- Henry Slade

Henry Slade




Médium americano con una carrera tempestuosa, el escritor de pizarras más conocido, cuyos escépticos de los fenómenos y creyentes, amargamente fueron divididos tanto en América como en Gran Bretaña. Él había estado durante casi quince años ante el público americano, cuando el peso cayó sobre él para demostrar los fenómenos sobrenaturales en St. Petersburgo, ante los investigadores de la Universidad. Mme. Blavatsky y Col. Olcott, y encontraron un médium convincente, después de sentarse con él durante algunas semanas declararon:

“Los mensajes dentro de pizarras dobles, a veces atadas y selladas juntas, mientras que la ponían encima de la mesa a la vista de todos, o eran puestas encima del regazo de los miembros del comité, o puesta debajo de la superficie del tablero de la mesa, o sostenida en las manos de algún hombre del comité, sin que el médium la tocara.”

Del camino de Rusia, Slade llegó a Gran Bretaña, el 13 de julio de 1876. Dio muchas sesiones en Londres y fue examinado por tanto espiritualistas como por no espiritualistas

Además de la escritura en las pizarras, produjo materializaciones parciales y fenómenos fuertes de telekinesia. La mesa se movió, y la materia penetró la materia, fue hecho levitar y los instrumentos musicales fueron tocados por manos invisibles. Durante seis semanas todo fue bien, su fama se extendía, y J. Enmore Jones, editor de la revista The Spiritual Magazine, dijo que él tomaba el lugar dejado por D. D. Home.

The World excribió un largo artículo, el 30 de agosto de 1876:

“Entonces se produjeron más llamadas violentas en la mesa, una silla en la esquina más apartada del Dr. Slade fue elevada rápidamente en el aire y lanzada al suelo sin un mecanismo visible. De mi abrigo y pantalón fui desplumado violentamente y pellizcado y acariciado, todo con gran rapidez, y en la habitación, era absolutamente imposible que el Dr. Slade pudiera alcanzar. Una mano apareció y desapareció de manera irregular, pero con una realidad inequívoca, cerca de mí; y cuando en la pizarra se puso un pizarrín, similar a un lápiz, ésta fue sostenida debajo de la mesa, después fue sacada encima de la mesa, los mensajes fueron varios y escritos rápidamente y con letras distintas. Uno, el más largo, era de carácter religioso, e inculcaba las lecciones habituales religiosas. Los otros debían dar respuestas a preguntas difíciles sobre asuntos que nadie más que yo podía saber.”

El artículo sobre la sesión, comentado por el reportero con Slade, con luz, concluye:

“No tenía y no tengo, ni la más lucecita tenue de la idea de cómo han sido los efectos producidos, y me dejó desconcertado, sin palabras y perplejo.”


Fue visitado por los hombres de ciencia, eran incapaces de explicar lo que vieron. Lord Rayleigh tomó a un prestidigitador profesional, quien admitió haber quedado completamente perplejo. Él convenció a Alfred Russel Wallace de que sus poderes eran genuinos y “finalmente” solucionó las dudas de Frank Podmore en cuanto a la verdad del espiritualismo. El autor del Espiritualismo Moderno (Modern Spiritualism), conservó el silencio en sus posteriores escrituras sobre esta etapa de sus creencias, pero él, francamente admite que fue impresionado en profundidad por la actuación de Slade.

Al principio de septiembre de 1876, en la cima de su fama, Slade se metió en un terrible enredo, el Catedrático Lankester, quien fue seleccionado como miembro del comité de la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia (Selecting Committee of the British Association for the Advancement of Science), cuando Catedrático Barrett publicó un documento admitiendo el Espiritualismo, tuvo la intención de dar un golpe mortal a la nueva superstición, y cuando Serjeant Cox le dijo que la pizarra le desconcertaba en las manifestaciones de Slade, fue con el Dr. Donkin para hacerle una visita, con la intención de desenmascararlo a cualquier coste. Pagó los honorarios habituales de una libra y en la segunda sesión, de repente agarró la pizarra, antes de que la escritura se plasmara, y hubiera ocurrido. Encontró el mensaje listo, publicaron su exposición el 16 de septiembre en The Times y atrajo una acción contra el médium, quien supuestamente pretendía atraer dinero bajo pretextos falsos.

