Capítulo 4
Progreso
Han transmitido mensajes de lugares desconocidos
para nuestra dimensión.
DR. ERNST SENKOWSKI
La
«Noche de Patrick» había terminado con una revelación interesante. Poco antes
de irse, después de haber revelado que los guías utilizaban la ciencia de los
átomos y las moléculas para obtener sus resultados, Patrick explicó que en un
futuro muy cercano el grupo conseguiría hacer experimentos con una máquina
fotográfica. Dijo también que existía la posibilidad de que los guías pidiesen
al grupo dejar una película encima de la mesa, para ver si conseguían grabar en
ella imágenes. Este anuncio supuso el comienzo de una nueva y sorprendente fase
del grupo de Scole: la fotografía como base de la ciencia espiritual.
«Creo
que este fue el momento en que nuestro "grupo de Scole" se convirtió
en el "grupo experimental de Scole", en el que nuestra "cueva de
Scole" se convirtió en el "laboratorio experimental" y nuestras
"sesiones" se convirtieron en "sesiones experimentales"»,
comenta Robin.
Los primeros experimentos fotográficos
Después
de la «Noche de Patrick» siguieron un par de sesiones en las que se ofrecieron
al grupo ulteriores detalles sobre la máquina fotográfica, y otros aparatos,
necesarios para un experimento fotográfico como base de la ciencia espiritual.
No es de extrañar, por tanto, que la espera de la sesión experimental del 28 de
febrero de 1994 estuviera cargada de expectativas. Siguiendo las instrucciones
ofrecidas por los guías espirituales, el grupo había elegido una cámara
fotográfica de 35mm sin flash, cargada con una película normal en color de 24
exposiciones.
Durante
la sesión, la cámara fotográfica fue colocada sobre una silla de madera al lado
de Sandra la cual, en base a las instrucciones de los guías, tendría que
disparar las fotos en la oscuridad más absoluta, siempre que se lo pidieran. Es
importante destacar que en la habitación no había normalmente fuentes de luz,
por tanto, en teoría, la película no podía ser «expuesta».
Mientras
los guías creaban las «luces paranormales», que comenzaron a agitarse y a
fluctuar por la habitación, explicaron que habían tratado de transmitir
mensajes, proyectando las imágenes en la cámara fotográfica y sobre la
película. A Sandra le pidieron que tomara la cámara y esperase una orden de los
guías antes de disparar una foto. Durante unos momentos, una de las pequeñas
luces brillantes interrumpió su rápida rotación en torno a la habitación, se
liberó y «se expuso» delante de la cámara fotográfica. A la orden de:
«¡Ahora!», Sandra apretó el botón del disparador.
Un poco
después le dijeron que podía disparar otras fotos cuando quisiera y al ritmo
que prefiriese. Sandra siguió la sugerencia, tratando de dirigir la cámara
hacia las luces. Después de algunos disparos, depositó la máquina sobre una
silla a su lado, y la máquina continuó disparando sin que ella oprimiera el
disparador. Con gran regocijo del grupo la cámara avanzaba sola al siguiente
fotograma después de cada disparo. Los últimos cinco fotogramas de la película
fueron disparados de este modo.
Entre
tanto sucedieron muchas otras cosas. Las campanillas sonaban continuamente, las
luces realizaban toda clase de acrobacias aéreas, las esquilas eran soltadas
del gancho que las mantenía fijas al techo, y empezaban a planear dulcemente
hacia el pavimento. Algunos objetos distribuidos por la habitación para los
experimentos de levitación fueron apartados, lo mismo que la mesa. Luego, Raji
pidió al grupo que utilizara sólo un par de aquellos objetos en el futuro porque,
explicó, la luz emitida por las etiquetas fosforescentes, aplicada a un número
tan grande de objetos, era excesiva y causaba algunos problemas técnicos a los
guías. No obstante, al final de la sesión, las luces comenzaron a emitir «rayos
analizadores» que iluminaron las piernas y los pies de todos los presentes.
Al día
siguiente la película fue revelada y los resultados fueron sorprendentes. La
primera reacción del grupo fue pensar que había habido un cambio de película.
Pero aquélla era exactamente su
película, porque la primera foto había sido disparada desde una de las ventanas
de la casa, cuando la película había sido cargada. Los demás fotogramas eran
increíbles. Había habido no menos de once claros intentos por parte de los
guías para imprimir imágenes. El grupo juzgó que esto, en sí mismo, era ya un
milagro.
Los
temas eran muy diversos y no parecían tener ninguna relación entre sí. Con gran
sorpresa del grupo, la primera foto presentaba la que podía ser una imagen de
la catedral de Saint Paul envuelta en humo después del bombardeo aéreo de
Londres de los años Cuarenta (ver foto 4 de la serie). Un segundo fotograma
mostraba la misma imagen, pero de lado. Otra parecía presentar un autobús
destruido después de una noche de bombardeos en Coventry o Londres; había otra
imagen igual pero tomada de lado. La quinta foto mostraba la primera página del
Daily Mirror del 16 de diciembre de
1936 (ver foto 5 de la serie). La sexta imagen reproducía un grupo de soldados
de la primera guerra mundial, dos oficiales y siete soldados rasos. La séptima
mostraba una luz brillante, presumiblemente aquélla que se había
"posado" delante de la cámara de fotos. Las fotos 8, 9, 10 y 11
estaban muy desenfocadas y representaban objetos y personas.
Foto 4. Catedral de Saint Paul
Foto 5. Daily
Mirror del 16 de diciembre de 1936
(Foto desenfocada con objetos y personas, no
pertenece al libro, añadida por esta web)
No es
de extrañar que los componentes del grupo comenzaran a hacer investigaciones
sobre el origen de las fotografías. Al principio lograron descubrir poco, pero
luego pidieron una copia de la edición del 16 de diciembre de 1936 al Daily Mirror. Cuando llegó, vieron que
la primera página era casi idéntica a la foto, había sólo algunas diferencias
mínimas que indicaban que tal vez se trataba de otra edición del mismo día.
En otro
caso dijo Edward que en efecto había tomado el original de una foto obtenida
cuando estaba vivo, y confirmó que figuraban sus camaradas durante la primera
guerra mundial. En un segundo tiempo, Patrick revelaría al grupo que una de las
fotos mostraba a su hermano en uniforme.
En el
pasado, la mayoría de los grupos dedicados a la investigación de fenómenos
psico-físicos habría sido más que feliz oyendo una voz extraña o percibiendo el
leve movimiento de los objetos producido por una intervención paranormal. Este
fenómeno fotográfico, sin embargo, era una cuestión completamente distinta.
Suponía un instrumento de comunicación tangible entre las dimensiones que no se
limitaba al par de horas pasadas en el laboratorio experimental. Si fuese
posible repetir regularmente, ofrecería una prueba decisiva de la realidad de
la supervivencia. Un potencial que no se le escapó al grupo. Todos estaban en
el séptimo cielo.
Fue con
este estado de ánimo como llegó el grupo a las siguientes sesiones. La semana
siguiente prepararon de nuevo la cámara de 35 mm . El grupo decidió
también poner papel y pluma para el caso de que los guías quisieran escribir un
mensaje. Al comienzo de la sesión sonaron las campanillas y muy pronto comenzó
Patrick a comunicar. Con cierto disgusto de todos, dijo que los guías no iban a
realizar aquella tarde experimentos fotográficos, querían por el contrario que
el grupo participase en un experimento encaminado a demostrar que las «esferas
de energía viviente», que el GES llamaba «luces espirituales», podían ser
comprobadas al unísono, por el grupo y por los guías, con el pensamiento.
Las
luces habían adquirido ya las dimensiones de un plato, y el grupo se divirtió
mucho tratando de dirigir su movimiento en torno a la habitación. Consiguieron
dos veces hacer planear dulcemente una luz desde el techo y en ambas fueron
capaces de detenerla exactamente en el centro de la mesa.
Los
miembros del grupo tuvieron también ocasión de experimentar, por dos veces, lo
que definían como «imágenes visibles proyectadas». Se trataba de un fenómeno
nuevo, en el que los guías proyectaban una imagen tridimensional en la
habitación de modo que el grupo pudiera verla iluminada con luz propia, algo
parecido a un holograma. La primera imagen podía parecer una pieza de material
grande como un pañuelo de hombre. La segunda, un ejemplo mucho más
electrizante, pareció mostrar una cabeza confusa que se balanceaba a la que
podía ser la altura normal de un hombre, pero sin el cuerpo. Por encima tenía algo
similar a una ropa que descendía por los lados.
A media
sesión intervino Raji, diciendo que los guías estaban preparando algo especial
para aquella tarde. Pero para realizar su objetivo habría una bajada notable de
temperatura. Después de estas palabras, comenzó a disminuir la temperatura de
la habitación, y el frío aumentó cada vez más.
Una voz
autorizada atravesó la oscuridad:
Me llamo Paxton. Normalmente no me es posible
comunicar directamente con los que viven en la Tierra. Como norma,
guías como Patrick y Raji transmiten mis mensajes. Sin embargo, el Consejo de
la comunidad, del que formo parte, ha tomado una decisión importante. Hemos
decidido que comunicaré directamente con vuestro grupo de vez en cuando. El
trabajo que estáis desarrollando ahora y el que realizaréis en el futuro es
considerado muy importante.
Esta
era la primera vez que el grupo oía hablar del Consejo de la comunidad,
compuesto por trece almas evolucionadas. Al parecer hay muchos consejos de este
tipo. Se ocupan de todo tipo de cuestiones, incluyendo la curación, las comunicaciones
y los fenómenos físicos. Su papel es vigilar y programar, hasta el mínimo
detalle, la comunicación experimental entre el mundo espiritual y los grupos
del plano terrestre. Todo el trabajo del grupo de Scole, estaba controlado por
el Consejo.
Después
de esta sugestiva comunicación, todo volvió a la «normalidad» (¡suponiendo que
éste sea el término adecuado!). Raji preguntó si se podía poner música más
viva. Una serie de luces chispeantes realizó maniobras acrobáticas, mientras
otras iluminaban rodillas, piernas y pies de los participantes. Hubo una
demostración de levitación con el cilindro de cartón y el cubo de balsa.
También se hizo levitar a la mesa. El tamboril fue elevado y golpeado al ritmo
de la música, y hubo golpes secos, batacazos, ruidos sordos, «como si los
espíritus estuvieran caminado tranquilamente por la habitación».
Después,
al final de una sesión muy divertida, Patrick sorprendió a todos hablando desde
distintos puntos de la habitación en el
intervalo de pocos segundos. ¡Estaba a la vez por todas partes! Cuando
volvieron a encenderse las luces, uno de los participantes vio algo sobre la
hoja de papel; parecía la letra «P».
