- Introducción al Libro de Física Trascendental

INTRODUCCIÓN AL LIBRO DE FÍSICA TRASCENDENTAL 


La carrera de J. K. F. Zöllner, es la astrofísica, alemán, del siglo diecinueve, y Catedrático de la Universidad de Leipzig, es bastante interesante desde el punto de vista científico e histórico. Más aún, su popularidad y su siguiente fallecimiento fue como una paradoja, una señal oscura para la ciencia. Esto no es que las investigaciones psíquicas que llevó a cabo fueran perjudiciales en su causa, y algunos académicos incluso pensaron en un progreso para la ciencia, pero más bien Zöllner ha sido tratado injustamente por sus compañeros y así como por otros sabios posteriores, quienes no han logrado investigar los sucesos que él tuvo con tanta suerte.           

            Las investigaciones psíquicas de Zöllner y su contexto histórico seguramente son mal entendidos por los sabios modernos, mientras que la historia ha cometido una grave injusticia en su áspera evaluación de sus investigaciones. Si busca información histórica general, sobre Zöllner en la Enciclopedia Británica (Encyclopedia Britannica), se encontrará que Zöllner está tratado como casi un chiflado a pesar de sus investigaciones en astronomía y logros de los que poco se ha dicho. Si uno busca la misma información en el Diccionario de Bibliografía Científica - Dictionary of Scientific Biography- (DSB), Zöllner es descrito  como un excelente astrónomo experimental quien hizo de su vida posteriormente una excentricidad cuando trató el tema del espiritualismo moderno. Esta discrepancia sumamente apena y levanta un problema histórico diferente. Según lo cuente DSB es algo exacto, y parece que es lo más exacto de las dos descripciones, luego lo que cuenta la Enciclopedia Británica refleja una tendencia injustificada contra Zöllner.
            Por otra parte, el artículo DSB, es más exacto pero no completamente, ya que habría que quitar la parte en la que dice que se hizo “excéntrico” en su posterior vida debido a los trabajo de espiritualismo, esto es, la tentativa de demostrar la existencia de espíritus dentro de una cuarta dimensión en el espacio común físico. El empleo de la palabra “excéntrico” o derivados de la misma trae una ambigüedad en el relato de la historia, aunque esto fue propuesto como un acto de bondad hacia él. Pero su empleo niega cualquier tentativa de dirigir la cuestión hacia un lugar legítimo en la investigación psíquica como parte de la historia de la ciencia.

            Zöllner y otros científicos trabajaron con médiums durante la última parte del siglo XIX, en algo que ellos consideraban trabajos puramente científicos. Zöllner se diferenció de otros científicos en el hecho de que él intentó desarrollar una explicación científica de los fenómenos de médiums físicos utilizando una hipótesis, la cuarta dimensión, y debido a esta diferencia él no debía ser seleccionado por la comunidad científica para estar dentro de ellos, ya que sino ellos serían también “excéntricos”. Tanto Zöllner como científicos de su misma opinión aplicaban los mejores métodos científicos que aquellas circunstancias permitían para investigar fenómenos físicos extraordinarios que ellos mismo observaron.
            Zöllner no tenía dos personalidades diferentes como si se juntara las diferencias entre la DSB y la Enciclopedia Británica. Tanto la descripción de un lado como del otro es una descripción ambigua, sino errónea, o el artículo de la Enciclopedia es incorrecto o el artículo de DSB es incompleto. La causa del origen de esta discrepancia bien puede estar en las tensiones entre Zöllner y su contemporáneo Ernst Mach, las opiniones filosóficas de Mach que constituye la buena ciencia. Mach, también un físico alemán, fue el ganador histórico en ciencia, en aquella época era favorablemente mirado los trabajos de Mach y sus seguidores, mientras que el movimiento de espiritualismo moderno fue el gran perdedor histórico. Desde entonces se ha hecho filosofía positivista, como representante de las opiniones filosóficas originales de Mach; un esfuerzo dominador y los científicos fueron enormemente influenciados durante la primera época del siglo XX, entonces el espiritualismo fue visto como una aberración a la ciencia, o como ciencia falsa, pese a que muchos científicos legítimos y hasta famosos investigaron el espiritualismo y los fenómenos psíquicos asociados. Esta tendencia aún no ha sido resuelta y en ninguna parte de la ciencia parece tener un peso importante.

