Francis Ward Monck
Clérigo británico que comenzó su carrera como ministro en la
Baptist Chapel at Earls
Barton y renunció a su vocación eclesiástica para dedicarse
profesionalmente a la mediumnidad. Su adhesión al espiritualismo fue anunciada
por primera vez en 1873. Afirmó grandes poderes mediumnísiticos, recorrió las
Isla Británicas y sanó enfermos en Irlanda. Como resultado de esto, muchos le
llamaban el Dr. Monck.
En Londres, convenció al Dr. Alfred Russel Wallace, a
Stainton Moses y a Wedgwood Hensleigh, cuñado de Darwin, de sus dones psíquicos
genuinos al dar una sesión extraordinaria de materialización a plena luz del
día. También se destacó en la escritura en pizarra. Un relato del Dr. Alfred
Russel Wallace de una manifestación a través de la escritura de pizarra
desconcertante, fue certificada por Edward T. Bennett, secretario asistente de
la S.P.R. Él convenció al Juez Dailey, en América, de que los muertos volvían a
través de su cuerpo. Su reputación fue aumentando.
Pero cayó un golpe, poco después del juicio a Henry Slade.
En Huddersfield, el 3 de noviembre de 1876, un mago, llamado Lodge, de repente
exigió el registro del médium. Monck temió por su seguridad, se encerró en su
habitación de arriba y escapó por la ventana. Como una prueba más de su
culpabilidad, un par de guantes de tela fueron encontrados en su habitación. Esta
no fue la primera vez, cuando fue sorprendido flagrantemente. Sir William
Barrett escribió “una pieza blanca de muselina sobre un armazón de alambre
sujeto con hilo negro es lo que utilizaba el médium para simular un espíritu
parcialmente materializado”. El juicio siguió en la exposición en Huddersfield,
causó gran sensación. Uno de los testigos fue el Dr. Alfred Russel Wallace. Él depuso
lo siguiente:
“He visto al Dr. Monck en estado de trance, cuando apareció
una débil niebla blanca en su lado izquierdo de la chaqueta, fue aumentando de
densidad y extensión hasta llegar al hombro, luego en un espacio, poco a poco
se fue ampliando a una distancia de seis pies entre ella y su cuerpo, se hizo
muy clara y se formó la silueta de una mujer en envuelta en telas blancas.
Estoy seguro que no pudo haber sido producido por ningún truco.”
El tribunal encontró culpable a Monck, lo condenó a tres
meses de prisión. Este primer golpe fue impresionante. Hubo sin embargo amigos
que no renunciaron a la fe en Monck. No habían ningún creyente mayor que Archidiácono
Colley y nadie tenía más experiencias inexplicables y sorprendentes que él. Él
se encontraba en la India cuando el incidente ocurrió en Huddersfield. Después de
su regreso, con firmeza sostuvo que un aborto involuntario de la terrible
justicia había sido producido.
De una de las sesiones celebradas el 25 de septiembre de
1877, en base a las notas tomadas la misma tarde, se publicó el siguiente
relato:
“El Dr. Monck, bajo el control Samuel, fue a la luz de la
lámpara – el escritor no estaba a más de una yarda – visto por todos como la
puerta de la vida para la extrusión de forma espirituales del reino de la mente
en este mundo de materia, para estar de pie delante, así exactamente frente a
nosotros, la forma psíquica o espíritu se veía crecer fuera, a su lado
izquierdo en primer lugar, varias caras de gran belleza en el parecido y que
con asombro vimos – y yo como estaba parado, cerca del médium, incluso lo
tocaba, lo vi más claramente – en varias ocasiones, una cara perfecta y de
forma femenina exquisita apreció en el Dr. Monck, sobre la región del corazón. Luego,
después de varios intentos de formar una figura completa, al principio aparecía
una forma de nebulosa, pero después iba haciéndose cada vez más sólida ya que
salía del médiu, a la izquierda del Dr. Monck y se colocó individual, deparada
dos o tres pies, atada al Dr. Monck por un vínculo parecido a una telaraña, que
a petición mía, Samuel lo cortó, lo rompió con la mano izquierda del médium, y
allí estaba encarnada una forma espiritual de belleza indecible, vestido con el
atuendo hilado de espíritu – un entramado reticular de ningún telar mortal, de
material inimitable, y con una blancura verdaderamente reluciente.”
Estaba tan seguro de sus propios poderes de observación que desafiaron
a J. N. Maskelyne,
le ofrecieron mil libras si podía duplicar las materializaciones de Monck.
Maskelyne intentó la hazaña y el Archidiácono Colley declaró que su actuación
era una parodia de lo que realmente producía Monck, Maskelyne demandó el
dinero. El Dr. Alfred Russel Wallace, en nombre de Monck, dictó sentencia en
contra de Maskelyne. En sus sesiones de las materializaciones de espiritualismo
Monck rara vez solía utilizar gabinete. Quedaba a la vista de los asistentes. A
veces estaba muy consciente. Tenía dos controles principales: Samuel y Mahedi. Durante
un año sus carácteres fueron estudiados individualmente y de manera profunda
pro Stainton Moses y Wedgwood quien, con otros dos hombres interesados en la
investigación psíquica se aseguraron los servicios de Monck con derechos
exclusivos con un modesto salario.
La evidencia duradera de sus apariciones fantasmales fue
obtenida por William Oxley en 1876 en Manchester, en forma de parafina de
excelentes manos y pies de formas materializadas. Esto elimina la teoría de la
alucinación en las experiencias del Archidiácono Colley presentada por Frank Podmore. La parafina no puede ser
alucinada. Es difícil la suposición de que
Monck hubiera estado haciendo el tonto durante muchos años con su íntimo
amigo. En el discurso ante el congreso de la Iglesia en Weymouth, en 1903 el
Archidiácono Colley dijo:
“Muchas veces, cuando he estado durmiendo en la misma
habitación con él, para observar los fenómenos causales durante la noche, y en
especial llegados en oscuridad, en tales ocasiones, ha tomado mi mano sobre su
boca, y de vez en cuando era sorprendido en vigilia no exenta de temor porque
podía ver a los fantasmas, yo no podía, el silencio volvía cuando la luz era
encendida durante la noche – pues no quería dormir en oscuridad, lo que le hizo
aprensivo de los fenómenos, físicamente poderosos en un grado extraordinario.”
Las experiencias del Archidiácono presentan un expediente
sin igual en la historia de las materializaciones. Ninguno ha visto tantas
maravillas antes. Él vio el nacimiento y disolución de numerosas formas sólidas
completas. Vio a un niño aparecer, moverse besado por los presentes y luego
regresar a la media hora y poco a poco se fundió en su cuerpo. Cogió una forma
materializada y la empujó con fuerza hacia el médium y de repente se juntaron.
En 1905, cuando se publicó las experiencias escribió:
“Puedo publicar estas cosas por primera vez, después de
haber meditado sobre ellas en silencio durante veintiocho años, dando mi
palabra de sacerdote por estas cosas, poniendo en peligro mi posición
eclesiástica y mi futuro progreso”.
En sus últimos años Monck se concentró en la curación. El
periodo final de su vida
lo pasó en Nueva York.
Fuente: An
Encyclopaedia of Psychic Science por Nandor Fodor (1934).
Artículo original en inglés