- Ella fue Torturada por Demonios ( Esther Cox )

El capítulo 18: Ella fue Torturada por Demonios

Historia de Esther Cox

 - Nandor Fodor-

A
NDREW LANG dijo que “ ya desde los días de fantasmas en el antiguo Egipto, han aprendido y no han olvidado. Sobre sus formas, él podría haber añadido más, no hemos aprendido nada y lo hemos olvidado todo. Sabemos de casas atormentadas y oímos hablar de persona atormentadas. El fantasma en la casa atormentada es el menos molesto de los dos. Usted la deja sola y le dejará solo. El cazador de hombres no es el poltergeist. Éste se produce a plena luz del día. El otro es replegado a la travesura y a la maldad. Éste es cruel, de vez en cuando malévolo y un peligro para la vida”.

Por suerte, éste último es sumamente raro. Las víctimas del poltergeist son por lo general niños que se acercan a la edad de la pubertad. Pero ningún fisiólogo aún ha tenido éxito sobre las guaridas de sus corrientes. Su misterio no puede ser disociado de la gama de experiencias psíquicas. Por lo general, ellos infligen pero las experiencias terribles son cortas. A diferencia del horror que acechó a Esther Cox en Amherst, Nueva Escocia, en 1879 – no se conoce ningún precedente.

El profesor William James, en su dirección presidencial de la Sociedad para la Investigación Psíquica, se acercó al Gran Misterio de Amherst con la respetuosa interrogante, como el caso más interesante de esta clase registrado. El epíteto es bastante suave para el Magnifico Guignol. Ya que en la casa de Daniel Teed, un honesto zapatero, “el asesinato estuvo al acecho en el aire”. Esther Cox, su cuñada de 19 años, fue atormentada por demonios, nuevos del infierno, ante cualquier poder humano, ellos prevalecían.

El registro original de los fenómenos se debe a Walter Hubbell, un actor americano. Él se creyó lo bastante simpático para exponer al fantasma. Cuando encontró que era un misterio genuino, concibió la brillante idea de coger a Esther Cox y llevársela de viaje de conferencia, esperando que el fantasma se diera una vuelta por el escenario. Fue sin embargo, el público los que hicieron cosas animadas. La empresa logro evitar que lo linchara y fue de nuevo a Amherst a afrontar la cólera del fantasma.

En el periódico de Hubbell, apuntó 2.500 palabras en las que contaba sus experiencias diarias existentes. Excepto en la cantidad de tinta y en la dramatización, no revela ningún dato discrepante serio en el libro de 10.000 palabras donde contó la historia cuando se publicó. En 1907, éstos fueron confirmados por una investigación personal sobre el terreno. El Dr. Hereward Carrington, el Director del Instituto y Laboratorio Psíquico de Nueva York, entrevistó a los supervivientes y visitó a Esther Cox en Boston, donde ella vivió una vida normal y felizmente casada. La conocían allí como una mujer trabajadora que le gusta la sinceridad. Pero ella no hablaría de sus experiencias. Tenía miedo de que “ ellos volvieran”.

Según el sumario de Hubbell, el reinado del terror en la casa de los Teed, comenzó el 4 de septiembre de 1878. Esther Cox y su hermana Jennie oyeron un crujido en una caja de cartón debajo de su cama. Pensaron que era un ratón. Sacaron la caja en medio de la habitación. La caja saltó en el aire, cerca de un pie de altura, luego cayó y se volcó. Cuando esto pasó las muchachas se asustaron mucho y sus gritos avisaron a la familia. Ellos escucharon el relato, soltaron muchas risas y enviaron otra vez a las muchachas a la cama.

En la noche siguiente, Esther Cox saltó de la cama pálida de terror. Esta visiblemente hinchada. Ella gritó por dolor, apretando los dientes. Había unas detonaciones ruidosas, como el repique de truenos. La Sra. Teed se tiró, pensando que la casa había sido golpeada por un relámpago. Cuando ayudaron a Esther a volver a la cama, tres detonaciones más intensas fueron escuchadas, al parecer, venían de su cama. Ellos tenían un presentimiento extraño sobre Esther. Ella inmediatamente volvió a su aspecto natural y se sumió en un sueño.