En la
sesión siguiente, la del 21 de marzo, Manu habló el primero como de costumbre.
Mientras hablaba, dos golpes ya familiares indicaron la llegada de un par de
aportes. Se dio de nuevo una profusión de luces espirituales y muchos
experimentos de levitación. Esta vez, la mesa se elevó hasta una altura de
cerca de un metro y allí permaneció suspendida durante algunos minutos, antes
de levantarse otros sesenta centímetros, una posición que conservó durante más
de cinco minutos, antes de planear lentamente sobre la tierra. Campanillas,
campanas al viento, redobles de tambor, golpes secos y golpecitos, todo
contribuyó a otra tarde de éxito. El tamboril fue golpeado tan fuerte por la
energía de los guías que la superficie resultó agujereada. El grupo explicó:
Repetimos
también el ejercicio para controlar juntos mentalmente una luz espiritual.
Fuimos capaces de hacerla descender lentamente del techo, hasta detenerla en la
superficie de la mesa. Las luces nos rozaron también las manos y el rostro. Y
esta vez el experimento con papel y pluma produjo un cuadrado, dibujado sobre
el folio, junto a diversos intentos de escribir cosas que parecían ser las
letras «C»y «G». Fue una gran mejora respecto al singular intento recibido la
semana anterior.
Emblemático
el hecho de que durante esta sesión experimental hubo otro intento por parte de
los espíritus guías de producir fotografías utilizando su técnica de ciencia
espiritual. Esta vez, dos cámaras fotográficas SLR de 35mm, cargadas con nuevas
películas, fueron colocadas encima de la mesa antes de comenzar la sesión. Se
oyó disparar a ambas cámaras alguna fotografía en la oscuridad y enrollarse en
cada ocasión.
Al
final de la sesión, había dos aportes: dos monedas antiguas que se remontaban,
respectivamente, a 1936 y a 1940. Las fechas tenían tal vez alguna relación con
dos de las fotografías que el grupo había recibido anteriormente. Puede suceder
también que no fuera así, pero recordaréis que el Daily Mirror estaba fechado en 1936; por otra parte, entre tanto,
la foto de la catedral de Saint Paul había sido hecha retroceder a una imagen
casi idéntica obtenida en 1940. Uno de los investigadores científico, hizo
notar, en un segundo tiempo, que la imagen recibida
por el grupo era ligeramente distinta a la original, y nadie sabía explicar el
por qué. Frecuentemente se veían obligados a hacer hipótesis con relación al
significado exacto de las cosas, porque los comunicantes dijeron que ofrecerían
sólo las explicaciones o las informaciones «estrictamente necesarias». ¡Y esto,
a veces, era desesperante!
Cuando
las películas fueron reveladas al día siguiente, una contenía una sola imagen,
la otra dos. Las tres imágenes eran de tipo sepia. Prácticamente idénticas,
mostraban un círculo de luces en el centro, rodeado por una «telaraña» o red.
No habiendo recibido ninguna información al respecto de los guías, el grupo
dedujo que la red representaba tal vez la vuelta de energía que los espíritus
elevaban sobre sí al comienzo de cada sesión.
Solo
raramente una de las sesiones se transformaba en algo «ejemplar». El grupo no
sabía nunca a priori cuándo podía
comprobarse esta eventualidad, pero la sesión del 28 de marzo de 1994, demostró
adentrarse exactamente en esta categoría. Fue distinta desde el comienzo. Manu
pronunció algunas palabras de ánimo y manifestó al grupo algunos aspectos de
los proyectos futuros. Después comenzaron a sonar las campanillas y dijo
Patrick: "Hola" desde un
ángulo de la habitación, utilizando la voz difusa. En conjunto, las luces y los
demás fenómenos fueron escasos. Robin bromeó sobre el hecho de sentirse
«apagado». De repente los guías enviaron una media docena de luces simbólicas,
para demostrar que estaban a la escucha, fenómeno que, por otra parte, no duró
mucho. El grupo captó el motivo de aquella extraña atmósfera cuando Patrick
explicó que, durante la sesión, los guías querían intentar realizar «proyecciones
sólidas».
Poco
después, dos participantes notaron el tacto de dos manos sólidas que se
apoyaban en sus espaldas. Los dedos estaban animados «como en los humanos».
Otros notaron que eran tocados por varios objetos «parecidos a ramitos nudosos».
«Estas son las "estructuras sólidas"», dijo Patrick. Sus palabras fueron confirmadas por
Raji y por Edward los cuales, comunicando con la voz difusa, explicaron que
todos los guías espirituales, estaban aprendiendo a utilizar esta técnica
especial.
Antes
de la sesión, el grupo había llevado a la bodega las dos cámaras fotográficas
SLR de 35mm, y Raji pidió a Sandra que tomara una y la dirigiera hacia la mesa.
Como ya había sucedido, debería disparar una foto cada vez que recibiera la
orden de hacerlo. Entretanto, los guías habían hecho levantar la segunda cámara
fotográfica. El grupo llegaba a sentir que se movía por la estancia disparando
fotos y enrollando por sí sola el carrete. Las dos cámaras estaban preparadas
con películas nuevas, y ninguna de las dos tenía flash. Dado que las películas
no habían sido expuestas a fuentes de luz, era imposible, desde el punto de
vista de la fotografía convencional, que pudieran contener imágenes una vez
reveladas. Pero en este caso, naturalmente, no se trataba de fotografías convencionales.
Una vez
terminadas las películas, los guías guardaron de nuevo silencio, como si
estuvieran reorganizándose para el siguiente experimento. «Fue en aquel momento
cuando vimos las dos cabezas, la grande y la pequeña», cuenta Sandra. «Los guías
nos explicaron que estaban "proyectando estas imágenes». Estaban
iluminadas con luz propia, y mostraban rostros reconocibles que aparecían de
medio cuerpo. La imagen más clara era de tamaño natural y pertenecía a un
hombre, cuya cabeza estaba inclinada en señal de saludo. La otra cabeza
apareció en miniatura sobre la mesa. Había también una imagen proyectada que
parecía un pañuelo arrugado; otras imágenes, sin embargo, eran menos claras.
El
grupo se dio cuenta de que aquella tarde estaba sucediendo algo especial, pero
no era del todo claro de qué se trataba. Los fenómenos continuaron con la
levitación de la mesa. Durante un momento estaba en su posición normal después,
en una fracción de segundo, como si estuviera animada por cohetes silenciosos,
subió hasta el techo, donde permaneció durante más de diez minutos, antes de
volver a descender lentamente.
La mesa
de madera es muy pesada, y ya es difícil que una sola persona consiga
mantenerla elevada con los brazos tensos durante más de cinco minutos, imaginaos
durante diez. Para mantener tal esfuerzo, además, la persona debería ponerse en
pie, cosa que verosímilmente no escaparía a los demás que notarían, por
ejemplo, el ruido asociado a este gesto. Toda la puesta en escena, sin embargo,
debería realizarse dando la impresión de permanecer sentados con muchos haces
luminosos en el brazo.
Después
de esta sesión, el grupo estaba impaciente por revelar las fotos. Cada una de
las dos películas contenía once imágenes concretas, con un total de veintiuna
fotografías. Cada imagen era distinta. Los temas eran más bien variados, entre
ellos había personas, lugares, objetos, estatuas y detalles arquitectónicos de
todo el mundo. Algunas fotos parecían temáticas: la primera y la segunda guerra
mundial, la arquitectura europea, el Extremo Oriente, ceremonias religiosas y
retratos. Había la foto de una procesión religiosa, probablemente católica. Una
imagen del Sena había sido tomada indudablemente desde lo alto de la catedral
de Notre Dame de París, dado que se veía una de las agujas de la catedral (ver
foto 6 de la serie). Había también la imagen muy clara del rostro de un
gentilhombre indio, con gran turbante y sonrisa amigable (ver foto 7 de la
serie). ¿Era tal vez Raji? El grupo supo luego que no era él.
Foto 6. catedral de Notre Dame de París
Foto 7. ¿Era tal vez Raji?
Había
otras imágenes de India y de Oriente. Una, bastante clara, mostraba hombres
orientales en la acera de una estación; otra mostraba un soldado indio a
caballo. Después estaba la imagen de una carretera de Amsterdam en los años
Veinte o Treinta, junto a una foto de la estatua. En Bélgica de Carlos de
Lorena. Dos fotografías mostraban secciones de un mapa geográfico, y el grupo
supo luego que representaban el primer mapa geográfico del Canadá francés.
Lo
especialmente interesante es que algunas de estas primeras imágenes eran en
blanco y negro, aunque las películas eran en color, mientras otras parecían
viejas imágenes en sepia. En conjunto, formaban una colección de imágenes
variadas de todas las partes del Globo. Aunque eran generalmente en blanco y
negro, algunas presentaban fondos con manchas de colores, en algunos puntos
casi iridiscentes. No parecía existir una explicación normal para esto.
No
obstante, las nociones de normalidad tal vez deberían dejarse a un lado
mientras tratamos de valorar los méritos de los temas tratados por la ciencia
espiritual. Lo que es normal para las entidades de otra dimensión puede ser
totalmente inexplicable para nosotros en nuestro mundo físico. Por ejemplo, algunos
comunicantes tenían mucha dificultad para explicar cómo estaba hecho su mundo.
Una vez
sin embargo, una guía se esforzó por explicar al grupo cómo había sido
realizado este tipo de fenómeno fotográfico. Había una gran analogía con la
forma de comunicación en la que un experimentador humano, en un estado alterado
de conciencia, es utilizado como instrumento con el que el comunicante puede
«fundir» su psique. En el caso de estas fotografías, sin embargo, las imágenes,
que de hecho eran formas-pensamiento de energía, estaban fusionadas con la
energía de la habitación. Los espíritus comunicantes sabían con frecuencia de
antemano qué imágenes habían trasladado a la película sus «colegas». De cuanto
se había dicho, el grupo mantiene que de alguna manera los guías influyeron en
el proceso con sus pensamientos.
Las
imágenes a las que se ha hecho referencia son las transmitidas durante los
primeros experimentos. En las tres sesiones en las que había tenido lugar el
fenómeno, el grupo obtuvo en primer lugar once fotos, después tres, finalmente
veintiuna. Estas imágenes en película constituían una prueba tangible de que
podía llevarse y examinarse fuera de la bodega. Una foto muestra una calle, tal
vez de alguna ciudad europea. Después de estudiar un poco esta imagen, el grupo
se dio cuenta de que encima del anagrama de un comercio podía verse una máquina
de coser Singer. Todos tuvieron la sensación de que aquélla calle llena de
gente, dondequiera que se encontrase, resultaba extrañamente familiar. En la
foto reluce el sol; tal vez representa un feliz recuerdo personal del
comunicante que la había proyectado. Si es así, tal vez alguna de aquellas
fotos eran más que un simple intento de demostrar que esta forma de
comunicación entre las dimensiones es posible. La comunicación es de por sí una
cosa maravillosa, pero las imágenes ofrecían también la posibilidad de echar
una mirada furtiva sobre los pensamientos de las entidades supervivientes que,
de este modo, lograban compartir con nosotros algunos de sus recuerdos personales.
