MARAVILLOSOS FENÓMENOS
EN UNA CASA ENCANTADA
- F. P. –
El domingo
29-Julio-2012, por la tarde
recibí una llamada de una persona bastante conocida, quería contarme algo
relacionado con los misterios y que me interesaría, ya que es bien conocido
entre mis amistades mi interés por las ciencias psíquicas. Pensé que sería
alguna intuición que había tenido o algo así. Me preguntó si estaba disponible
para venir a mi casa a contármelo. No pasaron muchos minutos cuando llegó a mi
casa la Srta. M.
Conozco perfectamente a la Srta. M. y es de fiar, no hay
ningún temor de engaño consciente. Ella posee carrera universitaria. El relato
entero, lo expongo seguidamente en este párrafo, voy a explicar todos los
sucesos cronológicamente, aunque a mí se me fueron contados el día 29 y 30.
En una casa donde vive la Sra. J. con su marido, mayores en
edad estaba sucediendo algo. Ellos se encargan de cuidar por las mañanas a dos
niños, de 13 y 6 años, familiares.
Llegan por la mañana y se quedan allí mientras que su madrastra trabaja y luego
pasa a recogerlos para llevárselos.
A principios de Julio, en la primera semana, adquirieron unos
muebles de la hermana fallecida del marido de la Sra. J. Al parecer, la casa
que está en otra ciudad quieren apañarla para ser vendida pero los muebles
estaban estorbando así que la familia decidió repartirlos entre los familiares,
y así se hizo. Bastantes cosas fueron a parar
la casa de la Sra. J.
Al día siguiente o esa misma semana de tener los muebles en
la casa sucedió algo extraño, el teléfono que es de pared parecía emitir
sonidos, unas voces como cuando se llama algún centro de comunicación de
telefónica. Este extraño hecho, el de las voces saliendo de la zona del
teléfono era desconcertante.
Sucedía bastante a menudo esto, así que la Sra. J. llamó a
su compañía de telefonía para que arreglaran el teléfono. Fue un técnico y
cambió el teléfono, pero seguía sucediendo lo mismo, seguían oyéndose las voces
del teléfono pese a estar colgado. Cansada de esto, la Sra. J. tomó otra
decisión más drástica, cambió de compañía de teléfono. Nueva compañía, nuevo
teléfono, nuevamente las voces.
Esto se desarrolló durante dos semanas de forma constante
del 9 al 24 de julio. El martes 24
de esta semana nuevos fenómenos se presentaron de improviso. Estos nuevos
fenómenos se presentaban a plena luz del día, después de las 11 de la mañana. De
repente la luz de la habitación se encendió sola. El tipo de interruptor de la
casa es “tecla”, tamaño mediano. Las luces eran encendidas en una y otra
habitación sin que en ellas hubiera nadie.
Tras este suceso fue avisado un electricista vecino que revisó
la instalación, pero no encontró nada mal. Las luces de todas las habitaciones
se encendían solas, a plena luz del día luminoso, y parecía que sucedía después
de las 11 AM. En una habitación de la
parte de arriba de la casa, un camarote, la luz fue también encendida, en ese
momento no había duda, arriba no había subido nadie.
Fue llamado un segundo electricista, el cual revisó todo de
manera más exhaustiva, las luces, el cuadro eléctrico, la caja de la calle, …
todo correcto y conectado. De repente al salir todas las luces de la casa se
encendieron a la vez. El pobre electricista salió de la casa pálido y afirmando
“Señora, para esto no tengo ninguna explicación.” Un tercer electricista fue y
tampoco encontró nada anómalo.
La gente de la casa, familiares y vecinos estaban cada vez
más nerviosos y desconcertados, en contraste, los niños eran ajenos a todos
esos temores, andaban por la casa y jugaban como si con ellos no fuera nada, no
percibían miedo ni tensión en estos fenómenos.
En la mañana del viernes
27, había 4 personas en la casa, la Sra. J., su marido y los dos niños,
otros fenómenos aparecieron. Un reloj colgado en la pared que estaba roto
comenzó a funcionar, las luces se encendían. La Sra. J. llamó a una de sus
hijas para que fuera corriendo. El niño mayor vio como el cable de la
televisión (que estaba desconectada) se levantó y se enchufó a la pared.
Los nervios de la familia empezaban a agotarse. Fue avisado
el cura de la ciudad para que fuera a bendecir la casa. A las 5:30 PM. llegó el
cura a la casa y realizó el ritual de bendición.