Cuatro noches más tarde el ataque volvió, con fenómenos adicionales. La ropa de cama de las muchachas voló. Las almohadas saltaron ( se elevaron de un salto) y golpearon a la gente en la cara. Una sucesión de las mismas misteriosas detonaciones restauraron la tranquilidad.

Esto era demasiado para la familia. El Dr. Carlitte fue enviado. Él encontró que Esther sufría un enorme choque emocional nervioso. Cuando él dijo su opinión, la almohada se deslizó de debajo de la cabeza de Esthery se colocó recta , delante del doctor y después se deslizó atrás. Los ojos del Dr. Carlitte se abrieron de par en par, con gran asombro. La almohadilla repitió el acto y como en el juego de tirar de la cuerda, hubo una lucha con John Teed, un joven y sano granjero, que demostró ser más fuerte. Las detonaciones ruidosas comenzaron bajo la cama y en el suelo de la habitación. La ropa de cama se voló.

“Antes de que estos hubieran acabado de tapar en la cama a Esther, se oyó un sonido distinto, como el de alguna persona escribiendo en la pareced con un instrumento metálico, se oía así. Todos miraron a la pared de donde venía el sonido, cuando con gran asombro, claramente se podía leer estas palabras: ‘Esther Cox, usted es mía para matarla’ “('Esther Coxyou are mine to kill'). Cada persona de la habitación podía ver claramente la escritura; pero un momento antes de esto la pared estaba totalmente lisa. He visto esta escritura;  fue marcado profundamente en la pared y he visto que es como si hubiera sido escrito con un instrumento pesado, probablemente una barra grande de hierro. Digo un instrumento pesado, porque la escritura tenía un aspecto desigual y el poder invisible que describió no era seguramente, ni elegante, ni un oficinista dotado.

Los caracteres eran de casi un pie de alto. Ante los ojos desconcertados del Dr. un pedazo de yeso se separó de la misma pared, en el vuelo giró como en esquina y cayó en sus pies. Los golpes comenzaron otra vez, entonces esto dejó la habitación y sonó en la azotea de la casa, como golpes de una almádena (maza para romper piedras). Se tuvieron noticias que los golpes se oyeron hasta una distancia de 200 yardas.

Los periódicos consiguieron los datos de la historia. El Rev. Dr. Edwin Clay, un conocido clérigo Bautista, vino a investigar. Avanzó la teoría de que el cuerpo de Esther Cox hizo de batería eléctrica, dirigiendo el diminuto e invisible relámpago . El Rev. R. A. Temple, Pastor de la Iglesia de Wesleyan, en Amherst, no tenía ninguna teoría propuesta. Pero vio como una cuba de agua fría estaba inquieta y mientras que estaba encima de la mesa de la cocina todo el agua se puso a hervir.

Descubrimientos dramáticos continuaron. Esther podía oír al fantasma. Él iba a prender fuego a la casa. A la consternación de todo, alumbrados con cerillas, el techo comenzó a caerse. Un vestido de Esther saltó de la percha de la pared, enrollado, se deslizó debajo de la cama y comenzó a quemarse. Todos escondieron las cerillas. El fantasma las encontró y encendió fuegos por todas partes de la casa, manteniendo a los habitantes en un estado constante de nerviosismo temeroso. Al parecer él oía todas las palabras y contestaba a las preguntas; golpeando tres veces para Sí y una vez para No. Un poco más tarde él se hizo visible a Esther, un anciano con una barba gris, vestido como un sucio vagabundo. Él la miró airadamente y dijo que si ella no dejaba inmediatamente la casa le prendería fuego desde el desván, bajo la azotea y los mataría a todos, quemándolos.

Expulsada por el demonio, Esther encontró refugio en casa de John White, un encargado del bar local. Durante 4 semanas ella estuvo en paz. Entonces el trabajo del diablo comenzó. Un día mientras limpiaba el pasillo, el cepillo desapareció de su mano. Ella gritó ya que oyó decir al fantasma que él lo había cogido. Después de la búsqueda durante 5 minutos sin encontrar el cepillo, éste cayó del techo, justo rozando su cabeza. El fantasma podía ser oído por toda la gente que pasaba por la casa y en dos ocasiones apuñaló a Esther en el trasero con una navaja que pertenecía al muchacho White, dejando el cuchillo clavado en la herida y aterrorizando a todo el mundo de la casa.