Como ya
se ha dicho, después de algunas investigaciones el grupo había logrado
descubrir que la imagen de la catedral de Saint Paul se remontaba a una célebre
foto tomada de noche durante el bombardeo aéreo de Londres. La foto aparecía
dos veces en la misma película, y la segunda imagen había sido tomada más de
cerca, pero desgraciadamente no era clara como la primera. El grupo trató de
encontrar explicaciones para estas imágenes. Tal vez eran un recuerdo de la
catedral misma o de la ciudad de Londres en aquel período. Podía representar
también el recuerdo de haber visto aquella foto cuando había sido publicada por
primera vez años atrás. El grupo no pretende sugerir que todas estas
fotografías representen los recuerdos de entidades supervivientes, pero tiene
la impresión de que algunas pudieran serlo.
(Comparación
añadida por esta Web, no pertenece al libro)
La
fotografía de Notre Dame no es muy clara, pero más abajo se puede ver el Sena
que se desdobla a través de París. Ésta es una de las imágenes en blanco y
negro que presenta sobre el fondo colores iridiscentes. En este caso, los
colores aparecen en el cielo, detrás de la catedral, creando un contraste
impresionante entre lo particular y el fondo. Esto no obstante, el grupo y los
especialistas que han sido consultados no están en condiciones de explicar cómo
y por qué se da aquí este efecto.
Los
espíritus guía explicaron que en estos primeros experimentos la mayor parte de
las imágenes recibidas eran de hecho copias de fotografías o material impreso
que ya existía en alguna parte del mundo. Las sucesivas fotografías no serían
totalmente de la misma naturaleza.
A
partir de abril de 1994, las sesiones se caracterizaron por una evidente falta
de fenómenos fotográficos. Preguntados los guías a este respecto, respondieron
que ahora no estaban concentrados en el desarrollo de otros fenómenos, y
añadieron que volverían más tarde a las fotografías. El grupo se quedó en
cierto sentido desilusionado, pero desde entonces tuvo tiempo para reflexionar,
y hoy cree que esta decisión de los guías fue «probablemente lo más adecuado»:
Cuando
preguntábamos algo a los guías, nos respondían frecuentemente que se nos daría
solamente la información que necesitásemos. Llegamos a la conclusión de que,
probablemente, esto era lo más adecuado. Si hubiéramos sabido de antemano lo
que había sido programado, digamos, para
un año, tal vez hubiéramos tratado de precipitar los tiempos, complicando el
trabajo. Aparentemente, nuestros procesos mentales eran muy importantes para el
trabajo. Lo mismo valía para los visitantes. Llegamos a fiarnos completamente
de los espíritus guía, y ellos nos guiaron paso a paso.
Uno de
los aspectos realmente interesantes de los mensajes fotográficos y de otro
tipo, era, naturalmente, que muchos de estos eran enigmas. A través de
instrumentos como este libro, el informe científico que ha sido elaborado, los
medios de comunicación nacional, nuestros seminarios y la proyección de las diapositivas en todo el mundo, esperamos convencer al público, a los
historiadores y a los estudiosos para hacer un intento por resolver alguno de
estos enigmas que el mundo espiritual nos ha planteado. Si por un lado el
trabajo fue siempre serio, por otro los espíritus guía parecían jugar con
nosotros, aunque de forma muy delicada y con una actitud cariñosa. Y a partir
del momento en que las comunicaciones iban aumentando rápidamente en número y
complejidad, hacia el final de nuestro experimento quincenal comenzamos a
pensar que estos enigmas mantendrían ocupados durante años incluso a los
investigadores más brillantes. La impresión era que el mundo espiritual
mantenía realmente la promesa de proporcionar una prueba convincente de que
todos sobrevivimos a la muerte física y continuamos viviendo en la otra dimensión.
Una fase de desarrollo
Para
ofrecer a todo el mundo una prueba irrefutable de la supervivencia, los
espíritus guía programaron una «fase de desarrollo» a realizar entre principios
de abril del 94 y finales de septiembre del 95. Esta fase de desarrollo se lograría
de varias maneras. Una parte del proyecto preveía que primeramente un
visitante, y después muchos otros fueran invitados a las sesiones. Una segunda
parte preveía que el trabajo fuera llevado al exterior, organizando demostraciones
delante de un público siempre distinto, inicialmente en el territorio nacional,
después en el extranjero. Una tercera parte preveía la publicación de una
revista que reuniese y divulgase las informaciones al público de todo el mundo.
La cuarta, que hombres y mujeres de ciencias y letras fueran invitados a
investigar los fenómenos y a contar al mundo sus experiencias. Esto daría al
trabajo una mayor credibilidad. Todo esto indicaba al grupo que los guías
seguirían su programa independientemente de lo que los participantes hubieran
deseado ver. Haciendo balance, gran parte de lo que los guías habían programado
se realizó.
He aquí
pues lo que sucedió. Volviendo al 4 de abril de 1994, Manu declaró que aquella
tarde había «un importante depósito de energía», y dijo que se llevaría a cabo
un trabajo magnífico. Ante estas palabras, todos los objetos utilizados
comúnmente para la levitación fueron dejados en los rincones de la habitación
por los espíritus guía. Parecía que quisieran más espacio para la actividad que
había sido programada.
En
aquel punto intervino Patrick diciendo que los guías habían hecho muchos
progresos en el desarrollo de los fenómenos presentados hasta aquél momento. En
principio habían pensado que pasarían meses, incluso años, sin embargo todo
había sucedido en pocas semanas. Después de esto descendió la temperatura,
indicando la llegada de una entidad hierática llamada Abramo, que se expresó
así:
Como Paxton, soy un miembro del Consejo de la
comunidad. Como se os acaba de informar, estamos muy satisfechos de cómo han
ido las cosas hasta ahora. Hemos alcanzado casi todos nuestros objetivos
originales. Tenéis que hacer todavía algunas cosas, después llegará el momento
de invitar al primer huésped.
Esta fue la revelación más importante de la tarde. En la conversación
que siguió, al final de la sesión, delante de una taza de té no se habló de
otra cosa. Por fin estarían en disposición de mostrar a otras personas estos
importantes acontecimientos. ¿Quién sería el primer huésped?
El 11
de abril de 1994, sin embargo, Patrick dijo que había habido algunos problemas
para estabilizar las energías para la fase de desarrollo posterior. Siguió
pidiendo que, a partir de la siguiente sesión, cuatro de los siete
participantes se intercambiasen los puestos para «equilibrar mejor las energías
disponibles».
La
semana siguiente los miembros del grupo se instalaron en las nuevas posiciones
en torno a la mesa como se les había pedido. Pronto quedó claro que aquella
sesión sería muy distinta de todas las anteriores. La confirmación llegó cuando
el grupo fue informado de que las nuevas posiciones creaban «una onda»
energética complementaria que contribuiría notablemente al desarrollo de los
fenómenos. Como ya había sucedido, todos sintieron que eran tocados por las
«manos», pero también que eran rozadas sus manos, piernas, caras y cabezas por
aquellos que parecían ser verdaderos «flecos». «Al principio parecían como
hilos de goma o de PVC pero, con el paso del tiempo, la sustancia pareció
adelgazar, tanto como para alcanzar una consistencia más blanda y sedosa».
Las
luces planearon sobre las etiquetas fosforescentes colocadas sobre la mesa,
como si allí fueran atraídas, «parecidas a lepidópteros atraídas por las
lámparas». Toda la bodega quedó iluminada por el juego de luces: techo, paredes,
suelo... y también los participantes. Las rodillas de Alan fueron iluminadas
durante varios minutos, mientras otros fenómenos se realizaban a la vez en toda
la habitación.
Durante
un tiempo, las luces iluminaron la superficie de la mesa. Después, los
espíritus guía dijeron que demostrarían poder controlar los aparatos físicos.
Dicho y hecho, la grabadora, conectada a la toma de corriente, fue encendida y
apagada varias veces actuando sobre el interruptor. El grupo se divirtió mucho
mientras el piloto rojo en la prolongación se iluminaba y apagaba. Todos
sintieron separar el interruptor de la toma de corriente.
Las
sesiones duraban ahora dos horas y media más o menos. Las energías parecieron
cambiar de forma notable. La sesión del 25 de abril de 1994 resultó un
verdadero acontecimiento histórico, porque fue la primera ocasión cuando el
grupo tuvo su primer contacto con la señora Bradshaw. Al principio de esta
relación, la señora Bradshaw sorprendió a todos por sus modos educados aunque
un poco severos de señora de alta alcurnia. Se expresaba de modo claro y
conciso, en un perfecto «inglés de Oxford», pero mostraba poco sentido del
humor. Se comportó siempre de modo correcto y respetuoso, pero al principio con
una cierta distancia. Luego, el grupo se enteró de que había dedicado gran
parte de su vida a obras de beneficencia, llevando ayuda a personas indigentes.
Como aún le quedaban parientes vivos, a la señora Bradshaw no le gustaba hablar
de sí misma. El grupo no supo de inmediato que se llamaba Emily y ninguno se
habría atrevido, sin embargo, a llamarla por su nombre. Era la señora Bradshaw,
y como tal fue tratada durante dos o más años.
Desde
el principio quedó claro que una de las funciones principales de la señora
Bradshaw, consistía en proporcionar al grupo pruebas personales concretas de la
supervivencia. Comenzó a hacerlo inmediatamente el 25 de abril, citando hechos
personales que se relacionaban con parientes de Robin y Sandra a quienes en
aquel tiempo no conocían los dos médiums. Robin fue informado de que su madre
estaba presente, pero que estaba demasiado emocionada para hablar. La señora
Bradshaw acertó al referirse a su nombre, Costanza, y también cuando dijo que
había muerto ocho años antes. A través de la señora Bradshaw, la madre de Robin
contó también que en los últimos días de su vida había sido un poco una carga
para su padre. Esto era cierto, pero Robin se puso contento al saber que ahora
la madre cuidaba del padre en el mundo espiritual. También el padre estaba
presente. La señora Bradshaw dijo correctamente el nombre de bautismo Hubert
Stevenson y que había fallecido poco después de su mujer, en 1987.