El sábado 28 por
la mañana todo seguía igual. La Srta. M. vi moverse una silla, giró unos 45
grados, arrastrando las patas (esta silla estaba colocada para mantener la
puerta abierta ya que estos sucesos se producen cuando más calor hace en el
día, por la mañana entre las 11 y las 2 de la tarde). A las dos parece que todo
empieza a relajarse, y los fenómenos desaparecen poco a poco. Ella también fue
testigo directo de una luz que se encendió en una habitación donde no había
nadie.
El vecino (primer electricista) estuvo también esta mañana,
al parecer es algo bromista y su forma de manifestar el nerviosismo fue la de
preguntar en voz alta. Estando dentro de la casa decía: “¿Qué quieres?” - y la luz de la habitación se encendía, la
apagaban y volvía a preguntar. “¡¿Pero qué quieres?!” – A cada pregunta, la
respuesta venía a través del encendido de una de las bombillas. Se oyeron
golpes en las paredes.
El niño mayor estaba sentado a la mesa y sufrió un empujón
hacia atrás, como si algo lo pusiera recto en la silla.
También este sábado por la mañana volvió el cura a bendecir
por segunda a la casa. Además añadió que esto se debía a un espíritu.
Fue consultada en una ciudad cercana a una médium. Ésta les
dijo que eso estaba producido por un espíritu, y que tenían que hacer una
limpieza de casa, deberían utilizar amoniaco para limpiar todas las
habitaciones. Así que ese mismo sábado por la tarde se pusieron a ello.
Conforme fueron dando amoniaco por las habitaciones, los fenómenos
tomaron más intensidad. Las cucharas de encima de la mesa saltaron al suelo, la
lámpara comenzó a girar, dando vueltas en el sentido de las agujas del reloj,
un botijo se rompió. Cuando se asomaron a una de las habitaciones, donde no
duerme nadie, un armario que había estado cerrado con llave, estaba abierto y
una percha con varias camisas estaba ahora encima de la cama. El niño mayor
dijo que había visto como se abría el armario, y una percha con las camisas salían
del armario, descolgándose de la barra y depositándose en frente donde estaba
la cama no muy lejos. Una curiosidad que detectó el niño es que la percha iba
como “botando”, bien pudiera ser por el peso que mantenía la percha, ya que en
una estaban colocadas varias camisas. También se observó que pese a que había
más ropa en el armario, sólo se había sacado las camisas del marido de la Sra.
J., nada más fue tocado de dentro.
En esa misma habitación había una mesita, en un lado el
armario mencionado, y en el otro lado una mesa camilla. La Sra. J. que es muy
devota había depositado una virgen encapsulada en la mesita, esperando que la
ayudara y fue encontrada en la mesa camilla, que está unos 3 metros con el
armario por medio.
Un rosario extendido llevaba la Sra. J. en su mano, de
pronto, éste giró la parte que tenía colgando y se enrolló hacia arriba en el
brazo. Las puertas se abrían y cerraban. Una pesada máquina de coser sobre un
soporte fue movida, el soporte no tiene ruedas.
El viernes o sábado, la hija de la Sra. J. tuvo una llamada
de la casa de su madre, pese a que estos días había estado descolgado el
teléfono. Una de las pruebas que se les ocurrió fue meterse en una habitación,
con la luz apagada y lanzar fotografías, pero nada se obtuvo. También el
muchacho recibió un puñetazo.
A estas alturas una explicación fue propuesta, puesto que
los fenómenos suceden por un espíritu puede ser el hermano de la Sra. J.
fallecido hacía más de un año y medio, o la hermana del marido de la Sra. J.,
fallecida hacía tres meses. Esta última elección parecía que cuadraba más. Ella
había fallecido cerca de las 11 y los fenómenos suceden después de esta hora.
Las camisas que salieron del armario eran de su hermano. Todo parecía indicar que
el espíritu de la hermana del marido de la Sra. J. estaba manifestando su
desaprobación por el reparto de sus muebles, y quería dejar patente su enfado
realizando estas cosas.
Planteada la hipótesis, la solución era fácil, si retiran los muebles
y los llevan a su lugar todo quedará como antes, la paz volverá para todos.
