- Paul Tabori y Phyllis Raphael: El Sexo y Lo Oculto - PARTE 2

PARTE 2

El Sexo y Lo Oculto

- Paul Tabori y Phyllis Raphael-


Durante nuestras investigaciones con los supuestos mediums físicos de los años sesenta, quienes deberían ser anónimos solamente porque ellos fueron decepcionantes en general, encontramos por casualidad tres que utilizaban técnicas sexuales con los individuos para usar las ventajas en las sesiones y poder complacer sus propensiones.

      Una era una señora que la llamaban la francesa, con “una cierta edad”, quien tenía un hermoso pequeño  bigote apenas blanqueado por el hiperóxido de hidrógeno. Había tres personas, todos varones, en un pequeño círculo apretado; el cuarto muy débilmente fue alumbrado por un bulbo rojo, cubriendo la luz. Ella nos empujó a ponernos correctamente, y sentarse cerca de ella lo más cerca posible, porque entonces “las influencias serían reforzadas”. Ella no tenía un “control” sino  tres y por su orden, mostró que seguramente  había estudiado la historia erótica. La primera fue Messalina, la segunda Catalina la Grande y la tercera alguien quien ella se dirigió más comúnmente como Cleo. Se hizo evidente que esta no eran el amor de Marco Antonio, era una pecadora moderna, Cleo de Merode una gran figura de la Belle Epoque quien en ella pensó. La médium quien podríamos también llamar era la Señora Zara, aunque este no fuera su verdadero ni profesional nombre, invitó a tres damas amorosas a su sesión a manifestarse. No aparecía nadie. Pero  un hombre pequeño, con la cara abotagada quien se sentó a mi derecha de pronto comenzó a emitir ruidos  peculiares, medio atormentado y medio agradable, lo escuchemos con una parte de preocupación y con una parte de envidia, durante tres minutos llenos de estos ruidos, se hicieron más y más fuertes, alcanzaron un máximo y luego se desvaneció. El médium comentó: ¡ah, esto ha sido encantador, he podido encontrar a Cleo, o tal vez estuve en el viaje astral! El pequeño hombre no dijo nada sobre sus experiencia, él se marchó antes de que las luces fueran encendidas, no podíamos decir lo que pasó, en el encuentro extraordinario que tuvo. Entonces otro hombre, un muchacho alto, fuerte, comenzó a reírse y a gruñir. ¡Parad esto!, el gritó de repente “¡dejad la broma!”


      “¿A Quién le produce la broma?” Preguntó la médium, con voz un poco inestable.

      “A mí " ,contestó el hombre. “¡Pero esto es demasiado, le digo, a la señora, esto es demasiado! "

      Él se levantó, se puso de pie, casi tiró la mesa. La médium le tiró de la cola de su abrigo y lo hizo sentarse otra vez “Esto es bueno” dijo ella. “Le dije márchate, era Catalina, desde luego. Ella está acostumbrada ha hacer estas cosas, con los hombres.”

      Luego unos minutos más tarde sentimos una lejana mano astral sobre nuestra rodilla cuyos dedos comenzaron una especie de meneo exploratorio. Aguantamos esto un ratito, por los intereses de la investigación psíquica, pero de repente, saltamos y agarremos la mano alrededor de la muñeca. Esta era pequeña, se deslizaba y  logró llegar hasta nosotros. La médium habló y dijo con indignación en este punto ¡querido, le dije no agarrar! ¡No les gusta esto, nada en absoluto!,” Dijimos que nos arrepentíamos, pero que los espíritus eran demasiado familiares y pidieron que encendieran las luces. Limpiaron con agua la cara de la médium, pero esto no estaba previsto en sus esfuerzos de convocar a las tres famosas damas del Mas Allá. Ella recogió su dinero convenida y nos marchamos. El caballero fuerte se quedó ¿Sin duda el quiso otro combate con Cleo o tal vez el viaje? 