Cuando Hubbell llegó a la escena Esther Cox estaba detrás, en la casa de su tío. El fantasma dijo una terrible promesa contra su estancia en la pequeña cabaña que frecuentaba.

“Me había sentado aproximadamente 5 minutos “ escribe él “ cuando, ante mi gran asombro, mi paraguas fue lanzado una distancia de 15 pies, pasando por lo alto de mi cabeza, en un extraño vuelo y casi al mismo tiempo un cuchillo grande pasó volando por el aire, por la parte de arriba de la cabeza de Esther, quien ese mismo momento salía de la despensa con un plato grande en ambas manos que se cayó delante de ella, cerca de mí, habiendo visto venir el cuchillo de la dispensa. Naturalmente fui a la puerta y miré, pero no había ninguna persona allí dentro.”

“Ah, usted pronto se acostumbrará a esto. Aunque pienso que no le gustará ”, dijo Esther Cox.

Esto era una atenuación de los sentimientos del fantasma. Durante el día una silla grande se precipitó contra Hubbell aunque estaba en el lado opuesto de la habitación, casi golpeando la que él estaba sentado. 

El pequeño Jorge fue golpeando en el zapato, cuando iba detrás en el coche. Un peso de cristal para el papel, que pesaba un total de una libra, desapareció su cabeza y se puso a girar durante un cuarto de minuto, sobre el asiento donde éste se cayó. Después de esto siguió un periodo vacío, dos botellas, su cartera de colegial  y un pedazo de torta fue arrebatada de la mano del pequeño Jorge. Cuando el niño protestó, su ropa fue arrancada. La cara de Esther fue golpeada una y otra vez por una mano invisible que le dejó las huellas de los dedos sobre sus mejillas.

Hubbell encontró una variedad de misterios de desapariciones. En el desayuno, la tapa de la azucarera se oyó caer al suelo. pero ésta desapareció. 5 minutos después, la Sra. Teed, Esther y él la vieron caer del techo.

“Yo la vi justo antes de que cayera “ escribe él” , en ese momento estaba suspendida en aire, a la distancia de un pie aproximadamente del techo. Nadie estaba a más de cinco pies de ésta. Los cuchillos de la mesa fueron entonces lanzados sobre el suelo, las sillas acostadas y después del desayuno la mesa del comedor se cayó hacia un lado, los manteles fueron arrastrados por todo el suelo de la habitación, el cuarto entero literalmente se convirtió en pandemonium, un tremendo jaleo, todo tan lleno de polvo que tuve que salir de la sala.”

A la siguiente mañana, quité la tapa ( de la azucarera) y la coloqué sobre la mesa, al lado de mi taza de café, pusieron azúcar en el café y casi había puesto mi mano sobre la tapa para ponérsela a la azucarera y guardarla, cuando desapareció- literalmente se desvaneció en el aire.”

Más tarde, mientras Esther estuvo a punto de entrar en la despensa, la tapa salió de dentro, a través de un cristal que estaba roto y había sido tapado con un papel marrón, entonces cayó al suelo, a una distancia total de unos 15 pies de su lugar original.

Estos era casi los acontecimientos que sucedían a diario, el fantasma traía objetos encerrados en armarios y cambiaba cosas de lugar. Durante el desayuno el fantasma llamó sobre la mesa y produjo una imitación perfecta de cualquier sonido que se pidiera: tocar el tambor, serrar la madera, lavar sobre una tabla una tela de lino, etc. un gato fue elevado del suelo, en el aire a un altura de 5 pies. Este se asustó tanto que durante días no volvió a aventurarse en la casa otra vez. Esto tenía algo que ver con su desaparición, porque el pelo de la cola se levantaba a menudo y entonces salía de la casa del terror.

En la noche del 26 de junio, el fantasma se divirtió clavando alfileres a Esther y a Jennie, marcando sus pies y cabeza con cruces. Al día siguiente Hubbell encontró los alfileres que marcaron a Esther fuera de ella, “estos salieron por el aire, en toda la habitación y fueron metidos por todas partes de cuerpo de las dos que podían estar expuestas al aire, hasta en su cabeza y en los oídos. “ Dos veces hubo la tentativa de cortarle la garganta a Esther con un cuchillo grande. Una vez la apuñaló en el cuello con unas tijeras de jardín, otra vez en la cabeza con un tenedor.