La mañana del domingo
29 se dedicó a la recogida de los muebles de la casa de la Sra. J. y de los
demás familiares, poco a poco fue sacado todo, las camas desmontadas, … todo
antes de las 11 de la mañana, por lo que pudiera suceder. Cargados en una
furgoneta fueron llevados a un campo a la espera de ser repatriados a su casa
original después de darles las explicaciones a los familiares que no conocían
nada. Sólo quedó en la casa del la Sra. J. por recoger el armario y la máquina
de coser.
Los fenómenos empezaron a manifestarse con intensidad
martes, miércoles, jueves, viernes y el peor día, el sábado debían haber sido
los últimos, y así parecía. El domingo todo fue tranquilidad, en la casa de la
Sra. J. se juntaron como siempre los familiares y nada raro sucedió.
El lunes 30-8-2012
recibí una nueva llamada. Era la Srta. M., con quien había tenido una
conversación el día anterior donde le expliqué las diferentes hipótesis que hay
en referencia a los poltergeist, no necesariamente tiene que haber ningún
espíritu o demonio involucrado, le expliqué entre otras cosas que existe la
fuerza psíquica que algún miembro de la familia inconscientemente pudiera estar
generando. Le pregunté si había siempre alguien cuando sucedía eso, y me dijo
que no, pero la llamada era para decirme que sí, tenía razón había un foco.
Los fenómenos habían vuelto de nuevo el lunes por la mañana,
pero esta vez más tarde, coincidiendo
también con la llegada más tarde a la casa del niño de 13 años (su hermano había llegado horas antes). A los
cinco minutos de llegar el niño empezó a girar la lámpara, las tapaderas de los
envases empezaron a ser lanzados, una tapa de un embase de plástico pasó cerca
de la cabeza del marido de la Sra. J. Las luces volvían a encenderse. El
teléfono volvía a sus andanzas, de esa zona volvían a oírse voces. Un vaso de
amoniaco fue derramado.
Todas las sillas giraban sobre sí mismas y caían hacia
atrás. El niño sufrió dos empujones mientras estaba sentado a la mesa. El
segundo empujó fue de bastante violencia, tanto es así que necesitó unos
minutos en recupera el aliento, ya que su estómago fue a parar al borde de la
mesa. Este hecho fue visto por muchas personas
La madre (no biológica) cogió al niño y se lo llevó en el
coche. En ese momento todos los fenómenos remitieron.
El lunes 30 por la tarde el niño estuvo con tres personas en
la casa de la Srta. I, junto con la Srta. M. y su hermano. En este momento fue
cuando se dieron cuenta del posible foco de los fenómenos, siempre sucedía
cuando el niño estaba en la casa.
Decidieron que la Srta. M. y su hermano fueran a
comentárselo a los familiares que estaban en la casa de la Sra. J. Estaban a
punto de salir cuando la Srta. I. por la ventana les avisaba de que volvieran.
El niño le dijo a la Srta. I. que no se fueran, que iba a
pasar algo malo si se iban. Así que la Srta. I. se asomó a la ventana y chilló
para que volvieran. Al regresar, el niño tenía una marca en el brazo, de unos
20 centímetros, longitudinal a la altura del antebrazo, y horizontalmente y
cruzando la raya anterior había tres rayas rojas, de 1 cm de anchura, de de
unos 4 centímetros, como de dedos, la señal que se queda como cuando se agarra
a alguien del brazo para que no se vaya, el niño dijo que sintió un poco de
calor en la zona.
Estando allí con el niño observaron que los teléfonos
móviles no podían llamar a ningún lado, tuvieron que salir a la calle. Tenían
cobertura y la gente podía llamarles, pero ellos no. Parece que esto se mantuvo
durante un tiempo después aún sin estar el niño presente.
La Srta. I. aprovechó la estancia con el niño para hacerle
algunas preguntas , por ejemplo si sabía por qué pasaba esto, el niño dijo que
no, pero que estaba tranquilo en la casa de su abuela, sentía que pasaba por
él, pero que no tenía miedo, sabía que era bueno. Se le preguntó si percibía
algo, y dijo que no; también preguntó si oía voces, ninguna dijo él, aunque si
afirmó que había llegado a ver un punto rojo de luz.
Afirmó que sabía que era bueno y que le gustaría pasar la
noche con las luces apagadas en el camarote de la casa de su abuela, él solo,
así sabría por qué pasa todo esto.
Cuando descubrieron el foco la Srta. I y M. avisaron a los
familiares, en ese momento había muchos vecinos cotillas, y la gente empezó a
llorar a tomar conciencia de ello. Al principio no las creían, pero había
demasiadas evidencias para dudarlo.
