- Helena Alex Dallas : ¿El Espiritualismo es Peligroso?

Helena Alex Dallas: Espiritualista y Socia Honoraria de la Sociedad para Investigación Psíquica. Escribió "Objections to Spiritualism Answered" (London: London Spiritualist Alliance, 1909), " "Death, the Gate of Life? Una Discusión de Ciertas Comunicaciones que Pretenden Venir de Frederic W. H. Myers ", "Human Survival and its Implications" (London: London Spiritualist Alliance, 1940), " Human Survival and its Implications " (London: W. Collins Sons & Co. Ltd., n.d.) "The Victory that Overcometh," "Mors Janua Vitae," and "Across the Barrier".


¿El Espiritualismo es Peligroso?

- H. A. Dallas-


Esta es una de las preguntas que enfrentan a muchas personas cuando comienzan el asunto,  preguntan “¿No es peligroso física y moralmente, la investigación experimental del Espiritualismo?”

         Ciertamente hay algunos peligros acompañantes de la investigación, pero todos             los grandes progresos tienen sus riesgos que los acompañan. El desarrollo de la energía psíquica implica el ejercicio de nuevas pruebas de las facultades no antes intentadas, en la raza o en el individuo lleva adjunta una condición de inestabilidad nerviosa. Los nuevos progresos son emocionantes e inquietantes; el individuo, en parte debido a la inexperiencia y en parte debido a la inestabilidad que acompaña  el crecimiento, se ve obligado a ser controlado por estas fuerzas desconocidas. Esto sucede durante el desarrollo físico, y también en el desarrollo psíquico. El conocimiento de poder ejercer estas facultades, y la ignorancia en cuanto a sus fines verdaderos o como usarlos sabiamente, es siempre una condición peligrosa, y obligado es  anunciar su posible perjuicio. Pero si la señal de peligro es usada demasiado libremente, el resultado puede paralizar la acción; y esto también es perjudicial. Con frecuencia las personas no vacilan para demostrar la sensibilidad espiritual, aunque fácilmente reconocen que produciría una sensibilidad física, y es perjudicial para su virilidad. En asuntos físicos, asignamos la cobardía a la precaución  que retendría una persona en aprovechar la oportunidad de ganar un conocimiento nuevo, o de explorar un nuevo territorio, y no siempre es reconocido que actúa de igual forma con las cosas espirituales, y también es igualmente indigno.

Si el Espiritualismo implica un ejercicio de poderes inherente a la raza, si esto ofrece una oportunidad para su desarrollo, abre una puerta a la exploración de nuevos reinos de la existencia, abandonar estas perspectivas por el miedo de los peligrosos complicados riesgos, es traicionar  de manera indigna uno mismo. Esto es uno de los peligros que no deseo ocultar, y es que cada uno  debe justificar si el encuentro ha sido peligroso o es algo que sucede así. No llaman a cada uno para ver un nuevo descubrimiento a la hora de explorar las consecuencias físicas o psíquicas. No digo que las que las investigaciones psíquicas deberían ser realizadas por todos, independientemente de diferentes físicos, mental y moral, muy lejos de ello, pero deseo acentuar el hecho de que cada desarrollo nuevo es útil que lleve peligros diferentes para cada uno, así podemos encontrar esos peligros relacionados con la persona o el entorno, y encontrar esa relación, proporciona datos de gran valor.

La crisis del nacimiento es peligrosa, enamorarse es peligroso, las experiencias con la maternidad son peligrosas, realizar los sacramentos de un libro de rezo normal “el peligro es grande, si se mal interpreta”. Asegurarnos el no caer en un posible peligro, significa atrofiar nuestro crecimiento. Las motivaciones verdaderas nos instigan a emprender esta investigación, nuestro deber es el de dejar a un lado el miedo; y mientras reconocer totalmente los posibles riesgos, para encontrarlos sin sorpresas, con aquel sentido de la grandeza de la vida, con aquel objetivo alto y de espíritu piadoso que nos permitirá pasar indemne por el peligro o la tentación.