Una feroz controversia siguió a la exposición. Además, del catedrático Lankester, los escépticos fueron representados por el Catedrático Henry Sidgwick, , R.H. Hatton, Edmund Gurney y W.B. Carpenter. Según Podmore:

“Los Espiritualitas quizás se justificaron diciendo que el incidente no fue concluyente. Slade se defendió afirmando, que inmediatamente antes de arrebatarle la pizarra de su mano, él oyó al espíritu escribir, y lo dijo, pero sus palabras fueron desoídas en la turbación que siguió. Si concedemos el mismo valor al testimonio de Slade como el del Catedrático Lankester o el Catedrático Dr. Donkin, sería difícil hallar la solución.”

El caso pasó a juicio en el Tribunal de Policia (Bow Street Police Court) el 1 de octubre de 1876. Alfred Russel Wallace dio la evidencia a favor de la autenticidad del mediumnismo físico de Slade, también Serjeant Cox, Dr. George WyId y otros. Sólo permitieron a cuatro testigos. El magistrado invalidó los testimonios, diciendo que su decisión se basaba en “las inferencias que se pueden extraer de curso conocido de la naturaleza” y sobre la razón depositada en el Catedrático Lankester y el Dr. Donkin, condenando a Slade, conforme al Acto de Vagancia, condenado al encarcelamiento, durante tres meses de trabajo forzado.

En el curso de la apelación de la condena fue aplazada con motivos técnicos, y Slade, antes de que el Catedrático Lankester obtuviera una nueva citación, de manera rápida partió al continente, ofreciéndose, sin embargo, en Praga a nuevas pruebas exhaustivas en privado al Catedrático Lankeste, si se le permitía volver. Para esto, no recibió ninguna respuesta, y volvió a Londres, una vez más, hasta 1878, y más tarde en 1887 bajo el supuesto nombre de Dr. Wilson armado con muchos testimonios de espiritualistas y otra gente de distinción, contra la mancha de la convicción, Slade pasó meses interesantes en el Continente, en La Haya, en Berlín y en Dinamarca. En Berlín, Bellachini, el famoso prestidigitador, declaró bajo juramente la existencia de sus poderes. Las sesiones de San Petersburgo fueron satisfactorias, pero debido al desequilibrio de Rusia, la investigación no asumió el carácter que inicialmente se tenía. Dieron una magnifica sesión acertada al Grand Duke Constantine, en presencia de Aksakof y del Catedráticos Boutlerof. Según un artículo hubo por casualidad dos trocitos de tiza sobre la pizarra. Cuando él la sostuvo bajo la mesa, se oyó la escritura de los dos lápices a la vez, y cuando sacó la pizarra se encontró que una había escrito hacia la izquierda y la otra hacia la derecha. De todos modos parece que las cosas no estaban generalmente acertadas. En una carta a Camille Frammarion, Schiaperelli escribe:

“Aksakof, cuya autoridad es bastante grande en asuntos similares, me dijo él mismo que no había descubierto en él engaño alguno”

En diciembre de 1877, los experimentos con el Catedrático Johann Zöllner comenzaron y que tan conocido es en la literatura psíquica, comenzó en Leipsic. Los Catedráticos Fechner, Scheibner y Weber participaron en la investigación. La escritura en pizarras selladas fue producida en las condiciones de lo más estrictas para su control, los nudos fueron atados sobre cuerdas infinitas, había demostraciones notables de fuerza y penetración de materia a través de la materia, varias veces demostrada.

Después de este brillante éxito, Slade fue a París y se puso a la disposición de Flammarion “pero no estuvo nada acertado”, escribe Flammarion:

“ En los casos que realmente tuvo éxito, podría haber habido sustitución de pizarras. Cansado de tanta pérdida de tiempo, estuve de acuerdo con Admiral, el director del Observatorio de Paris, en confiar a Slade una pizarra  doble, preparada por nosotros, con las precauciones que eran necesarias para que no fuésemos engañados. Las dos pizarras fueron selladas de tal modo que con papel del observatorio, del cual nadie más tenía, no podría ocultar el fraude. Él aceptó las condiciones del experimento. Llevé las pizarras a su apartamento. Ellas permanecieron bajo la influencia del médium, en este apartamento, no un cuarto de hora, ni media, ni una hora, sino diez días seguidos, y cuando nos las devolvió, no había ni el menor rastro de escritura dentro de ellas.

