INTENCIÓN Y SUPERVIVENCIA -CAPÍTULO 14:LAS COMUNICACIONES CON “R. L. S”




CAPÍTULO 14:
 LAS COMUNICACIONES CON “R. L. S”


- T. Glen Hamilton -



SECCIÓN 1

Teniendo presente estos pocos hechos sobre Elizabeth M. y la naturaleza de su trance, ahora nos dirigimos al estudio de algunas de las 427 trasmisiones con R.L.S.


Como fue detallado en el capítulo 13 estas transmisiones fueron compuestas por dos piezas separadas y que encajan: una escritura y una visión. Esta comunicación doble fue dada de este modo: durante el trance, la mano y el brazo de Elizabeth fueron activados por un automatismo de la mano que daba una palmada; es decir, como el Dr. Hamilton dijera en voz alta en varias ocasiones las letras del alfabeto, su mano daría una palmada en la mesa, parando en la letra deseada. Estas letras serían registradas por su secretaria. Durante la época del trance-sueño, y simultáneamente con el automatismo de la mano, Elizabeth veía su “imagen”. Cuando ella volvió a su estado normal con sus sentidos después del trance, ella decía lo que había visto, y sus palabras fueron recogidas por la secretaria. Todo esto, por supuesto, ocurrió en la oscuridad de la habitación de la sesión, y no hasta que la sesión hubiera terminado y las notas fueran estudiadas, lo que hizo que nadie tuviera la más leve noción de lo que contenía la doble comunicación.


Fue encontrado que la escritura se refería generalmente a un incidente verdadero en la vida de Stevenson. La “imagen” de Elizabeth tomó con frecuencia la forma de un “playlet”, en el que los caracteres y sus acciones parecían ser escogidos para ilustrar deliberadamente el texto de la escritura.


El próximo paso a investigar – generalmente por la Sra. Hamilton – fue situar e identificar la memoria e ideas buscando en las escrituras de Stevenson. Esto en sí mismo fue una tarea formidable, y significó que durante años de comunicaciones con Stevenson, nosotros tuvimos que adquirir una biblioteca muy extensa y reciente de todos los libros de Stevenson, así como todos los libros escritos acerca de él, para que mi madre pudiera trabajar en casa con la acumulación de registros de la sesión con ellos al lado. Debe ser enfatizado que a Elizabeth M. nunca le fue permitido el acceso a estos registros ni a los resultados de las investigaciones de mi madre y las comprobaciones nunca fueron discutidas con ella delante. Verdaderamente, como recuerda la Sra. Poole, ella era como un niño en su ignorancia sobre el material que recibió a través de su sensibilidad psíquica, e incluso dijo mucho sobre ello, y dudo que tuviera la comprensión para apreciar su significado.


 Aquí ahora vaya un ejemplo muy sencillo del fenómeno de escritura-visión. Inicialmente en el trabajo de Stevenson, el método de la mano-golpeadora deletreó:


“Fue un sueño del padre Thomas Stevenson que el hijo fuera un gran ingeniero”.


En su post-trance Elizabeth despierta dijo esto:


“Estuve lejos en un viejo lugar, Edimburgo, pero fui a una oficina y un hombre con cara redonda con las patillas tenía una conversación con un joven. El joven estaba descontento. Él lanzó sus papeles al suelo con rabia, no quiso hacer lo que el hombre viejo le dijo. Era una oficina para mí con una prensa de copiar, y un par de cuadros de veleros”.


Colocando las dos partes en una misma comunicación, nosotros vemos inmediatamente a R.L.S. recordando el hecho de que Thomas Stevenson había deseado seriamente que su hijo Robert Louis siguiera la profesión familiar de la ingeniería de faros, y que Robert Louis se había decantado en llegar a ser escritor. El propósito del teatro es claro: Un joven Louis que muestra un espíritu rebelde. Un fragmento del pasado de R.L.S. ha sido producido fuera de la mente de Elizabeth.


Bastante extraño, el indicio más compulsivo en cuanto a la verdadera naturaleza de este método de comunicación fue encontrado semanas después en uno de los ensayos de Stevenson, Las memorias de un islote, (, Memoirs of an Islet) un ensayo al que nunca se refirió en las muchas comunicaciones. En los párrafos introductorios de este ensayo Stevensonn divulga el método por el cual él podría convocar la memoria de su pasado lo más vivo posible al ojo de su mente bajo la forma de imágenes, y que él entonces tendría ventaja en su trabajo como escritor imaginativo:


“Los que tratan de ser artistas, de manera repetida acuden a sus recuerdos e insertan en pequeñas memorias vivas a los hombres y escenas junto (puede ser) con algún amigo especial con traje de bucanero, mandando órdenes para maniobrar a los ejércitos, o un asesinato que se hizo en la juventud… después de la actuación de una docena de cuentos, las pequeñas imágenes resplandecientes del pasado todavía brillan al ojo de la mente, sin desfigurarse, sin que los colores se deterioren… de modo que el escritor comienza a preguntarse cuanto duran estas impresiones… y mirando detrás de ella, con cariño, les añade un fin, joyas sustantivas, ajustadas. Uno o dos de estos agradables espectros pienso haber creado. Utilicé uno el otro día: un poco de densa arena, agua dulce, … dos de mis marionetas puestas en un día de verano… al tiempo, quizás estas marionetas crezcan débilmente; y una metido en la cama, veré la pequeña isla arenosa en Allan como en la naturaleza, y el niño (que fui una vez) vadeando Butterburrs, la maravilla y la frescura virginal de esa memoria, y otra vez, la temporada fuera de la estación, con el deseo de tejer el arte.”


“Hay otra isla en mi colección, la memoria me sitia. Puse a una familia entera allí, en uno de mis recuerdos; y después, los lancé sobre sus orillas, y condenados a varios días de lluvia y de crustáceos, en cantos rodados, otro héroe. La tinta todavía no se descola, el sonido de las oraciones todavía está en el oído de mi mente, y estoy bajo el encanto de escribir sobre esa isla otra vez.” 


En una manera lejana de una descripción objetiva y fría, este extracto ejemplifica más efectivamente la relación compleja que existió entre las escrituras de Elizabeth y las visiones; y sirve también para subrayar el papel de Stevenson, aparentemente jugando con su producción.