      El segundo médium, realizó sus sesiones en una espaciosa  sala, aunque estaba algo lamentable, en el Sur de Londres, era un caballero de cabellos plateados y muy solemne. Antes de formar el circulo, que en esta ocasión fue hecho completamente de mujeres, explicó con detalles y con términos bastantes excéntricos y técnicos (en vez de “materialización” él habló de “acción de hacerse carne”) sobre la manifestaciones, ya que la vuelta al mundo de la vida era incómoda y torpe, los espíritus tendrían que coger la energía de los que los convocan, tanto del médium como de los asistentes. Esto según él, ellos tienen un número de formas para volver de lo astral,  a través de las yemas de los dedos, por los dedos de los pies, y los labios, que ellos encontraban más idóneos. Él por lo tanto advirtió a sus presentes que podrían experimentar tales toques y contactos. Si cualquiera de ellas tuviera una objeción a tales cosas y le sucedía, aconsejó a esa persona en cuestión que se marchara (el dinero de la entrada se le reembolsaría). Aunque una o dos mujeres presentes de las ochos, miraron con recelo, pero se quedaron, era obvio que ellas estaban dispuestas  a hacer sacrificios y si era necesario “alimentar a los espíritus” para que las manifestaciones psíquicas pudieran ocurrir.

      El médium llevaba una especie de traje blanco o capa que lo envolvía completamente. Un amplio cinturón de plata atravesaba toda su cintura. Él se agitó, tocando con los dedos la mesa y de repente se apagaron las luces. Solo dos pequeñas placas fosforescentes brillaron en medio de la mesa.
      “Si usted es escogida como una fuente de alimento del espíritu” dijo él, “por favor no intente gritar. Solamente tararee una nota o toque con el talón la silla. Los ruidos repentinos, espantarán a nuestros amigos, y ellos tardan mucho en volver a visitarnos”.
      La verdad es que no era un grito lo que interrumpió la sesión. Fue una palmada ruidosa e inequívoca de un toque, ruidoso y claro, después de aproximadamente quince minutos desde que empezaron. El tocadiscos, discretamente comenzó a sonar una versión animada del Liebestod, y así la palmada fue hasta más alarmante.
      “¿Quién... qué ha pasado?” Oímos después la voz del médium, asustado de su antigua participante

      “¡Usted lo sabe maldito, bien lo sabe, es usted una bestia”, una voz enfadada femenina contestaba. “¡Usted y su espíritu de alimentarse!¡No me quejo de alimentar a las entidades, pero no desde allí!”.
      Este hecho secreto rompió la sesión, aunque el médium, ahora casi se redujo a pequeñas cosas en la sesión, protestaron que la señorita no tenía absolutamente ninguna causa para la alarma, que independientemente de lo que hubiera pasado el contacto era puramente “etéreo”. En cuanto a él, estaba al menos a seis pies de ella, rodeado por otros  participantes, ella realmente con pensó en esto.
      Ella le dijo con doble sentido que él debería llamarse afortunado, porque no iba a ir a la policía y lo acusara de asalto indecente

      El tercer médium con quien nosotros teníamos una sesión con tales matices sexuales fue también con una mujer, pero ella era joven, y realmente era bastante. Pedimos una cita por teléfono, y explicó que ella sólo daba sesiones privadas, solo a hombres, a mujeres o a una pareja mixta, pero nada más. Sus honorarios estaban de los más altos que conocíamos y su dirección era Mayfair, que probablemente era la gran cantidad de gastos.

      Ella nos recibió con un vestido de cuello alto, y vestido de corte, su pelo rubio, peinado hacia atrás de su frente, su maquillaje era discreto, casi no se veía , su perfume del “otro mundo”. Primero recogió los honorarios “dinero en efectivo, por favor”, y nos ofreció una bebida. Luego fue al grano.