El niño dijo que había visto más cosas, pero que no las
decía porque como nadie más las veía, pues no le iban a creer, así que prefería
callarse. También dijo que llegó a oír rasguños. El niño necesita bastante las
clases particulares, no es un niño que sea brillante ( y de vez en cuando se le
ha recalcado que debe ser más listo) , por eso le dan más credibilidad a lo que
cuenta, ya que cuando contaba todo esto se mostraba como si de un asunto serio
se tratase, como cuando habla sobre algún tema del colegio, y no se siente que
pueda estar gastando bromas o llamando la atención.
Pude averiguar un poco de historia pasada. Los dos muchachos
tienen una hermana mayor, que en este momento no está con ellos, está con su
madre en otra ciudad. Nunca antes les había pasado nada, aunque en la casa si
apareció alguna vez la ropa fuera de lugar o alguna cosa cambiaba su ubicación,
los chicos eran renegados por tal estropicio.
En una ocasión un tenedor se deslizó unos 10-15 cm por la
mesa y cayó al suelo, sin que nadie lo tocara y sin que hubiera viento ni
ninguna fuerza visible que hiciera esto.
La madrastra tiene formación universitaria, psicóloga,
aunque ahora no se dedica a ello, tienen muy buena relación los niños con ella.
A los niños les gusta jugar en la casa de su abuela, ya que después de comer su
abuelo pone “colchonetas” en el suelo, y ellos se tiran encima.
Se contactó con una segunda “médium”, esta vez les dijo que
en la casa había dos espíritus, uno bueno y otro malo, y el martes 31 iría a la casa a poner unas
hierbas.
Otra razón posible por
la que el niño quiere ir a la casa y estar allí es porque estos fenómenos se
produzcan como descarga nerviosa, de manera que esa tensión acumulada se
exterioriza cuando llega a la casa quedando el niño tranquilo, como cualquier
persona que después de trabajar se va al gimnasio o sale a correr, descargando
esa tensión.
La Srta. M. y la Srta. I. me dieron toda esta información
estos días, y yo apunté con interés, pedí que si sucedía algo de intensidad
otra vez, si la familia lo permitía me llevara para comprobarlo y realizar
pequeños experimentos, ya que lo más probable no es la teoría de un espíritu o
un demonio, sino la de la fuerza psíquica exteriorizada por el niño, a los 13 años es una época conocida para la
generación del poltergeist. Así que no insistí mucho, no estaba en la mano de
estas dos personas que yo fuera.
No volví a tener noticias de ellas hasta 4 días más tarde,
el viernes 3 de agosto. La Srta. M. llegó y me contó que no quería saber nada
más, que no me contaría nada, no porque no quisiera, sino porque ellas habían decidido
no saber nada, estaban enfermando.
Una fuerte sugestión y autosugestión actuó sobre mis dos
fuentes de información, decían que se quedaban sin energía delante del niño,
así que lo evitaba, tenían que dormir con la luz encendida, habían perdido peso,
perdían la capacidad de hablar, empezaba a dejar de ser ellas, la tristeza les
apoderaba. Todo esto está fundado porque creen que la fuente de todo está en un
espíritu o demonio que actúa sobre ellas.
El gran temor que aparece en esto casos y así se me fue
formulada la pregunta por la Srta. I.: “¿puede pasar lo mismo en mi casa?¿puede
empezar a pasar en mi casa? Mi respuesta fue que no, si alguien se junta con
una persona que sufre de insomnio, no tiene por qué sufrir también insomnio a
partir de ese momento.
Cuando se instaura en la mente la idea de un espíritu que
produce estos fenómenos, de poco sirven otras explicaciones. Si es un espíritu,
¿por qué no puede venirse ese espíritu a mi casa o llamar a otros espíritus?,
evidentemente no se puede decir que no pudiera si piensa que es un espíritu. A
partir de esta idea, puede generarse todo tipo de pensamientos y fantasías
generadoras de desconfianza, sin un muro mental que las detenga pueden producir
verdaderas enfermedades físicas y mentales.
En la historia ningún poltergeist o médium a sufrido muerte
por estos fenómenos, ni tampono enfermedades, ninguno ha tenido que ser
hospitalizado (quitando los casos en que se producían materializaciones y éstas
eran mal manipuladas). El mayor peligro de todo esto viene de la parte de la
psicología normal, el desconcierto genera inseguridad y terror, la gente
rápidamente busca una explicación lo más lógica posible, y al rescate sale el
espiritismo, pero la tranquilidad que trae la explicación trae también consigo
consecuencias, como el temor de que esos fenómenos se extiendan a otras casas.