Con frecuencia nuestro patrón de comunicación tenía el mismo doble papel: él fue no sólo el director de las visiones que mostraron “títeres” del pasado de Stevenson; él puede al mismo tiempo dejar de ser un títere, imaginándose como un joven o como un niño pequeño. Por ejemplo, Elizabeth escribió “Stevenson como un niño que juega en una piscina de agua” o “ayudando a un farolero” – ambas imágenes fueron encontradas en el Jardín de Versos para Niños (A Child's Garden of Verses). Ella describió a Stevenson en su juventud abordando un buque con una pandilla de rufianes: aquí el “títere” Stevenson finge ser Jim Hawkins, el héroe de la Isla del Tesoro. Así que Stevenson director, muestra a Stevenson títere, como un chico, como un joven, como un escritor en Francia o en América, o como un hombre enfermo en Samoa. A causa de la total ignorancia de Elizabeth sobre Stevenson escritor, de su estilo, su habilidad técnica y el insuperable poder descriptivo, fue imposible para ella distinguir entre un títere y la reconstrucción de algún incidente del pasado de Stevenson, y de un títere que representaba un carácter en una de sus novelas. Para ella Long John Silver fue tan real como cualquier otra persona que vio en sus “imágenes”. Además, el director del trance acentuó sutilmente su doble papel; a menudo Elizabeth dijo: “Stevenson estuvo allí pero él se paró un poco lejos”, el significado era que él no aparecía delante de ella, como un testigo de la escena, pero también era parte de ella; mientras otras veces ella observaría: “Vi a Stevenson. Fue un muchacho veinteañero. El fue ...” Aquí él se mostró en su parte de actor o títere. Aunque ella no parecía ser más que una observadora de estos playlets, no obstante en muchos casos, las escenas que le parecían haber sido muy reales, ella compartió completamente la emoción de la situación. Esta participación fue marcada especialmente cuando Stevenson o Livingstone mostraron visiones que fueron repugnantes para ella. En su estado de trance ella murmuraba objeciones y trataría de restablecer su propia integridad emocional, obviamente como un mecanismo protector.



SECCIÓN 2


R.L.S. hizo el uso más completo de los procesos imaginativos abiertos con las visiones del trance de Elizabeth – representaciones puras de incidentes en la vida de Stevenson; visiones-ajustadas que exhibieron el humor, la ironía banal, nostálgica, juegos de palabras. Estas delicadezas eran a menudo extendidas para ser asociadas a las memorias secundarias, que ellos mismos formaron un fondo de la memoria principal.



Pero esto no fue todo. El repertorio de R.L.S. parecía un sin fin, un sistema hábil de variaciones del tema. Aunque las referencias a cualquier aspecto dado de la vida de Stevenson se extendió en un considerable número de periodos de trance, en ningún caso hizo un duplicado de las visiones-escrituras de las ideas y/o mensajes de otras ya utilizadas anteriormente. Si el comunicador había estado trabajando en un poema, y después de un espacio de varios meses elegía otra vez el texto que ya había utilizado previamente, dio una fraseología levemente diferente y la ilustró con una visión diferente pero apropiada. Por una parte, si él elegía repetir una visión, él producía una escritura diversa con una nueva idea asociada a ella, dando totalmente un nuevo significado a las imágenes y cambiando la interpretación y significado. En fin, R.L.S. demostró constantemente que no era ningún plagiador o diseñador ocasional, solamente una entidad inteligente, consciente de planificación, poseyendo una perspectiva literaria decididamente imaginativa, plenamente enterada de la mayoría de los detalles íntimos de la vida y las publicaciones literarias de Robert Louis Stevenson, del cual eligió formar sus juegos, sus rompecabezas literarios, para que los solucionáramos.


En función de los trabajos publicados de Stevenson, la gama de sus esfuerzos fue extensa. De las 470 transmisiones analizadas y verificadas, 8 fueron encontradas que se basaban en el tema descubierto en los poemas de Stevenson, In Scots, (El Escocés); 50 fueron encontrados bastante parecidos al material expuesto en varios poemas en la colección Underwoods , 60 fueron basados en extractos encontrados en A Child's Garden of Verses; 12 trataron con extractos breves tomados del ensayo Thomas Stevenson; 2 fueron encontrados en A Humble Remonstrance (Una Protesta Humilde); 2 trataron de The Manse (La Casa Parroquial) ; 2 de A Penny Plain; uno mencionado en The Merry Men (Los Hombres Alegres); 4 fueron relacionados con acontecimientos registrados en The Amateur Immigrant; 14 se basaron en el tema básico de los incidentes en Treasure Island (La Isla del Tesoro); 22 se refirieron a ciertas secciones del ensayo A Gossip on Romance; 25 y 22 respectivamente estaban relacionados con las selecciones encontradas en la Dedicatoria en Underwoods, y la Nota del Prefacio de Underwoods. Un número grande de nombres fueron dados de las primera novelas de Stevenson; y del resto, refiriéndose a innumerables fases de la vida del autor desde niño hasta sus últimos días, fueron gran parte bibliográfico.


Dentro de los límites de un solo capítulo es imposible describir de otra manera más rápida la naturaleza impresionante de estos fenómenos literarios. Verdaderamente, uno no puede esperar hacer justicia plena, aún con unos ejemplos arbitrarios presentados aquí.
Estos los hemos agrupado según ciertos temas. Algunos son puramente bibliográficos; otros se refieren al método de Stevenson para aprender a escribir y la crítica de cómo este método le llegó a la cabeza. Algunos temas buscan los ensayos sobre los temas de Stevenson. Otras comunicaciones fueron encontradas basadas en identidades de La Isla del Tesoro y Jardín de Versos para Niños. Por último, nosotros ofrecemos comentarios basados en mensajes que revelaron no como el director Stevenson, pero sí como una persona desencarnada que entró en comunicación con su medio.