Cúpulas y otros experimentos
Algunas
semanas después, en la sesión del 16 de mayo del 1994, los guías pidieron al
grupo sacar de la habitación todos los objetos utilizados para los
experimentos, incluidas las cámaras fotográficas, la agenda y el lápiz y todos
los objetos para la levitación. En adelante, la mesa sería suficiente. Las
cuatro etiquetas fosforescentes ofrecerían al grupo un punto visible de
referencia durante las sesiones. Patrick explicó además: «Lo ideal sería que no hubiera ni siquiera las grabadoras, porque todos
los aparatos eléctricos causan problemas a los guías, pero comprendemos que
necesitáis grabar las sesiones. Por tanto, ¿podemos pediros que uséis una sola
grabadora y asegurarnos de que sea aquélla que no emita ninguna luz?».
Al
grupo le quedó claro que los espíritus guía se estaban aventurando por un
camino distinto. Casi para confirmar este pensamiento, Patrick hizo una
petición más bien insólita: «"Procuraos
una cúpula de vidrio para los próximos experimentos, con una base de madera. La
cúpula será utilizada para acumular la energía. ¡Debería tener un formato
apropiado para hospedar a un papagayo embalsamado!». Los guías explicaron
que la cúpula podría acumular energía especial que sería conservada para
experimentos más complicados.
Los
guías consideraron la primera cúpula
adquirida por el grupo «algo demasiado
pequeña», mientras la segunda, más grande y con una base de madera, obtuvo
su aprobación. Pidieron al grupo hacer un agujerito en el centro de la base
para permitir la salida exterior de la energía sobrante. La cúpula fue colocada
en el centro de la mesa y comenzaron los experimentos con la utilización de la
energía allí recogida.
(Aparato
añadido por esta Web, no pertenece al libro)
En la
época de los primeros experimentos con la cúpula, había otros que se producían
simultáneamente, y fueron programados también otros. El grupo y los guías discutían
normalmente sus ideas. Uno de los guías quiso que el grupo se hiciera con una
lámina de vidrio de unos quince centímetros, porque tenía la intención de fijar
en ella su imagen de modo permanente.
El
grupo fue también informado de que los guías querían realizar un experimento
para iluminar la bodega. Necesitaban de dos bloques de madera distintos, cada
uno con una hendidura en la parte superior, en la cual se insertaba una placa
de metal de quince centímetros. A cada placa de metal estaba unido un hilo para
conectarse, a su vez, a uno de los dos bornes colocados en el portalámparas de
tipo bayoneta. Una lámpara con un filamento normal, debía ser atornillada luego
al portalámparas y cubierta con una serie de filtros que los guías
concretarían. Los bloques de madera con las placas de metal debían ser
colocados a cierta distancia el uno del otro. La intención de los guías era
iluminar la lámpara utilizando la especial energía creativa que se formaba al
comienzo de cada sesión.
La
sesión del 23 de mayo de 1994 fue muy viva. ¡Bang! Un ruido ensordecedor sobre
la mesa hizo estremecerse a todos. Estaba claro que algo acababa de llegar en
perfecto estilo.
«El
objeto terminó sobre mis pies», comentó Robin. «¡Fuera lo que fuera, era
pesado!». Manu, más bien divertido, explicó que el regalo llegaba de muy lejos.
Pidió a Robin recogerlo y sentir su calor interno. Robin hizo lo que se le
decía, y al tocarlo tuvo la impresión de que fuese una gran clúster[1]
de cristal; estaba todavía caliente al tacto, aunque no podía describirlo como
caliente. Cuando el grupo examinó luego el objeto, descubrió que se trataba de
un clúster grande y bellísimo de amatista, más grande que el puño de un hombre.
Si procedía de un lugar de la
Tierra era verosímil pensar que fuera originario del Brasil o
de otra área de Sudamérica. Dijo Robin que el calor del cristal confirmaba un
detalle sobre el que siempre había reflexionado: que una gran cantidad de calor
se hallaba implicada en el proceso de los aportes.
El 20
de junio de 1994 la temperatura descendió de pronto después de comenzar la
sesión, anunciando la llegada de Paxton. Dijo que el grupo recibiría pronto las
instrucciones necesarias para seguir adelante, además de consejos útiles para
ayudar a otros a conseguir similares resultados. El trabajo se dividiría en
diversas partes, subdivididas también a su vez. Después, los espíritus guía
dictaron una serie de instrucciones detalladas que el grupo reunió en un
opúsculo Guía de bases para que otros
grupos lo utilizasen.
En
aquélla época, el grupo experimental de Scole no pensaba que fuera posible
hacer demostraciones ante el público, porque los tiempos parecían todavía
prematuros. Sin embargo, los guías les aseguraron que muy pronto se harían
demostraciones en todo el mundo de los nuevos fenómenos paranormales físicos
basados en la energía. Se necesitarían sin embargo sesiones de aprendizaje para
habituarse a trabajar fuera de la bodega.
Como
preparación de la primera demostración pública, que se tendría en Felixstowe,
en Suffolk, el grupo, a petición de los guías, organizó una sesión en la
biblioteca de Scole, el viernes 23 de septiembre de 1994.
El
grupo no sabía lo que le esperaba o si fuera de la bodega sería posible
reproducir algún fenómeno. Pero no quedó desilusionado. Una vez más, Manu se
manifestó a través de su médium, Diana, al comienzo del cuarto fragmento, Sleepy Shores. Dijo que, desde la
siguiente sesión en adelante, se podía emitir uno de los tres primeros fragmentos,
de modo que Sleepy Shores se
convirtiera en el tercer fragmento. Esto le permitiría manifestarse antes y
ahorrar tiempo. La idea era hacer más breves las comunicaciones de Manu cuando
había huéspedes presentes, respecto a las otras a que estaba acostumbrado el
grupo. Continuaría sin embargo siendo el primer comunicante en todas las sesiones.
[1] Conjunto.
de
imprimir las imágenes en películas dejadas simplemente sobre la mesa durante
las sesiones. Por tanto, ya no sería necesaria una máquina fotográfica.
En
aquel momento intervino Patrick para informar al grupo de que al comienzo, para
obtener mejores resultados, necesitaban los guías películas grises. Pidió
adquirir más de un tipo de películas, para permitir a los guías valorar la
mejor solución. Vale la pena destacar que los guías y el grupo titubeaban con
frecuencia sobre cómo afrontar cada experimento. Como se ha dicho, los guías no
daban la impresión de ser «omniscientes».
Durante
esta conversación sobre las películas, la señora Bradshaw pidió un poco de
atención y sugirió al grupo concentrarse sobre el punto central de la mesa.
Todos hicieron como se les pedía. Inmediatamente comenzaron a manifestarse una
serie de luces, fenómeno que continuó durante el resto de la sesión con
espectaculares acrobacias aéreas. Las luces realizaron un nuevo movimiento
oscilatorio, balanceándose entre los miembros del grupo. Estos últimos fueron
tocados repetidamente no sólo por luces sino por estructuras energéticas
sólidas y por dedos invisibles. Ken fue casi empujado fuera de la silla. Golpes
secos, golpecitos y ruidos procedían de toda la habitación, comprendidos
rellanos y pantallas. Aquella «prueba» en la biblioteca había resultado un
éxito.
De
nuevo entre los muros familiares de la bodega, en la siguiente sesión hubo una
repetición de las exhibiciones de luces y ruidos producidos en la biblioteca,
además del tintineo de campanillas que anunciaba la llegada de Patrick. Una luz
espectacular permaneció literalmente colgada del techo, hasta que del
magnetofón se elevaron las notas de una giga con sonido de gaita. En aquel
momento, la luz se dividió en dos partes antes de exhibirse en un tip tap,
audible y visible, sobre la mesa, al que siguió una serie de volteretas sobre
el pavimento, todo ello al ritmo de la música.
El
grupo depositó sobre la mesa una película de 35mm, añadiendo también un par de
películas Polaroid de revelado inmediato. Muchos conocen este tipo de
películas; en una casete hay diez y cada película tiene en su interior cápsulas
que contienen los agentes químicos necesarios para el revelado, que son
liberados cuando la película, deslizándose sobre dos pequeños cilindros, rompe
las cápsulas. Naturalmente, desde el momento en que las películas habían sido
simplemente sacadas de la casete y puestas sobre la mesa, era preciso encontrar
la manera de revelarlas después de la sesión.
«Tratamos,
sin conseguirlo, de revelarlas impresionándolas con un rodillo», explicó Alan.
«Estábamos en los primeros escarceos con aquel tipo de trabajo, y en aquel
momento no logramos obtener ningún resultado positivo ni con las películas
normales ni con las películas Polaroid».
Sin
embargo, los progresos se hicieron en otra dirección. Durante la siguiente
sesión, hubo un golpe suave sobre la mesa, mientras Manu hablaba al grupo. La
señora Bradshaw explicó que aquella tarde estaba presente la famosa médium
Helen Duncan, que deseaba felicitar al grupo por su demostración en público.
Sin embargo, no estaba en disposición de comunicar directamente con ellos, por
haber estado acostumbrada a un tipo de mediumnidad más tradicional, pero para
demostrar su identidad les había llevado algo «de un período infeliz de su
vida». Después de la sesión, el grupo comprobó que se trataba de un aporte: una
copia del Daily Mail, fechada en el
sábado 1º de abril de 1944. Como en el periódico anterior, se trataba de una
copia auténtica que se remontaba a los años de la guerra en Gran Bretaña, y
estaba en condiciones casi perfectas (aparte de algunos detalles), sin señales
de amarillento, cosa que por el contrario debería observarse dado que se
trataba de una impresión de cincuenta años de antigüedad. (Mucho tiempo
después, los investigadores enviaron una muestra de este periódico a la Paper Industry
Research Association para que lo analizase). El editorial hablaba del veredicto
de culpabilidad pronunciado durante el proceso contra Helen Duncan, en 1944, en
base a la Ley de
brujería. La señora había sido enviada a prisión. Parece ya demostrado que el
proceso fue orquestado por los servicios de seguridad para evitar que secretos
oficiales fuesen revelados por los seres espirituales, que se materializaban
durante las sesiones de Duncan. Después de todo, esto sucedió poco antes del Día D, el día del desembarco de
Normandía.
