Sra. Thomas Everitt

Sra. Thomas Everitt

1825-1915


La esposa de well-to-do Pentonville Tailor, uno de los médiums privados más antiguos y mejores de Gran Bretaña, de los primeros en producir voz directa. Ella comenzó a dar sesiones de espiritismo en 1855 pero fue poco conocida antes de 1867. Produjo una variedad de fenómenos físicos, raps, movimientos sin contacto, luces psíquicas y escritura directa, además de voz directa de “John Watts” y de “Znippy”, un isleño de los Mares del Sur, y se escuchaba a través de un tubo de cartón, el primer registro data de 1867 cuando, en una sesión en oscuridad con la Sra. Guppy, la Sra. Everitt entró por primera vez en trance.

Hay muchas descripciones de los fenómenos de la Sra. Everitt que se publicaron en Spirit Workers in the Home Circle, de Morell Theobald. Las dos familias eran amigas. Sabemos por el libro que la Sra. Everitt, al volver a la conciencia, a menudo contó lo que había visto en el mundo de los espíritus, brisas fresas y aromas eran un fenómeno frecuente y que la Sra. Everitt tuvo considerables poderes psicométricos, en Cornwall, colocó un pedazo de roca en la frente, se entretuvo describiendo a los monstruos antediluvianos, masas ardiendo y agitación de rocas. Morell Theobald relacionó los sonidos que acompañaban a sus fenómenos de escritura directa con el movimiento de una aguja eléctrica que se movía rápidamente. Cuando había personajes cercanos y se habían visto quietos o se producían palabras, cinco o seis segundos antes la aguja se movía.

El Sr. E. Dawson Rogers, en una carta a E. T. Bennett, dice:

“Los casos más completos probados de escritura directa que yo sé, se dan con la Sra. Everitt. Como muchos de ellos, puedo testificar personalmente la autenticidad y está fuera de toda discusión. Mi primera sesión de espiritualismo se dio con la Sra. Everitt, el 3 de mayo de 1870. Pensé que iba hacer preguntas a la Sra. Evenitt y que ella podría responderte, “John Watt” dijo que se comprometía a dar una escritura directa y acto seguido dijo: “Por favor de una definición que distinga entre voluntad y entendimiento”. El papel y el lápiz se habían colocado sobre la mesa y en ocho segundos, tal vez en diez, al iluminar, encontramos una respuesta directa e inteligente a la pregunta que contenía más de 150 palabras. Era un fraseo peculiar. Después supe que era exacto a uno de los escritos de Swedenborg, con algunas pequeñas modificaciones, y un extracto, siendo extremadamente difícil para cualquier persona tener en la memoria. Ciertamente la Sra. Everitt nunca podría haberlo hecho. Se dijo que uno de los asistentes espiritualistas de la Sra. Everitt fue un caballero que había sido ministro de Swedenborg.

Varias piezas de escritura directa resultaron ser citas de libros, a veces de los antiguos. Una vez, en presencia de William Crookes y Serjeant Cox se dio la siguiente cita "Religentum esse oportet Religiosum nefas. Encontrará su significado en Incerti Autoris Aprice Aut. Gell." Después de considerables búsquedas se encontró el pasaje en el Libro 4, canto 9 de Autus Gellius,  fue un poeta que vivió durante el reinado de Adriano en el siglo II.

Escribiendo en Light  el 7 de julio de 1894, el Sr. Everitt habla de un viento frío y extraños sonidos que precedieron a la llegada de la “influencia” y dice:

Entonces el papel y le lápiz fueron llevados al aire, un tic-tic-tic rápido se oyó, duró apenas unos segundos, el papel y le lápiz cayeron a la mesa y la luz se encendió. La escritura estaba hecha. La velocidad de producción varía entre 100 a 150 palabras por segundo. La minuciosidad superior de la escritura es sorprendente, también la cercanía y la unión de las palabras y las líneas. Crookes fue el primero en llamar la atención sobre el hecho de que no hay presión sobre el papel. Incluso sobre un papel más delgado no aparecen ni la menor marca perceptible por detrás.”

La Sra. Everitt, siendo una médium privada, no se le aplicaron medidas de investigación. Las dudas de los asistentes, sin embargo, se disiparon cuando la escritura directa se produce de manera clara en la hoja de papel, haciendo una rotura en el papel que se entregaba y comprobando después a la luz que era el papel, y una vez más apagada la luz, la escritura continuaba en su última palabra.

Fuente Una enciclopedia de la ciencia psíquico Nandor Fodor (1934).