El capítulo
8: Visiones y Predicciones del Vidente de Poughkeepsie
Historia
de Andrew Jackson Davis
-
Nandor Fodor-
¿Tienen
los habitantes de aquel mundo invisible con los cuales los médiums de vez en cuando se comunican algo
nuevo y provechoso para la humanidad?
Como
en nuestra época lo técnico es “lo nuevo y lo provechoso”, significa
invenciones o descubrimientos. El por qué exactamente los espíritus de los
muertos, que es lo que dicen, ¿cómo van a traen conocimientos mecánicos
avanzados si vienen de un mundo inmaterial y además el mundo actual es más
técnico que cuando ellos estaban en vida?, es algo que no está claro. Ni por qué
tales limitaciones se ponen en que tiene que ser algo útil y novedoso de manera
general. Pero como se discute con frecuencia, afirmando que no se ha revelado
nada útil para la ciencia todavía en tales comunicaciones y revelaciones
alegadas del más allá, no estará sin interés el señalar algunos curiosos
archivos de la literatura psíquica.
Estos
registros revelan la inutilidad de éste tipo de revelaciones. Ellos demuestran
que esto sirve de poco, ya que aunque sea explicado los conocimientos del
presente y el entendimiento están más atrás.
Un
gran vidente americano predijo el automóvil con detalles técnicos y también la
máquina de escribir hace aproximadamente ochenta años. El mundo no tomó ninguna
cuenta de ello, no logró comprender que un nuevo principio científico era
divulgado. Esto pasó por alto sin comprensión.
Esto
es como fue anunciado el automóvil por Andrew Jackson ;Davis' Penetralia en 1856:
“Miré
en estos días donde vi salones y carros que viajan por los caminos rurales –
sin caballos, sin vapor, sin ningún motivo de poder visible – moviéndose con
mucha velocidad y más seguros que los actualmente. Los carros estarán movidos
por una adición extraña, hermosa y simple de una mezcla acuosa y producirá
gases a la atmósfera fácilmente condensados, encendidos por una máquina que se
asemeja algo a los coches de caballos de los bomberos en cuanto a una cubierta
entera y manejable con las ruedas delanteras. Estos vehículos ayudarán en los
aprietos que tengan las personas que viven en territorios poco poblados. El
primer requisito para estas locomotoras de tierra serán los buenos caminos
sobre los cuales, con su motor, sin sus caballos, usted podrá viajar con gran
rapidez. Estos carros parecen ser de construcción sencilla.”
En
el mismo libro se perfilan detalles de la máquina de escribir:
“Casi
estoy motivado para inventar el psicógrafo automático – es decir, el alma de un
escritor de manera artificial. Esto puede ser construido como una especie de
piano, una abrazadera o escalera de llaves para representar los sonidos
elementales; en la parte inferior se representan una combinación y todavía en
otra una nueva combinación para que de manera rápida una persona, en vez de
producir música, pueda producir un sermón o un poema.”
Si
tales ideas hubieran sido presentadas por un científico inventor después de
esta explicación, podría haber sido acusado de plagio. Pero Andrew Jackson
Davis el vidente era un aprendiz de zapatero. Hasta la edad de 16 años no
recibió ninguna educación ¿Entonces era un genio que podía compensar su
deficiencia en la educación con un grado asombros de genialidad? Esto es lo que
hizo, pero no por ningún estudio de la materia terrenal.
En
1844 pasó por una extraña experiencia. En un estado de semi-trance, vagó fuera
de su casa y a la mañana siguiente se encontró a cuarenta millas, en las
montañas. Aquí se encontró medio despierto a dos venerables hombres, quienes
más tarde identifico como Galen y Swedenborg. La reunión puso una llama en su
alma. Con una nueva mentalidad iluminada el muchacho de 18 años volvió de las
montañas y se hizo apóstol de una nueva filosofía.
Un
año más tarde en un trance magnético, comenzó a dictar un trabajo monumental:
los principios de la naturaleza, sus revelaciones divinas y la voz para la
Humanidad (The Principles of Nature, her
Divine Revelations, and a Voice to Mankind). Durante 15 meses el Dr. Lyon,
su imantador, repitió cada oración que él pronunció y el Reverendo Fishbough,
escribía lo dicho, restringiéndose solo a hacer las correcciones gramaticales.
El Dr. Jorge Bush, profesor de hebreo en la Universidad de Nueva York, corrigió
las citas en hebreo de Davis y aparte estableció la creencia del vidente,
haciendo preguntas improvisadas mientras que estaba en estado de trance. Su
opinión sobre el libro fue:
“Tomando
el trabajo en total, es una profunda y complicada discusión de la filosofía del
universo, el esplendor de la concepción del principio de justicia, con claridad
e ilustración, la gama enciclopédica del orden de los sujetos, no conozco
ningún trabajo de una sola mente que se dedicara a ello.”