Alguien que tenga la enfermedad física o moral es incapaz de luchar, cuyo equilibrio mental no es sano no está en condición apta de emprender su propio desarrollo psíquico. Un investigador en esta región requiere un gran fondo de sano sentido común; y debe ser capaz de ejercer el completo auto-control y un sano juicio: si no él puede dañar, no sólo a él mismo, sino también a la investigación que debería promover. Una persona normalmente sana quien tiene una identidad va a tener auto-control, por otro lado, es probable que saque una ventaja de esto, como hacer bien el trabajo que se ha propuesto.

Para el trabajo se está. No deje a nadie suponer que los regalos psíquicos son concedidos principalmente para su propio placer. Su finalidad y objetivo ni siquiera es para dar consuelo al desconsolado (aunque esto pueda servir para este objetivo). La revelación de las capacidades inherentes del hombre y la apertura de la comunicación con otra esfera de existencia  está destinada para servir un objetivo más grande que esto. En la lengua teológica se llamaría el objetivo de  “La Gloria de Dios.” Un término a menudo poco entendido, pero el que incluye el desarrollo de la raza humana en el máximo de sus capacidades divinas, las cuales han sido engendradas por Dios. El hombre puede conocer todo aquello que ha sido destinado conocer, puede alcanzar la altura de su estatura perfecta, y así por la aportación de cada facultad latente poco  a poco puede realizarse enteramente, dentro de lo que puede ser capaz de ser, esto y nada menos es el objetivo de cada individuo de cada raza , la confianza en varios poderes. Mantener este objetivo a la vista evitaría muchos “peligros”.

La objeción de que “esto es peligroso” podría haber sido presentado como un argumento contra la creación de personas en la comunidad judío-cristiana. Esto nos complica las cosas para hacer la justicia de manera razonada, ya que en el pasado el pensamiento judío-cristiano, la doctrina de libertad promovida por San Pablo era contraria a la de la época. Cuando recordamos algunos de estas personas que se convierten, eran ciudadanos de Corinto, una ciudad de muy mala reputación, así el término “Corintianese” denota mala vida ; y cuando leemos que los pecados de los paganos reaparecerían y se admitían en la comunidad cristiana, no nos tendría que sorprende, que algunos judíos que habían vivido en la estricta ley Mosaica, hubieran considerado como “peligroso” esta reaparición que se producían en el grupo religioso, ya que se había partido de la educación moral severa del judaísmo ¿Estos grupos no serían peligrosos para el grupo inicial? Algún padre judío con alguna inquietud podría haber preguntado ¿no perderá pureza y elevación si las leyes se reducen en su número y se hacen flexibles? Esto podría parecer que la sabiduría era dudosa, si estropeaban las barreras, aunque ellos podrían haber respondido “ dejen a los creyentes ser seguidores de Cristo, pero déjelos seguir también a otro grupo que tuvo como profesor a la disciplina judía, con la ley Mosaica.”

Fue, quizás, bajo la influencia de algún razonamiento parecido como San Pedro se separó del compañerismo de algunos creyentes judíos de Antioch en St. James. Pero fue San Pablo, quien “ puso la cara” y ahora cosechamos las ventajas de esa batalla, que tan valientemente se luchó por la libertad cristiana.

Tuvieron que encontrar los peligros que se producirían en esta nueva vía de ampliación, donde estaba la barrera que diferenciaba entre los judíos y sus sucesores, San Pablo vio esto claramente, y sabía que cualquier tentativa de su resistencia sería  vana al propósito de desarrollo del Eterno. Esta situación tiene un paralelismo con aquellos que creen en los habitantes “visibles” y los de otras esferas “no visibles”, y la información de los “no visibles” se va conociendo más. Los nuevos creyentes no se resisten al objetivo evolutivo de Dios, por cualquier consecuencia de miedo que aparezca.

La ampliación de la nueva esfera de creencia necesariamente implicar riesgos morales. Esto era el reconocimiento que tenían los ermitaños: ellos procuraron evitar toda responsabilidad como los posibles riesgos de contaminación que vendrían de las personas de la sociedad. La atracción de la vida monástica ha estado en gran parte en la protección, evitando las complicadas y diversas tentaciones de la ampliación de la creencia. El niño que abandona la casa para ir a la escuela, el hombre que entra en una carrera profesional, el viajero, el colono, todos tienen que afrontar riesgos físicos y morales, y como consecuencia un ensanchamiento en su gama de creencias y conocimientos.