El jaleo general no era debido a un solo fantasma. Había varios. Sus nombres fueron averiguados y en algunos casos también su historia. El principal malhechor era “ Robert Nickle”; él dijo que tenía 70 años cuando murió y era zapatero. Otro carácter infame contestaba al nombre de "Maggie" Fisher. Ella dijo que había estado en el infierno durante 12 años. Otros fantasmas declararon sus nombres como Peter Cox, Jane Nickley Eliza McNeal. Ellos podían actuar de manera independiente y eran ingeniosos en la idealización de maneras nuevas de torturar a Esther. Pero ninguno podía superar a “Bob”.

“Soy bueno, “ escribe Hubbell, “ al decir que el más sinvergüenza fantasma demonio que ninguna casa o ser humano a soportado, por lo que hizo este demonio de fuego y terror en la casa.”

El maldijo con las palabras más fuertes. El fantasma tomaba represalias. La mano de Esther, mientras que escribía una carta, fue groseramente agarrada y escribió otra cosa diferente:

  G    d    Hubbell's sole to hell and yours!

Una tarde, Hubbell vio a Esther y a la Sra. Teed, hablaban con cierto tono. Después de mucha vacilación, fue informado de que “Maggie” robó un par de medias blancas y negras a rayas que pertenecían a Esther y se las puso. Según Esther, el fantasma se levantó el abrigo que llevaba hasta las rodillas y vio las medias sobre sus piernas. Hubbell ordenó que Maggie devolviera las medias. En un minuto éstas cayeron del aire, al suelo, ante sus ojos.

Durante la última parte de julio, era imposible mantener más tiempo a Eshter en casa. La violencia de los fantasmas era insoportable. Los fuegos eran continuados, cosas rotas y voces extrañas, poco naturales que podían oírse en el aire, llamándonos por nuestros nombres a plena luz del día.

Entonces Esther Cox fue expulsada otra vez. Lo último que oyó Hubbell fue que el fantasma quemó el granero donde ella estaba y fue condenada a 4 meses de cárcel en lugar del fantasma.


¿Alguna solución para este temeroso misterio? Algún tiempo antes de éste problema, había un zapatero, llamado Bob McNeal, que con un revólver estuvo a punto de cometer un ultraje con Esther Cox. Según un estudio crítico del Gran Misterio de Amherst por el Dr. W. F. Prince, el Oficial de la Sociedad para la Investigación Psíquica de Boston dijo que “ el nombre de 'Bob' Nickle, es sólo un fino disfraz para el nombre del que tuvo como centro a Esther, por atracción como de horror. ‘Bob McNeal’. Bob Nickle, era como el prototipo del zapatero. ‘La maldad’ del fantasma como se demostró en muchas manifestaciones era sólo la dramatización de la profunda maldad y la travesura que la muchacha pronto vislumbró en el hombre vivo. El rasguñar en la pared las palabras ‘Esther Cox, usted es mía para matarla’ era sólo la supermaterialización automática de las amenazas de McNeal , enfurecido y regocijándose por su fuerza bruta, cuando el sostuvo el revólver en el pecho de ella.

Daniel Teed, explicó la verdadera naturaleza de la tortura a Hubbell.

“Esto se explica a diario ,” escribe el Dr. Prince, “, esta tortura consistió en que ‘Bob’ Nickle actuó supuestamente con la parte que ya tenía incubada, como obviamente McNeal era un hombre vil, además Hubbell estaba en contra de su objetivo en la noche del 28 de agosto.”

¿Esta explicación analítica alumbra la explicación del misterio? Hubbell creyó que el verdadero bandido real fue la interacción de parte del espíritu de  “Bob McNeal’, el hombre vivo y que transfirió su atención a Esther, dando como consecuencia que el sistema nervioso de ella se desorganizara.

Lo que es seguro que estas explicaciones psicológicas no proporcionan ninguna respuesta para la mayor parte de este horrible misterio.



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