A pesar
de los progresos en otros fenómenos, en este momento el interés seguía centrado
en las películas fotográficas. En una sesión posterior, el grupo puso sobre la
mesa una película de 35mm, todavía sellada en el cartucho original. Al poco
tiempo, dijo Raji que los guías habían logrado «entrar» en el cartucho y que,
por consiguiente, el grupo no tenía ya que desenrollar las películas, asegurándolas
en la mesa. Se habían preparado también dos películas Polaroid, vueltas del
revés. El grupo logró luego revelarlas, al haber descubierto que era posible
volver a poner las películas en la casete, haciéndolas deslizarse entre los
cilindros de una máquina fotográfica Polaroid, con el objetivo oscuro. Aunque
las imágenes obtenidas fueron todo menos nítidas, el grupo tuvo la impresión de
que era ésta la prueba definitiva de que los guías habían influido en las
películas, dado que se podían observar formas que, en rigurosa lógica no
debería existir, ya que las películas no habían sido expuestas a ninguna fuente
de luz. Además, este tipo de fotografía espiritual era absolutamente fidedigna,
dado que, al no existir negativos, el grupo no podía ser acusado de haberlas
manipulado.
Los primeros huéspedes
Había
llegado el momento de invitar a los primeros huéspedes. El primero fue Bill
Lyons, conocido por los Foy por su interés hacia los fenómenos mediúmnicos. Participó
en la sesión del 4 de octubre de 1944.
En
aquella ocasión dijo Raji que los guías mantenían haber conseguido algunos
éxitos con la fotografía, y que el grupo debía revelar la película.
Normalmente, las películas eran reveladas sólo a petición de los espíritus
guía, dado que se trataba de un procedimiento costoso. Las caras que se les
quedaron a los técnicos del laboratorio de revelación e impresión, cuando
vieron que entregaban películas todavía selladas en su cartucho original con la
petición de revelarlas, eran ya de por sí elocuentes. ¡Imaginaos cuando, una
vez reveladas, las películas mostraron resultados positivos!
Una vez
revelada, la última película sellada apareció completamente verde, a excepción
de una imagen: una forma integrada por tres detalles distintos en rojo. El
grupo cree que fue un resultado interesante, dado que la película no había sido
expuesta a la luz y que, por consiguiente, una vez revelada habría tenido que
ser negra toda ella.
El
grupo había preparado también dos películas Polaroid, que reveló insertándolas
en la cámara de fotos Polaroid «oscurecida». Lo mismo que la película de 35mm,
las Polaroid no habían sido expuestas a ninguna fuente de luz; sin embargo, una
mostraba una gran mancha amarilla en toda la superficie. También la segunda
tenía un fondo amarillo, pero en el centro había una imagen rectangular verde.
El grupo concluyó que los guías habían conseguido sin duda alguna, influir de
forma paranormal en las tres películas utilizadas en aquélla sesión.
Inmediatamente
después de la sesión que había contado con la presencia de un huésped, fueron
invitadas otras dos personas, después seis, después muchas otras. El número de
los huéspedes iba aumentando siguiendo las instrucciones de los espíritus guía.
Fue así como los guías pudieron prepararse para el debut delante del público,
el seminario organizado por Bill Lyons para cerca de cuarenta personas en
Felixstowe. Los guías tenían que prepararse gradualmente para lograr producir
los fenómenos con las energías de un número tan elevado de personas. Todas las
sesiones en la que estaban presentes huéspedes fueron un éxito, y esto dio a
los guías y al grupo la confianza necesaria para afrontar la inminente
demostración en público.
Opiniones -
JENNIFER JONES
Un
grupo de quince personas se reunió en Scole. Nueve de nosotros habíamos sido
invitados con fines experimentales, para ver si era posible recrear los
fenómenos que el grupo de Scole había logrado realizar en su círculo
restringido en los últimos dos años. El mundo espiritual ¿lograría reunir las
energías de todo el grupo de manera suficientemente adecuada para permitir la
manifestación de algunos fenómenos físicos?
Nos
asignaron los asientos en la bodega antes de que fueran apagadas las luces y
cayéramos en la oscuridad más absoluta. Sobre la mesa había un cristal de
cuarzo y un plato de cristal de pírex que contenía una pelotita de ping-pong
con un trozo de etiqueta fosforescente.
En lo
que pareció un tiempo brevísimo, Manu se manifestó y nos habló, seguido después
por la señora Bradshaw y por Patrick. Mantuvieron el ambiente muy alegre y
explicaron a grandes rasgos lo que tratarían de hacer. También se manifestó
Joseph, presentándose con pocas palabras.
Después
se desplazó por la habitación un rayo, seguido por otro rayo y otro más. Una
lucecita de diámetro inferior de una moneda de 5 peniques, que parecía tener
una mentalidad y una personalidad propias, se agitó por la habitación formando
dibujos y emitiendo un rayo parecido al de una antorcha. Vista de cerca parecía
tener una forma similar a la del ojo de un gato. Desde el centro de la habitación
venía también una voz extraña que no tenía nada que ver con el médium. Robin
dijo que se trataba de una «voz de energía».
Muchos
de nosotros contaron haber tenido la sensación de ser tocados por algo; yo
conté que pedí mentalmente que la luz viniese a mis manos, que tenía apoyadas
en el regazo, con las palmas vueltas hacia arriba. Después de algunos segundos
dejé escapar involuntariamente un grito, mientras algo parecido a un bombo
saltó en mi mano... y siempre saltando
se marchó. Tuve la impresión de haber sido picada.
Se oyó
de nuevo la «voz de energía», seguida inmediatamente después de otro grito mío.
«Es como una descarga eléctrica», dije riendo.
Después
de esto dijo la voz: «Estática. Es estática».
«No
hace mal», repliqué. «Es sólo muy extraña».
En
aquel momento, todos pudimos observar la luz que se desplazaba al interior del
cristal colocado sobre la mesa y, mientras se iluminaba, vimos claramente que
se elevaba hacia lo alto transportado aparentemente por dedos claramente
visibles. También la pelotita de ping-pong en el plato de vidrio se elevó hasta
el techo antes de que la dejaran caer. Rebotó en el suelo exactamente a mis
pies.
Se oyó
el ruido de algo que caía sobre la mesa, y por un momento todos se preguntaron
si se trataría de un aporte. En aquel momento hubo una gran actividad y todos
los presentes observaron presencias que se agitaban por la habitación, o bien
una brisa por la cara. La señora Bradshaw preguntó: «No os molesta si pasamos
entre vosotros, ¿verdad?».
La
señora Bradshaw y Joseph comenzaron después a charlar llevando así la sesión a
la conclusión. Nos dieron las gracias por haberles permitido hacer un
experimento y hablaron de la vida en el mundo espiritual. Joseph dijo que era
de necios pensar que la muerte era el final de la vida; en realidad era como
volver a casa. Estas fueron sus palabras:
Es
mucho más «real», mucho más «familiar» que el nivel en que ahora os encontráis.
Nuestros Sí espirituales son verdaderos y auténticos viajeros, y el punto en
que ahora os encontráis es el lugar en que habéis decidido reuniros.
Absolutamente distinta e inédita es la experiencia que habéis vivido esta
tarde. Con el tiempo habrá una profusión de fenómenos que no se acabará.
Queremos despertar la verdad en toda la humanidad, y ayudar a las personas a
encontrarla a su manera; despertar el deseo de hacer preguntas; de mirar dentro
de sí mismos. Allí encontrarán algo maravilloso: el Sí espiritual. Nadie puede
hacerlo por vosotros. Estas energías os ayudarán a encontrar la verdad. No sólo
las energías que están aquí, sino las energías que en este momento están
llegando a la Tierra.
Es una
cantidad increíble de nueva energía, no sólo en sentido físico, sino también en
un sentido propiamente espiritual. Amor es la palabra clave. El amor es el
artífice de todo. El amor es una fuerza sumamente creativa. La verdadera energía
del espíritu es una fuerza creativa.
Cuando
al final de la sesión fueron encendidas las luces, había sobre la mesa una
tarjeta postal de esas humorísticas que se encuentran en el mar aportada
obviamente, en la que estaba escrita esta frase: «¡Si estáis con vida, por
favor escribid; si estáis muertos, por favor no os preocupéis!».
En
aquella primera demostración pública, del viernes 4 de noviembre de 1995, había
al menos treinta y nueve personas, incluyendo los siete miembros del Grupo
Experimental de Scole. Los huéspedes se mostraron en su mayoría entusiasmados y
respondieron bien al «dueto» recitado por la señora Bradshaw y por Patrick.
Contaron haber visto muchas luces en movimiento y la señora Bradshaw transmitió
varios mensajes convincentes. Una luz pasó repetidamente a través de un plato de pírex que se encontraba
sobre la mesa. Después atravesó la mesa, antes de volver a la superficie a
través de la misma. Los presentes no se habían desilusionado ciertamente, y
esto hizo que el grupo y los guías estuvieran todavía más confiados de
poder avanzar allí y seguir con sus demostraciones.
Como
recuerda Robin, hubo otros progresos muy interesantes:
Recibimos
otras imágenes de «energía coloreada» en películas Polaroid utilizadas en
Feixstowe. Más de una vez nos habíamos preguntado si la misma casa madre, la Polaroid , estaría en
disposición de ofrecernos alguna
explicación normal y racional en relación con los resultados que habíamos
obtenido con sus películas. Pensamos también que tal vez las imágenes podrían
interesarle, dado que habían sido realizadas en circunstancias que podían parece
imposibles. En la Polaroid
nos dijeron que, además de las películas clásicas de revelado inmediato, producían también películas de 35 mm que podían ser
reveladas en casa, utilizando una reveladora y agentes químicos especiales.
El
grupo adquirió inmediatamente la reveladora, de modo que si los guías notaban
que habían influido en una película, se habría podido revelar inmediatamente en
Scole.
En la
primera época, otro huésped de Scole fue el doctor Kurt Hoffman, que había
estudiado filosofía y psicología en las universidades de Basilea y Mónaco,
antes de conseguir el doctorado en la de Harvard. Es miembro de la Society for Psychical
Research y del Scientific and Medical Network un grupo internacional informal
compuesto principalmente por médicos, científicos, ingenieros, filósofos,
terapeutas y psicólogos cualificados. La finalidad del Network es profundizar
en la comprensión de las ciencias, en la medicina y en la educación
favoreciendo las percepciones racional e intuitiva.
El
doctor Hoffman fue un dirigente de la radio y de la televisión bávara durante
veinte años, y productor televisivo independiente desde 1982. Produjo treinta y
dos documentales científicos y sobre temas religiosos para canales de
televisión británica (Canal 4), alemana y austríaca.
Opiniones -
DOCTOR KURT HOFFMAN
Después
de los preliminares, el discurso introductorio de Robin y la proyección de las
diapositivas, Alfred Perry (llegado de Virginia para la ocasión) y yo
inspeccionamos cuidadosamente la bodega. Después entraron los demás miembros
del grupo y todos tomaron asiento.