Debido
al testimonio entusiasmado del prof.
Bush, el libro fue recibido con enorme interés, pasando de las 34 ediciones
sucesivas. Su originalidad nunca ha sido disputada. Pero algunas
investigaciones analíticas revelaron coincidencias extrañas. En Las
Revelaciones, principalmente, expresaron las opiniones de Swedenborg, en su
lenguaje, en varios casos “casi absolutamente verbal” o idéntica a la de
Swedenborg.
¿Ésta
es la prueba que se puede aplicar a Davis; que Swedenborg lo poseyó mientras
estaba en trance? ¿Si no que tipo de proceso mental recóndito tenía un muchacho
de una zona de ignorantes pudiendo conseguir el contenido de mohosos libros
viejos de los cuales él los habría conocido de manera inconsciente?
Algunas
declaraciones astronómicas presentan además otro rompecabezas. Escribiendo en
marzo de 1846, Davis, habla de nueve planetas. Siete se conocían. La existencia
del octavo era aún hipotético. Esto solo fue descubierto en septiembre de 1846,
justificando los cálculos de Leverrier. Pero seis meses antes de este
descubrimiento, Davis reveló la densidad de planetas. Su declaración estuvo de
acuerdo con los datos posteriores. El noveno planeta, Plutón, solo fue puesto
el año pasado sobre el mapa celeste. Y todavía se espera la verificación que hay un gran Sol central, en la inmensidad
del espacio alrededor del cual el sistema solar y todas las estrellas giran. (Esto también está verificado, una gran
agujero negro brillante está en el centro de la galaxia- Nota del traductor
Español)
Otras
declaraciones podrían ser consideradas sumamente cuestionables o absurdas. Como
que Swedenborg, le dijo a Davis los planetas, a excepción de los tres externos,
los demás fueron todos habitados. Sobre Saturno estuvo la humanidad más
avanzada que la nuestra. Sobre Venus y Mercurio una inferior. Los canales de
Marte, no habían sido descubiertos en su época. El planeta Marte, no recibe
ninguna atención.
El
libro hizo famoso a Davis, tanto como médium como filósofo. Su siguiente gran
trabajo fue La Gran Harmonía, (The Great
Harmonia) , pasó por 40 ediciones. Hay una riqueza de pensamiento de la
filosofía de la armonía bastante extraña, solo ha sido cosechada en Inglaterra
por W. H. Evans, quien también se elevo del trabajo de zapatero.
La pregunta es ¿a qué se debe la actividad
literaria de Davis, a él o a agencias de muertos? es un problema intrigante. Ya
que después de que su primer trabajo monumental Davis prescindió de los
servicios de su imantador. Por un esfuerzo voluntario él se lazó a un “nivel
superior”. Podía ver y percibir cosas que los mortales no podían. Volviendo a
su estado normal, recordaba todas las percepciones interiores y simplemente las
escribió.
De
“fenómenos físicos” él no conocía casi nada. Era un médium puramente mental, un
gran clarividente, un percusor del Espiritualismo Moderno. Su descripción de
cómo el alma sale del cuerpo en el momento de la muerte es el primer registro
del hecho y todavía es un clasico citado. Esto fue pubicado en su Muerte y Vida
después de la Muerte (Death and the
After-Life) se lee:
“ Suponga que una persona muere ahora. Debe ser una muerte rápida. Primero los pies se ponen fríos. El clarividente ve directamente sobre la cabeza algo que puede llamarse halo magnético, una emanación etérea, aparentemente de oro, palpitando como si fuera consciente. El cuerpo está ahora frío hasta las rodillas y hasta los codos, mientras la emanación ha ascendido más alto en el aire. Las piernas se enfrían hasta las caderas y en los brazos hasta los hombros; la emanación aunque no se ha elevado más alto en la habitación, se ha extendido. La frialdad de la muerte, llega hasta el pecho y está por todas las partes del cuerpo, la emanación logra llegar a la parte más alta, al techo. La persona ha dejado de respirar, aunque queda pulso, la emanación se alarga y toma forma de humano. Debajo de ella está conectada al cerebro. La cabeza de la persona internamente está palpitando – un profundo y lento latido – no siente dolor, como una ola del mar. Por lo tanto, las facultades de pensamiento son racionales, mientras que casi cada parte del cuerpo está muerta. Debido al ímpetu del cerebro, he visto a personas que moría, hasta el último débil golpe de pulso, entonces despertó impulsivamente y en la ascensión por encima de la cama para conversar con un amigo; pero al siguiente instante él desapareció – su cerebro es el pasado y ha cedido al principio de la vida – La emanación de oro, que se extiende encima a medio camino del techo, está unida con el cerebro por un hilo de vida muy fino. Ahora el cuerpo de la emanación asciende. Entonces aparece algo blanco y brillante, como una cabeza humana; después de unos pocos momentos, aparece un contorno débil de una cara divina; después el cuello y los hombros, hermosos; y parte de detrás más tarde, todo se va formando hasta los pies – una imagen brillante, un poco más pequeña que su cuerpo físico, pero un prototipo perfecto o una reproducción total, excepto sus desfiguraciones. El fino hilo de vida sigue atado al viejo cerebro. El siguiente paso, es retirado de la fuente eléctrica. Cuando este hilo “se parte “ el cuerpo espiritual queda libre y dispuesto a acompañar a sus guardas de la Tierra del Verano. Si, hay un cuerpo espiritual; éste es sembrado en la deshonra y levantado en el resplandor.”