Toda explicación alternativa es escuchada, pero desechada con la misma rapidez
como se sale de la sala de la explicación.
Lo único que pude saber más es que el niño ya no va a la
casa de su abuela, pero en su casa están pasando ahora algunas cosas. Le pedí a
la Srta. M. que cuando hablase con su tía (madrastra de los niños) le dijese
quién soy y que quería hablar con ella. El objetivo es tranquilizarlos, decirle
que hay más explicaciones que no tienen por qué estar involucrados los
espíritus, demonios y demás, que me permitiese realizar pequeñas mediciones y
así coger todos los datos posibles, de manera que en el futuro pudiese ayudar a
otras personas que les sucediese cosas parecidas, y también ayudaría a la
ciencia psíquica.
El avance puede ser difícil porque la idea del espíritu como
fuente es puesta por las personas de manera rápida, todo parece que encaja
mejor, y si algo no funciona fácilmente se puede modificar, y es muy difícil
hacerles comprender que hay más explicaciones, el temor se apodera de las
personas y tienden a olvidar o evitar los fenómenos.
Todas estas manifestaciones son bastante relevantes para las
ciencias psíquicas, pero por desgracia no puedo estar seguro del todo. Cuando
comenté esto a un amigo físico bien me apuntó que debería registrar algo, ya
que bien podía ser una alucinación colectiva. Presiento en el fondo que no fue
ninguna alucinación colectiva por la duración de los fenómenos (días) y por los
hechos tan claros, pero no puedo asegurarlo del todo, mi naturaleza científica
me obliga a por lo menos hacer una observación propia.
Ésta es toda la información de la que dispongo y la
hipótesis que planteo. No tengo ningún dato después del día lunes 30, excepto
unos pocos detalles del viernes 3. Si hubiera suerte y Dios lo quiere, podré
hablar con la madre y obtener más información y comprobar de primera mano la
situación, aunque a esta fecha es improbable que tenga ningún contacto con
ella. Creo que se ha desperdiciado una buena oportunidad para el avance
científico, ya que estaba dispuesto, había preparado cosas y tenía tiempo para
ello, pero no siempre salen las cosas como uno quiere, quién sabe si en el
futuro dispondré de otros casos iguales o más impresionantes con otros médiums.
Si alguna vez le sucede algo así tenga en cuenta que debe
mantener la tranquilidad. Cuantas menos personas se enteren mejor. Los vecinos
chismosos deben ser expulsados del lugar, debe evitarse cualquier medio de
comunicación de ninguna clase, por muy expertos que digan ser o conocer, no deben
dejar que interaccionen.
Debe informarse de todo lo que se conoce hasta el momento de
los poltergeist, aunque hay poca literatura disponible de manera normal, se
llevan investigando desde hace más de 150 años, en internet puede encontrarse
cosas interesantes. Comprender que hay más teorías que la del espiritismo, la
fuerza psíquica generada por el inconsciente o por una inteligencia que utiliza
la fuerza psíquica de alguna persona, estas teorías son igual de válidas que la
del espiritismo, aunque a lo mejor son menos atractivas.
Debe tomar todos los datos posibles, fotografías de los
objetos, si oye algo intente grabarlo, cualquier cosa que ayude a descartar la
opción de la alucinación colectiva, un testimonio de alguien externo a la
familia y a la casa puede ser también interesante. Debe de frenar a su
imaginación y ser espectador de los fenómenos, no invente explicaciones a la
ligera, eso puede llevarle a sugestionarse y producirle más daño que los
propios fenómenos.
Cualquier dato o detalle puede ser interesante para los
científico, en este caso por ejemplo, el propio niño propuso un experimento
interesante, el cual fue denegado (desgraciadamente) por los mayores, propuso
echar en el suelo debajo de las sillas harina, para que cuando se moviesen ver las
rayas que hicieran las patas. Esta propuesta estuvo muy bien hecha, pero los
adultos estaban más pendientes de sacar implicaciones y temor de su teoría espiritista
que de centrarse en conseguir pruebas e
información.