Para
crear la necesaria energía necesitábamos un poco de tiempo, durante el cual nos
entretuvimos con el humorismo cáustico y con la simpatía de «Emily Bradshaw».
Después, claramente audible, la obertura: el tintineo de las campanillas suspendidas, sobre la
mesa, de una tira fosforescente.
Al mismo tiempo advertí distintos «latigazos» de
aire frío rozarme la frente, acompañados de ráfagas frías. Después de este
«campaneo» hubo una serie de percusiones discretas y diversas, mientras el
primer protagonista invisible entraba en escena: sentí los dedos escrutadores
de aquella que podía ser la mano de una niña de tres o cuatro años explorando tímidamente mi rodilla y el
costado derecho «Ella» se fue luego hacia
Ellinor, a mi derecha, como para
convencerla de que yo no había tenido alucinaciones, y luego hacia
Alfredo, cuya correa del reloj fue objeto de especial atención.
Vino
luego la puesta en escena de los fuegos artificiales, primero desde uno y
después desde más puntos amarillos-anaranjados no más grandes que una
luciérnaga. Lo que me chocó fue la gran variedad y la creciente inventiva de
las exhibiciones. Era una girándula que daba vueltas a gran velocidad en
diversos planos siempre cambiantes, un círculo y un semicírculo mantenidos en
posición contra todas las leyes naturales. Y finalmente el clímax: una serie de
espirales, todas distintas, que ascendían hacia lo alto como llamas para
deshacerse luego en el techo. Se me ocurre pensar que estas formaciones
«inteligentes» podrían detentar la clave del misterio no resuelto de los
círculos de mieses.
La
última parte de la sesión fue dedicada a una conversación entre los dos reinos.
«Emili Bradshaw» se dirigió por el nombre o citando la ciudad natal a varios de
los presentes, transmitiendo mensajes o dando ánimo por la difícil situación
personal.
«Edwin»
trató de responder a una petición muy específica de Alfred Perry en relación a
las nuevas energías de que podría disponer el hombre después del agotamiento de
los carburantes fósiles que según las previsiones tendrá lugar dentro de veinte
años. «Edwin» consultó a un equipo de científicos de la otra parte, luego habló
de la amplificación de la electricidad de bajo voltaje como una de las muchas
fuentes de energía alternativa, que no obstante tienen todavía que ser descubiertas.
Robin
Foy había puesto una grabadora sin casete en la parte norte de la mesa, de la
que procedían crujidos durante toda la sesión, hasta que fue desplazada ruidosamente.
Cuando al final volvieron a encenderse las luces, después de una sesión de dos
horas de duración (la mayor parte de nosotros tenía la sensación de que no
hubieran pasado más de treinta o cuarenta minutos), nos esperaba una última
sorpresa. La grabadora se encontraba ahora al otro extremo de la mesa (al sur),
con las cuatro baterías preparadas ordenadamente una sobre otra a una cierta
distancia.
Ellinor
y yo no fuimos los únicos en darnos cuenta de la fuerte y vivificadora energía
que había mantenido toda la sesión y que conservamos todavía durante muchas
horas, después de que este acontecimiento excepcional había llegado a su fin.
Como ya
se ha dicho, los espíritus guía habían propuesto un programa de cuatro puntos
para desarrollar el trabajo. Uno de los elementos de este programa preveía el
informe de los acontecimientos en forma de boletín. En el invierno de 1994, en el primer número del nuevo boletín, Spiritual Scientist, apareció el
resumen de los últimos éxitos conseguidos con los experimentos fotográficos. Además,
durante las sesiones experimentales, habían sido aportados distintos objetos en
la gran cúpula. Se habían producido fuertes descargas de energía entre las dos
cúpulas, acompañadas de «chispas de luces» y ruidos «parecidos a material que
es rasgado».
(Enlace Spiritual Scientist 1994, añadido por esta web)
El viernes
13 de enero de 1995, los guías trataron de transmitir una imagen a una película
de diapositivas Polaroid «Polapan» de 35 mm en blanco y negro, de revelado inmediato.
Como los espíritus guía mantenían que la transmisión había sido un éxito, fue
revelada la película utilizando la reveladora especial de la Polaroid. De acuerdo
con lo anunciado, una imagen había sido impresa en la película. Se trataba de
algunos versos escritos claramente en lo que más tarde el grupo descubrió que
era sánscrito romanizado (ver fotos 8 y 9 de la serie). Diana explicó:
No
teníamos idea de qué lengua se trataba hasta que, en una sesión posterior, se
nos dijo que aquellos versos específicos habían sido tomados de una ópera cuyo
título era Srimad Bhagavatam. Se
trata de una ópera muy antigua perteneciente a los textos sacros indúes,
originalmente escrita en sánscrito. Hace unos treinta años fue traducida por
primera vez al sánscrito romanizado por un seguidor de Krisna, y publicada
después en aquella forma por la International Society
for Krisnha Consciousness, la versión que habíamos recibido en película.
En
aquel momento, no teníamos idea de dónde poder encontrar aquél texto o su
traducción más moderna. Después en un estado de clarividencia, recibí la
indicación de «ir a la librería de Oxfam». Así lo hice, y me quedé de piedra
cuando en la estantería encontré una copia de uno de los dieciocho volúmenes
que componen la ópera. Volumen que resultó ser exactamente el que necesitábamos
y que contenía la traducción completa de los versos del Bhagavatam que habíamos recibido en película.
En el
prefacio al volumen encontrado por Diana, se lee:
La
ciencia material ha tratado de encontrar la fuente última de una manera
francamente inadecuada; pero es un hecho que existe una última fuente de todas
las cosas. Srimad Bhagavatam es la
ciencia transcendental útil para conocer no sólo la fuente última de todas las
cosas, sino para conocer también nuestra relación con Él y nuestro deber hacia
la perfección de la sociedad humana sobre la base de este conocimiento.
Los
versos originales sobre la fotografía dicen:
yad atra
kriyate karma
bhagavat -
paritosanam
jinanam yat
tad adhinam hi
bhakti - yoga-
samanvitam
(Enlace
añadido por esta web, explicación del texto y su localización exacta)
La
traducción es la siguiente:
Toda
tarea desarrollada en esta vida para el cumplimiento de la misión del Señor es
definida como bhakti-yoga, o amor
transcendental hacia el Señor, y la que es definida como conocimiento se
convierte en un factor concomitante.
Una
explicación más exhaustiva, que se hizo seguir al texto, continúa diciendo que
cuando la tarea se realiza para agradar a Dios, el ejecutante se purifica
gradualmente. Esta purificación significa alcanzar el conocimiento espiritual.
En consecuencia, el conocimiento depende del karma, o bien del trabajo
realizado por cuenta de Dios.
«Este
era un trabajo verdaderamente estimulante», dijo Diana. «Estábamos muy
agradecidos a nuestros guías por habernos transmitido un texto tan luminoso,
que a la vez podríamos compartir con otros. Después de todo, aquél era
exactamente el significado del trabajo desarrollado durante la experiencia de
Scole compartir la conciencia espiritual con el mundo». Diana terminó con una
consideración sobre la que todos nosotros tendremos que reflexionar. Se
preguntaba de qué modo los espíritus guía habrían logrado transmitir aquel
interesante texto, claramente «escrito a mano», sobre la película.
Alan
describió otra imagen que al principio había desconcertado al grupo. Se trataba
del esquema de un extraño instrumento que se asemejaba mucho a un autorespirador
con pistones. La imagen presentaba la que podría ser la página de un cuaderno
de apuntes de un científico, en cuanto contenía también un escrito palidecido,
demasiado desenfocado para poder leerlo. Inicialmente, el grupo no comprendió
lo que representaba el dibujo. Sin embargo, discutiendo la cuestión con algunos
científicos con los que estaban en relación, se enteraron al final de que en
realidad se trataba del diseño de una de las primeras celdas electro-químicas
conocida como «celda estandar» o pila muestra. Habría podido ser también un
componente de un típico aparato de laboratorio que los espíritus científicos
conocían muy bien cuando estaban en vida. Como tiene una tensión constante,
esta misma celda sigue utilizándose en los laboratorios para fines de calibración.
Algunos
de los representantes de la
Polaroid participarían en una sesión. Raji dijo que los guías
deseaban que los huéspedes tuvieran la posibilidad de examinar a fondo la
habitación. Explicó que también los miembros del grupo deberían someterse a una
inspección antes de comenzar la sesión experimental. Hizo también referencia a
la fotografía de un joven guapo que había sido recibida durante la sesión
anterior. El grupo se enteró de que éste era uno de los espíritus guía y que
era «sumamente generoso» con los demás. Su nombre era Kingsley Fairbridge;
nacido en Suráfrica, había estudiado en Oxford, después se había trasladado a
Australia, donde había fundado las Fairbridge Farm Schools, institutos en los
que los muchachos podían aprender un oficio. Delicado de salud, había muerto de
cáncer siendo joven. El grupo jamás había oído antes aquel nombre, e hizo
muchos intentos para tratar de saber más de este hombre. Las primeras
investigaciones resultaron inútiles. Desilusionados, publicaron en la nueva
revista el nombre del muchacho y los detalles que les habían sido revelados,
pidiendo ayuda a los abonados.
Uno de
los abonados un piloto americano encargado de desinfectar campos tenía una
amiga en Australia a quien envió la copia del Spiritual Scientist. Se quedaron todos estupefactos cuando se
enteraron de que esta amiga conocía a la hija de Kingsley Fairbridge, que vivía
todavía en Australia. Después, la hija escribió al grupo de Scole que le envió
una copia de la fotografía recibida junto a las informaciones que se referían a
su padre. La hija confirmó la existencia de los detalles, y comentó también que
la imagen de la foto se parecía mucho a su padre.
Desde
aquel momento en adelante, se realizaron muchas otras cosas con las
fotografías. Los experimentos con las películas Polaroid habían sido hasta
aquel momento muy satisfactorios, en cuanto que las transmisiones habían sido recibidas
en cuatro tipos de película:
Polaroid
600 Plus (las películas de revelado inmediato utilizadas en la cámara Polaroid
que todos conocen).
Polapan
35 mm
(películas para diapositivas en blanco y negro ISO 1245)
Polagraph
35 mm
(películas para diapositivas en blanco y azul -ISO 400)
Polachrome
35 mm
(películas para diapositivas en color ISO 40)
Las
películas de 35 mm
estaban dotadas de un cartucho monouso con agentes químicos, de modo que
pudieran ser reveladas utilizando la reveladora Polaroid y transformadas luego
en diapositivas en la máquina apropiada siempre de Polaroid. Estos utensilios
permitían al grupo comprobar inmediatamente si las transmisiones habían tenido
éxito. En caso positivo, podían producir directamente las diapositivas para mostrarlas
al público.