El primer grupo de transmisiones relaciona la preocupación de Stevnson con el arte de la escritura. En este grupo encontramos la referencia a dos experiencias de niñez asociados con su nursery, Alison Cunningham, y la admisión pública de Stevenson de que “Cummie” había sido en gran parte responsable del desarrollo de sus tendencias dramáticas infantiles. En su Life of Robert Louis Stevenson (1) Balfour dice cómo en un cuarto lleno de gente, un Stevenson maduro había dicho que la Srta. Cunningham “le había infundido el amor por el drama”, y dice que Cummie contestó “¿Yo, señorito Lou? ¡Si nunca he puesto un pie dentro de un teatro en mi vida!”. El comunicador también deja claro que en la juventud Stevenson utilizó dos cuartos para el estudio, cuartos en los que había jugado con su nursery en la niñez, decorados a la moda y mal ventilados. (2)

Stevenson, a través de Elizabeth, también había recordado la llegada de los carros por la mañana a Edimburgo y sus largas horas de vigilia paciente con su nursery:


“Mis recuerdos de las largas noches cuando fui mantenido despierto tosiendo sólo fue aliviado por el pensamiento de la ternura de mi cuidadora y segunda madre, Alison Cunningham. Ella fue más paciente de lo que puedo suponer, un ángel que me ayudaría y me consolaría... hasta que el primer carro en las primeras horas de oscuridad de la mañana, crujiría, arrollaría y golpearía delante de mi ventana ...” (3)


Estos recuerdos fueron distribuidos por dos vías: las señales con la mano deletreando “Mí ... domina ... nunca puso (pie) en el teatro (en) ...mi vida...”; y la visión mostró Cummie negaba indignadamente, y dirigió la atención al envaramiento de la guardia de infantería y al ruido de los carros de combate. Cuando existe una demostración de la habilidad extrema del comunicador por poner estas memorias en una imagen, la visión del trance es sobresaliente. La médium simplemente era una observadora, se mueve de escena en escena de manera natural. Aquí están las palabras de Elizabeth:


“Estuve en un largo viaje esta noche. Aterricé en un viejo lugar por un camino diferente. Pisé un hermoso camino, una valla a ambos lados de las colinas. Entonces pasé una puerta grande central. Pienso que el camino era el de una finca. Me levanté en la ciudad y hasta la casa vieja donde estuvimos antes. Subí los peldaños, dos, creo, en el vestíbulo y luego a un cuarto.


“Había un muchacho adolescente. Le decía algo a una mujer. Ella tenía un vestido negro y un pequeño delantal blanco. Vi un pequeño escritorio donde escribía. Él decía algo sobre una herida profunda. Ella lo apretó contra él. Él no tenía ningún cuello sobre el abrigo, los pantalones muy holgados. La habitación era horrible de cerca. Él tenía el pelo fino y negro. Después entré en la ciudad, vi carros de leche. La gente salió con los platos para conseguir leche. Las piedras de los edificios eran muy negras.”


Nuestro segundo ejemplo, recibido el 5 de junio de 1925, tuvo que ver con la determinación temprana de R.L.S. por llegar a ser un buen autor. Como muchas veces, R.L.S. redacta en tercera persona:


“No fue tanto el deseo de ser autor, como la promesa de que aprendiera a escribir”.

Compare esto con las líneas de Stevenson que escribió en A College Magazine:

“No fue tanto que deseé ser un autor (aunque también lo deseé) como que prometí que aprendería a escribir”.

Como J. A. Steuart observó en Robert Louis Stevenson, el Hombre y el Escritor:


“Uno de los resultados... un resultado inevitable de su persistencia fue la desaprobación interna, que al poco tiempo llegó al borde de la tragedia... entre el padre y el hijo se convirtió en una lucha de voluntades, y al final prevaleció la voluntad del más fuerte, como siempre ocurre...” (4).


En la visión del trance del 5 de junio de 1925, representó en forma de pantomima la oposición que Thomas Stevenson demostró a esta decisión. Stevenson más viejo estaba amargamente decepcionado de que su hijo no siguiera la profesión de ingeniería de faros que había distinguido a la familia durante dos generaciones. La competencia de voluntades entre el padre y el hijo se representa claramente:


“Estuve lejos en la vieja ciudad y allí lo vi. Él lookit (miró) a uno de sus jóvenes. Alto y delgado. Creo que fue el padre de él. Su padre deseó que tomara algún trabajo pero wouldna (se negaba). El muchacho tuvo muchos libros y su lápiz se paró varias veces y entonces se sentó. Estuvo en una habitación. Había un escritorio y una mesa grande con una tabla en la parte posterior para escribir. Y había dos sillas grandes. Había un cuadro grande con un barco en él. Esto estaba sobre el escritorio. La nave fue pintada. No tenía veinte años... pero estaba cerca. No podría decir que lo que hacía era incorrecto, quería ser él mismo. El padre llegó para cogerle los papeles y el chaval los sostuvo mientras hacía lo que quería hacer. Tenía el pelo negro y largo. El padre tenía una chaqueta de Ulster con una capa. No vi a ninguna otra persona. Estaba a plena luz del día. Acabo de aparecer en este sitio… casi parece que estoy detrás del joven Stevenson. El padre está en el costado...”


Habiendo conquistado a su padre, el joven Stevenson tomó la tarea más difícil de conquistar su pluma. Sus métodos de aprendizaje para escribir fueron considerados como algo raros en aquel momento, y verdaderamente en la actualidad son bastante criticables. En el próximo ejemplo de los productos del trance de Stevenson-Elizabeth se procurará estudiar esta fase de la vida de Stevenson.


En abril de 1873, Stevenson, entonces en su vigésimo octavo cumpleaños, había escogido pasar tres semanas en una pequeña posada inglesa conocida como Burford Arms, situada a los pies de la colina Box Hill, cerca de la casa de sus amigos literarios que a veces visitaba. Stevenson menciona estas vacaciones en su A Gossip of Romance, y él dice cómo trató de escribir en el campo circundante:


“Una cosa es describir el Mesón de Burford o describir el paisaje pintando con palabras. Y otra absolutamente diferente es aprovechar la sugerencia del corazón y hacer un país famoso con una leyenda...” (5)


En otro ensayo, en The College Magazine él habla de sus métodos para aprender a escribir:


“Siempre que leía en un libro sobre un paisaje que especialmente me complaciera, debía sentarme y ponerme inmediatamente a imaginar e imitar esa particular calidad... así he jugado imitando a Hazlitt para crear Wordsworth y Obermanne...”.


En este mismo ensayo dice cómo cuando él fue a caminar, su mente estaba continuamente ocupada y vio las palabras apropiadas “para apuntar las características de la escena o me detenía para conmemorar alguna estrofa”. (6)


En la transmisión 152 del 9 de noviembre de 1924, estas memorias fueron entretejidas:


La escritura: “Hasta ahora estoy contento de escribir acerca de la Posada de Burford, describo el paisaje con la pintura de la palabra ... imito... asiduo”.