Cuando un hombre comienza a usar sus facultades psíquicas, y a expandir su creencia entre sus colegas a través de la frontera de lo “no visible”, esto no será necesariamente ennoblecido. Él amplia su esfera de conocimiento, y con ello aumenta sus posibilidades para lo bueno o para lo malo. La más amplia experiencia puede demostrar ser una fuente de enriquecimiento mental y moral, o puede producir lo contrario; ya que en aquella región de “no vistos” existen espíritus en todas las etapas de su desarrollo, como sucede aquí. Es posible entrar en comunicación con lo elevado, lo refinado , lo puro, y es posible también abrir la comunicación con lo común, lo ignorante y el inmoral.

Pero como, en este mundo, un alma pura y cariñosa puede mezclarse con lo impuro y frívolo, y si se produce la contaminación, no se produce una influencia saludable, alguien que procure comunicarse a través de la frontera, mientras que desea llegar a lo más alto, no debe sobre esa idea rechazar la compasión de algún alma infeliz que pueda desear hablar con él. Hablar con alguno de éstos puede ser muy peligroso, pero si deseamos  influir positivamente en ellos de manera positiva y ayudarlos en la vida de allá, no tenemos que alarmarnos si algún alma infeliz entra en contacto con nosotros. Esto debe ser tenido en cuenta, Pero no todas las personas están destinadas a hacer el trabajo de ayuda. La comunicación con los que están en un nivel más bajo debería hacerse con cautela, y solo tomando el consejo del Guía Espiritual quien le dice al médium: “Este es el camino por donde pasareis”. Dos principios deberían gobernar en nuestra comunicación, el amor y la fuerza. Si el amor o la fuerza falta, el alma nunca saldría de la caja fuerte que es la sociedad, así que esa sociedad se encarna o se desencarna, depende de ello.

Si el efecto del Espiritualismo no está por encima, estará por debajo. Esto es “la caída o rebelión de muchos”, puede levantar y ha levantado , pero si no se utiliza con pasos seguros para llegar a un nivel más alto, los pasos serán “torpes”.¿Si un hombre o mujer quien tiene una influencia que baja, es tonto, y es frívolo con las relaciones sociales, intentará abrir la comunicación con el mundo de los espíritu, que resultado obtendría? Los que probablemente se comunicarán serán los seres que tienen la misma condición moral. Esta extensión de la comunicación apenas puede tener valor, y de manera acertada ha de ser desechado.

A veces darán una advertencia saludable desde el más allá, y la sana verdad se hablará, hasta en estas condiciones, es probable que no se le preste atención.

Aquellos, sin embargo, quien con un objetivo serio, establecen la comunicación con los espíritus desencarnados, pueden encontrar que toda comunicación es importante y profunda para ellos, ya que esto  puede ayudarles a comprender la comunicación con los espíritus, que hombres y mujeres que encontramos en negocios y otros sitios son realmente espíritus como los que han pasado por la muerte; y es una cosa seria hablar con ellos, y estar bajo la influencia e influir en “los muertos”, no es menos serio el asunto que la influencia  e influir sobre aquellos que están todavía vivos. “Somos espíritus revestidos con telas”. “La vida es una cosa seria: por ahora ésta es eterna. Esto no requiere que ninguna santidad artificial que haga del espíritu algo grande y un final noble. Cristo vino para revelar la ley que hoy en la vida común llamamos :“El espiritualismo hace cumplir la verdad, enseñándonos que nada es en sí “común o sucio “ cada arbusto tiene una finalidad con Dios, “  es como si fuéramos dignos del gran regalo de la vida, aquí o en el futuro, debe dejar de ser esto algo banal. La ceguera de la realidad, y la baja estima de las relaciones de la vida, es el peligro que hay en la comunicación con los espíritus, si aquella comunicación se extiende a lo “que no se ve “ y no se limita por lo “lo que se ve”·



Fuente: Objections to Spiritualism Answered (Londres: London Spiritualist Alliance, 1909).