Con las
películas Polaroid de revelado inmediato el grupo había recibido diversas
series de imágenes. La primera comprendía montones de estrellas y una foto estupenda
de Sir Arthur Conan Doyle, (ver foto 10 de la serie), destacado investigador de
lo paranormal. Otra mostraba a tres pilotos franceses de la primera guerra
mundial de pie ante su aeroplano. Estaba también la portada de una partitura
musical, y los guías explicaron que esta imagen quería transmitir la alegría
que sentían durante las sesiones con el grupo de Scole. El fragmento se
titulaba: «Cuando estamos juntos».
Foto 10. Sir Arthur Conan Doyle
(Foto no pertenece al libro, añadida por la web)
Algunas
de estas imágenes plantearon muchos interrogantes al grupo, el cual invitó a
los lectores de Spiritual Scientist a
ofrecer su propia colaboración para resolverlo. Por ejemplo, en vano habían
tratado de localizar al compositor de la pieza musical, y no tenían la menor
idea de quienes fueran los pilotos ni por qué aparecieron en la transmisión. En
otro caso, sobre una película aparecía la firma del compositor Ivor Novello,
que después resultó idéntica a la firma original de Novello.
(Foto
no incluida en el libro, arriba la firma del fotograma y abajo la firma
original de
Ivor Nevello.)
Otras
imágenes recordaban profundidades marinas con las que podían ser formas de
vida. Los detalles son sorprendentes: tentáculos minúsculos en forma de pluma y
estructuras coraliformes (ver foto 11 de la serie). Los espíritus guía ya
habían informado al grupo que mostrarían imágenes de las dimensiones en que
ellos se encontraban, en consecuencia el grupo se preguntó si aquellas imágenes
procedían de algún otro plano de existencia, donde se podían encontrar plantas
y otras formas de vida.
Foto
11. A
Foto 11. B
Los
guías transmitieron también «algo muy distinto» sobre películas de 35 mm . Una era en color, la
otra en blanco y negro. En la de color, las imágenes recordaban lejanas
galaxias, aunque incluían elementos abstractos, tanto que el grupo pensó que
esto «reducía la posibilidad de que procedieran de nuestro universo conocido».
Los guías explicaron que representaban «áreas de existencia». En la película en
blanco y negro se podían distinguir claramente rostros en medio de una «masa de
manchas». Una mostraba la imagen especular del rostro sonriente de una señora
joven. Otra mostraba sólo parcialmente el rostro de un hombre. Entre las
manchas se podían ver partes de otros rostros (ver foto 12 y 13 de la serie).
Foto 12.
Foto 13.
El
grupo se enteró de que los comunicantes formaban parte de un «reparto
fotográfico» espiritual una sección especializada de los espíritus guía. Esta
fue la descripción de los guías. El hecho de que estuvieran organizados en
repartos especializados suscitaba curiosidad en el grupo. Este último se enteró
también de que los miembros del reparto fotográfico enviaban sus pensamientos
como «transmisiones» con la intención de «influir» las películas para obtener
imágenes de rostros. Los guías explicaron que «algunas imágenes son muy
personales para los comunicantes implicados en los experimentos, sobre todo
cuando se manifiestan rostros». Algunas transmisiones tuvieron más éxito que
otras; ahora se comprendía que las manchas eran «intentos fallidos».
A
principios de abril del 95, los guías decidieron concentrar los esfuerzos sobre
todo en los experimentos con las cúpulas. Gran parte de la energía creativa
acumulada durante las sesiones se concentraba en la cúpula más grande y muy
pronto los guías pidieron que se quitase la más pequeña. Una luz con un tono
azulado se reprodujo dentro de la cúpula.
Desgraciadamente,
no era especialmente luminosa y por supuesto era insuficiente para que los miembros
del grupo lograsen verse claramente unos a otros. Los espíritus científicos
explicaron que se necesitarían varias sesiones para acumular de modo gradual la
carga de energía en la cúpula y que nadie debería tocarla y ni siquiera
acercarse, entre un experimento y otro. Esto para evitar un «prematuro escape
de energía», que podría hacer retroceder notablemente el trabajo de los guías.
Tratando
de encontrar explicaciones razonables sobre por qué debía ser utilizada una
cúpula en estos experimentos, el grupo consultó a especialistas dentro de la
propia dimensión. Los científicos sugirieron que la cúpula probablemente
funcionaba como una botella de Leida (el tipo más antiguo de condensador
eléctrico), en el sentido de que tal vez recogía la energía generada en la
bodega, permaneciendo, por tanto, carga eléctrica por algún tiempo. Esta
energía podía ser descargada a tierra a través de un cuerpo, si alguno hubiera
tocado la cúpula. Se sugirió también que la cúpula fuese perfecta para acumular
energía, en cuanto que su forma recoge la cantidad máxima de volumen
correspondiente a su superficie.
Hacia
mediados de abril, la cúpula brillaba como una gran lámpara. En el interior
vértice había dos puntos luminosos que parecían reflejarse sobre el fondo. Se
le explicó al grupo que la iluminación era producida por el paso de energía
espiritual entre estos dos puntos. El vértice de la cúpula parecía actuar como
una lente, proyectando sobre el techo un disco de luz de un diámetro aproximado
de noventa centímetro. Este experimento duró trece minutos. Un espíritu
científico dijo al grupo que aquello era el principio de muchos experimentos
similares y que la luz sería más intensa y duraría más tiempo en las semanas siguientes.
(Cúpula de vidrio brillando, añadido por esta Web
como ejemplo, aunque no se corresponde con la fecha, no pertenece al libro)
«Conseguíamos
captar la emoción en la voz del científico», contaron los miembros del grupo.
«Estaba claramente entusiasmado por el éxito del experimento. Durante un
momento, mientras pronunciaba las palabras "más intensa", la luz en
la cúpula se hizo claramente más luminosa».
El
científico continuó diciendo que el propósito de los guías era iluminar toda la
estancia de aquel modo, de manera que en el futuro los fenómenos pudiesen ser
claramente observados. Poco después, los espíritus guía manifestaron que habían
encontrado finalmente un modo de reciclar la energía en la cúpula, y esto les
eximía de la necesidad de acumular la energía en su interior durante cierto tiempo.
A finales de abril, los espíritus guía estuvieron preparados para iluminar la
cúpula durante un periodo de cincuenta y dos minutos. El espíritu científico
que ilustró el fenómeno, dijo que los guías continuarían haciendo experimentos
con la luz hasta conseguir el efecto óptimo.
El
grupo contó seguidamente que hubo un cambio ulterior en las luces; se hicieron
rojas y variadas. El primero fue un haz sutilísimo de luces, que brillaba desde
la base de la cúpula iluminando la superficie de la mesa. El segundo era
tubular, de unos dos centímetros y medio de diámetro y diez de largo, y
ligeramente curvado. Éste era estacionario sobre el vértice de la cúpula y
parecía una luz de neón. Mientras brillaba la luz tubular dentro de la cúpula,
pareció formarse una densa nube de humo. Un anillo de humo apareció exactamente
sobre la cúpula, visible durante una fracción de segundo, mientras la zona se
iluminaba momentáneamente por un relámpago de luz roja. Un tercer tipo de luces
rojas tomó la forma de numerosas manchas que se encendía y se apagaban durante
un segundo a la vez, todo ello en torno a la estancia. En cierto momento, se
tuvo la impresión de que estuvieran realizando intentos decisivos para iluminar
a uno de los seres espirituales sólidos en el ángulo. Sin embargo, estos
intentos no tuvieron éxito porque, aparentemente, los guías no habían logrado
prolongar suficientemente la duración de las manchas.
Después
apareció un haz sutilísimo de luces, irradiado desde una fuente luminosa en el
vértice de la cúpula. Comenzó a dar vueltas, emitiendo un fuerte rayo por toda
la estancia, y creando un efecto faro. Cada vez que resplandecía el rayo sobre
un rostro, se detenía un segundo e iluminaba los rasgos lo suficiente como para
que lo vieran los demás. La luz era tan brillante que deslumbró uno a uno, a
todos los componentes del grupo. Era como mirar directamente un sol rojo. Los
guías explicaron que aquéllas eran «luces espirituales» y era sólo con este
tipo de iluminación como los visitantes espirituales sólidos podían ser vistos.
Cualquier tipo de iluminación física de que disponemos en la Tierra sería perjudicial
para ellos, que no estarían en disposición de mantener la propia presencia
física en nuestro ambiente.
Sucedieron
otras cosas durante el primer período de los experimentos con la «luz y la
cúpula». Ante todo, el grupo introdujo algunos cambios en la base de la cúpula,
que fue apoyada sobre una plataforma de perspex [2].
Ésta, a su vez, fue colocada sobre unas patitas también de perspex, cada una
del diámetro de dos centímetros y medio. La finalidad era permitir una clara
visión de la base de la cúpula y del espacio que la dividía de la superficie de
la mesa. Muchas veces durante los experimentos con la cúpula, las luces
penetraron en las patitas de plástico, iluminándolas.
[2] Perpex: resina acrílica usada especialmente como sustituto del vidrio.
(Foto añadida por esta Web, no pertenece al libro)
En la
primera fase de los experimentos, el grupo comenzó a fotografiar las luces
cuando aparecían dentro y fuera de la cúpula. Consiguieron también fotografiar
la luz roja dentro de un contenedor para alimentos semi-opaco y sellado que fue
iluminado con «una intensidad similar a una lámpara de mesa».
Hechos
ya experimentos con las luces azules y luego rojas, a finales de mayo los guías
introdujeron el amarillo y el verde. Fueron tres o cuatro relámpagos de luz
brillante amarilla antes de que se formase una luz verde entre las patitas del
porta-cúpula.
Seres espirituales sólidos
Con el
comienzo del verano el grupo comenzó a darse cuenta de que durante las sesiones
en la habitación, se agitaban seres espirituales sólidos. Estos visitantes
habían encontrado sillas libres a lo largo del perímetro de la bodega, y allí
se les podía oír mientras las arrastraban por el suelo. Fue así como algunos
espíritus guía se sentaron alrededor de la mesa con el grupo. Se podía observar
el tejido de sus vestidos, mientras se ponían, por turno, delante de cada
miembro del grupo, y las etiquetas fosforescentes sobre la mesa desaparecían y
volvían a aparecer cuando los perfiles de los visitantes las ocultaban durante
un momento.
Manu
dijo que al principio la manifestación física había sido problemática, porque
los espíritus tenían que «familiarizarse
con el proceso de tele-aporte, y con la estabilidad prolongada de los
correspondientes cuerpos espirituales en alta densidad». Esta manifestación
necesitaba mucha práctica si se quería realizar regular e intencionalmente.