      “Soy una clarividente” dijo ella, “y una muy buena, usted lo averiguará muy pronto. Pero solo puedo funcionar después del sexo. Como quiera usted, de manera solitaria o en trío. No importa. Después de demostraré mis poderes ¿alguna objeción?
      Le explicamos que nosotros no teníamos ni objeciones morales, ni profesionales, pero que estábamos juntando material para un libro y por lo tanto no deberíamos ser clasificados como sus “clientes” ordinarios. ¿En vez de probar sus poderes, ella contestaría unas preguntas? Dijo que si, siempre que no fueran demasiado personales.
      “¿Usted piensa que es un método apropiado?
      “¿Qué más?”
      “¿No es prostitución?”
      “Seguramente no, no trabajo para el sexo, sino para ser un médium mental. Pero como el sexo es una parte relacionada al mediumnismo, no puedo dibujar una línea firme y rígida que separe los dos, ¿verdad?”

      “¿Y algún cliente no abusa de esto, en la relación?”
      Ella miró bastante impresionada.
      “Ah, no. Ellos están interesados en mis poderes de clarividencia, al menos eso espero”, ella sumó una indirecta con una risa.

      Continuó explicando que la cópula era “para recargar sus pilas psíquicas”. No “autoerotismo”, es decir no lo hacía la masturbación, tenía que ser “sexo participativo” para “recargar” y trabajar correctamente.
      Decidimos tomar su palabra. Nos dijo que podríamos recomendarla al menos a “aquellos que sinceramente estuvieran interesados en la precognición”. Y terminamos aquí.

      Cuando en una conferencia se hablo del sexo en los “viajes astrales”, las relaciones de amor de los espíritus incorpóreos que han “llevado una relación mortal”, un miembro citó el caso que registró Harry Price (probablemente con ironía) sobre un jóven quien siguió recibiendo regalos de otro mundo. Estos eran sumamente embarazosos y muy personales, como un juego de ropa interior bastante de fantasía masculina, depositada en su regazo mientras él viajaba en un tren atestado, y era al parecer las señales de afecto de una señorita quien había muerto algunos años antes ,al parecer, había concebido a un mortal, a un caballero, su pasión. Esto era inoportuno, porque el jóven iba a casarse. Price no dijo el final de la historia, entonces no sabemos cuanto tiempo estuvo este peculiar atormentamiento continuado y como terminó. En cualquier caso, lo último de Smith Thorne, la criatura Rabelaisian de Topper y sus amigos fantasmales podría haber ideado un complot, o esto habría cabido perfectamente en uno de los libros de P. G. Wodehouse.

      Pero encontramos por casualidad algo similar y por lo conocido lejos de ser algo imaginario. En Chicago, donde un músico jóven tuvo una serie de incidentes agradables. Al menos ellos comenzaron de manera inocente. Las flores y pequeños regalos caían sobre él en la soledad de su apartamento o cuando andaba solo sobre la playa del Lago Michigan. Él los encontraba en sus bolsillos de su maletín, en su caso en el del violín (era miembro menor de la sección de cuerda de la Orquesta de Sinfonía de Chicago), también bajo su almohada. Él se quedó perplejo, pero no se alarmó ni se disgustó. Hasta que un día, hubo una serie entera de accidentes mortales cerca de él.       Alguien intentaba matarlo, aunque él no tenía ni idea de por qué ni por quien; y en la mayor parte de los casos, después de accidentes cercanos, no podía ver ninguna presencia humana, en la forma tangible de estas tentativas. Realmente alarmado ahora, e impulsado por su novia quien le obligó a contar el lío. Fue a un médium, durante una larga agotadora sesión, le dijeron que era “el espíritu de una muchacha” que se había enamorado de él, y mostraba su afecto tanto con regalos como por los intentos decididos de matar por él, porque ella quería estar “unida a su espíritu”. Al parecer la muchacha, quien había muerto  de sobredosis de medicinas, se había enamorado de él mientras estaba todavía viva y vivía en el mismo edificio de apartamentos, aunque el jóven nunca se percató. Todo esto lo dijo el médium, una señora de gran seriedad y dignidad, explicaba detalladamente, pero ella no sabía asesorar de cómo el jóven debería actuar. Él pensó en dimitir de su trabajo y moverse, pero su novia le advirtió que para un fantasma, el cambiar de lugar para atormentar no debería ser un problema. Intentó dirigirse a la presencia invisible, argumentándole y rogándole (todo en vano), entonces contaron la historia, que todo de repente paró. El fantasma de la señora joven al parecer había transferido sus afectos a un cantante de música folklórica quien ella encontró más de su gusto. Tres semanas después de que los problemas del violinista pararan, el cantante fue matado en un accidente de coche que nadie podría explicar, ya que él era un conductor  particularmente cuidadoso, las condiciones del camino eran excelentes y no había ninguna razón concebible para que su coche cayera de la autopista al barranco.