Si tiene sucesos así, invente pruebas y realícelas,
anotándolas en una libreta, puede probar con una brújula para ver si hay
oscilaciones magnéticas, llevar una campanilla, si esta se mueve la oirá, tizas
y alguna pizarra,… dependiendo de lo que se manifieste y la intensidad así
debería diseñarse los experimentos. Esto podrá posteriormente ponerse en
internet y ayudar a otras personas presas del terror en que en su misma
situación y no saben qué hacer
Se recomienda tranquilidad, información, dejar que esta
tensión nerviosa se disipe a través de los fenómenos y no alimentarlo con más
personas nerviosas y asustadas que puedan generar más energía a los
poltergeist, unos ejercicios de relajación y deporte pueden ayudar, y ser
contemplativos, si una silla cae, se levanta y ahí queda todo, no pensamos
nada más. También sería de gran interés
avisar a alguien que verdaderamente sepa conducir estas cosas y la toma de
datos y experimentos sencillos. Llamar a otras personas como curas, médiums, …
es concluir que hay un espíritu, y como en muchas ocasiones, cualquier
actuación de ellos no tiene ningún efecto en los sucesos. Si llama alguno de
ellos procure hacerlo por curiosidad, sin esperar grandes resultados, puede
servir como experimentos, ya que esta fuerza psíquica reacciona como se vio al
amoniaco y a las figuras religiosas, siendo interesante estos datos. Eso sí, si
algún médium le cobra un cantidad grande de dinero, no se deje llevar por el
miedo, no contrate sus servicios, porque no van a servir para nada y se quedará
con menos dinero.
No niego que haya un supuesto espíritu detrás de estas
manifestaciones, pero bien pudiera ser el inconsciente del niño, el de algún
adulto presente, el de varios adultos según la ocasión, el de todos, el de un
espíritu, … hay muchas opciones, y como no se puede saber con certeza que
inteligencia es la generadora debemos seguir sus indicaciones pero sin concluir
de donde sale todo, porque bien puede ser una u otra fuente, como no lo
sabemos, debemos suspender todo juicio, y centrarnos en la recogida de
información y datos que nos den alguna respuesta de los mecanismos que
funcionan y de paso si sacamos alguna conclusión de la fuente, pues mejor, pero
no como objetivo final.
Para plantear los experimentos y medidas podemos pensar en
algún momento en actuar como si un verdadero espíritu estuviese ahí, pero solo
como medio de actuación. Por ejemplo, los ópticos utilizan la óptica
geométrica, imaginan que los rayos de luz son flechas rectas que atraviesan el
espacio, llegan a las lentes, espejos, prismas,… se tuercen según la geometría
de estas y sale hacia fuera, donde se cruzan estas flechas generan la imagen
que vemos. En ningún momento se les pasa por la cabeza que la luz son flechas
de verdad, pero el modelo les funciona y así avanzan y diseñan nuevos modelos
de lentes. Pues esto es igual, supongamos que es un espíritu, diseñemos
experimentos para detectarlo y hagamos caso a lo que nos dice, pero no tenemos
por qué pensar que de verdad es un espíritu, en nuestro caso será un modelo
como el de los rayos en geometría.
Si hubiera alguna novedad añadiría una segunda parte a
partir de aquí.
RESUMEN DE SUCESOS:
-Sonidos de voces del
teléfono estando colgado
-Luces que se enciende a
pleno día.
-Todas las luces de la
casa se encienden a la vez.
-Golpes en las paredes.
-Reloj roto empieza a
funcionar.
-Cable de la televisión
se levanta y se enchufa.
-Silla se mueve.
-Responden a preguntas
encendiendo las luces.
-Cucharas salen volando.
-Botijo se rompe
-La lámpara empieza a
girar.
-La llave del armario
gira y este abre la puerta.
-La percha vuela, con
pequeños botes y cae en la cama..
-Un adorno de 10 cm de
la virgen cambia de mesa (recorre 3 metros)
-Un rosario se enrolla
en el brazo.
-Una pesada máquina de
coser se desplaza.
-Reciben una llamada de
un teléfono descolgado.
-Todas las sillas a la
vez giran y caen.
-Visión de un punto de
luz roja.
-Un vaso de amoniaco es
vertido.
-Las tapas de envases
(taper) pasa volando cerca de la cabeza del abuelo.
-Arañazo y muestras de 3
“dedos” en el brazo.
-Los teléfonos móviles
pierden capacidad de llamar.
-El niño es golpeado y
lanzado con violencia hacia la mesa.