Otros
intercambios con los guías durante estas sesiones revelaron ulteriores detalles
sobre estos visitantes. Eran «voluntarios que se habían comprometido con el fin
de obtener una forma sólida durante un período de tiempo razonable». Una
operación, al parecer, muy difícil de realizar. Ellos se estaban también
«aclimatando al ambiente físico de la bodega, en previsión de ulteriores
experimentos».
Uno de
estos experimentos implicaba el uso de la luz roja más luminosas entre aquéllas
que irradiaba la cúpula. Estas luces servían como iluminación de fondo, ante la
cual los seres espirituales sólidos estaban en disposición de mostrar al grupo
sus dedos, manos y brazos animados. Además de las luces irradiadas desde la
cúpula, en toda la habitación empezaron a aparecer luces rojas individuales. Un
visitante espiritual sólido captó una luz roja, que estaba parada sobre la
mesa, y la desplazó en torno a él, de modo que el grupo pudiera observar
perfectamente los dedos y la palma de su mano. Los miembros del grupo contaron
que la luz brillaba a través de la
mano, destacando claramente los rasgos. Otro visitante espiritual tomó una luz
roja y la llevó consigo a su puesto. Se sentó y comenzó a moverla como si
tratara de mostrar al grupo varias partes de su cuerpo. En aquella ocasión, el
grupo vio las piernas, los brazos y, durante algún segundo, hasta su cara.
El
grupo contó también otros episodios durante los experimentos con las luces
rojas. Vieron una serie de los que fueron definidos como «objetos visibles
prologados en el tiempo» (OPT) —objetos procedentes del mundo espiritual para
que el grupo los viese (ver fotos 30 y 31 de la serie. Los OPT se
materializaban ante sus ojos en la que parecía ser una forma sólida. El grupo
dedujo de ello que estaban formados de luces espirituales o de energía creativa.
Como tales, eran difíciles de describir en términos terrestres y, como ya hemos
dicho, esto provocó algún problema durante la experiencia de Scole —simplemente
no había vocabulario adecuado para describir tales fenómenos.
De
cuando en cuando, el grupo preguntaba si era posible volver a llevar máquina
fotográfica durante una sesión normal, no tanto para utilizarla en los
experimentos, como para captar únicamente lo que observaban cada semana. El
grupo tiene una serie de fotografías que muestran estos innumerables y variados
fenómenos.
(Fotografía con luces rojas – Añadida por esta web)
(Fotografía anterior especular, con luces rojas – Añadida por esta web)
(Lugar de la posición de la lus roja – Añadida por
esta web)
Voces espirituales sólidas
Cuando los guías espirituales comprendieron
que los experimentos luminosos, y la manifestación e iluminación de seres
espirituales sólidos habían tenido éxito, centraron la atención en la
experimentación de las «voces espirituales sólidas». Si el experimento salía
bien, el grupo podría desarrollar una conversación «a dúo» con los seres espirituales
manifestados. Hasta aquel momento, el grupo había sentido cierta frustración
porque, si bien los éxitos con el «trance», «la energía» y las voces «difusas»
habían sido notables, no podían darse cuenta de quién hablaba. Ahora tenían la
posibilidad de ver a los visitantes, pero no era posible un interesante
intercambio verbal directo. Anteriormente el contacto vocal por parte de los
seres manifestados se había limitado a chasquidos de labios, silbidos y algún
extraño «sí » o «no» en respuesta a alguna pregunta.
El
grupo nos contó ulteriores detalles de este fenómeno. Poco después del comienzo
de los experimentos con las «voces sólidas», el grupo oyó silbidos que
procedían de la dirección de uno de los visitantes espirituales sólidos, que
solía sentarse en una silla expresamente señalada. Aquellos sonidos continuaron
y se desarrollaron en lo que parecía un murmullo indiferenciado e
incomprensible. Sin embargo, en un segundo tiempo, el comunicante estuvo en
condiciones de pronunciar de forma clara la palabra «Perdón», refiriéndose a
su incapacidad de hacerlo mejor en aquel
momento. Al final de esta sesión especial, se dirigió a uno del grupo y,
hablando a pocos centímetros de su cara, consiguió decir: «gracias por la silla».
En las
semanas siguientes, el grupo observó que algunos de los visitantes espirituales
sólidos se comprometían a fondo para practicar su habilidad para comunicarse.
Dos de ellos, Cecil y Maurice, consiguieron pronunciar sus nombres. En su punto
máximo, sin embargo, las voces susurradas no eran suficientemente claras para
que el grupo pudiera comprender lo que se acababa de decir.
A
finales de junio de 1995 el timbre de voz de los seres manifestados llegó a ser
más alto, pero sus palabras continuaban siendo incomprensibles. Uno de los
espíritus científicos explicó que estaban probando un nuevo método para
reproducir las voces. Los guías recordaron al grupo que los visitantes
espirituales sólidos que estaban tratando de comunicarse no tenían órganos
humanos como la laringe y los pulmones; por tanto, necesitaban de un método
alternativo para reproducir las voces.
El
cambio decisivo tuvo lugar a principios de julio cuando, durante buena parte de
la sesión, el grupo oyó claramente hablar a los comunicantes con voces sólidas.
El primero de éstos, que se presentó como John, cogió al vuelo la idea de
aprovechar el contenedor de alimentos de la mesa y hablarnos dentro para dar
ulterior profundidad a su voz. Esta sagacidad hizo la voz más clara y audible.
Dijo John al grupo que sugeriría a los demás comunicantes hacer lo mismo.
Cuando uno de ellos dejaba de hablar, el contenedor volvía a caer ruidosamente
sobre la mesa, para volverlo a tomar luego el siguiente comunicante.
Varios
guías se hicieron expertos en la utilización de la técnica de la voz sólida, y
visitaron regularmente la bodega para ejercitarse. Después de algunas sesiones,
el contenedor resultó inútil. Muy pronto Jimmy y Teddy siguieron a John,
después Dorothy fue la primera mujer comunicante que el grupo consiguió oír y
ver al mismo tiempo. Uno de los comunicantes, Leslie Davis, habló con la misma
tartamudez que tenía cuando vivía.
Avances posteriores en los experimentos fotográficos
Hubo
ulteriores progresos en los experimentos fotográficos, en los que los guías
transmitieron una segunda imagen con otro fragmento del Srimad Bhagavatam. Una vez más, se hizo el experimento con una
película Polapan Polaroid de 35
mm en blanco y negro, sellada que, como de costumbre,
fue revelada y transformada en diapositivas inmediatamente después de la
sesión, utilizando el preparado revelador. El texto era desdoblado en tres diapositivas: en la primera era normal, en
la segunda era especular y en la tercera era oblicuo. La especular fue el
primer ejemplo de imagen «aportada» por el equipo de esta manera. Es
interesante observar que la escritura era totalmente distinta respecto al texto
anterior —«más primitiva y más bien infantil», a juicio del grupo. El texto
estaba numerado con la cifra «31». El grupo se preguntó si tendría relación con
los versos. ¿Estaba sacado del mismo volumen que Diana había encontrado en la
librería Oxfam?
Exactamente.
La traducción era la siguiente:
Nubes y polvo son transportados por el viento, pero
las personas menos perspicaces mantienen que el cielo está nuboso y el aire
sucio. Por analogía, aplican también conceptos corpóreos al sí espiritual.
La
explicación del texto continúa así:
Con
nuestros ojos materiales y nuestros sentidos no podemos ver al Señor, que es
sólo espíritu. Análogamente, no podemos tomar la chispa espiritual que vibra en
el cuerpo material de un ser vivo. Por esto debemos aceptar la presencia del
ser viviente a través de la presencia de su cuerpo. Algunas personas no llegan
a concebir algo fuera de la materia, pero le Señor se encuentra dentro de cada
cosa y fuera de cada cosa.
El
aspecto fascinante era que el mensaje del texto parecía corresponderse con
algunas de las enseñanzas que el grupo había recibido recientemente.
Estas
imágenes fotográficas animaron luego el debate entre los componentes del grupo
en relación al significado que subyacía a todas las transmisiones recibidas en
película durante la experiencia de Scole. Se preguntaron si alguna de las
imágenes proyectadas sobre la película eran tenues resplandores de la vida y de
los ambientes culturales de los comunicantes, remontándose tal vez a una época
en la que ellos mismos vivían en la Tierra. Los rostros, naturalmente, alimentaban
las conjeturas en relación a si eran realmente los retratos de personas que
durante un tiempo habían vivido en
nuestra dimensión.
Al
grupo se le había explicado que algunas imágenes se referían a un ambiente
espiritual y representaban lo que los guías definían como «áreas de existencia»
y «áreas de comunicación» pero, como ya se ha dicho, suponían sólo la
percepción de los comunicantes que las habían transmitido. Una de las cosas más
interesantes de las que el grupo se enteró fue que no había sido posible
transmitir antes las imágenes, porque sólo ahora habían encontrado los guías un
modo para convertir las formas-pensamiento en imágenes sobre fotografías,
utilizando la especial «energía creativa» de que tanto habían hablado. A este
respecto, el grupo hizo este comentario:
A
nuestro juicio las fotos eran un medio tangible y repetible para recibir
transmisiones inteligentes del mundo espiritual. Comprensiblemente, comenzamos
a pensar que los experimentos fotográficos pudieran ser el mejor método,
logrado hasta ahora por el mundo espiritual, para ofrecer una prueba de la
supervivencia de la personalidad humana más allá de la muerte física.
Como
luego se supo, los componentes del grupo no eran los únicos que opinaban así.
También Montague Keen, un hombre que desde hacía años se ocupaba de los fenómenos
espirituales, y miembro de la
Society for Psychical Research (S.P.R.) desde 1946, se
interesaba por los experimentos fotográficos que se realizaban en Scole. Había
seguido con interés los informes de los experimentos publicados en los primeros
números de Spiritual Scientist. Después
de algunos encuentros preliminares, él y algunos colegas suyos de la S.P.R.
fueron invitados, como huéspedes más que como representantes, a participar en
una serie de sesiones experimentales, con la idea de plantear una sucesión de
experimentos controlados científicamente. Esto llevaría a una investigación de
dos años, que terminaría con el Informe
de Scole.
El 2 de
octubre de 1995 fue la fecha fijada para la primera sesión experimental
sometida a investigación científica.
Portada, Pre, Pro, Agra, Intro, C1, C2, C3, C4, C5, C6, C7, C8, C9, C10, C11, Post, Posd, A1, A2, A3, A4, A5, A6, A7, A8, A9, A10, A11, A12, A13, A14, Ult, Fotos.