En la forma panorámica la visión sugiere estas mismas memorias con sus asociaciones, la posada en Burford; la casa cerca de Burford que Stevenson visitó; y su hábito de copiar los estilos de varios escritores clásicos – en palabras de Elizabeth:


“Estuve lejos, en un bonito lugar. Estuve en la costa y dejé la costa, y fui por un camino, había colinas a la derecha y valle a la izquierda. Pasé por un largo camino hasta llegar a un hotel. Vi el nombre ... tenía “Ford” en él... no era Hurlfore. Entonces pasé hasta una casita a la izquierda. Fui a ella... una pequeña casita con el techo de paja. Estuve allí dentro y mi amigo y dos o tres más estuvieron también. Ellos tenían muchos libros. Ellos escribían. Parecía tener veinte años, llevaba un traje de lana con pantalones cortos. Tenían muchos libros. Ellos escribían. Las colinas estaban todas verdes, la llanura era verde con árboles y piedras, con una costa agradable con el océano que muestra ...”.


Quince meses más tarde, en febrero de 1926, llegó una segunda referencia al método de Stevenson para aprender a escribir. Una vez más, tanto la escritura como la visón, eran ideas complejas que fueron representadas en imágenes propensas a representar hábilmente y de manera ingeniosa.


La escritura tuvo dos partes. En la primera, la oración “a través de años inmaduros siguió el ejemplo de muchos maestros...” fue formada para ser una referencia indirecta al concepto “asiduo imitador” ya mencionado. En la segunda parte de la escritura puso esto:


“Un páramo desnudo, una piscina delante de la puerta, un álamo al pie del jardín, el jardín desnudo de frutas y flores; desnudos sin nada; un lugar vivo en...”


Al principio parecen dos conceptos completamente no relacionados.


Elizabeth detalló su visión adjunta de esta manera:


“Estuve en una casa, vi a R. L. junto con dos o tres hombres más. Ellos discutían sobre algo. Salí de allí con ellos y fui a un páramo con unos pocos árboles por donde corría una corriente. Bajé una colina con piedras bonitas y claras, y luego entré en un jardín, allí había unos arbustos, pero era un jardín. Había dos “imágenes”. Ellos estuvieron conmigo en la primera, pero en la segunda estuve yo sola. Me perdí después de abandonar el jardín. R. L. tendría de todos modos más de treinta. Él habló conmigo. Llevaba un traje de laca con una capa de Norfolk...”


En tanto la escritura como la visión del trance con las imágenes de apertura relaciona aparentemente el proceso de aprender. Las segundas imágenes de la escritura y la visión representada por la soledad, soledad y falta de recursos. Meses después mi madre se topó con el poema The House Beautiful (7). El mensaje trunco de la escritura que fue encontrado estaba dedicado a un pasaje descriptivo en el primer verso de ese poema. Por lo que debemos considerar como una elección deliberada del comunicador, ese pasaje en particular ofrece un excelente símil a la aridez de esfuerzos literarios iniciales de Stevenson.
Continuando con el tema de Stevenson juvenil con menos tentativas exitosas que el profesional, una transmisión especialmente diseñada manifestada el 6 de abril de 1926. Aquí un incidente en la experiencia de Stevenson en la Universidad expuesto hábilmente disfrazada con un símil.


En trance, Elizabeth M. escribió:

“Sale una revista... cubierta amarilla... inauguración número... Edición...”

Describiendo su visión, ella dijo:


“Vi el vestíbulo más bonito, todo hecho de plata. Vi algunas muchachas. Estaban muy pasadas de moda. Una llevaba el pelo recogido con una redecilla. Tenían vestidos largos y una tenía mitones en el encaje. Eran cuatro muchachas y sostenían libros. Una de ellas abrió su libro y mostró una especie de sonrisa. Era como en las revistas –papel – en la portada. Los centros eran amarillentos-cremoso. ¡Oh, era tan bonito! Stevenson estaba en la adolescencia. Él acaba de mirar en ....”


Durante sus días de estudiante universitario en la Universidad de Edimburgo, con tres de sus compañeros de clase, Stevenson fundó una revista que había sido publicada con una cubierta amarilla. En su ensayo A College Magazine escribió: “Este esfuerzo fue para cuatro temas... la deficiencia de las hojas amarillentas, y miraba esperanzadamente a la ventana de Livingstone. En la inofensiva deficiencia del papel pudo haberse impreso un Shakespeare, pero en lugar de eso fue desfigurado torpemente por el error...” (8)


Después de buscar últimamente en los hechos bibliográficos y los colocados al lado de las palabras de la escritura, comprendimos el significado de la visión. Teniendo en cuenta que el “número de doncellas” es la idea básica, que reconocemos con las cuatro revistas amarillentas simbolizando los cuatro temas inaugurales. Una señorita lee y sonríe, evocando memorias de la pobre hoja amarillenta mutilada por errores, mientras tanto volando, Stevenson inspecciona las acciones de sus títeres.


SECCIÓN 3


Una transmisión sumamente compleja llegó el 31 de enero de 1926. La escritura se leyó como un telegrama:


“Homenaje: Conmemoración que dio al mundo cuando murió Thomas Stevenson cuando emocionaba al mundo “Hyde y Jekyll” y la “Isla de Tesoro” cuando fue golpeada la espina dorsal del marinero...”


La visión de Elizabeth representó exactamente los hechos y se representa en conjunto con la escritura. La primera parte resultó una simbolización del dibujo conmemorativo, la segunda una dramatización de la escena de la Isla de Tesoro, personificado en la idea central de la muleta golpeando al marinero en la espalda.


“Estuve lejos en un lugar que creo que vi antes. Los vi haciendo imágenes con dibujos, pero fueron hechas con un lápiz negro grueso. Vi muchas cosas: vi un cadáver, viejo, tendido, viejo, un anciano, un cadáver con una bata blanca. Vi a un hombre, Stevie, creo yo, haciendo dibujos. Él utilizaba un caballete.


“Y entonces me fui a una isla. Vi a marineros que luchaban, y vi uno con una muleta que goleaba a otro. Él tomó la muleta y le golpeó al otro en la espalda. Ellos no estaban en el barco. Estaban en tierra. Uno de estos hombres era negro y tenía vientos laterales (bigotes). El cadáver no tenía nada que ver con los marineros.


“He visto al hombre antes, con Stevenson. Yo conseguí su nombre. Sé que era un cadáver por la manera en que estaba vestido...”


Tomó muchos meses de investigación literaria desenredar los indicios y además comprender las complejidades. Las fuentes bibliográficas parecían ser estas: la Isla del Tesoro, historia de piratas de Stevenson publicada en 1883, el Dr. Jekyll y Sr. Hyde en 1886. Ambas le dieron fama mundial. Su padre Thomas Stevenson murió en mayo de 1887; poco después Stevenson escribió y publicó un memorial titulado Thomas Stevenson, Ingeniero Civil.