      Si no lo veo... ¿Pero quien podría decir que Swedenborg se equivocó cuando insistió en que el amor y el sexo sobreviven a la muerte del cuerpo y que las pasiones eran más fuertes? ¿Y si tuvo razón, y podría ser más exquisito y encantador el trato sexual de los espíritus, libres de cosas como la gravedad, el metabolismo y todos los lazos incómodos de los procesos de nuestra existencia? Puede haya una influencia mutua, recíproca del mundo material y espiritual, la permisión presente de nuestra sociedad, la rotura de tabú sexuales y restricciones, deben encontrar su eco en el Gran Más Allá. Si los espíritus tienen inhibiciones, ellos deberían estar aflojándose también, con el evangelio nuevo de libertad sexual total predicada en la mayor parte de los países, si no practicado en la intimidad.

       El campo donde el sexo y lo oculto es casi inextricablemente está entretejido, en lo denominado magia negra y brujería. Hablando de estas prácticas ocultas, en los años 60, un periodista británico hizo un largo estudio, especial sobre ello, nos dijeron que durante su investigación exhaustiva él no encontró nada sobrenatural, pero encontró mucho sexo.

      La personificación de sexo oculto, del satanismo y la magia del mal, está hasta esta fecha enjuiciada de vitalicia, junto con varios miembros que él llamó su “familia”, pero que podría ser mejor descritos como su harén. El juicio de Charles Manson se ha transformado en un circo de seis anillos, como la mayor parte de juicios que implican a personalidades famosas y fuertes, siendo apropiadas para hacer el relleno de noticias de Estados Unidos, y el caso de Manson se hizo más primera página destacada cuando el Presidente Nixon, se complació de hacer su ejercicio gimnástico favorito de poner su pie en su boca. Manson, el músico frustrado, Manson el andariego libre; Mason cuyas mujeres seguidoras, harían lo que él quisiera, ajeno a la corriente principal de America, Manson el visionario, y finalmente ;Manson el maníaco, cuya prueba suprema para sus seguidores era la carnicería y el asesinato en masa. Él les prometió una especie de paraíso negro sobre la tierra, totalmente dentro de la experiencia de los sentidos, y la mayor parte de estas promesas fueron redimidas por el sexo. Él envolvió su sadismo no disimulado en conversaciones místicas, la parábola incompleta y el precepto loco. Las drogas fueron agregadas al sexo como otro medio de alcanzar “la unión mística con el Mal que es el Supremo Bueno”. Esto es un hecho característico e impar que al mismo tiempo Manson soñaba con el éxito financiero, la aclamación y la recompensa material por su música ( que era completamente de aficionados) y los asesinatos de Sharon Tate muy bien podrían haber estado previstos por la frustración de estas ambiciones. Pero es obvio que el sexo y las drogas no habrían sido suficientes si él no hubiera inventado y elaborado un marco oculto para ellos, un concepto maniqueísta del Bien y el Mal, elogioso y e incapaz de existir el uno sin el otro. Un refrito de la herejía antigua de que nadie puede ser salvado a no ser que él primero haya pecado, esto inspiró tantas sectas en todas partes de la historia. Como Craig Karpel resumió en un párrafo perspicaz, Esquire:

      La visión del ácido (droga) mezcla la ilusión del bien al mal en un círculo.

      La regla de M'Naghten, una prueba de sala de tribunal de sanidad, no lo establece. Las mentalidades ácidas saben muy bien la diferencia entre el bien y el mal: es lo mismo que la diferencia entre arriba y abajo, el sentido de las agujas del reloj y el contrario, una dirección más bien que una directriz. Es por eso que podrían llamar al líder de la Familia que va aumentando como Tate, Sebring, Folker, Frykowski sustituyen al  Padre, de manera intercambiable, Dios, Satán y Jesús por sus zombis. Hay pocos moralistas ácidos, esto es bueno y no lo es, porque hay un hueco.