            El interés de Zöllner por asuntos psíquicos comenzó en los primeros años de 1870, cuando visitó Inglaterra y encontró al físico William Crookes. Zöllner estuvo bajo la influencia de la investigación científica de Crookes en fenómenos psíquicos, sobre todo en la práctica de mediumnismo físico. Zöllner antes había usado la geometría de la cuarta dimensión para una explicación de los cometas, pero ahora había encontrado paralelismo entre su física de la cuarta dimensión y varios fenómenos psíquicos. Esta semejanza le condujo a proponer que los fenómenos psíquicos pudieran ser explicados por la existencia de una cuarta componente dimensional de nuestro espacio normal de tres dimensiones.

            En un nivel filosóficamente, Zöllner, asocia la cuarta dimensión con el concepto  Kantiano “el área absoluta”. Él, más lejos aún, comparó “la cosa en sí mismo” de Imnanuel Kant con un objeto material, de cuatro dimensiones, del cual una proyección existe en nuestro espacio tridimensional, como una proyección de un objeto completo y más fundamentalmente de cuatro dimensiones. Esto es desde un punto de vista filosófico de Zöllner, considera claramente que los fenómenos espiritualistas y mediumnístico son fenómenos legítimos para ser investigados científicamente y la investigación que llevó a cabo considerando los ejemplos como manifestación de objetos de cuatro dimensiones en nuestro espació común de tres.

            Él sintió que su teoría estaba fundamentada en razones filosóficas sólidas, y podría haber sido bueno si lo hubiera dejando aquí, pero amplió su trabajo en el área experimental, estudiando e interpretando los “trucos del mago” americano Henry Slade dentro de su marco teórico de cuatro dimensiones. En este nivel de experimentos más que una investigación teórica, Zöllner lo que vio en los “trucos” de Slade fue la realización de nudos complicados sin el contacto ni intervención evidente de algún humano, la escritura con tiza sobre pizarras tapadas e inaccesible, la evidencia de la existencia de esto era totalmente cierta y encajaba dentro de la teoría de la cuarta dimensión. Claramente Zöllner pensó que los “trucos” de Slade demostraban la manipulación física de los objetos a través de la cuarta dimensión.

            En estos fenómenos, o algunos de ellos, Zöllner encontró la confirmación experimental de su hipótesis, de la cuarta dimensión del espacio – una dimensión que debería encontrarse de pie junto a las dimensiones conocidas de un espacio cúbico, que tiene una altura, una longitud y una anchura, en misma situación de la altura, ahora lleva dos dimensiones del espacio plano – considerando la cuarta dimensión, la existencia que la matemática lo presagiaba, Zöllner indicó que, a un hombre o espíritu dotado con la capacidad de interaccionar con ello, la substracción de objetos de una caja cerrada, el nudo de una cuerda indefinida, o la invisibilidad de un objeto sólido sería las tareas que se harían sin una especial dificultad ( Podmore, 15-16)
            Los matemáticos teóricamente habían demostrado aquel movimiento en un recinto tridimensional que podía ser atravesado a través de las paredes si uno viajaba a la cuarta dimensión. Además, los nudos tridimensionales, no importaban lo complicado que fueran, no eran nudos si se usaba la geometría de la cuarta dimensión. Estas conclusiones matemáticas parecen apoyarse más por el hecho de que seres de cuatro dimensiones podría lograr los “trucos” de Slade viendo antes los componentes del experimento.
            Zöllner afirmó que los milagros de muchas clases podrían ser explicados según la hipótesis de la cuarta dimensión. Esta clase de ideas eran las que le diferenciaban de los otros científicos, que posiblemente podrían justificar DSB cuando dice que se hizo un “excéntrico” durante su posterior carrera. Esto había sido teorizado ya por Zöllner:

            El alma de Slade estaba, en el primer caso, hasta ahora introducida en la cuarta dimensión, de manera que lo que había en la caja era visible desde ese punto de vista. En el segundo caso, uno de aquellos seres inteligentes de la cuarta dimensión miró debajo de nosotros a una altura que el contenido de la caja rectangular era visible para él, él podría escribir su contenido dentro de la pizarra mediante una tiza (Zöllner, Transcendental Physics, 148)
            En el hipotético caso de que la realidad fuera de cuatro dimensiones tenía sus orígenes únicamente en la matemática abstracta. En las matemáticas de Topología de Geometría no Euclidea, esto fácilmente podría ser probado que los nudos no podrían existir en un espacio de cuatro dimensiones. Por lo tanto, si un médium podía producir un nudo en medio de una cuerda anudada por las dos puntas de manera fija, la existencia de la cuarta dimensión podría ser validada, como había pensado Zöllner.
            Lamentablemente para Zöllner, Slade eventualmente fue expuesto como un charlatán y falsificador, así se desacreditó a Zöllner dentro de la comunidad científica. La evidencia clara del contragolpe científico a la investigación de Zöllner lo marcaron estas líneas que se encuentra en el libro de Mach, The Science of Mechanics . Mach castigó a alguien que creía que los trucos de “prestidigitadores” y magos podrían representar fenómenos verdaderamente científicos. (Mach, 589-591). Mach, fue aún más lejos, y declaró que los fanáticos religiosos equivocadamente encontrarían en la cuarta dimensión un lugar conveniente para el infierno, mientras los médiums podrían localizar sus espíritus allí.

            La investigación teórica de las posibilidades propuestas, no tienen, principalmente, nada que ver con la pregunta de si las cosas realmente existentes se corresponden con estas posibilidades, y no debemos acusar a los matemáticos responsables de las absurdeces populares a las que sus investigaciones han dado lugar. El espacio que se ve y se toca es tridimensional; esto, nadie ninguna vez ha dudado. Si ahora , éstos han encontrado que los cuerpos desaparecen de este espacio, o cuerpos nuevos entra en él, la respuesta científica podría ser propuesta, esto facilitaría y promovería nuestra perspicacia en cosas para concebir el espacio experimental como la parte de un espacio de cuatro dimensiones o multidimensional. Aún en tal caso, esta cuarta dimensión, sin embargo, permanecería como un pensamiento puro, una ficción mental. Pero esto no es el camino para estos asuntos. Los fenómenos mencionados no eran próximos hasta que las opiniones fueron publicadas, y entonces fue expuesto en presencia de ciertas personas en sesiones de espiritualismo. La cuarta dimensión fue un descubrimiento oportuno para los espiritualistas y para los teólogos quienes estaban en un dilema sobre la posición del infierno. El empleo que hacen los espiritualistas de esta dimensión es ésta. Es posible moverse por una línea finita directa, sin pasar por los extremos a través de la segunda dimensión; también se puede salir de una superficie cerrada de dos dimensiones pasando por encima, y análogamente de un espacio finito cerrado, sin pasar por la frontera de inclusión, por la cuarta dimensión. Incluso los trucos de los prestidigitadores, en la antigüedad, inofensivamente ejecutados en tres dimensiones, ahora son disfrazados con un halo de estas demostraciones. Pero los trucos de los espiritualistas, el enlace y desenlace de nudos en cuerdas infinitas, el movimiento de cuerpos dentro de espacios cerrados, son realizados todos en casos donde no hay nada en juego. Todos es entretenimiento, sin un objetivo. Aún no hemos encontrado a un “comadrón” que haya logrado un parto a través de la cuarta dimensión. Nosotros deberíamos hacernos la pregunta seriamente. Los hermosos trucos del catedrático Simony, se encuentra funcionando como un prestidigitador  muy admirable capaz de opinar sobre ellos, pero no encuentra nada espiritualista. (Mach, 589-590)
            Él no podía acepta la hipótesis de la cuarta dimensión hasta que no viera los objetos aparecer de ninguna parte, literalmente atravesar el espacio, una posibilidad que él creyó que nunca pasaría. Pero Mach no culpó a los matemáticos quienes hablaban de la geometría no Euclidea, porque los espiritualistas habían usurpado su trabajo con objetivos no científicos. Para su propio beneficio, Mach rechazó creer en la realidad física de la Geometría no Euclidea así como algo que normalmente no podría ser percibido.