La visión está en dos partes: la primera simboliza el memorial, la segunda la imagen de la escena bien conocida del combate en el que John Long golpea con la muleta a otro marinero por la espalda.


Se encontró que de la Isla del Tesoro nuestro comunicador extraía numerosos incidentes que compartió con Elizabeth. Las imágenes de John Long Silver, Jim Hawkins y el loro de Flint, la escena del barril de manzanas fue representada hábilmente en sus “imágenes”, con Stevenson a veces de espectador y a veces de actor.


Una escritura contuvo el nombre de “John Long Silver”, y la visión adjunta reveló a Stevenson descansando en el sillón, sugiriendo que estaba de director. Una visión posterior mostró al autor como un testigo pasivo, mientras su médium hablaba de marineros en una posada, inclinados sobre un mapa, hablando sobre un buque fondeado.


Unas pocas sesiones posteriores Elizabeth dijo:


“Veo un hueco y un tipo mayor en tierra... vi un hombre, no era Stevenson... estaba con uniforme con el recorte amarillo. Tenía un loro en el hombro. Oí una palabra amable “Silver”, habló de la noche (esta noche). Había un nombre tendido en el suelo. Ya sea que este hombre le había disparado, no podría decir...”


En una sesión subsiguiente ella dio una descripción más detallada del notorio “John Long”:


“Había un hombre yaciendo en el suelo como si le hubieran disparado. Un hombre se paró delante de él, parecía tener un fusil en la mano y un palo pesado en la otra. Él se inclinó con el palo para estabilizarse. Parecía tener sólo una pierna. Stevenson se paró lejos. Si él estaba complacido o desagradado no podría decirlo...”


Y por supuesto el loro tuvo que hacer su entrada, lo hizo de manera sutil a instancias de Stevenson:


“Vi a unos cuantos marineros. Puedo oír a algunos todavía. Se encontraban cerca de la orilla, pero no veo ningún barco. Tengo un par de nombres. ¿Quién es Flint? Dos hombres están aquí, uno con una capa roja y otro con un pájaro en el hombro. Oigo Flint como un eco, lejos, muy lejos...”


El joven héroe de la Isla del Tesoro se mostró también, en otra “imagen” a Elizabeth, la famosa escena del barril de manzanas, con el mismo Stevenson jugando el papel de Jim Hawkins:


“Stevenson estaba en el buque de guerra. Vi a un capitán. R. L. S. tenía alrededor una veintena... parecía que estaba de vacaciones. Llevaba puesto una gorra con una banda negra sobre ella. Luego pareció como si estuviera en un barril, como si estuviera escondido, y dos o tres hombres en su lado derecho. Independientemente de que él los espiara a ellos o al revés, no puedo decirlo. Estos hombres tenían abrigos largos de color azul, y sombreros de tres picos color amarillo. Stevenson llevaba los pantalones de color claro, muy ajustados a la rodilla. Al final del buque había cuerdas. Vi a un hombre que tenía una pierna de madera, pero con un palo al final de la misma. Quería hacer algo, pero ¡Oh, qué aspecto dio ese hombre con esa pierna Stevenson! Es algo parecido a un marinero, con la cara roja y nariz larga. Stevenson deseó que él hiciera algo. ¡Seguro que se resistió!



SECCIÓN 4

Junto a la Isla del Tesoro, probablemente el trabajo más conocido es el Jardín de Versos para Niños (Child's Garden of Verses) . Durante los cinco años de transmisiones de Stevenson a través de los escritos de Elisabeth y sus visiones, llegaron muchos pasajes descriptivos fácilmente reconocibles en forma de prosa descritos en los poemas. Aquí hay una muestra aleatoria, se observa con precisión cómo se presentan los detalles más importantes:


“Lo vi sentado en su cama con sus medias entre puestas y sacadas. Había un edredón de retazos multicolores. Las sillas estaban allí y una túnica y un cinturón fueron tirados sobre las sillas... ('Bed in Summer').- Cama de Verano.


“Vi una linda imagen. Remaba en aguas poco profundas con los pies descalzos. Cuando puso su pie en el suelo que parecía estar encantado y luego se levantó y lo dejó en otro lugar " ('At the Sea-Side'). – A la Orilla del Mar.


“Lo vi en un campo de heno, pero no fue cortado por ninguna máquina. Era un muchacho joven y estaba jugando con una niña. La niña llevaba rizos. Estaba cogiendo brazadas de heno y se los pasaban de unos a otros y se divertían …" ('The Hayloft'). – El Pajar-.


“Conseguí de Stevenson – él era sólo un chico junto con una niña con una gorra hecha de piel. Era invierno. La nieve estaba cerca. Ellos entraron en una casita para calentarse. Tenía una chimenea grandísima abierta. Había un tocador con filas de platos. Estos críos se calentaron al lado del fuego. Acercaron sus manos para entrar en calor...”- ('Winter-Time').- En Tiempos de Invierno.


“Salí fuera con R. L., encendió lámparas en una calle con un anciano. Puso su escalera contra la lámpara y R.L. subió y encendió la lámpara. Stevenson era sólo un muchacho... “-('The Lamplighter'). - El Farolero.

“Vi a Stevenson, un chico pequeño en la noche (esta noche). Tuve dos imágenes de él. Están mezcladas, algún otro chico estaba por allí, pero se mantuvo al margen. Sé que el otro muchacho se llamaba Luis. No vi el otro niño, pero he oído su llamada. Está junto a una casa grande de piedra. Había otro en el césped. No fui lejos de allí cuando llegué a otra imagen. Se vio a su enfermera de la noche con este otro niño. Oí el nombre del otro chico también. No estoy segura si fue Stewart ...”- (''The Wind' and 'My Shadow'). - “El Viento” y “Mi sombra”.


En el siguiente ejemplo, también es encontrado que fue inspirado por un poema del Jardín de Versos para Niños, tratados de una manera más íntima y conmovedora con una idea puramente abstracta. La escritura-trance fue encontrada como una transcripción condensada de las últimas cuatro líneas del poema "To Any Reader” (“A Cualquier Lector”). Las palabras de Elizabeth transmiten un sentido de nostalgia por los días despreocupados de la niñez, y la tristeza de que esos días se han ido para siempre, como ella describe el Stevenson adulto que dice adiós al niño que fue una vez:


“Conseguí de R. L. una (muy) pequeña imagen agradable de él en la noche (esta noche). (Allí) parecía haber una casa un poco apagada. Había abierto una puerta y se había colocado dándome la espalda. Había un niño. Él parecía tener una desolación, coso si hubiera dejado algo a alguien o le hubieran abandonado. Parecía eso. No recuerdo donde estaba. No recuerdo lo que había alrededor de allí...”