Desde
entonces, la descripción de Davis de la aparición del cuerpo espiritual ha sido
confirmada por muchas experiencias curiosas y sensacionales.
En
sus últimos años de vidente de Poughkeepsie mantuvo una pequeña librería en
Boston. Puso una tienda y una pequeña habitación en la parte trasera para
remedios prescritos de herbolistería, no como curandero, pero como un doctor
profesional. Tal maravillosa educación la recibió de su universidad invisible,
la cual le concedieron el grado de médico muchos años antes. En realidad, él
era un médico desde principios de sus años, mediante el médiumnismo físico.
Tenía ojos con rayos X. Ellos veían por todo el cuerpo de su paciente y
localizaban los centros de la enfermedad al instante.
¿Swedenbor
tenía escrita una guía o fue inspirada después de su muerte?¿Sufrió algún
cambio radical de sus opiniones? La pregunta fue sugerida por un episodio de
Anthony Philpot, un periodista americano en la La Búsqueda del Decano Bridgman
Conner (The Quest for Dean Bridgman
Conner) .
El
profesor Lutoslawsky, de la Universidad de Cracóvia, psicólogo polaco,
distinguido y místico, era el huésped del profesor William James, en América,
1907. Él leyó los libros de A. J. Davis y creyó que estaba muerto.
“
Cuando le aseguré “ escribe Philpot, “ que el Dr. Davis estaba vivo en esa
época, el prof. James se asombró... entonces el prof. Lutoslawsky dijo: ‘ debo
verlo. Preferiría encontrarme con él antes de cualquier otro hombre en
América.”
Entonces
me cité con el Dr. Davis, dos días más tarde traje al prof. Lutoslawsky a la
pequeña oficina en la parte trasera de la tienda, en Warren Ave. y le presenté
al hombre al cual prefería encontrarse antes que cualquier otro de América.
“Ellos
se miraron uno al otro durante un momento, se dieron la mano y luego el porf.
Lutoslawsky gritó. “¡ Bueno, usted es Swedenborg!”
“Sí,
yo soy”, dijo el Dr. Davis de manera improvisada mientras daba una vuelta hasta
un estante donde había una botella. El prof. Lutoslawsky estuvo sin hablar
algunos momentos, estaban parados allí, mirándose ambos, para ver si bromeaban.
Pero no, ambos estaban serios y silenciosos. Entonces el prof. Lutoslawsky
dijo:
“¿Cuánto
tiempo va ha permanecer usted entre nosotros?
“Déjeme
ver” dijo Dr. Davis mientras que miraba cuidadosamente parte de la habitación “tengo
bastantes tareas, puede que me tome cerca de tres años. Cerca de tres años más
y entonces habré acabado para irme “. y empezó a apañar sus botellas otra vez
muy tranquilamente.
“¿Tareas?¿tareas?”
dijo el prof. Lutoslawsky, con una mirada desconcertada, “ ¿qué significa para
usted tareas?” era evidentemente que era una nueva palabra para él.
El
Dr. Davis, explicó que significaba trabajo – el trabajo me llevará cerca de tres
años para acabar.
“Oh,
ahora entiendo “dijo el prof. Lutoslawsky. “ Entonces ¿Usted va a dejarnos
dentro de tres años?
“El venerable Dr. Davis – que tenía por entonces cerca de 80 años – asintió con la cabeza.
“La
situación me hizo una impresión algo curiosa en ese momento y me preguntaba si
el prof. Lutoslawsky realmente creyó al Dr. Davis que era la reencarnación de
Swedenborg y si el Dr. Davis lo creía así mismo. Pero ambos estaban muy seriosy
no dije nada.
Consecuencia.
A. J. Davis murió en 1910, tres años más tarde, aunque no exactamente a los
tres años justos en días.
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