            Puede asumirse que las críticas al final de esta cita fueron atribuidas directamente para Zöllner, y no solamente a este científico se le hizo complicada la investigación del movimiento espiritualista. Otros científicos como Crookes y Sr. Oliver Lodge, parece que le hicieron frente a la controversia mejor que Zöllner, y su reputación parece que fue menos deslucida. En particular, Zöllner indicando en su Wissenschaftliche Abhandlungen de 1873, que sus teorías eran concordantes con las enseñanzas de Mach (Zöllner, lxxxvii-lxxxix). Mach indudablemente no había discrepado con esto ya que su filosofía básica no se contradecía. Otros científicos, tantos ingleses como alemanes, también criticaron las investigaciones de Zöllner, pero ninguno con tanta fuerza y ensañamiento como lo hizo Mach.
            El alcance de las declaraciones de Mach parecía indicar que había mucho más empleo de los hiperespacios para explicar los fenómenos espiritualistas que los evidentes, sólo para Zöllner. Hay alguna evidencia histórica en la que otros científicos sintieron que los hiperespacios matemáticos podrían ser usados para explicar los fenómenos psíquicos, pero ningún otro científico lo investigó, como Zöllner que intentó demostrar esta hipótesis. También, el mundo de habla inglesa no tenía acceso a Zöllner, a las voluminosas escrituras de investigación y espiritualismo como Charles C. Massey, las partes publicadas en el tercer volumen de sus obras completas fueron traducidas por él al inglés como la Física Trancendental (Trasncendental Physics). Después de esta publicación, la investigación de Zöllner ganó notoriedad entre los espiritualitas de habla inglesa y de la población en general.
            Las declaraciones de Mach sobre estos asuntos levantan todavía otras preguntas pertinentes sobre el empleo de los hiperespacios para explicar fenómenos psi ¿Los hiperespacios deberían ser considerados verdaderos o deberían ser considerados sólo como parte del conocimiento matemático? Es evidente que Mach definió el punto de vista que los posteriormente adoptaron los positivistas quien con eficacia respondieron la pregunta científica durante la primera mitad del siglo XX, y cuyas ideas todavía influyen, directamente o indirectamente, la tendencia contra el empleo de teorías hiperespaciales físicas actuales. Así, Mach parece haber puesto la guía para que los escépticos posteriormente rechacen conceder hasta la más remota posibilidad a priori, de que los fenómenos psíquicos son verdaderos. La cita de Mach refleja muchos de los mismos sentimientos que han sido hechos tan frecuentemente por escépticos actuales cuando ellos critican la legítima investigación científica parapsicológica o parafísica.
            En defensa de Zöllner, debería ser notado que varias ideas científicas de Mach también se han quedado en el camino de la historia tan fácilmente como él desechó las investigaciones científicas del espiritualismo moderno. Mach rechazó totalmente la existencia del átomo y nunca aceptó completamente la teoría de Einstein sobre la relatividad, aun cuando él hubiera sido el primer filósofo-científico que satisfactoriamente ofrecía un argumento contra la existencia de un espacio absoluto, un argumento que influyó enormemente en el desarrollo de Einstein en la teoría de la relatividad. Aún así, la existencia de átomos y la validez de la relatividad  son los pilares de la ciencia moderna. Conforme a la propia admisión de Mach, él nunca aceptaría la existencia de una cuarta dimensión física del espacio a no ser que los objetos fueran demostrados que atravesaban nuestros espacio tridimensional al otro, aunque tales fenómenos son bastante comunes a escala de la realidad cuántica, como es el efecto túnel. Mientras las ideas filosóficas de Mach influyeron en el desarrollo posterior de la ciencia; como Zöllner hizo su argumento en contra del espacio absoluto, parecía que no era más acertado que Mach por lo visto, pero Mach nunca ha sido considerado un “excéntrico”, en cambio si un héroe en el desarrollo de la ciencia.
            En el curso de la historia, las ideas de Mach, sus ideas abastecieron a la ciencia considerándolas buenas, mientras que las nociones del espiritualismo moderno fueron tachadas como sospechosas y consideradas pseudocientíficas, así de poco merecer unas investigaciones apropiadas. Pero el espiritualismo debe ser considerado dentro del contexto de la ciencia del siglo XIX, sobre todo la última parte de éste cuando se intentó comprender. Pero esto no es bastante, tampoco es apropiado considerar el espirtualismo fuera de la historia de la ciencia o como una aberración. Dentro de este contexto, el espiritualismo puede ser visto como un factor relevante o el componente dentro del desarrollo de la ciencia moderna. Preguntas relevantes históricas importantes deberían ser contestadas en cuanto al papel del espiritualismo moderno dentro del desarrollo de la ciencia moderna.