Aquí está el poema:


“Como de la casa de su madre se ve
Usted jugando alrededor de los árboles del jardín,
Así que usted puede ver, si quiere mirar
A través de las ventanas de este libro
A otro niño, distante, muy lejos,
Y en otro jardín, el juego.

“Él no oye, él no mirará,
ni es traído fuera de este libro.
Pues, hace mucho, a decir verdad,
Él ha crecido y se ha ido,
Y queda un niño en el aire
Que persiste en el jardín de allí.


Otra mención al Jardín de Versos para Niños se hizo en la escritura del 6 de mayo de 1923, leyó: “Mi primera mujer- tomado de un pequeño libro”.


Elizabeth describió su “imagen”:


“Vi una anciana. Estaba pasada de moda. Llevaba un corpiño y una blusa apretada, con un chal negro sobre los hombros. Hablaba con un joven; él le dio algo. Fue algo bonito, frágil y blanco. Tenía una cara de alma en pena y pelo oscuro. La mujer era suficientemente vieja para ser su madre pero no oí que dijera el nombre de la “madre”. Después de que él le diera el paquete ella le tocó el hombro. Ella admiraba a él...”


Como indicio revelado en la escritura, mostramos la Dedicatoria, y descubrimos que la visión había tenido como fuente primera esa dedicatoria que puede leerse:



“A mi segunda Madre, mi primera Mujer,
el ángel de mi vida de niño
del niño enfermo ahora sano y viejo
tome, nursery, este pequeño libro para usted”.


SECCIÓN 5

Mientras este aspecto de las comunicaciones no ha sido enfatizado, hay innegablemente un toque caprichoso apacible evidente en el arte mostrado por R. L. S. que manipuló su materia para convertirlo para su propio propósito. Ocasionalmente en una total deformación inesperada de los acontecimientos resultados de la retención deliberadamente de los hechos, encontramos el corazón que había inspirado los acontecimientos de la transmisión. Tal parece haber sido el caso cuando este poema fue encontrado al cual se le había hecho referencia:


 “El niño meditabundo, la criada que suspira,
Enteramente dispuesto y medio atemorizado,
Ahora se reúnen en un avellano en el arroyo
Para pasar y demorar, para detenerse y mirarse.

“Hace un año, y alegremente juntos,
Su áspero y rudo juego compartían;
Ellos se besaron y pelearon, hacían que se peleaban, riendo y llorando.
Hace un año en tiempo de Pascua” (9)

La escritura resultó una versión condensada de estas dos situaciones:

“El chico que está acurrucado, la criada que suspira
Ellos se besaron y se pelearon
Y rieron y lloraron
Hace un año del tiempo de Pascua”.

La visión:

“¡Mío! ¡Tenía un cuadro excelente de la noche! Vi un par de jóvenes sentarse en una piedra al lado del agua. La muchacha tenía un corpiño apretado y una gorra; el hombre joven llevaba una braga y una capa de terciopelo. Su sobrero fue enarbolado hacia atrás y tenía un collar delicado sobre su capa. Bajé por la cuesta y los vi, pero un árbol consiguió interrumpir mi visión. R.L.S. se paró un poco lejos – ellos se miraban…”


Elizabeth atestigua que era una visión cuidadosamente censurada de los incidentes del poema – el ajuste rústico, el muchacho y la muchacha. Pero sólo le permitieron una breve ojeada; ¡entonces el árbol consiguió taparlos! ¡El aislamiento de los amantes seguía siendo inviolable!


SECCIÓN 6


Simplemente cambiando un detalle, el comunicador manifestó una habilidad muy notable para cambiar el punto de énfasis en una visión-escritura- aquí ahora veremos tres ejemplos de esta ingeniosidad. En los primeros dos casos las visiones son casi idénticas en relación a sus escrituras; en la tercera visión-escritura, en una sola oración él da giro divertido e irónico al tema entero.


Stevenson había visitado América dos veces. En la primera había desembarcado en la ciudad de Nueva York, un pobre desconocido a su manera, iría a California para ver a una mujer, que luego llegaría a ser su esposa. Su segunda visita fue hecha algunos años más tarde, cuando disfrutaba del primer rubor del éxito literario. De la primera visita, en 1879, Stevenson escribió:


“... pero nosotros solamente salimos del camarote junto con los señores del salón, y a las seis en punto Jones y yo llegamos a West Street (Calle Occidental), sentándonos en un poco de paja en la parte inferior de un vagón expreso abierto. Llovió milagrosamente...” (10)


En la transición cincuenta y uno se encontraron detalles de esta llegada a Nueva York, y estaban divididos entre la visión y la escritura, redactadas indirectamente: “Relentiza el vagón expreso – tren de carga – mientras la visión acentuó la paja del vagón y la lluvia:


“Estaba en una gran ciudad. Salí del barco. Hacía viento y llovía. Vi un vagón y paja en él. Un hombre yacía en la paja. Fue allí un largo trayecto. Fue en tren de carga. El se montó. Se montó y se fue. No había orgullo sobre este hombre...”


Mientras tanto la mediumnidad mejoró y consiguió los métodos de transmisión. En 1924, uno de los trances se refirió más concretamente al mismo incidente:


La escritura: “Alcanzó la ciudad inundada por la lluvia; reparó a emigrante para abordar y sentarse en un lugar al fondo de un vagón expreso. Flete veloz. El paseo despreciable...”


La visión otra vez llamó la atención sobre la baja posición de Stevenson en el fondo del vehículo:


“Pienso que estuve en este lugar antes. Estuve en esa gran ciudad. Vi a mi amigo y él entró en un vagón de tranvía o algo así, y después en un tren barco. Había paja en el fondo del carro. Estuve en el vagón con él, y en el tren. No parecía un tren de pasajeros. Fue de día y llovía...”


La transmisión 268, del 5 de octubre de 1925, contuvo la tercera referencia a esta visión. Aquí los detalles en la escritura como en la visión marcaron las circunstancia que cambiaron desde el punto de vista del autor, ahora famoso en el mundo y opulento, acentuaron de manera diferente ambos periodistas de la prensa y de las editoriales, cuando Stevenson hizo su segundo viaje a Nueva York en 1887. La escritura fue:


“Mucho terreno ha recorrido desde que cabalgó en un vagón expreso mientras que rechazó miles de dólares en la pequeña vieja Nueva York...”