      Así el oculto ha sido vinculado al sexo y a las drogas, tanto se ha hecho de moda, que es una tendencia donde se celebra el mal “con una aptitud para el atavío y la ceremonia que será comercializada por todos nosotros durante tiempo...” como Karpel advierte: “ya las damas hermosas de Nueva York llevan ropa de mujer diariamente con crucifijos de diamantes incrustados para rechazar al demonio.” Esto es, desde luego una gran diferencia de los médium blancos en el sur de Londres o hasta las conversaciones de las ventanas de la señora clarividente en el Carril del Parque. El elemento que se domina este médium místico, es la combinación de LSD o ácido, una droga alucinógena, que puede ser hecha en casa con sustancias químicas fácilmente disponibles, después de un estudio breve de su preparación, y tiene una potencia fantásticas con cantidades diminutas. Esto inevitablemente une las experiencias psíquicas el “viaje “ con el sexo, aun cuando en la mayor parte de los casos sea una fantasía sexual, gracias al ácido será como una fornicación real, como la mayor parte de las drogas, que reducen el libido, o más bien lo dirigen hacia adentro. Como en los Ángeles, el dependiente de Biblia, contó Tom:

      “Si usted siente un mal aquí, usted tiene razón, y le diré por qué; demasiadas personas lo utilizar demasiado. Si usted lo utiliza de vez en cuando, el ácido le producirá espiritualidad, es metafísico, usted va ser obligado a viajar a este mundo, y usted elegirá si hacer un viaje de calidad como un cristiano, o ir con el señor Satán. Esto es lo que le sucede a la mayor parte de gente le lo prueba, y que son demasiadas personas las que miran por una ranura al diablo. El ácido es increíble, he hecho cerca de 172 viajes, pero esto no tendría que estar disponible para cualquier persona...el ácido realmente amplía la mente. Creo en poderes que usted no puede explicar...”

      Confuso, inculto, engreído (ya que él debería ser una de esas personas a quien el LSD estuviera disponible, quien puede controlas sus reacciones) estas pocas palabras revelan quien no debería tomarlo. Ellas son palabras verbales y simplifican el equivalente de la acción del jóven, quien bajo la influencia del LSD, dio un paso sobre la autopista de Hollywood e intentó parar el tráfico,  porque firmemente creyó que tenía el poder de parar el tráfico. Desde luego se produjo el atropello en un minuto más o menos. O la joven muchacha quien, estando de pie en medio de un cuarto en Nueva York, en el piso veintisiete, de pronto gritó: “¡puedo volar!¡puedo volar!” y antes de que alguien pudiera pararla, saltó por el balcón y murió sobre el pavimento. La adicción al LSD, cada vez más se utiliza en prácticas ocultas, y muchos de ellos llevan grandes cruces de oro para rechazar el mismo mal que ellos mismos adoran.

      En América muchos de estos adictos son hijos e hijas de padres ricos o sumamente ricos quien puede complacer sus varias extrañas pasiones. Usted los ve en California, en Florida, en Chicago, en Nueva York, Nevada, ellos viajan mucho. Su riqueza tiene una visibilidad alta, incluso si su fuente es oscura.