            En cuanto a esto, la primera pregunta que viene a la memoria trata de la razón que los científicos tienen para rechazar el espiritualismo. La contestación de esta pregunta ayuda a definir la ciencia en aquel periodo ¿Qué constituyó la buena ciencia durante la última parte del siglo XIX? La respuesta a esta pregunta tiene dos aspectos ¿Qué constituyó los fenómenos válidos a ojos de los científicos? (fenómenos dignos de investigación científica), y ¿en que medida la especulación metafísica tuvo un papel apropiado en la ciencia? Sólo por contestar estas preguntas puede uno determinar si realmente la investigación científica del espiritualismo y fenómenos relacionados fue un esfuerzo valioso dentro de la ciencia o fue una aberración.
            El sarcasmo de Mach y su ingenio en la susodicha cita, claramente indica su opinión personal de los espiritualistas modernos y los científicos quienes procuran encontrar un universo no visto en la cuarta dimensión. Pero la nota a pie de página de Mach también destaca otro tipo de universo no visto, que tenía sus orígenes en el pensamiento matemático, el universo hiperespacial de Geometría no Euclidea. No sólo Mach ataca el empleo de este nuevo campo de las matemáticas a las teorías espiritualitas, también atacó cualquier empleo de hiperespacios no euclideos como las teorías físicas del universo, así ponía un precedente peligroso para el futuro.
            Aún los conceptos puramente hiperespaciales se habían hecho populares, independiente de la conexión con Zöllner y su investigación y cualquier otra referencia entre ellos y las investigaciones de fenómenos psíquicos. Matemáticos ingleses William K. Clifford, J.J. Sylvester y científicos como Sir Robert S. Ball, apoyaron la posibilidad de que el espacio físico era no euclideo y de cuatro dimensiones en vez de Euclideo de tres (Beichler, en “Twist”). Aunque estos hombres no hicieron nada para apoyar, ni de lejos las conexiones entre su propia investigación científica y el espiritualismo, y probablemente aborrecieran tales conexiones en secreto, otros fácilmente podrían interpretar mal su trabajo por culpa del espiritualismo. Mientras tanto, las exposiciones populares de hipotéticos espacios de cuatro dimensiones realmente implicaron la existencia de seres en esta extensión nueva del espacio, algo no familiar al método científico, ya que habría que explicar por analogías. No es nada asombroso que Zöllner intentara relacionar las ideas del espiritualismo con la cuarta dimensión del espacio, aunque dejada de lado como mala ciencia, cuando se sabía que los conceptos eran puramente matemáticos de Clifford, y que no tenía nada que ver con los movimientos espiritualistas, también han sido enterrados en el pasado y son desatendidos ambos por los historiadores modernos como por sus científicos iguales. 
Lamentablemente, muchos educaron a la gente culta de habla inglesa relacionando el concepto matemático del espacio de cuatro dimensiones con Zöllner, que tendió a polarizar a la comunidad científica, las consecuencias puramente matemáticas y físicas de las teoría de hiperespacios nada tenía que ver con el espiritualismo. Los trabajos de Zöllner y la teoría realmente influyeron en muchas personas, contrariamente a las implicaciones, de que estas acciones eran totalmente excéntricas durante el periodo posterior a su carrera científica. Charles C. Massey preparó y publicó Trasncendental Physics, como traducción del libro de Zöllner de 1880. Entre este libro y varios informes publicados por Zöllner en su trabajo con Slade en revistas y diarios espiritualistas ingleses y americanos tuvieron amplias ocasiones de aprender del trabajo de Zöllner.
            Por su parte, Massey no era un científico, pero él era un miembro de la Sociedad para la Investigación Psíquica (Society of Psychical Research), cuyo objetivo era encontrar un razonamiento científico para los fenómenos espiritualistas y psíquicos observados que no encuentran una teoría científica para su explicación. Massey también estuvo implicado en la Sociedad Teosófica (Theosophical Society), que no era (y no es ahora) considerada una organización científica. La traducción de Massey del libro de Zöllner, según su propia admisión, es bastante exacta. Él no habla el alemán, pero aprendió alemán para traducir el trabajo de Zöllner para la posteridad. Massey temió que las escrituras de Zöllner nunca estuvieran disponibles al mundo de habla inglesa a no ser que él las tradujera.
            Muchas de las afirmaciones científicas hechas sobre la Física Trascendental son imposibles de verificar, entonces estas no se encontrarían bajo las normas modernas de la ciencia. Aún es difícil de creer que Slade y otros “prestidigitadores” pudieran engañar fácilmente a Zöllner y otros científicos de su opinión. Las precauciones tomadas por los científicos en estas investigaciones contra el engaño y la falsificación seguramente parecerían estar adecuadas por cualquier científico moderno, pero allí permanece la posibilidad de criticar que la materia atraviesa la materia, que la lluvia caiga dentro de un espacio cerrado, son demasiadas extraordinarias para creer. Entonces en alguna medida de escepticismo debería ser tenida en cuenta la lectura de la Física Trascendental, y la interpretación de los acontecimientos relatados, al menos en la misma medida, pero ni un poco más, que la cantidad que se usa para juzgar los hechos de Zöllner, Massey u otros que atestiguaron estos fenómenos 