Y de acuerdo con su nueva estancia exaltada, R. L. S. se mostró cabalgando en la “imagen” de Elizabeth, no en la paja, sino en el fondo en una caja junto a otros paquetes, pero sobre la caja, con el periodista que lo entrevista estando todavía en el vehículo. El contraste irónico fue evidente. La visión:

“Estuve en un barco grande de noche (esta noche). Llegué a un pueblo y se bajó del barco. Fue a un lugar grande para aterrizar; fue a alguna gran ciudad. Vi muchos edificios enteros. R. L. estuvo allí. Entré en un vagón con él. Había muchos paquetes. Cabalgábamos mucho tiempo con él. Y entonces un hombre vino a hablar con él, con R. L., pareció que no concordaba con él. El hombre parecía un periodista. Yo los dejé allí hablando a los dos y con R. L. que habló conmigo. Había un signo en la dársena, una “O” y una “R” en un poste de madera. Yo no recuerdo lo que dijo...”


Con respecto a la llegada a Balfour escribió: (11)


“Por esta vez su reputación había cruzado el atlántico... al día siguiente la 'Ludgate Hill' llegó a Nueva York donde Stevenson fue encontrado por una multitud de periodistas... él ya había escrito en revistas norteamericanas durante varios años, el primer caso al ‘Century’ y al nuevo periódico de los Srs. Scribner, y él ahora decidió escribir una serie de doce artículos durante el año. Para esto recibió unas 700 libras, y este trato fue ampliado por una oferta de 1600 libras de otra empresa para los derechos de publicación por entregas norteamericanas de su próxima historia. La primera propuesta de todo – del 'New York World’- unas 2000 libras por un artículo cada semana del año; pero se había negado. En 1883, en febrero, escribió a su madre: “Mis seis libros (desde 1878) me han traído más de 600 libras, aproximadamente 400 fueron de revistas”. Así que fue un gran cambio en cuatro años...”



SECCIÓN 7


Al igual que con los incidentes de su vida y escrituras, la muerte de Stevenson fue tratada libremente por nuestro comunicador. En muchas de las visiones-escrituras se refirieron a sus dos últimas novelas, a su alegría la tarde antes de su muerte, a las premoniciones de su mujer, y a otros hechos que están relacionados con el periodo final de su vida. De todos los enigmas literario-bibliográficos estaba antes de que nosotros lo resolviéramos, una de las referencias con más detenimiento con respecto a su muerte se presentó temprano a Elizabeth M., en un momento en que su facilidad para el trance-escritura se estaba desarrollando. El 4 de junio de 1923, con el automatismo de “deletreo con palmadas” transmitió estas palabras:


“Él vendrá con pelo canoso o ataúd clavado”


La visión que acompañó fue ésta:


“Ah, he estado entre rocas. Vi a una mujer en la roca. Pero tiene el inconveniente de que fui en un solo sentido y no regresé allí. Regresé por una senda estrecha entre las rocas... fui por un camino que cruza alrededor de la colina y hacia fuera. Parecía ser una isla. Entonces vi a esta señora al lado de una gran piedra. . Era más alta que su cintura. Era de una clase gris-azulada. Parecía que alcanzaba el máximo de la cima y alta. Me incliné sobre la piedra con la señora. Quizás la roca se partió. Entonces ella vino y habló conmigo pero no podría decir lo que dijo. Pero después de que dejáramos la piedra la señora siguió y bajó una senda. Yo quería seguirla pero no encontraba ningún sendero, solo piedras por todas partes. ¡Fue espantosamente difícil; si usted hubiera visto ciertamente lo mismo hubiera necesitado ciertamente cuerdas para escalar, ¡era muy escarpado! El sendero pasaba alrededor de grandes piedras. Después de un rato vino una pequeña corriente. Parecí perder a la señora. Entonces pude ver una casa. ¡Ya! ¡Quiero mis imágenes!, no sé si estuvieron ellos acertados, pero no vi nada más. ¡El sol estaba muy brillante!... (12)


La colocación en la visión fue reconocida fácilmente- una buena representación de la subida a la cima del Monte Vaea en Samoa, donde Stevenson y su mujer fueron enterrados. El hallazgo hizo que se resolviera el significado de la oración de la escritura que parecía ser mucho más difícil. Dos años antes fue encontrada una versión condensada de una carta que Stevenson había escrito a su madre cuando tenía dieciocho, desde Wick, Escocia, donde su padre le había dado alguna instrucción práctica de ingeniería naval. En esta carta Stevenson había descrito su propia apreciación artística de una tormenta y había hecho comentarios acerca de su visión práctica del padre ante la misma tormenta, escribiendo: “Yo no puedo mirar prácticamente; sin embargo, eso vendría, supongo como las canas o el ataúd clavado”. (13)


El significado de la oración condensada de la escritura es obvio- se refiere a la inevitabilidad de la vejez y la muerte. Y la imagen de Elizabeth del lugar de su sepultura, que Stevenson ilustró de manera apropiada.


SECCIÓN 8


Que el comunicador Stevenson creyó ser el difunto Robert Louis Stevenson está claro. Está basado en los hechos y en las actuaciones, que muchas comunicaciones recordaron a los observadores que en su juventud una enfermedad lo “había estropeado”, que él “parecía tener alegría, debido a su cuerpo enfermo elogiado”, que en sus aspiraciones literarias había tenido “mil proyectos de ensayos para el futuro” – bosquejos, cuentos”, que él escribió con “elaboración incansable”, y él se había creado “personajes conocidos entre los hombres de letras” – notablemente a Sidney Colvin y Andrew Lang. El comunicador incluso intentó criticar el trabajo de Stevenson; y mientras sus esfuerzos en esta área apenas podrían ser considerados enteramente exitosos, él consideró que el The Master of Ballantrae no tenía “ni psicología, ni mujeres”. Por ambas declaraciones directas e indirectas, el comunicador implicó que vivió en la misma época que Walter Scott había escrito sus novelas de Waverley, él habría alcanzado también una altura más grande en capacidad creadora, y a su vuelta habría producido sus propias obras maestras de Waverley.