      Uno de los caracteres más asombrosos y más extraños es el caso de una mujer llamada Princesa Leda Amuh Ra. Si se combina la mitología griega  la egipcia, la hija de Tyndaerus, el Rey de Esparta, y la amante de Zeus, quien creó la forma de un cisne y del Dios del Sol del Nilo. Un lugar que tiene su nombre es un club de noche, enorme y privado, sobre la Cienaga el Bulevar, dentro de un paseo (de una ciudad en forma de disco) corto de la Tira de Puesta del sol. Lo llaman, como es bastante debido, el Punto Culminante. Allí los miembros privilegiados se tumban sobre divanes mientras que antiguas películas de horror que destacan a los vampiros son proyectadas en el techo, o se tumban delante de la cabeza de Satán de veinte pies de alto, con sus ojos embadurnados de pintura luminosa. Esto es lo más evocador de los dos clubs contiguos de los difuntos de Montmartre (cerca de Pigalle) llamados Ciel y Enfer, que combina de forma ingeniosa la obscenidad y la blasfemia. Aquí, a veces la Princesa Leda aparece, y es lo más autentico de todo los adornos eróticos. Su cuerpo está cubierto de plumas negras que parecen brotar de su piel muy pálida; sus pechos desnudos (magníficamente firmes) con una red de oro. Tiene el pelo de ébano y ojos enormes, enloquecidos. Cuando baila, parece invocar a los fantasmas combinados de Salome, Lilith, Cleo de Merode y todos los símbolos sexuales de los siglos pasados, incluyendo a los nuestros.

      La Diosa Ácida, como se le llamaba, tiene un compañero masculino, un jóven quien aparece, que podría ser el Señor Universo, vestido de leotardos rojos  con botas, su camisa rizada abierta hasta la cintura, una espada en una vaina sobre su flaca cadera. Como se supone, es un astrólogo quien cobra mil dólares por un informe y una lectura superficial. Le gusta ser llamado el Rey, igual que es conocida la Princesa. En una ciudad donde cada uno juega una parte (con la esperanza de que algún día tenga su propio lugar), y se resguardó en el misterio, una aureola de sexualidad decadente y aún poderosa las drogas alimentan añadido a lo oculto. Y Leda jugó su parte en todo esto, como describió Tom Burke de forma clara, presentando la escena que ha podido atestiguar en el “castillo” de la princesa, cerca de Hollywood:

      “...El tocador, pintado predominantemente de color negro, es grande, pero la cama casi es demasiado grande, la habitación es amplia como dos cuartos. En la cama la Princesa Leda Amun Ra, está desnuda, su piel espolvoreada con piedra pómez o ceniza volcánica. Ella está sobre su trasero, con las piernas extendidas. Sus muslos son firmes, como una muchacha. Entre sus muslos un adulto cisne negro, su cuello arqueado como una cobra, sus ojos amarillentos fijos. Esto hace un ruido áspero, cómico, como un eco de una selva tropical”.

      “’Concebiré”, grita la Princesa, subiendo y bajando alegremente. Media docena de personas han entrado en su cuarto por ahora. Nadie más hace sonidos, nadie se ríe.

      El ocultismo y el sexo también se combinan en varias variedades de adoración de Satán y la brujería, y estos no sólo han sucedido en los años sesenta, pero parecen desarrollarse y extenderse. La mayor parte es solamente un pretexto ridículo e infantil de “travesuras” tímidas y deliberantes. Otros son mucho más intensos y más peligrosos. Como la reunión de Hollywood donde los invitados fueron recibidos en la puerta con una bebida de bienvenida, con un poco de ácido y un pellizco de estricnina mixta en el jugo de tomate, que al menos tenía el color de la sangre. Ellos tuvieron que beberse la copa antes de ser admitidos, cada uno debía tomárselo de un trago. Dentro había tres altares; dos de ellos tenían muchachos jóvenes, desnudos atados con amplios cinturones de cuero, y eran azotados por dos hombres barbudos  vestidos con hábitos de monja, mirando de manera incongruente, pero decididos. Para los azotes usaban rosarios pesados negros, y no había ninguna falsedad en los azotes para los muchachos que gritaban y lloraban. El medio sostenía una muchacha, apenas en su adolescencia. Un alto hombre que llevaba la cabeza de una cabra plateada una rana viva sobre su sexo y luego comenzó a tallar una pequeña cruz sobre su estomago desnudo, justo con un corte bajo superficial. Más tarde la reunión se hizo más salvaje como el ritual: la muchacha jóven fue desflorada en un procedimiento largo y minuciosamente blasfemo, luego se procedió a llamadas satánicas encabezado por la cabra principal, esto fue seguido por una especie de concierto rock con canciones cuya lírica era un niño que cometía sacrilegios y esto terminó con una declaración de un credo visionario del “Anticristo” que sólo podría sobresaltar lo que habían leído de los últimos diecinueve siglos de decadencia y Satanistas.