Beichler, James E. "Twist 'til we tear the house down." Yggdrasil: The Journal of Paraphysics, 1 (Winter Solstice 1996). Online. WWW. Available at <ourworld.compuserve.com/homepages/Paraphys>

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Gillispie, Charles Coulton. Ed. Dictionary of Scientific Biography. New York: Scribners' Sons, 1974; Eight-volume edition, printed in 1981.

Mach, Ernst. Die Mechanik in ihrer Entwicklung: Historisch‑Kritisch Dargestellt. Leipzig: Brockhaus, 1897; Reprint of 1883; The Science of Mechanics. Trans. Thomas J. McCormack. Intro. Karl Menger. LaSalle: Open Court, 1974; Reprint of the 6th American edition.

Podmore, Frank. Studies in Psychical Research. New York: Putnam's Sons, 1897.

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Zöllner, Johann Karl Friedrich. "On Space of Four Dimensions." Translator and Reviewer unnamed. Quarterly Journal of Science 15 (1878): 227‑237.

Zöllner, Johann Karl Friedrich.  Wissenschaftliche Abhandlungen. Leipzig: L. Staackmann, 1878: Volume 3, Die Trascendentale Physik und die sogenannte Philosophie. Berlin: Verlag von Karl Siegismund, 1878; Trascendental Physics. Trans. C.C. Massey. Boston: Colby and Rich, 1881.

Zöllner, Johann Karl Friedrich. Naturwissenschatliche und christliche Ofenbarung. Gera: C.B. Griesbach's Verlag, 1880.