El Catedrático Charles Richet escribe en ese mismo periodo:

“Yo vi a Slade una vez con Gibier. Slade me dio una pizarra y puso un pequeño fragmento de pizarrín sobre ella. Sostuve una punta y Slade la otra, puesta debajo de la mesa. En unos instantes oímos un ruido de escritura. Había alguna escritura y el pizarrín había desaparecido. Pero pongo a este experimento (mi único experimento de esta clase) bajo todas las reservas (1) esto hace ya mucho tiempo; (2) no puedo encontrar los apuntes que tomé; (3) la honestidad de Slade es un interrogante abierto; (4) los experimentos con pizarras se prestan al engaño.”

La siguiente etapa de la carrera de Slade fue su visita a Australia. Sus actividades allí fueron registradas en el libro de James Curtis, Rustlings in the Golden City. En 1885 compareció ante de la Comisión de Seybert en Filadelfia. Fue cogido ante un fraude evidente. En una ocasión los asistentes, claramente vieron su pie, antes de que este volviera a estar otra vez en sus zapatillas, utilizándolo como instrumento de fenómeno telecinético. Una vez, una pizarra, que descansaba contra la pata de la mesa, fue perturbada por un asistente y se pudo comprobar que había escrito un mensaje en la parte de delante.

La escritura obtenida era generalmente de dos clases. Los mensajes generales que era muy poco legibles y claramente marcados, pero cuando la comunicación vino a dar respuestas a preguntas, ésta eran torpe, apenas legibles, abruptas y vagas. Esto eran rasgos de los mensajes que se tenía que hacer en el momento de manera improvisada, y no podían prepararse por adelantado.

Según el informe del Comité Seybert, Slade declaró que el Catedrático Zöllner lo observó estrechamente sólo durante las tres o cuatro primeras sesiones, pero después le dejó hacer lo que él complació. Esto era un punto de partida del Catedrático Fullerton, cuando fue a Alemania para entrevistarse con el Catedrático Zöllner y los colegas que sobrevivían, en una tentativa de desacreditar las conclusiones favorables a él.

La exposición de la Comisión de Seybert fue precedida por las revelaciones de J. W. Truesdell's. En Bottom Facts of Spiritualism, New York, 1883, Él declaraba que había cogido la trampa de Slade y relata un divertido incidente. Él había descubierto una pizarra con un mensaje listo en la habitación de la sesión. Él furtívamente añadió otro mensaje se su mano:

"Henry, look out for this fellow; he is up to snuff - Alcinda."
(“Henry, preste atención a este hombre,él tiene tabaco”)

Él dice que disfrutó del desconcierto de Slade cuando, en el momento apropiado el improvisado mensaje salió a la luz.

Otro incidente sumamente perjudicial, fue registrado el 2 de febrero de 1886, en Boston Herald , según el artículo de su denuncia como impostor, Weston, W. Va. Ambos, Slade y su gerente fueron detenidos en las oficinas, y después fueron liberados sin procesamiento. El gerente francamente declaró que él mismo había visto las manos de los fantasmas, y que podía jurar que podía haber sido Slade, ya que era posible sostener su mano en aquella posición.

Es posible que Slade tuviera poco poder genuino en este periodo. El cayó víctima del hábito de la bebida, su categoría moral estaba lejos de ser alta, y se hundió cada vez más y más bajo. Murió sin dinero y en la decrepitud mental en un Sanatorio de Michigan, en 1905.

Fuente: ( con modificaciones menores)  An Encyclopaedia of Psychic Science by Nandor Fodor (1934).  


Caricatura del Prof. Lancaster y el médium Slader, representando el dramático incidente cuando la pizarra fue retirada antes de tiempo de las manos de Slade, y el mensaje ya estaba escrito.