El comunicador hizo una distinción clara entre el “fantasma” y el “espíritu”. En un ensayo A Gossip on Romance (Un cotilleo de Romance), Stevenson había escrito: “Ciertas casas viejas exigen ser frecuentadas; ciertas cosas se fijan aparte para el naufrago.” (14) En una de sus “imágenes”, Elizabeth describió a un fantasma en una casa y a un naufrago en una orilla.” Bastante curiosamente, el “fantasma” le asustó considerablemente, y perceptiblemente disturbado su estado de trance. En la siguiente sesión estas palabras tranquilizadoras fueron escritas:


“Usted no tiene por qué tener miedo de entrar en una casa encantada. No tema, mi pequeño amigo, porque soy el espíritu, no un discreto fantasma, probado por cien secretos...” (15)

Mientras que R. L. S. mencionó su muerte, algunas veces en segunda o tercera persona, sólo hizo una mención directa en primera persona. La escritura del 14 de abril de 1927, dio esto:

“Cuando un propio día es hecho, el ataúd. Uno de los varios papeles cerca de mi mismo. Lloyd. El fin: 1894, hace treinta y tres años. Es una de las cosas más duras cuando el cielo azul es claro y hay que acostarse de día ...”

La cita del poema "Bed In Summer" (Cama de verano) fue pensado obviamente para ser una referencia alegórica a su prematura muerte, que había puesto fin a su carrera cuando apenas su genio se acercaba a su plena madurez.

El paralelismo implicado entre la temprana muerte de Stevenson y la objeción expresada contra “irse a la cama de día” fue amplificada en la visión:

“Vi a Stevenson. Pensé que estaba muerto. Conseguí dos imágenes. Lo vi, él estaba muerto y un grupo de hombres oscuros llevaban un ataúd. Lo llevaron encima de una colina. Parecían estar muy tristes, estos hombres.

“En la siguiente imagen conseguí ver que Stevenson, como si él estuviera en el “otro lado” y hablara con un hombre joven, que era muy oscuro también; él era un oscuro hombre blanco. Stevenson tenía una capa hermosa desde la cabeza a los pies; era como del color de las nubes.

“Vi a Stevenson como un niño pequeño desnudado. Él tenía cuatro o cinco años. Pero no estaba contento. La mujer, la enfermera, lo desnudaba...”

Raramente Stevenson hizo alguna declaración detallada específicamente sobre sus razones para comunicarse. En noviembre de 1923 dio esta breve oración, pero significativa:


 “Mi mensaje de hombre a hombre”. Cuatro años después, el 17 de febrero de 1927, por el trance de Elizabeth expresó una segunda declaración que implicó las primeras declaraciones: “Agradézcale a, mis amigos, mi mujer de Lowland. Es un buen trabajo lo que usted está haciendo a sus compañeros-hombres. Comience otra vez. R. L. S.”


No cabe duda de que Stevenson y las entidades de trance de Walter exhibieron intención de identidad. Sus métodos de presentar los datos para su observación fueron muy diferentes. Con el trabajo de Walter, la fuerza pone en autenticidad incuestionable por su ocurrencia. Con Stevenson-Elizabeth trabaja el valor no sólo en la demostración de la memoria, también el propósito y deseo de tejer exitosamente las memorias pasadas con un tipo de arte. Teniendo en cuenta la ignorancia total de la médium con respecto a los trabajos y vida de Stevenson, teniendo en cuenta la complejidad extrema de muchos de los fenómenos, y teniendo en cuenta esos factores que hicieron que la telepatía entre los observadores y la médium fuera extremadamente improbable, nosotros podemos encontrar sólo válida la hipótesis espiritista como la explicación más plausible. Para interpretar los acontecimientos, creemos que el uso de la hipótesis espiritista es exitosa. A pesar de cualquier otra explicación que uno pueda buscar, nosotros sentimos que los hechos presentados son compatibles con el concepto.



REFERENCIAS:


(1) Graham Balfour, "The Life of Robert Louis Stevenson" (Methuen & Co., 1901) Vol. 1, p. 37.

(2) Balfour, op. cit., p. 73.

(3) Balfour, op. cit., p. 35.

(4) J. A. Stewart, "Robert Louis Stevenson, Man and Writer" (Ryerson Press, Toronto, 1924) Vol. I, p. 93.

(5) R. L. Stevenson, "Memories and Portraits" (Charles Scribner's Sons, New York, 1917), "A Gossip on Romance", p. 238.

(6) Stevenson, op. cit., "A College Magazine", p. 54.

(7) Stevenson, "Complete Poems" (Charles Scribner's Sons, New York, 1921.) Underwoods, p. 101.

v
“La Casa Hermosa
Una casa desnuda, un páramo desnudo
Una piscina que tirita antes de la puerta,
Un jardín descubre las frutas y flores
Y los álamos al pie del jardín;
Tal es el lugar que vivo,
Desolado si se decubre por dentro...”

(8) Stevenson, "Memories and Portraits" (Charles Scribner's Sons, New York, 1917), A College Magazine, p. 69.

(9) Stevenson, "Complete Poems" (Charles Scribner's Sons, New York, 1921), Underwoods, p. 100.

(10) Stevenson, "The Amateur Emigrant" (Charles Scribner's Sons, New York, 1921), p. 107.

(11) Graham Balfour, "The Life of Robert Louis Stevenson" (Methuen & Co., London, 1901) Vol. 11, p. 27.

(12) Comparar la descripción de Elizabeth M. de su visión con estos extractos de Laura Stubbs' Stevenson's Shrine (Musson Book Co., Ltd., Toronto). “…la cima de la montaña y la tumba están delante de mí, y yo estoy en el bosque en el camino hacia allá … Más de una hora había transcurrido antes de que llegáramos a la cumbre, y la segunda mitad de la subida fue de lejos más complicada … El camino en zigzag a través del bosque hasta el final donde hay un delgado helecho plantado, casi imperceptible. Más de una vez se pasó por roca sólida y en medio de las ramas de las plantas trepadoras, las cuales era difícil atravesarlas y girar sobre uno mismo, eran abundantes, aún así la cima parecía retroceder y hacerse más inalcanzable.”

(13) R. L. Stevenson, "Letters" (William Heinemann, London, 1921), Tusitala Edition, edited by Sir Sidney Colvin. Vol. 1, p. 26.

(14) R. L. Stevenson, "Memories and Portraits" (Charles Scribner's Sons, New York, 1917), "A Gossip of Romance", p. 234.

(15) "Discretion, tested by a hundred secrets" encontrado en "Dedication" to the Underwoods, p. 86 de los poemas completos de Stevenson (Charles Scribner's Sons, New York, 1921).



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