complejos, científicos, profesionales, etc., o conocimientos precisos de un idioma que el médium no ha aprendido y que es incapaz de hablar ni de comprender en su estado normal.

Estos casos de usar el médium en trance un idioma que no ha aprendido tienen una importancia enorme. Hay que distinguirlos cuidadosamente de los hechos en que sujetos hipnóticos o mediumnicos balbuceantes, las más veces sin comprenderlos , fragmentos de un idioma extranjero, que ha podido impresionar sus sentidos en algún momento olvidado de su existencia.

Sabido es que a este fenómeno conocido de vulgar y trivial criptomnesia atribuye el Profesor Flournoy (Flournoy, De las Indias al Planeta Marte) el uso del sanscrito en el famoso caso de Elena Smith.

Pero a pesar de minuciosas investigaciones, no se ha podido descubrir el origen de este conocimiento lingüístico. Tampoco se han intentado experiencias sistemáticas con el fin de profundizar su valor y su extensión reales.

De suerte que los argumentos tan brillantes expuestos y seductores, eso sí, del eminente psicólogo, no parecen decisivos.

Hay otros muchos casos, por lo demás y estos sí de lo más precisos y netos, que no dejan lugar a duda y demuestran la realidad posible del conocimiento por personalidades mediumnicas, de idiomas ignorados del médium. (ver, sobre todo, el libro de Aksakof).

3º El tercer carácter importante de las personalidades mediumnicas es su pretensión de ser los espíritus de los muertos (Véase, especialmente las investigaciones de Hodgson  y de Hyslopo con la médium Mme. Piper. Un excelente resumen de ellas fue dado por M. Sage bajo el título: Mme. Piper y la Sociedad angloamerciana para las investigaciones psíquicas).

Apoyan estas pretensiones en cierto número de pruebas, más o menos completas, siendo las principales éstas:

La semejanza, en casos de materializaciones en el conjunto y en los detalles, con el difunto tal cual era en los últimos tiempos de su vida.

La memoria de sus características, (idioma, conocimientos, facultades, estilo, escritura, carácter general, ideas hechos personales, etc.).

Los caracteres son a veces enumerados en ausencia de toda persona que haya conocido al difunto.

Los detalles, después de investigaciones, son reconocidos exactos.

En casos más raros, la personalidad comunicante se presenta como siendo el espíritu de un vivo dormido, en letargia, enfermo, etc. y da pruebas análogas a las precedentes.


El Ser Subconsciente