      El Anticristo es también un carácter principal en “El Arte del Mal” que muy bien une el sexo y el ocultismo. Sus médicos (algunos de ellos no sin talento) creen que la Venida del Segundo ya ha ocurrido pero en vez de Jesús  que es el Mesías Falso que ha vuelto, (aquí ellos vuelven a la leyenda de Zwi Sabatai, el Mesías judío Falso, quien fue tanto su figura histórica como legendaria y jugó un papel decisivo en el desarrollo filosófico y religioso). Es tanto divertido como característico que Satán se reencarne, y escogiera las Colinas de  Hollywood como su lugar central desde donde él extendería sus tentáculos a todo el mundo. Él es servido, entonces por un grupo de creyentes, una organización internacional llamada Devilmen, quien ha admitido a Satán en sus cuerpos, en sus almas y trabajan para él (esta vez una hoja es tomada del libro de propaganda ficticia de los Mayores de Zion, la anti-Biblia de los Nazis y anti-semitas; una fabricación que ha sobrevivido a una docenas de pruebas totales de su falsedad). Esta organización o liga, como se supone, se ha hecho un mundo secreto e impulsa a sus miembros a tener puestos claves en los gobiernos. Pero hay todavía la esperanza para las fuerzas de la Virtud y la Verdad, la Cruz triunfará sobre vampiros y diablos.

       Esto no sería América si no estuviera todo esta relación cercana de la experiencia psíquica, el sexo y su lado complicado y provechoso de publicidad. De verdad, los tres elementos: alucinógenos, brujería (basada en la magia negra o blanca) y el sexo en sus formas más permisivas, menores inhibidas, se funden en grandes capitales. Si su interés especial es la reencarnación, la numerología, la Cabala, la astrología, o la ley Karmica, esto es comida para un montón de tiendas y cientos de artículos relacionados. Los crucifijos son vendidos “a los creyentes directos” y en el otro lado están los satanistas. Los signos del zodiaco son atraídos por todo el mundo.

      Hay las velas del voodoo, amuletos, inciensos. Hoy hay, según los especialistas, más de mil librerías en Europa Occidental y los Estados Unidos que se especializan en la literatura oculta y en América solo sus ventas se han triplicado en los años recientes. El dueño del Museo de Misterio Mágico en los Ángeles quien se llama el Druida Monloch, Obispo de F.A. M. (Family of the Ancient Mind), está orgulloso de su gran colección de artículos de brujería, y nunca carece de estudiantes de su “colegio” que no ofrece menos de treinta cursos de ocultismo, pero solo le atrae lo espectacular. Seguramente los bienes de venta en algunas tiendas realizan por exigencia el rosario del diablo tallado, las versiones de Ankh egipcio (símbolo de la vida y la fertilidad), a la vista de todos, el enfoque de las aspiraciones espirituales, de cruces satánicas, por lo general llevadas al lado de la piel, para el encanto de Lucifer, para ser usados en la “convocatoria de los espíritus inferiores sexuales”. El Minotauro es un encanto popular particular “gusta de sexo y lujuria” y a menudo es combinado con un disco blanco, la replica del sello de Solomon, representando los poderes mágicos más altos de la Cabala. Y entonces esto sube a precios en los límites de chelines a cientos de dólares. Agréguele varios registros de juegos de los fieles de la brujería y añada la reciente música de los Rolling Stones, como proclaman, será una venta garantizada, como dicen  “destruye mentes y cosecha almas...” La misma tienda que le vende una tabla de Quija o un “instrumento de conjuro” también le proporcionará un conjuro de amor que consista en “polvo del amor”, Realmente si está en Nueva York, Londres, París, Franfurt, usted no está demasiado lejos de su “abastecedor amistoso de la vecindad “de ocultismo y sexo.

Fuente: Beyond the Senses: a Report on Psychical Research in the Sixties (London and Toronto: Souvenir Press, J. M. Dent & Son, 1971) by Paul Tabori and Phyllis Raphael.